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El lobo blanco continuó avanzando con el gesto serio. Estaba listo para que la batalla fuera algo que le hiciera esforzarse al máximo. Entonces pudo ver al capullo de su hermano tratar de tomar una velocidad increíble y eso le hizo fruncir el ceño. No iba a dejar que Kedra se llevase toda la diversión para él solo. Entonces soltó un suspiro mientras corría y se relamió despacio. Esperaba que los tíos que se habían montado en su lomo con Ivan fuesen fuertes o se iban a pegar un buen golpe. La bestia aceleró el ritmo y enseguida se vio rodeada por un aura oscura. El lobo blanco despegó como si de una nave se tratase y encima se puso a una velocidad de vértigo cercana a los cien metros por segundo.
- ¡Sujetaos!
Gritó con fuerza para después relamerse. Siempre había sido alguien lento y por fin tras su entrenamiento de velocidad, explotaba su habilidad al máximo. Sus dorados ojos miraron al frente y su haki de observación se extendió a unos trescientos metros a la redonda. Tendría todo vigilado de aquella forma. Su olfato también pensaba ayudarle. No tardó mucho en dejar a su hermano atrás con el SN1 y entonces fue cuando soltó un impresionante aullido.
- Llegaremos a la ciudad central en menos de unos minutos. Va a ser un espectáculo de golpes, sangre y risas. – Dijo con un tono siniestro.
La bestia entonces se aseguró de que el chico no se hubiese caído. Tenía con él al hijo de su maestro y pensaba protegerlo de cualquier cosa. No le haría tanto caso como a Iliana, pero lo cuidaría a su forma. Tal vez le iba a tener que mostrar algunas cosas, como enseñarle un haki armadura bestial, pues era experto en aquellas cosas. Solo le molestaba, que el haki de su hermano fuese superior al suyo. Iba a tener que entrenarlo tras aquello. Se relamió despacio y continuó avanzando. Cuando escuchó lo que dijo Ivan, cambió el rumbo pero a la misma velocidad.
- ¡Sujetaos!
Gritó con fuerza para después relamerse. Siempre había sido alguien lento y por fin tras su entrenamiento de velocidad, explotaba su habilidad al máximo. Sus dorados ojos miraron al frente y su haki de observación se extendió a unos trescientos metros a la redonda. Tendría todo vigilado de aquella forma. Su olfato también pensaba ayudarle. No tardó mucho en dejar a su hermano atrás con el SN1 y entonces fue cuando soltó un impresionante aullido.
- Llegaremos a la ciudad central en menos de unos minutos. Va a ser un espectáculo de golpes, sangre y risas. – Dijo con un tono siniestro.
La bestia entonces se aseguró de que el chico no se hubiese caído. Tenía con él al hijo de su maestro y pensaba protegerlo de cualquier cosa. No le haría tanto caso como a Iliana, pero lo cuidaría a su forma. Tal vez le iba a tener que mostrar algunas cosas, como enseñarle un haki armadura bestial, pues era experto en aquellas cosas. Solo le molestaba, que el haki de su hermano fuese superior al suyo. Iba a tener que entrenarlo tras aquello. Se relamió despacio y continuó avanzando. Cuando escuchó lo que dijo Ivan, cambió el rumbo pero a la misma velocidad.
- Zal:
- Acelerar y volar a cien metros por segundo, diciendole a ivan que se agarre. Ir en direccióin a donde dice Ivan.
Meneíllos
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Una estela de humo "aterrizó" sobre el techo de la central, formando la figura del mafioso. Este echó una humareda de tabaco por la boca y observó a su alrededor con cierto aburrimiento. ¿Y ahora? Notó una suave vibración en su pecho y al llevarse la mano al lugar percibió que procedía del colgante que les habían dado en la base. Así que también tenía esa función... activó la central y se sentó a esperar a Ban, fumándose el puro. Podían ser un subordinado útil, pero también era exhasperantemente lento. Tendrían que cambiar de táctica... En cuanto llegó, le dijo:
- Vas muy lento, Ban. Me seguirás por tierra con tu soru. Intenta seguirme el ritmo si puedes. Nos dirigiremos a la primera central al este.
Acto seguido despegó en forma de flujo piroclástico, saliendo disparado a una velocidad endiablada. A ese ritmo esta vez llegaría bastante antes. Pudo ver a lo lejos el río, acercándose rápidamente... pronto lo sobrevolaría y se dirigiría a la central que activaría con su colgante. Por el camino fue atento del suelo por si veía algo interesante a lo que pudiera acercarse a echar un vistazo una vez se hubiese encargado de la captura.
- Tener que rebajarme a estas tareas... - musitó, con cierto resentimiento.
Sin embargo en aquella guerra no era mucho más que un soldado, por mucho que le doliera. Pero la recompensa final lo valía, así que si podía aportar su granito de arena a la victoria de Sarka lo haría. Al fin y al cabo si al final de la guerra podía echarle mano a aquellas preciosidades que había visto... se haría de oro. Las armas de aquella gente eran impresionantes y su precio en el mercado negro sería muy elevado. Con aquello reflotaría su negocio y podría ponerse en marcha de nuevo.
- Vas muy lento, Ban. Me seguirás por tierra con tu soru. Intenta seguirme el ritmo si puedes. Nos dirigiremos a la primera central al este.
Acto seguido despegó en forma de flujo piroclástico, saliendo disparado a una velocidad endiablada. A ese ritmo esta vez llegaría bastante antes. Pudo ver a lo lejos el río, acercándose rápidamente... pronto lo sobrevolaría y se dirigiría a la central que activaría con su colgante. Por el camino fue atento del suelo por si veía algo interesante a lo que pudiera acercarse a echar un vistazo una vez se hubiese encargado de la captura.
- Tener que rebajarme a estas tareas... - musitó, con cierto resentimiento.
Sin embargo en aquella guerra no era mucho más que un soldado, por mucho que le doliera. Pero la recompensa final lo valía, así que si podía aportar su granito de arena a la victoria de Sarka lo haría. Al fin y al cabo si al final de la guerra podía echarle mano a aquellas preciosidades que había visto... se haría de oro. Las armas de aquella gente eran impresionantes y su precio en el mercado negro sería muy elevado. Con aquello reflotaría su negocio y podría ponerse en marcha de nuevo.
- Sarka:
- - Tomar la central en G11
- Dirigirse volando a máxima velocidad a J10 a tomar la siguiente.
Abby
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El geppou les había ayudado a llegar lo antes posible a la central del Noroeste. Una vez allí, había mucha más gente con la que habían estado durante la cena. Caras conocidas, pero sin intercambiar palabras. Azula se fijó en todos ellos, uno por uno. Después, prestó atención a Castor.
Ya estaban frente a la central cuando el hombre que había estado con ellos el día anterior apareció. Estaba dispuesto a ofrecer su ayuda de nuevo. Azula era reacia a recibir ayuda de gente que no conocía, alguien que te ofrecía algo sin nada a cambio no era bueno... o eso creía ella, desconfiada con ese tipo de cosas.
Castor no dudó en darle la bienvenida al grupo, la tormenta plateada. Sonaba bastante bien, la verdad. Mientras su compañero del CP se encargó de activar la central. Azula entabló unas palabras con el desconocido.
-¿Cuál es tu nombre? Si vamos a estar juntos en esto, es una información importante.
-Lothar - Respondió él.
Después de aquello, al regresar y continuar el camino. Castor se encargó de hablar con él.
-Soy científico del gobierno - Respondió al agente.
Azula continuó al ritmo de ambos, escuchando la charla. Mientras estos hablaban, sin dejar de prestar atención, estaba tramando su siguiente movimiento. Tenía ciertas dudas sobre cómo iban a llegar a su siguiente objetivo. Azu seguía un poco preocupada de la gente que la rodeaba, en ningún momento había cesado su mantra, pero quería estar alerta todo el rato.
Tres mejor que uno, pensó suspirando con resignación. Esperaba que el científico les sirviese de ayuda y no fuesen solo palabras lo que dedicase. Mientras ellos hablaban, Zuko vino a su cabeza. ¿Qué sería de él? ¿Cómo estaría? No tener noticias suyas le preocupaba de mala manera. Movió la cabeza de un lado a otro en señal de negación y, para distraerse, les llamó la atención a Lothar y Castor.
-No es por estropear esta agradable charla, pero tenemos que aligerar el paso y continuar hasta el norte - replicó la princesa -. No podemos perder tanto tiempo en el camino.
Ya estaban frente a la central cuando el hombre que había estado con ellos el día anterior apareció. Estaba dispuesto a ofrecer su ayuda de nuevo. Azula era reacia a recibir ayuda de gente que no conocía, alguien que te ofrecía algo sin nada a cambio no era bueno... o eso creía ella, desconfiada con ese tipo de cosas.
Castor no dudó en darle la bienvenida al grupo, la tormenta plateada. Sonaba bastante bien, la verdad. Mientras su compañero del CP se encargó de activar la central. Azula entabló unas palabras con el desconocido.
-¿Cuál es tu nombre? Si vamos a estar juntos en esto, es una información importante.
-Lothar - Respondió él.
Después de aquello, al regresar y continuar el camino. Castor se encargó de hablar con él.
-Soy científico del gobierno - Respondió al agente.
Azula continuó al ritmo de ambos, escuchando la charla. Mientras estos hablaban, sin dejar de prestar atención, estaba tramando su siguiente movimiento. Tenía ciertas dudas sobre cómo iban a llegar a su siguiente objetivo. Azu seguía un poco preocupada de la gente que la rodeaba, en ningún momento había cesado su mantra, pero quería estar alerta todo el rato.
Tres mejor que uno, pensó suspirando con resignación. Esperaba que el científico les sirviese de ayuda y no fuesen solo palabras lo que dedicase. Mientras ellos hablaban, Zuko vino a su cabeza. ¿Qué sería de él? ¿Cómo estaría? No tener noticias suyas le preocupaba de mala manera. Movió la cabeza de un lado a otro en señal de negación y, para distraerse, les llamó la atención a Lothar y Castor.
-No es por estropear esta agradable charla, pero tenemos que aligerar el paso y continuar hasta el norte - replicó la princesa -. No podemos perder tanto tiempo en el camino.
- Zal:
- -Llegar a la central.
-Esperar a Castor por activarla.
-Charlar con Lothar.
-Meterles prisa a Castor y Lothar y continuar hacia el norte.
PD: Tengo permiso de Lothar para usar su personaje en la conversación.
La situación empezaba a estar tensa. Aquellos sujetos no respondieron a la ocurrente pregunta del pelirrojo, manteniéndose en silencio, y aún continuaban expulsando una extraña sustancia amoratada. Syxel, al igual que el impulsivo gyojin, cuyo nombre no recordaba, parecía estar dispuesto a combatir a aquellos seres. Durante unos segundos, el impulsivo pirata estuvo se aferró con fuerza a su katana y estuvo a punto de desenfundar, sin embargo, la dulce voz de Haruka le hizo plantearse la situación.
“No es conveniente perder el tiempo aquí, Haruka tiene razón” –se dijo a sí mismo.
Rápidamente, el pelirrojo retrocedió hasta el supuesto amigo de su padre, Syxel, quien aguardaba tras él con su arma en la mano, imperturbable, sin apartar la mirada de aquellos sujetos, cuyo aspecto no era muy de fiar, por no decir repugnante. La verdad es que eran asquerosos, ¿cómo demonios podían soltar algo como eso? Fuera lo que fuera, aquello no podía ser normal. Zane metió la mano en su bolsillo y sacó un trozo de papel de unos tres cuatro centímetros cuadrados y se lo entregó a Syxel.
—Si tienes problemas, o quieres tomar una copa algún día, usa esto –le entregó el papelucho, que resultó ser la vibre card del pelirrojo–. Hasta más ver.
Entonces, el joven pirata se envolvió en un brillante e intenso fuego de tonalidad carmesí que aumentó la temperatura del lugar en unos pocos grados. Y de él surgió una majestuosa ave de plumaje rojizo con destellos brillantes, cuya envergadura de un ala a la otra era de unos once metros. Tras ello, el suzaku atrapó con sus garras a sus compañeros Haruka y Spanner y alzó el vuelo hacia el palacio imperial.
—Señoras y señores, les ruego que se abrochen los cinturones y tengan paciencia durante el vuelo por las posibles turbulencias –comentó el pelirrojo a forma de chiste.
“No es conveniente perder el tiempo aquí, Haruka tiene razón” –se dijo a sí mismo.
Rápidamente, el pelirrojo retrocedió hasta el supuesto amigo de su padre, Syxel, quien aguardaba tras él con su arma en la mano, imperturbable, sin apartar la mirada de aquellos sujetos, cuyo aspecto no era muy de fiar, por no decir repugnante. La verdad es que eran asquerosos, ¿cómo demonios podían soltar algo como eso? Fuera lo que fuera, aquello no podía ser normal. Zane metió la mano en su bolsillo y sacó un trozo de papel de unos tres cuatro centímetros cuadrados y se lo entregó a Syxel.
—Si tienes problemas, o quieres tomar una copa algún día, usa esto –le entregó el papelucho, que resultó ser la vibre card del pelirrojo–. Hasta más ver.
Entonces, el joven pirata se envolvió en un brillante e intenso fuego de tonalidad carmesí que aumentó la temperatura del lugar en unos pocos grados. Y de él surgió una majestuosa ave de plumaje rojizo con destellos brillantes, cuya envergadura de un ala a la otra era de unos once metros. Tras ello, el suzaku atrapó con sus garras a sus compañeros Haruka y Spanner y alzó el vuelo hacia el palacio imperial.
—Señoras y señores, les ruego que se abrochen los cinturones y tengan paciencia durante el vuelo por las posibles turbulencias –comentó el pelirrojo a forma de chiste.
- Resumen Meln:
- -Entrego a Syxel una vibre card, para después transformarme en mi forma completa y "secuestrar" a Haruka y Spanner para ir en dirección al palacio imperial más rápido
Elya Edelweiss
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Escuché con atención lo que proponía aquel chico. Curioso apodo, la verdad. Eso o sus padres tenían una historia interesante que contar. Hablaba con calma y parecía resuelto. Eso era bueno, tenían que ser raudos.La primera opción me tentaba mucho, pero no quería correr riesgos. Pese a que yo sola podía actuar más deprisa, una central energética no parecía algo que fuera a activarse con darle a un botón. Seguramente lo mejor fuera que le acompañara y aunque quizás le frenase lo más probable era que acabáramos antes de esa manera.
Hubo otra cosa que me hizo dudar. ¿Llevarme? Puede que fuera más alto que yo, pero yo no era precisamente pequeña. ¿Pretendía cogerme en brazos y correr? Yo no era ninguna damisela en apuros. Sin embargo, no parecía ser el tipo de persona que lo decía por decir o por quedar bien. Quizás me estaba equivocando al sacar conclusiones precipitadas.
Iba a responderle cuando de repente escuché la voz de Beros. Arqueé una ceja al escuchar el aviso dado a uno de nuestros compañeros. ¿Es que acaso no conocía la importancia de mantener la sangre fría? Pero no era mi problema, no de momento. Zal y Sarka... todavía no nos habíamos cruzado con nadie, amigo ni enemigo. Había otros cuatro ejércitos por lo que había oído, la quietud seguramente no fuera duradera. No, sin duda separarse era la peor opción que podía tomar. Miré a Deathstroke y le contesté sin alzar demasiado la voz:
-Llévame. Iremos más rápidos y quizás te venga bien la ayuda para activar las centrales; todavía no conocemos su mecanismo. Si nos valemos por nuestra cuenta podemos separarnos más adelante, pero irá bien asegurar antes la primera. De lo contrario perderíamos más tiempo intentándolo cada uno por su lado.
Me rodeó la cintura con las manos y sin mediar palabra, se elevó en el aire. Agarré mi arma mientras veía como el suelo desaparecía bajo mis pies y tragué saliva algo nerviosa. No quise mirar hacia atrás, no estaba segura de lo que podría encontrarme. Ahora solo me quedaba confiar. En su lugar, miré a mi alrededor hasta fijar la vista en la central más cercana. Quizás no fuera mi método de transporte favorito, pero sin duda era más rápido que ir corriendo. A este ritmo, llegaríamos pronto.
Hubo otra cosa que me hizo dudar. ¿Llevarme? Puede que fuera más alto que yo, pero yo no era precisamente pequeña. ¿Pretendía cogerme en brazos y correr? Yo no era ninguna damisela en apuros. Sin embargo, no parecía ser el tipo de persona que lo decía por decir o por quedar bien. Quizás me estaba equivocando al sacar conclusiones precipitadas.
Iba a responderle cuando de repente escuché la voz de Beros. Arqueé una ceja al escuchar el aviso dado a uno de nuestros compañeros. ¿Es que acaso no conocía la importancia de mantener la sangre fría? Pero no era mi problema, no de momento. Zal y Sarka... todavía no nos habíamos cruzado con nadie, amigo ni enemigo. Había otros cuatro ejércitos por lo que había oído, la quietud seguramente no fuera duradera. No, sin duda separarse era la peor opción que podía tomar. Miré a Deathstroke y le contesté sin alzar demasiado la voz:
-Llévame. Iremos más rápidos y quizás te venga bien la ayuda para activar las centrales; todavía no conocemos su mecanismo. Si nos valemos por nuestra cuenta podemos separarnos más adelante, pero irá bien asegurar antes la primera. De lo contrario perderíamos más tiempo intentándolo cada uno por su lado.
Me rodeó la cintura con las manos y sin mediar palabra, se elevó en el aire. Agarré mi arma mientras veía como el suelo desaparecía bajo mis pies y tragué saliva algo nerviosa. No quise mirar hacia atrás, no estaba segura de lo que podría encontrarme. Ahora solo me quedaba confiar. En su lugar, miré a mi alrededor hasta fijar la vista en la central más cercana. Quizás no fuera mi método de transporte favorito, pero sin duda era más rápido que ir corriendo. A este ritmo, llegaríamos pronto.
- Zilda:
- Rumiar las opciones, rajar un poquitito de Kai y dejar que me lleve volando hasta la central en la U18
Ban Midou IV
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Ban continuaba moviéndose lo mejor que podía, pero no podía seguir el ritmo del peliblanco. Él era un tipo rápido a la hora de usar las espadas, pero por el momento no era capaz de avanzar mucho en movimiento. Por mucho que se esforzaba, era muy difícil alcanzar al peliblanco. Su logia no era de volar, mientras que la de su jefe si lo era. Tenía muchísimas desventajas en aquel aspecto. Se relamió despacio y entonces escuchó las palabras de aquel tipo. Aterrizó en el suelo y entonces empleó el soru para moverse a toda la velocidad posible. Así al menos podría quedarse más cerca de aquel tipo. Se estiró unos momentos y después aumentó la velocidad todo lo posible.
Esperaba que la chica tigre hubiera pensado que era un idiota y desapareciera de su vida para siempre. Ahora la mejor forma de protegerla era aquella y por ello no se arrepentía de lo que había hecho. Escupió a un lado y se ajustó bien el cuello de su camisa. Para Ban, activar una maldita central era más que suficiente. Sabía que los otros bandos contarían con monstruos y viendo lo sucedido, ellos no iban a vencer. El mafioso detectó a un par de personas fuertes únicamente y por ello estaba un poco decepcionado.
- Joder, este tío es demasiado rápido. Cuando esto termine tendré que entrenar alguna técnica de velocidad del estilo de la nube…
Dijo mientras avanzaba lo más rápido posible. Debía admitir que amaba su estilo y seguramente encontraría algo útil con lo que moverse. Tan solo debía esperar un poco a que terminase aquella cosa que los demás llamaban guerra. Para él solo era un juego parecido al de capturar la bandera, pero mientras su líder se llevase cosas útiles, le daba lo mismo. Él por su parte, allí no iba a encontrar información de los Bolts, por lo que no estaba muy motivado después de todo.
Esperaba que la chica tigre hubiera pensado que era un idiota y desapareciera de su vida para siempre. Ahora la mejor forma de protegerla era aquella y por ello no se arrepentía de lo que había hecho. Escupió a un lado y se ajustó bien el cuello de su camisa. Para Ban, activar una maldita central era más que suficiente. Sabía que los otros bandos contarían con monstruos y viendo lo sucedido, ellos no iban a vencer. El mafioso detectó a un par de personas fuertes únicamente y por ello estaba un poco decepcionado.
- Joder, este tío es demasiado rápido. Cuando esto termine tendré que entrenar alguna técnica de velocidad del estilo de la nube…
Dijo mientras avanzaba lo más rápido posible. Debía admitir que amaba su estilo y seguramente encontraría algo útil con lo que moverse. Tan solo debía esperar un poco a que terminase aquella cosa que los demás llamaban guerra. Para él solo era un juego parecido al de capturar la bandera, pero mientras su líder se llevase cosas útiles, le daba lo mismo. Él por su parte, allí no iba a encontrar información de los Bolts, por lo que no estaba muy motivado después de todo.
- Sarka:
- Seguir a Meneror por tierra con el soru.
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Kotaro saltó con elegancia sobre aquella cosa y después mostró una sonrisa ladeada. Ahora estaba calmado al no tener que andar mucho. Se acomodó en aquella cosa y después se quedó mirando a aquel tipo con una expresión calmada. Solo debía de disfrutar del viaje y al parecer no era una mala persona, pues parecía ser un hombre agradable y con el que se podía mantener una conversación. Surfer tenía una oportunidad perfecta para ponerse a hablar con aquel chico y de paso sincerarse. Una de sus habilidades era decir la verdad de una forma que parecía mentira, y por ello su conciencia estaba tranquila y nunca le jodían mucho. Le dedicó una mirada llena de amabilidad a su compañero y después habló en un tono bromista, pero que era toda la verdad.
- Para un asesino a sueldo es duro tener que andar tanto. Espero que nos divirtamos en esta especie de batalla o deberé traicionar a todo el que no me ofrezca rico dinero. Es lo mejor del mundo.
En su rostro se formó una sonrisa algo extraña y por eso era difícil saber si decía la verdad o no. Pudo comprobar que el chico de cabellos blancos intentó hablar con uno de aquellos tipos, pero Kotaro simplemente guardó silencio. Se rascó la cabeza unos momentos y sacudió después su sombrero de forma calmada. Se acercó también a los soldados de Sarka y habló con un tono de voz que volvía a ser exageradamente amable, más incluso de la cuenta. Encima parecía fingir que tenía pluma o algo por el estilo. Era un hombre demasiado raro, pero estaba orgulloso de ser de esa forma.
- Me temo que me ha dado un antojo de pasteles de nata recubierta de cacao. Decidme que podéis contentarme, por favor. Si no es así, no pasa nada, mis queridos soldaditos-chan.
- Para un asesino a sueldo es duro tener que andar tanto. Espero que nos divirtamos en esta especie de batalla o deberé traicionar a todo el que no me ofrezca rico dinero. Es lo mejor del mundo.
En su rostro se formó una sonrisa algo extraña y por eso era difícil saber si decía la verdad o no. Pudo comprobar que el chico de cabellos blancos intentó hablar con uno de aquellos tipos, pero Kotaro simplemente guardó silencio. Se rascó la cabeza unos momentos y sacudió después su sombrero de forma calmada. Se acercó también a los soldados de Sarka y habló con un tono de voz que volvía a ser exageradamente amable, más incluso de la cuenta. Encima parecía fingir que tenía pluma o algo por el estilo. Era un hombre demasiado raro, pero estaba orgulloso de ser de esa forma.
- Me temo que me ha dado un antojo de pasteles de nata recubierta de cacao. Decidme que podéis contentarme, por favor. Si no es así, no pasa nada, mis queridos soldaditos-chan.
- Sarka:
- Hablar con Rezvan, preguntar a los soldados sobre pasteles.
Osuka Sumisu
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Osu no comprendía muy bien a que se refería Krauser con esas palabras. ¿Era una especie de despedida? ¿Qué clase de enemigo iba a enfrentarse como para decir eso? A Krau siempre lo había visto como a un hombre casi invencible, pero que hubiese alguien al mismo nivel que el ex almirante le producía… cierto miedo. Se sentía alagado por que le dejara al mando si le pasaba algo pero no quería que le ocurriera nada a su Oficial si él podía evitarlo.
Se acercó a él cuándo puedo mientras seguían corriendo.- Krauser, ni yo ni seguramente ninguno más de la división te dejaremos que te pase algo. Te seguiré hasta las puertas del infierno si hace falta.
Dentro de poco cruzarían un rio, aunque desgraciadamente tenían un problema. Valia, la gyojin de su división y la que iba a ayudarle a cruzar, ya no podía nadar ya que había consumido una akuma recientemente. Realmente no se lo esperaba y tenía ganas de preguntarle porque la había consumido.
El marine quiso dar una opción alternativa bastante rara, demasiado rara. Al podía de alguna manera crear hielo y usando absurdamente un violín le daba vida como si nada. Debajo de sus pies aparecieron caballos helados que nos llevaron hasta el puente. Edward parecía disfrutas de los trucos del marine pero a Osu no, no le gustaba el frio, detestaba el frio, y ese animal de hielo le estaba helando, lo que se podría decir, sus bolas doradas.
Llegando al puente se bajaron de la monturas, Al volvió a mostrar sus dotes con el violín haciendo un puente de hielo. Osu se sentía bastante inútil en aquel momento, el de los puentes solía ser el, aunque no podía negar que el marine estaba intentando ayudarlos de verdad.
- Gracias, supongo. Al menos contigo no pasaremos calor.- Le comento, no con mala intención. Osu ya le estaba cogiendo cierta confianza a aquel supuesto marine super fan de Krauser.
Se acercó a él cuándo puedo mientras seguían corriendo.- Krauser, ni yo ni seguramente ninguno más de la división te dejaremos que te pase algo. Te seguiré hasta las puertas del infierno si hace falta.
Dentro de poco cruzarían un rio, aunque desgraciadamente tenían un problema. Valia, la gyojin de su división y la que iba a ayudarle a cruzar, ya no podía nadar ya que había consumido una akuma recientemente. Realmente no se lo esperaba y tenía ganas de preguntarle porque la había consumido.
El marine quiso dar una opción alternativa bastante rara, demasiado rara. Al podía de alguna manera crear hielo y usando absurdamente un violín le daba vida como si nada. Debajo de sus pies aparecieron caballos helados que nos llevaron hasta el puente. Edward parecía disfrutas de los trucos del marine pero a Osu no, no le gustaba el frio, detestaba el frio, y ese animal de hielo le estaba helando, lo que se podría decir, sus bolas doradas.
Llegando al puente se bajaron de la monturas, Al volvió a mostrar sus dotes con el violín haciendo un puente de hielo. Osu se sentía bastante inútil en aquel momento, el de los puentes solía ser el, aunque no podía negar que el marine estaba intentando ayudarlos de verdad.
- Gracias, supongo. Al menos contigo no pasaremos calor.- Le comento, no con mala intención. Osu ya le estaba cogiendo cierta confianza a aquel supuesto marine super fan de Krauser.
- Balt:
Seguir al grupo
Congelarse un poco los kintamas(?)
Hacerle la pelota a Krau
Agradecer a Al por su titulo de arquitectura helada(?)
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La chica gritó de alegría cuando aquel animalito habló. Definitivamente pensaba quedárselo y nadie se lo iba a impedir, era demasiado mono. Su esencia era kawai pura y la chica amaba aquella clase de cosas. Mostró una sonrisa calmada y después de unos momentos continuó andando, pero esta vez sin tenerlo en brazos. Al parecer, aquel pequeño podía andar y encima le gustaba, por lo que no pensaba retenerlo de ninguna forma. Se rascó un poco la nuca y después miró a su alrededor. Esperó a que la muchedumbre se disipara y después miró un poco a su alrededor, dándose cuenta de que se había quedado totalmente sola. No encontró a nadie con la mirada salvo aquel pequeño mapache que iba con ella. La morena entonces agachó la cabeza ¿Dónde estaban Dexter y Ushio? No podía creer que otra vez la hubieran dejado sola.
La morena entonces se frenó en seco, mirando a aquel pequeño mamífero con una expresión más calmada de lo habitual. Se negaba a que aquello fuera cierto. Había dormido delante de la puerta de Dexter esperándole para poder ir con él, estaba segura de que la había esperado un poco. Después pensó también en Ushio, el único que la hablaba en aquella tripulación quitando al capitán. Tampoco había rastro de él. La joven Markov se sintió algo perdida en aquel sitio entre tantos desconocidos. Entonces cerró los ojos despacio, tratando de contenerse un poco. Nadie podría escucharla y tampoco le parecía bien el motivo de Zilda. No tardó mucho en avanzar un poco, pero debido a que estaba en su propio mundo, tropezó y cayó al suelo. La joven soltó un pequeño quejido y después quedó allí tirada. Su frente quedó pegada a la tierra, pero no hizo nada más.
Los perlados ojos de la luchadora se abrieron un poco. Ella también quería haber podido ir con alguien y no quedarse allí con el supuesto objetivo de conquistar estaciones de aquella clase. Soltó un enorme suspiro y después de unos momentos se incorporó un poco quedando de rodillas. Tragó algo de saliva y después de unos momentos apagó el auricular que tenía en la oreja. También desactivó la muñequera de los miembros de su banda y finalmente impactó su puño contra el suelo. La tierra se agrietó un poco y después de unos momentos, la morena tuvo que contener un par de lágrimas. Aquello no parecía una banda de nakamas ni nada por el estilo. Cada uno hacía lo que le daba la gana y solo iban juntos a la hora de viajar y nada más. La respiración de la joven pirata aumentó un poco y después de unos instantes se colocó en pie, mirando al suelo con el gesto serio.
- ¿He escogido el camino correcto? ¿Derian tenía razón?
Hinori frunció un poco el ceño y después de unos momentos soltó un grito de rabia allí mismo, estampando su puño de forma más violenta contra el suelo. La sangre empezó a resbalar de sus nudillos hasta la tierra y su gesto se puso muchísimo más serio. Lo siguiente que hizo fue apretar los dientes con fuerza. Entonces miró al mapache con una mirada dulce, o al menos intentó ponerla por mucho que le costaba.
- Perdóname, pequeño. Puedes continuar sin mí…
Dijo con calma para después darle la espalda a aquel pequeño ser. Entonces empezó a caminar hacia el Sureste, alejándose del supuesto frente de batalla. Se iría a algún árbol a sentarse o algo por el estilo. “Ushio tampoco me ha dicho nada…” Pensó al mismo tiempo que ladeaba un poco la cabeza. Tal vez todo había sido un teatro por parte del espadachín. Ella continuaba avanzando con la mirada fija al frente y con una cara totalmente inexpresiva. Se notaba que directamente pasaba de todo. Ella tan solo era una cocinera sin más. Llevaba muchísimos años con aquellas personas y siempre pasaba lo mismo. Se preguntaba por qué su capitán no la había llevado con él. Le dolía la espalda todavía por haberse quedado toda la noche vigilando. No había servido de nada al parecer.
- Es difícil sonreír…
Dijo en un tono dulce mientras trataba de mostrar una sonrisa en su rostro, pero le quedaba demasiada forzada. Entonces continuó caminando hacia aquella dirección con ambas manos en los bolsillos. Cerró los ojos despacio y simplemente continuó avanzando sin rumbo fijo. Lentamente fue quitándose las dos muñequeras que tenía.
La morena entonces se frenó en seco, mirando a aquel pequeño mamífero con una expresión más calmada de lo habitual. Se negaba a que aquello fuera cierto. Había dormido delante de la puerta de Dexter esperándole para poder ir con él, estaba segura de que la había esperado un poco. Después pensó también en Ushio, el único que la hablaba en aquella tripulación quitando al capitán. Tampoco había rastro de él. La joven Markov se sintió algo perdida en aquel sitio entre tantos desconocidos. Entonces cerró los ojos despacio, tratando de contenerse un poco. Nadie podría escucharla y tampoco le parecía bien el motivo de Zilda. No tardó mucho en avanzar un poco, pero debido a que estaba en su propio mundo, tropezó y cayó al suelo. La joven soltó un pequeño quejido y después quedó allí tirada. Su frente quedó pegada a la tierra, pero no hizo nada más.
Los perlados ojos de la luchadora se abrieron un poco. Ella también quería haber podido ir con alguien y no quedarse allí con el supuesto objetivo de conquistar estaciones de aquella clase. Soltó un enorme suspiro y después de unos momentos se incorporó un poco quedando de rodillas. Tragó algo de saliva y después de unos momentos apagó el auricular que tenía en la oreja. También desactivó la muñequera de los miembros de su banda y finalmente impactó su puño contra el suelo. La tierra se agrietó un poco y después de unos momentos, la morena tuvo que contener un par de lágrimas. Aquello no parecía una banda de nakamas ni nada por el estilo. Cada uno hacía lo que le daba la gana y solo iban juntos a la hora de viajar y nada más. La respiración de la joven pirata aumentó un poco y después de unos instantes se colocó en pie, mirando al suelo con el gesto serio.
- ¿He escogido el camino correcto? ¿Derian tenía razón?
Hinori frunció un poco el ceño y después de unos momentos soltó un grito de rabia allí mismo, estampando su puño de forma más violenta contra el suelo. La sangre empezó a resbalar de sus nudillos hasta la tierra y su gesto se puso muchísimo más serio. Lo siguiente que hizo fue apretar los dientes con fuerza. Entonces miró al mapache con una mirada dulce, o al menos intentó ponerla por mucho que le costaba.
- Perdóname, pequeño. Puedes continuar sin mí…
Dijo con calma para después darle la espalda a aquel pequeño ser. Entonces empezó a caminar hacia el Sureste, alejándose del supuesto frente de batalla. Se iría a algún árbol a sentarse o algo por el estilo. “Ushio tampoco me ha dicho nada…” Pensó al mismo tiempo que ladeaba un poco la cabeza. Tal vez todo había sido un teatro por parte del espadachín. Ella continuaba avanzando con la mirada fija al frente y con una cara totalmente inexpresiva. Se notaba que directamente pasaba de todo. Ella tan solo era una cocinera sin más. Llevaba muchísimos años con aquellas personas y siempre pasaba lo mismo. Se preguntaba por qué su capitán no la había llevado con él. Le dolía la espalda todavía por haberse quedado toda la noche vigilando. No había servido de nada al parecer.
- Es difícil sonreír…
Dijo en un tono dulce mientras trataba de mostrar una sonrisa en su rostro, pero le quedaba demasiada forzada. Entonces continuó caminando hacia aquella dirección con ambas manos en los bolsillos. Cerró los ojos despacio y simplemente continuó avanzando sin rumbo fijo. Lentamente fue quitándose las dos muñequeras que tenía.
- Zilda:
- Alejarse de todos hacia el Sureste al estar sola de nuevo.
Simo Baker
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Akuma no mi
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Continué mi camino avanzando paralelamente a la columna principal del ejército de Zal. Si me hubiesen dicho que era posible armar tal escandalo al avanzar jamás lo hubiera creído. El estruendo que causaban era demasiado molesto, pero nuestro objetivo parecía ser el mismo, no me iba a quedar otro remedio que aguantarlo. No fui el primero en llegar a la central energética, para cuando lo hice el grupo que encabezaba la horda ya estaba asegurando la zona. Me sorprendió bastante que Augustus se encargase de encender aquella obra de la ingeniería. Esto no fue sólo por su estupidez, sino porque pensaba que estaría bastante flojo del estómago. En cualquier caso pensaba aprovecharme de la situación. Tranquilamente me acerque a la central para cargar mi runa. Era cierto que no quería combatir a favor de Zal, pero tampoco había hecho nada que les mostrase que estaba contra ellos no pensaba que tuviesen motivos para desconfiar de mí. Además esa runa podría serme útil más adelante, era mejor tenerla cargada por si acaso.
Fue un proceso rápido, llegar cargar la runa y seguir con mi camino hacia el norte antes de que los de Zal volviesen a organizar su avance. Quería llegar a la ciudad capital cuanto antes, si realmente había algo de interés en aquella isla para mí no cabía duda que sería ahí. Decidido, comencé a avanzar más rápida y sigilosamente que antes gracias a haberme acostumbrado al tipo de terreno de la zona. Durante el trayecto aproveché para pensar en que bando apoyaría en caso de verme inevitablemente involucrado en la batalla. Había dos candidatos que quedaban directamente descartados: Meln y Zal. Hasta donde yo sabía por lo que había escuchado durante mi estancia entre los salvajes, Sarka era bastante similar a ellos pero con robots en lugar de bestias. No pensaba que me conviniese unirme a gente tan agresiva, por lo que me decanté por aceptar colaborar con Balt o Zilda si me encontraba con alguno de sus miembros. Con eso claro en mente solo me quedaba centrarme en una cosa, la exploración de la capital.
Fue un proceso rápido, llegar cargar la runa y seguir con mi camino hacia el norte antes de que los de Zal volviesen a organizar su avance. Quería llegar a la ciudad capital cuanto antes, si realmente había algo de interés en aquella isla para mí no cabía duda que sería ahí. Decidido, comencé a avanzar más rápida y sigilosamente que antes gracias a haberme acostumbrado al tipo de terreno de la zona. Durante el trayecto aproveché para pensar en que bando apoyaría en caso de verme inevitablemente involucrado en la batalla. Había dos candidatos que quedaban directamente descartados: Meln y Zal. Hasta donde yo sabía por lo que había escuchado durante mi estancia entre los salvajes, Sarka era bastante similar a ellos pero con robots en lugar de bestias. No pensaba que me conviniese unirme a gente tan agresiva, por lo que me decanté por aceptar colaborar con Balt o Zilda si me encontraba con alguno de sus miembros. Con eso claro en mente solo me quedaba centrarme en una cosa, la exploración de la capital.
- Resumen Zal (?):
- Acercarme a la central para cargar mi runa de Zal como si nada ya que no he desertado abiertamente. Continuar mi camino más rápida y sigilosamente hacia el norte (cubierta protectora+análisis+mimetización). Pensar que quizá pudiese colaborar con Zilda o Balt. Apresurarme en llegar a la ciudad para explorarla.
Worgulv
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Akuma no mi
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El hombre volaba de manera estable al lado de su compañero, esperaba que el resplandor que desprendían sus armas no llamase la atención a ninguna criatura ni al bando enemigo. El artilugio que había salido en la espalda del pequeño hombre, aunque profano, parecía bastante practico, no tenía ni que aletear, simplemente planeaba con mucha potencia, no estaba mal.
El vuelo no se prolongó en exceso, seguimos el curso del rio, y llegamos a una edificación del mismo estilo que la base general, mas parecía una fábrica que un puesto avanzado, lleno de chimeneas de diferentes grosores y tamaños, estaba situada en una posición elevada, lo cual la podría hacer defendible, pero a la vez localizable, era una guerra de varios bandos y el hombre era capaz de distinguir los colores de sus estandartes, pero no el de los mercenarios que ya podrían estar dentro de la edificación. Arthur le hizo una señal para que descendieran. Antes de aterrizar ya tenía su martillo y su hacha gélida en ambas manos, su poder se desvaneció poco a poco.
El pequeño gran hombre no hizo más que reforzar sus preocupaciones, ese edificio ya podría estar ocupado por el enemigo, o algún tipo de protección autómata, pudiendo estar el sitio lleno de trampas, el hombre no se la iba a jugar, y se concentró para expandir su conciencia para localizar alguna presencia, no era un experto aprovechando esta habilidad, pero quizás le podría sacar partido.
El chico aunque precavido comenzó la incursión a la base, y Worgulv lo siguió de cerca, procurando no hacer ningún ruido, no quería advertir de su presencia a fuerzas hostiles, prefería ser él, el que pillase por sorpresa, pero a juzgar por el eco de las palabras del muchacho, no parecía que hubiese nadie, aun con eso, toda precaución es poca.
El vuelo no se prolongó en exceso, seguimos el curso del rio, y llegamos a una edificación del mismo estilo que la base general, mas parecía una fábrica que un puesto avanzado, lleno de chimeneas de diferentes grosores y tamaños, estaba situada en una posición elevada, lo cual la podría hacer defendible, pero a la vez localizable, era una guerra de varios bandos y el hombre era capaz de distinguir los colores de sus estandartes, pero no el de los mercenarios que ya podrían estar dentro de la edificación. Arthur le hizo una señal para que descendieran. Antes de aterrizar ya tenía su martillo y su hacha gélida en ambas manos, su poder se desvaneció poco a poco.
El pequeño gran hombre no hizo más que reforzar sus preocupaciones, ese edificio ya podría estar ocupado por el enemigo, o algún tipo de protección autómata, pudiendo estar el sitio lleno de trampas, el hombre no se la iba a jugar, y se concentró para expandir su conciencia para localizar alguna presencia, no era un experto aprovechando esta habilidad, pero quizás le podría sacar partido.
El chico aunque precavido comenzó la incursión a la base, y Worgulv lo siguió de cerca, procurando no hacer ningún ruido, no quería advertir de su presencia a fuerzas hostiles, prefería ser él, el que pillase por sorpresa, pero a juzgar por el eco de las palabras del muchacho, no parecía que hubiese nadie, aun con eso, toda precaución es poca.
- Sarka:
- Llegada a la base, tomando precauciones usando mantra, y entrada a la misma
Zack Suky
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Ahí me quedé con actitud chulesca, dispuesto a ensartar al primero que contrariase las palabras de Arribor. No me gustaba el momento que había elegido para el pillaje del barco, tendríamos que luchar contra nuestros "aliados" demasiado pronto, pero para sorpresa de todos, incluidos los propios hombres de Sarka, el Pretor Grum hizo caso omiso de nosotros marchándose a la batalla.
-Esto sí que no me lo esperaba... - pensé sorprendido sin saber muy bien que hacer, aunque al parecer mi capitán sí que tenía un par de ideas algo descabelladas.
- Que conste que no me haría ninguna gracia habernos ganado la desconfianza de estos tipos para nada si nos roban el barco. Deberías de pensar las cosas antes... pero por esta vez me callaré. Yo también quiero montar encima de Sarah - dije con una sonrisa de lado. El simple hecho de imaginármelo ya era desternillante y no iba a despreciar la oportunidad de picar a mi compañera, asique me acerqué a ella para que Arribor no me oyese.
- Creo que esta vez si me monto encima no voy a necesitar de mis pastillitas - dije en tono de burla mientras la giñaba un ojo. Ella sabía a que me refería.
- Eso sí, si llegamos a hacerlo antes debería meterse sola y así puede comprobar si aguantará la corriente. Sé que es fuerte, pero tampoco debería desgastarse mucho por si debemos luchar - dije de nuevo para los dos. - En ese caso creo que nos saldría mejor avanzar por tierra, aunque elijamos lo que elijamos, deberíamos avanzar ya. Cuando queramos llegar a saquear algo no quedará nada más que la calderilla.
Si mi compañera se negaba al malicioso plan del capi y al final íbamos a pie, siempre podría recurrir a mi Speed Point para ir más rápido si veía que me quedaba por detrás de mis , pero eso sí. Antes tenía pensado acabarme el cigarro que me había encendido, que aunque quizás no fuese el último... Nunca se sabía.
-Esto sí que no me lo esperaba... - pensé sorprendido sin saber muy bien que hacer, aunque al parecer mi capitán sí que tenía un par de ideas algo descabelladas.
- Que conste que no me haría ninguna gracia habernos ganado la desconfianza de estos tipos para nada si nos roban el barco. Deberías de pensar las cosas antes... pero por esta vez me callaré. Yo también quiero montar encima de Sarah - dije con una sonrisa de lado. El simple hecho de imaginármelo ya era desternillante y no iba a despreciar la oportunidad de picar a mi compañera, asique me acerqué a ella para que Arribor no me oyese.
- Creo que esta vez si me monto encima no voy a necesitar de mis pastillitas - dije en tono de burla mientras la giñaba un ojo. Ella sabía a que me refería.
- Eso sí, si llegamos a hacerlo antes debería meterse sola y así puede comprobar si aguantará la corriente. Sé que es fuerte, pero tampoco debería desgastarse mucho por si debemos luchar - dije de nuevo para los dos. - En ese caso creo que nos saldría mejor avanzar por tierra, aunque elijamos lo que elijamos, deberíamos avanzar ya. Cuando queramos llegar a saquear algo no quedará nada más que la calderilla.
Si mi compañera se negaba al malicioso plan del capi y al final íbamos a pie, siempre podría recurrir a mi Speed Point para ir más rápido si veía que me quedaba por detrás de mis , pero eso sí. Antes tenía pensado acabarme el cigarro que me había encendido, que aunque quizás no fuese el último... Nunca se sabía.
- ”Resumen Sarka”:
- -Sorprenderme por la reacción del pretor.
- Charlas varias.
-Trazar un plan de avance con mis nakamas.
Katymain
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De pronto, una figura bestializada se presentó como Ruk, mientras acariciaba a aquella montaña de escamas, haciendo que se tranquilizara. Al parecer esto había terminado, nos dijo que era una especie de prueba, y que más tarde disfrutaríamos de un espectacular banquete.
Ya en el banquete, fui previsora y no comí ni bebí apenas, la verdad es que fue difícil, había mucha cantidad de comida y bebida, esto último me tentaba aun más. Aoi se presentó nuevamente mientras bebía continuamente, próximamente le preguntaría si le conozco.
Dejaron cabañas a nuestra disposición para descansar, ya que al día siguiente necesitaríamos todas nuestras fuerzas al partir hacia la guerra. Al despertar, nos guiaron hacia las embarcaciones, y justo antes de embarcar, nos dieron una piedra con 2 runas grabadas, y una vez nos explicaron parte de su funcionamiento, 'Id, arrasad y conquistad'.
Fue lo único que nos dijeron antes de dejarnos marchar. Contaba con un mapa así que verifiqué que Balt se encontraba al Norte y fui a buscar a Aoi para proponer emprender un viaje hacia allí. No se si ella está a favor de Balt, así que no re revelaría que yo mi intención real, tan solo se lo propondría, además, aún tengo que preguntarle si la conocía de antes o no.
Lo único que tenía claro es que no podía hacer nada contra Zal ahora mismo, su colosal y monstruoso ejército me aplastaría sin coste alguno, no parece que sean muy inteligentes pero su abrumador poder les compensa, así que de momento me limitaré a incorporarme con el ejército de Balt cuando llegue, donde supongo que me esperan.
Lo que nos explicaron antes sobre las piedras con runas, es que estas tienen la capacidad de almacenar 3 cargas de la energía que posee cada red energética de las antiguas centrales de Síderos.
Ya en el banquete, fui previsora y no comí ni bebí apenas, la verdad es que fue difícil, había mucha cantidad de comida y bebida, esto último me tentaba aun más. Aoi se presentó nuevamente mientras bebía continuamente, próximamente le preguntaría si le conozco.
Dejaron cabañas a nuestra disposición para descansar, ya que al día siguiente necesitaríamos todas nuestras fuerzas al partir hacia la guerra. Al despertar, nos guiaron hacia las embarcaciones, y justo antes de embarcar, nos dieron una piedra con 2 runas grabadas, y una vez nos explicaron parte de su funcionamiento, 'Id, arrasad y conquistad'.
Fue lo único que nos dijeron antes de dejarnos marchar. Contaba con un mapa así que verifiqué que Balt se encontraba al Norte y fui a buscar a Aoi para proponer emprender un viaje hacia allí. No se si ella está a favor de Balt, así que no re revelaría que yo mi intención real, tan solo se lo propondría, además, aún tengo que preguntarle si la conocía de antes o no.
Lo único que tenía claro es que no podía hacer nada contra Zal ahora mismo, su colosal y monstruoso ejército me aplastaría sin coste alguno, no parece que sean muy inteligentes pero su abrumador poder les compensa, así que de momento me limitaré a incorporarme con el ejército de Balt cuando llegue, donde supongo que me esperan.
Lo que nos explicaron antes sobre las piedras con runas, es que estas tienen la capacidad de almacenar 3 cargas de la energía que posee cada red energética de las antiguas centrales de Síderos.
Normas del Capítulo:
- Se podrá postear cuantas veces se desee, dejando tres mensajes entre envío y envío. Sin embargo, sólo se tendrá en cuenta el último de estos.
- Cada post debe ir acompañado de un Spoiler titulado como la facción a la que pertenecéis. En él debéis resumir el transcurso de vuestras acciones (incluyendo posts anteriores). Si un post no tiene resumen, no será tenido en cuenta a la hora de moderar.
- Se moderará cada 48-72 horas. Sin embargo, se pide que no posteéis más allá de las 48.
- Se obtiene lo merecido según el riesgo y la calidad de las acciones.
- No se tendrá en cuenta la longitud de los posts a la hora de determinar la experiencia.
- Cada post debe tener un mínimo de 300 palabras.
- Si un post tiene más de quince faltas de ortografía por párrafo, no se tendrá en cuenta.
- A pesar de que ya no exista, el barco de Sons of Anarchy podría ser destruido de nuevo.
- Existe la ley del plot, pero no funciona si no sigues la personalidad de tu personaje. No va a haber avisos.
- La ley del plot no es a prueba de idiotas.
- Tres saltos consecutivos de turno implican la retirada del capítulo o la muerte del personaje, según si la situación era de riesgo o no.
- Mucha gente ha pedido despertar Haki del Rey. Sólo uno lo despertará. Trabajáoslo.
- El metarrol se paga con hierro.
- En general, si os portáis bien, se os recompensa. Si no... Bueno, no queréis saberlo. En serio, no queréis.
- En futuras moderaciones podrían añadirse normas según se vea necesidad.
- El mapa de la Isla será el siguiente:
- Mapa de la Isla:
- El espacio que se puede recorrer por moderación es el de un "Cuadradito". Si utilizáis Power Ups activamente podéis ir más deprisa, pero podríais cansaros.
- Mapa en malla:
- Balt está en blanco, Meln en Negro, Zilda en azul, Zal en verde y Sarka en rojo. En el centro de la Isla está la ciudad Imperial (el gran cuadrado blanco), y en amarillo las 35 centrales de Abastecimiento. Cada central tiene al lado un círculo que determina su pertenencia.
- Si nos hemos olvidado de algo, avisad por favor.
- Poned, por favor, vuestras coordenadas de destino en los Spoilers (no es obligatorio).
- Esta moderación en concreto durará entre 72-96 horas.
Moderaciones Generales
- General Balt:
- Las tropas cruzan el río y avanzan a gran velocidad, quedando la mayor parte del frente cerca de la costa y el resto de fuerzas avanzando para poder asegurar el territorio en menos tiempo. El carruaje de Balarad avanza hasta situarse entre un destacamento de caballería.
Al poco tiempo las tropas llegan a una amplia pradera, situada entre un bosque y una serie de acantilados que dan al mar. Inmediatamente comienzan a movilizarse, toman posiciones, empiezan a cavar trincheras y montar barricadas en lugares estratégicos. Las máquinas de guerra similares a catapultas y torres de asedio se apostan detrás de las líneas de infantería. Saben que el enemigo se aproxima y quieren asegurar el terreno para tener la ventaja. Los que estéis en las casillas colindantes a (O,P,Q5 y O,P,Q6) o en las mismas seréis testigos de todo esto.
Unos nubarrones se empiezan a formar al Sureste, algo se acerca, posiblemente el enemigo. Aquí se va a dar una batalla de las gordas.
- General Meln:
- Yoai, montada en Cupcake, se sitúa entre sus tropas, las cuales, a pesar de que no parecen tener muchos ánimos (casi como si estuvieran muertos) parecen avanzar a una velocidad decente. Extrañas mezclas entre máquinas y bestias de guerra avanzan entre las tropas. Diríais que no tienen una formación muy regular, aunque el conjunto del ejército que se ha desplegado os hace dudar de que necesiten una.
La pretora, montada en su bestia avanza al frente, observando el terreno que dentro de poco se transformará en un campo de batalla. Las tropas se sitúan detrás de ella, en una línea perfecta a unos 4 metros de su líder. Los que estéis en las casillas colindantes a (S,T8 y S,T9) podréis ver el ejército que se ha reunido.
Al frente, pasando un entre un río y la costa hay una amplia pradera, en la cual os parece ver tropas tomando posición. El enemigo está a la vuelta de la esquina. Y ese paso será el campo de batalla.
- General Sarka:
- Las tropas de Sarka avanzan lideradas por el pretor Grum, el cual parece de bastante buen humor subido en su moto. No tardan en llegar a la entrada de un paso entre las montañas y la costa, de poco más de un kilómetro de anchura. Basta con una señal para que las tropas se pongan en formación, y las máquinas de guerra tomen posiciones. Por el calibre y el espacio en el que tienen pensado luchar diríais que no les importa mucho el fuego amigo.
-Damas y caballeros… Hoy es el día. Hoy lucharemos contra aquellos que dicen ser los legítimos gobernantes de Síderos. No os prometeré que viviréis para ver un mañana mejor, es más, muchos de vosotros morirán, pero moriréis el orgullo de saber que vuestra vida fue dada para cimentar un futuro mejor para esta nación. Así que id, luchad por el futuro, por el de vuestro país, por vuestros hermanos, ¡POR SARKA!- Grita Grum con un discurso que enciende a todo su ejército.
Tras un movimiento de su brazo las tropas de primera línea comienzan a cargar hacia el Este (J13). Aquel paso se convertirá en el escenario de una gran batalla.
- General Zal:
- La Imponente horda de Ruk avanza como una estampida de bestias furiosas, gritos y rugidos se escuchan por igual y no se sabe bien si proceden de los soldados o de sus imponentes bestias de guerra. El pretor destaca como una masa de carne hueso y músculos entre sus filas, caminando a la misma velocidad que sus hombres corren.
-Lo huelo… Huelo las máquinas de Grum.- Dice Ruk entre dientes en lo que parece una sonrisa ladeada. –Perfecto… primero lucharé con alguien que merezca la pena matar y luego sólo tendré que aplastar al resto de traidores.
Las tropas frenan ante la entrada a un paso natural (K14), a un lado la esquina de la muralla de la capital, al otro el mar, en frente un espacio entre montaña y mar, con más o menos un kilómetro de distancia entre ambos. A lo lejos se puede ver el humo de las máquinas de Sarka.
Ruk ruge y, tras eso, la horda reanuda su marcha, cargando con toda su furia a la batalla.
- General Zilda:
- Beros parece ensimismado en sus quehaceres, no se ha movido de su constructo desde hace un rato, atendiendo a la multitud de pantallas y mandos holográficos que surgen en su panel de control.
-Bien, la red de vigilancia está casi lista, sólo un rato más y todos los elementos estarán en línea.- Os dice por vuestros comunicadores. –Escuchadme todos, si mis cálculos son correctos se darán dos grandes enfrentamientos entre Sarka y Zal al Suroeste, y entre Balt y Meln al Noreste de la isla. Es de suma importancia que no intervengáis en ninguno a no ser que os lo indiquemos directamente. Esta guerra puede ser nuestra, solamente tenemos que ser pacientes y jugar bien nuestras cartas.
Dicho esto su plataforma móvil comienza a caminar en dirección Noroeste, hacia la capital. Este hombre trama algo grande, puede que más que las dos batallas que se van a librar en unos minutos.
Moderaciones Individuales
- W9. Ichizake:
- -¿Yoai? Esa zorra fue la culpable de todo; menos mal que está muerta. Antes este país era maravilloso, un vergel… Era un verdadero paraíso. Pero algún día volverá el heredero del trono, Ruk, y hará Síderos grande otra vez.
Mientras te dice eso, en su mente te das cuenta de que este tipo es un paleto. Piensa en tetas de la supuesta antigua pretora, y se la imagina como su puta. También recuerda cómo tomó la capital con un ejército de Zombies o algo parecido, aunque lo deja en un plano secundario. Ah, y se acuerda de cómo murió. Parece que recuerda haber querido arrancarle la piel a su cadáver. Ves muchas cosas, pues es bastante simplón.
Ah, por cierto, dos tipos te interrumpen y te ofrecen ir hacia el centro de la isla. Escuchas su conversación por Den Den mushi, y parecen confiables. A saber si lo son. Si vas con ellos, mira su moderación.
- V9. Galia y Ryuken:
- Comenzáis a caminar por la zona, y vuestras amatistas brillan. Podéis ver en el horizonte una nube negra que avanza hacia el Oeste, dejando una gran zona de devastación. Mientras ascendéis una ligera cuesta, os dais cuenta de que una especie de grieta negra os separa de vuestro camino. De su interior surge un lamento, y podéis averiguar lo que sucede ahí abajo (donde no veis nada) o evitar la grieta. ¿Qué preferís?
- X8. Noah:
- Te separas un poco del grupo y entras de extranjis en una casa. Allí hueles a grosellas y a pavo fresco recién hecho. Parece todo delicioso, y cuando miras puedes ver una mueca de terror, escuchas un chillido y el metal rechinando contra la madera. Se le ha caído la bandeja de la comida y huye rápidamente. ¿Intentas perseguirla?
- X8. Zane, Haruka, Spanner:
- Estaréis contentos, abandonar a tanta gente así porque sí… En fin, dejando de lado esas cosas, voláis deprisa. Parece que hay una central al sur, pero su humo es de un morado oscuro; Meln ha conquistado la zona ya. Podéis ver cómo se van extendiendo las manchas moradas en el suelo, como una plaga, y de repente una bala golpea a Zane y perdéis el equilibrio.
Caéis sin haceros más daño que un par de magulladuras, de pura casualidad, y caéis entre un montón de molinos. Una central de abastecimiento, qué bien. Aunque el aterrizaje haya sido forzoso… Pero tiene algo raro, como un aura inquietante. Podéis buscar entradas en investigar o marcharos ya, porque de verdad, algo da muy mal rollito.
- Syxel, Vinnie, Amaiar, Canoa:
- Parece que no les importa que Syxel agarre a un civil, pues lo pasan por el cuchillo igual. Casi lo pinchan a él, pero por suerte no sucede así. Sin embargo, puede que queráis defender a los civiles antes de que se os acaben. Por cierto, Amaiar ya se ha metido en líos, igual queréis ayudarlo.
https://www.onepiece-definitiverol.com/t19134-amaiar-ha-encontrado-a-la-bestia-de-retales#184869
- W8. Milena:
- Parece que vas por el punto de partida cuando de repente te fijas en que Jin está luchando contra el hombre de la túnica negra. Parece un espadachín, y notas un aura poderosa en él. ¿Guardará un as bajo la manga?
Si deseas puedes ir a ayudarlo (o ayudar a Jin, claro), o puedes seguir corriendo rumbo al centro de la isla. Por cierto, ves un pollo rojo caer del cielo a lo lejos. ¿Quieres ir a investigar?
- U8. Jack y Heaten:
- Jack, Heaten te atrapa con el látigo y hace que se te caiga el Den Den mushi justo para colgar y llamar a la línea erótica que tenías en la memoria. Menos mal que tenías el contrato dirigido a la cuenta de Arthur o esto te saldría por un ojo de la cara, aunque deberías colgar rápido no vaya a ser que Arthur te saque un ojo de la cara.
Heaten, no tienes fuerza para tirar de él, pero seguro que si te esfuerzas podrías darle un buen capón.
Por cierto, ahora que lleváis un rato, el sonido es algo así como una voz dulce y melodiosa, pero también terriblemente asustada y débil. No sabéis qué dice, pero algo dice. Creo.
- M5. Kaito:
- Corriendo terminas llegando a las orillas de un río. Parece demasiado profundo para vadearlo y tiene mucha corriente para recorrerlo a nado. A unos metros de ti hay un barquero, con su bote sobre la vera. Lo que escama es un pequeño cartel, ya viejo, que reza algo así:
“Etreum alana Tives otsil sol etnema cinu: Edneita”
Y te fijas que, al otro lado del agua hay una horca y un poyo para ejecuciones. ¿De verdad te interesa atravesarlo por aquí? Aunque al lado se encuentra otro objetivo, una gran Central Hidroeléctrica con varios molinos de agua en paralelo, y pequeñas ruedas seriadas para aprovechar al máximo el agua.
- M4. Kasai y Nostariel:
- Mientras vais hablando escucháis un sonido proveniente de un pequeño bosque cercano. Es un hombre con una mandolina, y cuando os ve saluda. Por las ropas parece un juglar, y los juglares saben muchas cosas usualmente.
-¿Qué lleva a dos extranjeros a pasear por la senda de los dioses? Sólo lo saben los dioses- vale, parece que no es muy hábil con las rimas. Pero igual sabe cosas.
- L15 Maki, Yarmin, Teravan:
- Intentas convencer a Maki de que te proteja a costa de todo, pero cuando miras a tu alrededor para que respalden tu versión ves que todos menos Teravan te han dejado a solas con esa masa pegajosa que es el gyojin. Vaya.
- M14 Drake, Ivan:
- Seguís avanzando y pronto veis las murallas de la Ciudad Imperial frente a vosotros…. Y una horda que ya está intentando forzar el portón de la entrada, aunque os pasáis de largo y seguís rodeando el muro. Es alto y recio, no parece precisamente endeble.
- L14 Kedra:
- Sigues avanzando y pronto ves las murallas de la Ciudad Imperial frente a vosotros…. Y una horda que ya está intentando forzar el portón de la entrada. Oh, y al pasar ves a un trío un poco variopinto. Wow.
- K16 Tsang Yue, Slicerin y Corinna:
- La central se activa para vosotros, y cuando os dais la vuelta para ir al sur os encontráis a un señor un poco raro con un perro de tres cabezas delante de él –Tsang- pasa un poco de vosotros y activa también su runa. Quizás queráis hablar con él y marchar todos, o a lo mejor preferís ahostiaros. Unas hostias entre compañeros afianzan la amistad, cuentan.
- L14 Barbazul:
- ¿No notas como si alguien te observase? Hm… Consigues colarte por una rendija, aunque te fijas en que no hay muchas a lo largo del muro. Antes ves como la horda sigue avanzando hasta un gigantesco portón sellado y se ponen a intentar forzarlo. Ante ti ahora hay algunos edificios en ruinas desperdigados aquí y allá. Los restos de una zona en guerra, piensas. Tu plan de buscar un DDM no parece muy prometedor, al menos no aquí.
- L14 Lothar Dan, Azula, Castor Troy:
- Ahora sois el trío calavera, yupi. Seguís avanzando y pronto veis las murallas de la Ciudad Imperial frente a vosotros…. Y una horda que ya está intentando forzar el portón de la entrada. ¿Queréis ayudar, hablar un rato…? A lo lejos veis un enorme perro negro y chungo. Wow.
- L14 Liv:
- . Sigues avanzando y pronto ves las murallas de la Ciudad Imperial frente a vosotros…. Y una horda que ya está intentando forzar el portón de la entrada. Oh, y delante de ti ves un trío un poco variopinto. Oh, y por allá ese perro negro chungo. Wow, qué de gente hay por aquí.
- H13 Corvo:
- Te dicen que no te preocupes, que el único problema es que el enemigo podría tener radares colocados y no es buena idea acelerar y provocar que salten, detectándote. Llegas hasta la central y encuentras una escena curiosa. Ya hay dos tipos subidos en un vehículo de guerra. Y distingues aparte un pequeño panel de mando con lo que supones es el control para activarla, pero por algún motivo hay dos gigantescas hienas del tamaño de leones encadenadas a él. No parecen amistosas.
- H13 Rezvan y Kotaro -:
- Según te cuentan ninguno de los presentes ha estado en la capital, nadie de ningún bando ha pisado por ella desde que estalló la guerra hace 20 años, sólo algunos veteranos recuerdan el sitio, pero no hay ninguno en el transporte. Al parecer el conductor ya hizo la ruta un par de veces antes de que llegaseis para llevar suministros a las tropas de exploración, pero llegó un punto en el que no necesitaron que volviera más. Os acercáis a la central, que ahora comprobáis es térmica. Distinguís un pequeño panel de mando con lo que suponéis es el control para activarla, pero por algún motivo hay dos gigantescas hienas del tamaño de leones encadenadas a él. No parecen amistosas.
- J10 Arthur y Worgulv:
- A lo lejos veis entre los edificios lo que parece un dispositivo para colocar el colgante. O al menos tiene su forma. Quizás acercarse y colocarlo ahí active la central, o quizás esconda alguna trampa mortal. ¿Quién sabe?
- E10 Zero:
- Parece que tus pensamientos han resultado proféticos. Ves una especie de mecanismo en el que intuyes que apoyando el colgante podrías activar la central. Pero cuando estás a punto de hacerlo, la tierra tiembla y una especie de gusano gigante sale del subsuelo y te levanta por los aires. Al caer rebotas en su lomo, bastante áspero y aterrizas sin muchos problemas. Vaya.
- I11 Meneror:
- Sigues avanzando tranquilamente, ves el río debajo de ti y un par de personas a lo lejos. Parece que se te han adelantado. Ban debe andar detrás de ti, por algún lugar.
- J10 Rainbow y Zack:
- Pues Sarah parece tardar mucho en pensar… vas dando saltos cual mariposón verde y enfurecido hasta llegar a la central. A lo lejos ves a dos personas, parece que se te han adelantado. Quizás quieras saludar. Mientras tanto Zack va en su Speed Point para no perderte. ¿Alguien ha dejado una nota a la niña? Igual se enfada.
- H11 Ban Midou:
- Aceleras con el soru, pero aún así Meneror te deja atrás. Pronto ves como te acercas al río y no tiene pinta de que puedas cruzarlo a nado.
- 17U. Ushio:
- La Vivre Card cambia de dirección apenas has empezado a moverte, dirigiéndote al norte. Continúas sin problemas, a excepción de la dificultad que te causan las ramas para avanzar. Eso y que ves algún que otro bichejo gigante al que no te gustaría enfrentar, pero ninguno te para. Cada vez estás más cerca de tu amada. También escuchas lo dicho por Dexter. ¿Quieres proponerle alguna otra opción? Por cierto, acabas de alcanzar una central. ¿No quieres capturarla?
- U17. Sans:
- Una moneda aparece en tu mano, y el tinte dorado se desvanece. Vaya, ha sido sencillo, ¿No? Tal vez te entre más curiosidad ahora de saber de qué se trata, pues parece que no es nada malo. En fin, estás listo para continuar. Te quedas a unos cien metros de una de las centrales. Si tienes mantra notarás que no eres el único cerca.
- S16. Soldado Alfa:
- Se presentó ante ti un grupo de seis militares, todos ellos ataviados con trajes de Sevillana. Tres de ellos llevan fusiles de francotirador, los otros tres llevan subfusiles ligeros.A parte de eso, todos llevan cargas explosivas de C4 y un par de granadas de humo. Es un cuerpo que se especializa en la exploración, la intercepción y el sabotaje (fuerzas especiales vamos). Todos poseen una extraña capa de color azul oscuro con capucha y unas gafas de visión nocturna encima de sus cascos, como bien te explica uno de los hombres. Al parecer, Zilda es una facción que no posee un poder militar tan fuerte como las otras cuatro, pero lo compensa con tropas entrenadas y el uso inteligente de sus fuerzas, tratando de manipular el curso de la guerra. Sus soldados son una mezcla entre hombres armados con tecnología punta y drones.
Cuando te terminan de contar toda la información que les pides, os ponéis en marcha. Avanzáis con paso firme y sin encontraros con nada fuera de lo común hasta llegar a la central. Cuando estáis a punto de entrar en esta, podéis escuchar algo detrás de vosotros, al parecer un se trata de un pacífico miriápodo, en medio de su paseo matutino. No os hace caso. También podéis ver una figura humanoide más atrás.
Sobre tus solicitudes, te dicen que se hará todo lo posible, y que no es necesario que te den ellos la información sobre la localización de tus aliados, pues esta se va actualizando sola.
- S16. Aslaug:
- Vas avanzando pero aún te queda para llegar a la central. Según avanzas escuchas el sonido de algo moviéndose a rastras. Si bajas la mirada, verás que lo que parecía estar arrastrándose es un insecto de bastante envergadura y muchas patas, que se encuentra pasando lentamente de un lado a otro. En cierto momento, levanta parte de su cuerpo y parece girar hacia ti, como si te mirara, pero sigue su camino. Parece que tardará lo suyo en pasar, pero no parece buena idea molestarle. Si esperas un poco llegaras sin problema a la central e incluso podrás entrar. Por cierto, te parece ver a unas personas acercándose a la construcción. Parece que no serás la primera.
- W19. Enra:
- Parece que no tienes complicaciones, al menos por ahora, aunque quizás sería mejor esperar a que llegases a la orilla. Piensa que no vas a poder detener tu vuelo en medio del mar hasta llegar a la central. Como sea, empiezas a ver la costa a lo lejos.
- W18. Deathstroke y Elya:
- Llegáis sin problemas a la entrada de la central. ¿Entráis?
- R10. Kai y Silver:
- Os conseguís marcháis y llegáis a la nueva central. Cuando ponéis los pies en tierra, os llega una notificación. Por lo visto, no bastaba solo con apretar el botón de activación, así que habéis perdido el tiempo, bueno, al menos ahora no parece perseguiros ninguna nube corrosiva. Podréis tomaros algo más de tiempo y quizás hacerlo bien ahora.
- Q9. Madara y Vilya:
- Bueno, evitáis la nube de muerte y destrucción por poco y llegáis a la central. Parece que el enemigo aún no la alcanzado, así que podéis entrar.
- Q11. Dranser:
- Vas volando y te encuentras de frente con una nube negra, la cual no parece gran cosa… Algo que te desmiente una pobre bandada de pájaros, que nada más entran sueltan un graznido de agonía, antes de que lo que queda de las aves comienzan a caer, desasiéndose mientras caen. Será mejor que la evites, ¿no?
- R11. Dexter:
- Por lo que ves, a los pies de la muralla hay un gigantesco portón para que todo lo que transportase el río pudiese acceder a la ciudad. Hay un pequeño poblado a los pies de ese acceso en la muralla, pero todos los edificios parecen estar en el mismo estado que los que has visto hasta ahora. Tras ver que no encontrarás gran cosa por ahí, caminas por el bosque, admirando el paisaje típico de un valle, Parece sorprendentemente tranquilo, nadie diría que por esa zona ha habido o se está librando una guerra.
Tras unos minutos de marcha (R11) puedes ver a lo lejos, algo apartado del camino, lo que parece un asentamiento debajo de una formación rocosa en una ladera. Por su posición nunca la hubieses visto desde el cielo y las estructuras parecen improvisadas con materiales rescatados de otras poblaciones o del propio entorno. Puede que quieras echar un vistazo.
- S16. Hinori:
- Mientras lloras recuerdas las palabras de tus compañeros. Todos parecen tener algo importante que hacer, puede que no se hayan olvidado de ti y te hayan dejado la misión más segura. Puedes encender tu comunicador y pedir órdenes, o algo, o seguir llorando. También hay un par de personas que pasan por ahí, podrías intentar hacer amigos, o echar una siesta.
- M14. Raghersir:
- Has cargado la runa, o no. No estás muy seguro de cómo funciona de verdad esa piedra, puede tenga energía y no lo veas, puede que alguien se te haya adelantado, cargando la suya antes que tú, o puede que la central necesite un tiempo para activarse.
Tras pensar en la carga de tu runa y en la manera más lógica de cambiar tu lealtad te encuentras con el muro de la ciudad. Enorme se le queda corto, unos 50 metros de altura más o menos, de piedra imposiblemente lisa. Tras seguir el muro con la mirada ves un camino a lo lejos, el cual va a dar a un portón enorme con dos estatuas de guerreros ataviados con armaduras flanqueándolo. Aparte de eso no parece haber más. ¿Vas a explorar o sigues buscando a los de Zilda o Balt?
- N7. Eichi:
- Ves, a bastante distancia de ti, como intentan a bombardear a tu compañera, aunque esta logra esquivar sin problemas, o al menos tu mantra, no te dice lo contrario, aunque a esa distancia lo mismo falla. Ves como un punto que, supones, es ella desciende, y la pierdes de vista. Te tocará seguir por tu cuenta y encontrarte con ella en la ciudad, eso o ponerte a buscarla, aunque primero tendrías que alcanzarla.
- N5. Power Rangers Ninja y Al Naion:
- Bueno, tanto desconfiar y al final os ha dado la forma de cruzar el río. Al, crees escuchar aplausos al llegar al otro lado del río, aunque podrían ser bombardeos en la lejanía, causados por la batalla o porque alguien hubiera roto la barrera del sonido. Lo típico, vamos. ¿Y ahora a dónde vais?
- N9. Alexandra:
- Sigues avanzando en línea recta, después de haber esquivado la muerte por los pelos y, al cabo de un tiempo te topas con que… Ya no puedes avanzar a pie, has llegado a un pequeño entrante marítimo. Pero para algo tienes alas, así que te alzas otra vez, ¿no?
- N5. Taiga y Alice:
- Parece que la albina no se siente incómoda por ser llevada en brazos cual princesa, y nada sale del río para intentar atraparos, así que pasáis sin problemas. Seguís avanzando en dirección a la central. Al pasar escucháis algo arrastrándose, así como siseos, aunque no veis nada. ¿Investigáis o seguís hacia la central sin darle importancia?
- N4. Xemnas y Misa:
- Por suerte, vuestro plan falla y lo único que conseguís es abrir un bonito cráter en el suelo, no muy grande. Quizás haya suerte que pasase eso y no cayerais al agua. Nadar con una armadura completa de Kairoseki y cargando a una persona y un espadón no parece buena idea… Podríais hundiros.
- L8. Alwyn:
- Parece que no te has llevado más sustos de momento, salvo algún pájaro que casi se choca contigo, pero nada grave. Avanzas con normalidad y ves que has llegado a una zona en la que el mar “entra” en la isla.
- P5. Danio:
- Bueno, el río no fue la mejor idea, pero al haberte alejado por mar, has llegado a una zona de interés. Si sigues bajando quizás encuentres algo interesante, de hecho, si miras el mapa, podrás ver que hay una central cerca, a la que nadie de tu facción se ha dirigido todavía, sino... Esperemos que no te distraigas con otras cosas.
- Kodama, Dafne y Gera:
- Parece que se ha unido una nueva amiga y los tres os ponéis en marcha, avanzando de forma un poco más apurada por decisión de Kodama, quién parece ser la voz cantante en la situación.
- N2. Los Crimson que no se toquetean entre ellos:
- Tras finalizar el discurso de la pretora, es hora de ponerse en marcha. Si vais a buscar a Kimura, este parece demasiado ocupado para atenderos, así que lo mejor sería que empezaseis a avanzar… Si lo hacéis, aún podéis alcanzar a Tobias, que se está adelantando de forma tranquila. Empiezan a escucharse gemidos.
- Aki y Zuko:
- Parece que el chico no te ha hecho mucho caso, así que supongo que te vas indignada, a no ser que quieras hacer que el chico caiga al mar por tratarte de esa forma. Como sea, vuelve a haber tierra bajo tus pies, de hecho, crees ver una de las centrales.
- P5. Joseph Leto:
- Con tu mantra activado, al acercarte a la central crees reconocer una presencia familiar. Parece que alguien de tu grupo de conocidos se ha dirigido al mismo lugar. ¿Vas a saludarle?
- L16. Vi:
- Parece que ahora es Aoi la que no responde. ¿La arrastras y te la llevas o algo?
- M3. Yoko y neo:
- Estáis sobrevolando la central, cuando de repente veis que se activa. De la central salen varias personas, entre ellas una corriendo y dos caminando. Igual conocéis a alguno de ellos. Si no, podéis volar más al sur.
Alexandra Silvercat
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Akuma no mi
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“Bueno, sin más obstáculos de momento, salvo este mar…” Pensé al acercarme a lo que parecía ser una entrada en la isla, como un cabo o tal vez algo más grande. Al otro lado del “charco” podía ver tierra de nuevo, la supuesta Ciudad Imperial se alzaba en esos terrenos, aunque no sabría muy bien describirla. Tal vez porque aún no la veía demasiado bien.
Miré hacia atrás para asegurarme de que no me siguiera nadie, y como no vi a Eichi por ningún lado decidí seguir adelante. Mi estrategia podía ser peligrosa, y no quería arrastrarlo hacia el punto álgido del conflicto así por las buenas. No desplegué mis alas, para no llamar la atención, sabiendo que no me hacían falta para nada. En su lugar, floté a baja altura, a pocos metros del agua y en completo silencio tratando de pasar desapercibida. O bueno, lo más desapercibida que puede pasar una mancha voladora, ya que tampoco pensaba ir taaaan lento como para que tardase tres días y medio más en llegar a mi objetivo. Pensándolo en retrospectiva, a lo tonto a lo tonto había perdido más tiempo del necesario simplemente por tonterías. No podía terminar de creerme que estuviera tardando tanto en llegar a un sitio que normalmente estaría a tiro de piedra para mis capacidades…
Dejándome de sutilezas, dado que ya me estaba acercando a la costa contraria, activé el Haki de Observación por si acaso, aceleré un poco para el tramo final y cogí altura, descendiendo en pleno medio de la isla, al otro lado de un río que cruzaba de lado a lado aquel pequeño fragmento de tierra. Según el mapa, debería estar justo en el centro, entre tres centrales, las cuales podía ver a simple vista. Sonreí de lado, por fin mi objetivo al alcance de mi mano. ¿Cómo las haría funcionar? Buena pregunta, pero seguro que lo descubría de alguna forma. Tal vez hubiera un panel con instrucciones o algo dentro, a saber.
Dejando de lado las centrales, le di un buen vistazo a la Capital de Encuentro. Desde el aire habría tenido una mejor panorámica, pero ahora que estaba tan cerca de la entrada al generador no pensaba volver a alzarme y arriesgarme a que me derribaran con aquella artillería tan precisa. Así que me tendría que conformar con explorarla a pie cuando terminara con eso que tenía entre manos. Luego podría salir, y en lo que viajo de una a otra buscar gente a la que preguntar. Oh, sí, tenía muchas preguntas que hacer, y por el bien de Balt esperaba que las respuestas no hablaran en su contra…
Miré hacia atrás para asegurarme de que no me siguiera nadie, y como no vi a Eichi por ningún lado decidí seguir adelante. Mi estrategia podía ser peligrosa, y no quería arrastrarlo hacia el punto álgido del conflicto así por las buenas. No desplegué mis alas, para no llamar la atención, sabiendo que no me hacían falta para nada. En su lugar, floté a baja altura, a pocos metros del agua y en completo silencio tratando de pasar desapercibida. O bueno, lo más desapercibida que puede pasar una mancha voladora, ya que tampoco pensaba ir taaaan lento como para que tardase tres días y medio más en llegar a mi objetivo. Pensándolo en retrospectiva, a lo tonto a lo tonto había perdido más tiempo del necesario simplemente por tonterías. No podía terminar de creerme que estuviera tardando tanto en llegar a un sitio que normalmente estaría a tiro de piedra para mis capacidades…
Dejándome de sutilezas, dado que ya me estaba acercando a la costa contraria, activé el Haki de Observación por si acaso, aceleré un poco para el tramo final y cogí altura, descendiendo en pleno medio de la isla, al otro lado de un río que cruzaba de lado a lado aquel pequeño fragmento de tierra. Según el mapa, debería estar justo en el centro, entre tres centrales, las cuales podía ver a simple vista. Sonreí de lado, por fin mi objetivo al alcance de mi mano. ¿Cómo las haría funcionar? Buena pregunta, pero seguro que lo descubría de alguna forma. Tal vez hubiera un panel con instrucciones o algo dentro, a saber.
Dejando de lado las centrales, le di un buen vistazo a la Capital de Encuentro. Desde el aire habría tenido una mejor panorámica, pero ahora que estaba tan cerca de la entrada al generador no pensaba volver a alzarme y arriesgarme a que me derribaran con aquella artillería tan precisa. Así que me tendría que conformar con explorarla a pie cuando terminara con eso que tenía entre manos. Luego podría salir, y en lo que viajo de una a otra buscar gente a la que preguntar. Oh, sí, tenía muchas preguntas que hacer, y por el bien de Balt esperaba que las respuestas no hablaran en su contra…
- Resumen Balt:
- Vuelo a baja altura y en silencio hasta llegar a la costa contraria, luego me alzo para no chocar con nada y poder recorrer el tramito que me falta hasta llegar a la central de N12. Observo mi alrededor antes de entrar, luego busco algún panel de instrucciones, algún botón de sincronización o lo que sea y trato de activarla. Tanto si funciona como si no, salgo de la central y me pongo a caminar en dirección noreste (hacia la central de O11), buscando gente. Uso mi Mantra en todo momento.
Anon K. Noah
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Conseguí darle esquinazo al grupo… Bueno, a los dos grupos, al parecer, porque no se veía ni un alma en donde estaba. ¿Dónde estaba todo el mundo? ¿Acaso no estaba escuchando los gritos de terror a mi lado, solo para descubrir al llegar que no quedaba más que polvo y corrupción? Me cago en la puta, eso empezaba a cabrearme de verdad.
Mientras divagaba con mi espadón en mano, caminé buscando alguna presa, empezando a plantearme seriamente atacar a aquellos bichos de Meln si descubría que ya habían acabado con todos. Por suerte o por desgracia mi espera no duró mucho más, cuando guiado por el delicioso olor de la comida recién hecha entré en una casa aún intacta.
Dentro encontré el pavo, el cuchillo del suelo y la mujer chillando de sorpresa y horror. ¿Pero aún no se había enterado de nada la tía esta? Sí que era cortita de miras… pero no pensaba quejarme. Más bien al contrario, ese era el tipo de reacción que esperaba. Apenas ella dio un paso cuando yo ya había avanzado dos en su dirección.
- Nooo, de eso nada. – Mascullé entre dientes. Afilados y cubiertos de saliva dientes. – No me da la gana. Tú no te vas aún.
Aproveché la poca distancia que nos separaba para blandir con toda mi fuerza mi arma en un corte lateral… Bueno, “corte”… Destrocé la encimera y alguna mesa con sus sillas, pero el arma le dio con el canto de la hoja a la pobre humana, haciéndola volar un par de metros hasta estrellarse frágilmente contra un camastro. Pude oír el sonido de sus huesos rompiéndose con el impacto de mi espada, y doy gracias a la casualidad de que estuviera aquello allí para amortiguarla.
Al acercarme, pude comprobar felizmente que seguía viva, aunque no estaba seguro de durante cuánto tiempo más. Respiraba entrecortada y pesadamente, apenas podía mover sus extremidades y tenía varios hilos de sangre en la frente. Me relamí mientras sonreía de forma sádica. Sí, aquella visión me reconfortaba, saciaba mi ansia, si bien solamente un poco. Acercándome, ahora que no tenía tanta urgencia por rematarla, decidí interrogarla un poco:
- Hola holita, vecinita… ¿Qué tal va tu día? ¿Hm? Escucha… - Puse una cara amable, aunque sabía que no se lo iba a tragar me gustaba jugar de esa forma. – …Hagamos un trato, ¿sí? Tú me cuentas lo que quiero saber… - “O más bien lo que quieren saber los pesados de mis compañeros.” Pensé mientras continuaba hablando: - … Y yo termino con tu sufrimiento. Lo siento, no puedo prometer que salgas con vida de esta, mentiría. – Me encogí de hombros antes de seguir: - A ver, ¿por qué no empezamos si me hablas de Meln? Antes del día de hoy, ¿qué pensaba la gente sobre ellos? ¿Qué oscuros secretos y rumores cuentan la gente común? – Indagué.
Salí de la casa al cabo de unos minutos, con la boca levemente sucia de sangre. No estaba del todo satisfecho, en su estado apenas podía hablar y no me contó gran cosa. De hecho creo que el shock también tuvo que ver, pero en fin. Al menos había saciado mi lado sádico, y la mujer tenía una carne suave y fácil de masticar. Limpiarse con las cortinas no había sido tan fácil, teniendo en cuenta que no eran de un tejido especialmente absorbente, pero en fin. Estando más calmado podía volver con el grupo y… Por cierto, ¿dónde estaba el grupo?
Mientras divagaba con mi espadón en mano, caminé buscando alguna presa, empezando a plantearme seriamente atacar a aquellos bichos de Meln si descubría que ya habían acabado con todos. Por suerte o por desgracia mi espera no duró mucho más, cuando guiado por el delicioso olor de la comida recién hecha entré en una casa aún intacta.
Dentro encontré el pavo, el cuchillo del suelo y la mujer chillando de sorpresa y horror. ¿Pero aún no se había enterado de nada la tía esta? Sí que era cortita de miras… pero no pensaba quejarme. Más bien al contrario, ese era el tipo de reacción que esperaba. Apenas ella dio un paso cuando yo ya había avanzado dos en su dirección.
- Nooo, de eso nada. – Mascullé entre dientes. Afilados y cubiertos de saliva dientes. – No me da la gana. Tú no te vas aún.
Aproveché la poca distancia que nos separaba para blandir con toda mi fuerza mi arma en un corte lateral… Bueno, “corte”… Destrocé la encimera y alguna mesa con sus sillas, pero el arma le dio con el canto de la hoja a la pobre humana, haciéndola volar un par de metros hasta estrellarse frágilmente contra un camastro. Pude oír el sonido de sus huesos rompiéndose con el impacto de mi espada, y doy gracias a la casualidad de que estuviera aquello allí para amortiguarla.
Al acercarme, pude comprobar felizmente que seguía viva, aunque no estaba seguro de durante cuánto tiempo más. Respiraba entrecortada y pesadamente, apenas podía mover sus extremidades y tenía varios hilos de sangre en la frente. Me relamí mientras sonreía de forma sádica. Sí, aquella visión me reconfortaba, saciaba mi ansia, si bien solamente un poco. Acercándome, ahora que no tenía tanta urgencia por rematarla, decidí interrogarla un poco:
- Hola holita, vecinita… ¿Qué tal va tu día? ¿Hm? Escucha… - Puse una cara amable, aunque sabía que no se lo iba a tragar me gustaba jugar de esa forma. – …Hagamos un trato, ¿sí? Tú me cuentas lo que quiero saber… - “O más bien lo que quieren saber los pesados de mis compañeros.” Pensé mientras continuaba hablando: - … Y yo termino con tu sufrimiento. Lo siento, no puedo prometer que salgas con vida de esta, mentiría. – Me encogí de hombros antes de seguir: - A ver, ¿por qué no empezamos si me hablas de Meln? Antes del día de hoy, ¿qué pensaba la gente sobre ellos? ¿Qué oscuros secretos y rumores cuentan la gente común? – Indagué.
Salí de la casa al cabo de unos minutos, con la boca levemente sucia de sangre. No estaba del todo satisfecho, en su estado apenas podía hablar y no me contó gran cosa. De hecho creo que el shock también tuvo que ver, pero en fin. Al menos había saciado mi lado sádico, y la mujer tenía una carne suave y fácil de masticar. Limpiarse con las cortinas no había sido tan fácil, teniendo en cuenta que no eran de un tejido especialmente absorbente, pero en fin. Estando más calmado podía volver con el grupo y… Por cierto, ¿dónde estaba el grupo?
- Resumen Meln:
- Antes de que ella pueda empezar a correr, la golpeo con el canto de mi espadón en un movimiento horizontal, rompiendo bastantes muebles en el proceso, así como los huesos de la víctima. Apenas sobrevive, y trato de interrogarla, sin mucho éxito, así que termino por matarla y comerme un par de cachos de su carne (la de su cuerpo, no la cocinada), y al salir de la casa me pongo a buscar al grupo.
Nota: recordemos que Noah es un Alternativo con características “Fuerza (D), Agilidad(D), Pericia con A.Pesadas (D) y Velocidad (E).” Si es descabellado pensar que hace lo que hace, avisadme y lo corrijo.
Eichi Tsukasa
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Suspiré de alivio al ver que Alex bajaba hasta tierra por su propia cuenta. Por lo que pude ver, ninguno de los disparos alcanzó a llegarle, aunque igual podría estar equivocado desde esta distancia. De todas formas, mi Mantra me avisó que su presencia no disminuí ni aumentaba, por lo que supuse que se encontraba bien. Mientras volaba, pensaba en cual sería mi próximo movimiento. Por un lado, podía bajar a tierra y buscarla por mi propia cuenta, pero supondría un problema si tomaba esa ruta. El bosque era grande, y mi kenbunshoku no eran tan poderoso de momento para distinguir presencias, por lo que podría perderme si toco tierra. No solo eso, si volvía a la humana, no podría volver a usar esta forma en un buen rato. Podía ingerir una rumble, pero me las estaba guardando para después por si las necesitaba. Chasqueé la lengua y decidí mi curso de acción. A estas alturas, solo quedaba avanzar lo más que podía volando e intentar llegar a la ciudad central lo más pronto posible. Ya me reuniría con la pelirroja más adelante.
Miré hacia abajo y noté que estaba sobrevolando sobre una salida al mar, mientras que a mi derecha se encontraba el río y tierra donde podría aterrizar si es que no alcanzaba a llegar. Fruncí el ceño, pensando si aterrizar o no ahora, pero lo descarté. Mirando hacia la costa contraria, pude observar que había tierra, por lo que supuse que allí se encontraba la ciudad. Me lo pensé por algunos segundos y luego puse marcha hacia esa dirección. Solo rogaba con que pudiera llegar antes que la transformación se detuviera. Por la distancia... puede que pudiera llegar a tiempo, pero no me arriesgaría. Canalicé energía en mis alas, activando el Paso Relámpago, y volé hacia ese cacho de tierra, manteniendo el Mantra activado a cada momento. Esta técnica duraba menos que mi transformación, pero al menos podía volver usarla luego de descansar por algunos minutos. Si conseguía llegar a ese lugar, descendería hasta tocar tierra y desactivaría la técnica.
Miré hacia abajo y noté que estaba sobrevolando sobre una salida al mar, mientras que a mi derecha se encontraba el río y tierra donde podría aterrizar si es que no alcanzaba a llegar. Fruncí el ceño, pensando si aterrizar o no ahora, pero lo descarté. Mirando hacia la costa contraria, pude observar que había tierra, por lo que supuse que allí se encontraba la ciudad. Me lo pensé por algunos segundos y luego puse marcha hacia esa dirección. Solo rogaba con que pudiera llegar antes que la transformación se detuviera. Por la distancia... puede que pudiera llegar a tiempo, pero no me arriesgaría. Canalicé energía en mis alas, activando el Paso Relámpago, y volé hacia ese cacho de tierra, manteniendo el Mantra activado a cada momento. Esta técnica duraba menos que mi transformación, pero al menos podía volver usarla luego de descansar por algunos minutos. Si conseguía llegar a ese lugar, descendería hasta tocar tierra y desactivaría la técnica.
- Cosas Usadas:
- - Velocidad x6
- Forma Voladora: 3 de 5 turnos usado.
- Paso relámpago: Puede usarlo durante dos post y desplazarse pasivamente a 15 m/s.
- Kenbunshoku Haki
- Miembro de Balt, Resumen:
- Intentar usar Mantra para asegurarse que Alex estaba bien y volar a toda velocidad hasta N11 con el mantra activado. Si consigo llegar, toco tierra y desactivo el Paso Relámpago.
Sarah Foxxx
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-Lo siento Arribor, creo que Zack tiene razón, es mejor que vayamos andando, no sé si puedo con la corriente, y tampoco sé cómo voy a llegar luego, si me canso en el trayecto será peor, -dije mientras miraba a Zack con cierta picardía, por su bromita. Después de ello, observé a mi alrededor, estaban deseando que nos fuésemos, en realidad, si no nos íbamos ya, nos quedaríamos sin presas.
-Ya señorito, pero no dirá usted que no disfrutó, -le dije poniéndome a su altura, dándole un beso en la mejilla. Hecho esto, con las piernas largas que tengo empecé a dar largas zancadas, viendo como ellos dos me seguían. Aún sin saber hacía donde dirigirnos, sabía que Arribor me pasaría en rapidez, pues a pesar de ser más alta, eso no implicaba más velocidad. Luego me fijé en Zack.
-``Quizás para el vayamos demasiado rápido´´, -pensé mientras poco a poco frenaba mis zancadas.
-Nadie dijo que ahora mismo no pudiera subirse alguien, Zack, tu eres más lento, sube anda -dije parando un momento para dejar que Zack subiese. Le agarré de la muñeca, y lo subí de un impulso. Esperaba con todas mis ganas que no se aprovechase, pues luego se las vería conmigo.
-Avisado quedas, como te pases te vas a enterar de quien soy yo -después de decir eso, hice un amago de que le iba a hacer cosquillas.
-Arribor, decide a dónde quieres ir, nosotros te seguimos -grité al aire, esperando que el zorrito sangriento me hubiera oído. Pues el hombre paró bastante lejos, no se dio cuenta antes de que me había parado para ayudar al bueno de Zack. De unas pocas zancadas llegamos ajunto de él, para poder hablar lo quería hacer, y sobre todo a donde quería dirigirse.
-¿Vas bien Zack? -le pregunté mientras seguía corriendo, esperando que fuese cómodo, pues iba en modo mochila, sus brazos alrededor de mi cuello, y sus piernas alrededor de mi cintura, justo por encima de sus piernas estaban mis pechos, ligeramente apoyados.
-Ya señorito, pero no dirá usted que no disfrutó, -le dije poniéndome a su altura, dándole un beso en la mejilla. Hecho esto, con las piernas largas que tengo empecé a dar largas zancadas, viendo como ellos dos me seguían. Aún sin saber hacía donde dirigirnos, sabía que Arribor me pasaría en rapidez, pues a pesar de ser más alta, eso no implicaba más velocidad. Luego me fijé en Zack.
-``Quizás para el vayamos demasiado rápido´´, -pensé mientras poco a poco frenaba mis zancadas.
-Nadie dijo que ahora mismo no pudiera subirse alguien, Zack, tu eres más lento, sube anda -dije parando un momento para dejar que Zack subiese. Le agarré de la muñeca, y lo subí de un impulso. Esperaba con todas mis ganas que no se aprovechase, pues luego se las vería conmigo.
-Avisado quedas, como te pases te vas a enterar de quien soy yo -después de decir eso, hice un amago de que le iba a hacer cosquillas.
-Arribor, decide a dónde quieres ir, nosotros te seguimos -grité al aire, esperando que el zorrito sangriento me hubiera oído. Pues el hombre paró bastante lejos, no se dio cuenta antes de que me había parado para ayudar al bueno de Zack. De unas pocas zancadas llegamos ajunto de él, para poder hablar lo quería hacer, y sobre todo a donde quería dirigirse.
-¿Vas bien Zack? -le pregunté mientras seguía corriendo, esperando que fuese cómodo, pues iba en modo mochila, sus brazos alrededor de mi cuello, y sus piernas alrededor de mi cintura, justo por encima de sus piernas estaban mis pechos, ligeramente apoyados.
- Resumen Sarka:
-Dar una graaaan negativa a la idea de Arribor
-Salir corriendo
-Parar para que Zack se subiese en mi espalda e ir más rápido
-Preguntarle a Arribor a donde quiere ir
-Preguntarle a Zack si va bien
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Tras embarcar todos los Crimson Kimura se había acercado un poco a mí, en seguida noté que estaba un poco preocupado y no era para menos pues íbamos a la guerra, ni siquiera sabíamos que iba a pasar allí y si podíamos confiar en Balt, realmente la situación no era la mejor de todas. Entre unas cosas y otras supongo que para intentar calmar los nervios que ambos sentíamos acabamos dándonos mimos y caricias en medio de todo aquello con bastante descaro la verdad, lo peor fue que el capitán ignoró al pobre Tobias que se había acercado a preguntarle una cosa, no puedo negar que me dio un poco de pena pero realmente estaba más ocupada en lo que hacía con Kim que en cualquier otra cosa, podía ser la última vez que le veía y deseaba llevarme un buen recuerdo de todo aquello.
Sin embargo ya se estaba haciendo tarde y el chico no parecía dispuesto a parar así que me tocaba hacerlo a mi aunque intenté que esto fuera lo más dulce posible para no molestarle y que se empezara a imaginar cosas raras era lo que menos preferiría en medio de una guerra que estuviese distraído por aquella tontería. Con un corto beso me separe de él y le cogí las manos acariciándoselas lentamente. -Cielo se está haciendo tarde, deberíamos desembarcar.- Le dije mientras le soltaba las manos y tras otro beso me separaba por completo de él. -Voy a ver a Tobias, parecía un poco molesto. Después de la guerra nos vemos y terminamos esto.- Le guiñe un ojo, intentaba quitarle un poco de hierro al asunto y además hacer una especie de promesa muda de que nos volveríamos a ver después de aquella locura.
Por el camino me encontré a Ciaran y Biz hablando animadamente, bueno al menos parecía que ellos no se habían enfadado con nosotros, pude ver a Tobias avanzando lentamente ya por fuera de la embarcación y... ¿Dónde narices estaba Gusi? ¿A caso había embarcado con nosotros si quiera? De todas formas no era momento para preocuparme por aquello, el peliblanco sabía cuidarse solo como había demostrado en muchas otras ocasiones. Me acerqué pues a Tobias aunque tuve que echar una pequeña carrera para poder alcanzarle y ponerme a su altura, le tiré un poco de la manga para llamar su atención. -Tobias, Siento mucho lo de antes supongo que son los nervios por la guerra. Espero que puedas perdonarnos.- Estaba bastante avergonzada por hacer aquello pero realmente era lo que debía. -¿Ha habido alguna novedad respecto a todo esto?- Al estar allí afuera posiblemente había visto cosas que a mí se me habían pasado por completo, era ya hora de centrarse del todo y volver a la batalla.
Sin embargo ya se estaba haciendo tarde y el chico no parecía dispuesto a parar así que me tocaba hacerlo a mi aunque intenté que esto fuera lo más dulce posible para no molestarle y que se empezara a imaginar cosas raras era lo que menos preferiría en medio de una guerra que estuviese distraído por aquella tontería. Con un corto beso me separe de él y le cogí las manos acariciándoselas lentamente. -Cielo se está haciendo tarde, deberíamos desembarcar.- Le dije mientras le soltaba las manos y tras otro beso me separaba por completo de él. -Voy a ver a Tobias, parecía un poco molesto. Después de la guerra nos vemos y terminamos esto.- Le guiñe un ojo, intentaba quitarle un poco de hierro al asunto y además hacer una especie de promesa muda de que nos volveríamos a ver después de aquella locura.
Por el camino me encontré a Ciaran y Biz hablando animadamente, bueno al menos parecía que ellos no se habían enfadado con nosotros, pude ver a Tobias avanzando lentamente ya por fuera de la embarcación y... ¿Dónde narices estaba Gusi? ¿A caso había embarcado con nosotros si quiera? De todas formas no era momento para preocuparme por aquello, el peliblanco sabía cuidarse solo como había demostrado en muchas otras ocasiones. Me acerqué pues a Tobias aunque tuve que echar una pequeña carrera para poder alcanzarle y ponerme a su altura, le tiré un poco de la manga para llamar su atención. -Tobias, Siento mucho lo de antes supongo que son los nervios por la guerra. Espero que puedas perdonarnos.- Estaba bastante avergonzada por hacer aquello pero realmente era lo que debía. -¿Ha habido alguna novedad respecto a todo esto?- Al estar allí afuera posiblemente había visto cosas que a mí se me habían pasado por completo, era ya hora de centrarse del todo y volver a la batalla.
- Resumen Balt:
Separarse de Kimura.
Averiguar donde están todos los Crimson y preocuparse por Gusi
Disculparse con Tobias y preguntarle sobre alguna novedad
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Zero trató de colgar su colgante en aquella especie de emblema para activar aquella cosa, sin embargo, no lo iba a tener tan fácil. Notó una sensación extraña recorrerle el cuerpo, similar a ser lanzado por los aires. El moreno abrió los ojos como platos al encontrarse en aquella situación, pero por suerte cayó en el lomo de aquella cosa que le había lanzado. El chico tosió un poco y después rodó por el suelo sin muchos problemas. Su kimono negro se había llenado de polvo y eso le hizo fruncir el ceño. Esa jodida cosa iba a pagarlo bastante caro. Fue entonces cuando el luchador apretó los puños y comenzó a concentrarse. Ese jodido gusano iba a pagárselas todas juntas y le daba lo mismo lo grande o fuerte que pudiese ser. Sus ojos oscuros tomaron un color rojizo y fue entonces cuando se relamió despacio.
- Vas a pagar por tu osadía, pequeño insecto.
Típico del hijo de Drake tener un comportamiento similar al de su padre. Lentamente fue canalizando energía en su mano derecha, formando una especie de esfera morada hecha totalmente de viento cortante. Con ella planeaba atravesar aquella cosa y bañarse en sus tripas. Mostró una expresión siniestra y después de unos momentos salió corriendo a por semejante bestia. Fue entonces cuando por el camino se le ocurrió una idea. Aquella esfera desapareció lentamente y finalmente el joven luchador alzó una ceja. Trataría de colocar su mano en un lado de aquel bicho y acariciarlo despacio. Se consideraba bastante bueno con las bestias y animales. Era el momento de ver si podía quedarse como mascota aquella cosa. Como si pudiese entender su idioma, se puso a hablarle con tranquilidad.
- Debo admitir que has tenido agallas ¿Te interesaría venir conmigo? Puedo alimentarte de cosas ricas, pero a cambio debes luchar a mi lado.
Su tono era bastante arrogante, como si estuviese seguro de que el bicho le iba a hacer caso. Todos sabían que era imposible, incluido él, pero tenía mucha fe en sí mismo. Se relamió despacio y continuó acariciando a aquel bicho, esperando a ver lo que ocurría. Activaría también la central con el colgante tras haber aterrizado. Zero era un tío con actitud y velocidad para hacer las tareas rápidamente. Se estaba planteando ya el llamar a Ivan e informarle de la situación, pero decidió esperar un poco más.
- Vas a pagar por tu osadía, pequeño insecto.
Típico del hijo de Drake tener un comportamiento similar al de su padre. Lentamente fue canalizando energía en su mano derecha, formando una especie de esfera morada hecha totalmente de viento cortante. Con ella planeaba atravesar aquella cosa y bañarse en sus tripas. Mostró una expresión siniestra y después de unos momentos salió corriendo a por semejante bestia. Fue entonces cuando por el camino se le ocurrió una idea. Aquella esfera desapareció lentamente y finalmente el joven luchador alzó una ceja. Trataría de colocar su mano en un lado de aquel bicho y acariciarlo despacio. Se consideraba bastante bueno con las bestias y animales. Era el momento de ver si podía quedarse como mascota aquella cosa. Como si pudiese entender su idioma, se puso a hablarle con tranquilidad.
- Debo admitir que has tenido agallas ¿Te interesaría venir conmigo? Puedo alimentarte de cosas ricas, pero a cambio debes luchar a mi lado.
Su tono era bastante arrogante, como si estuviese seguro de que el bicho le iba a hacer caso. Todos sabían que era imposible, incluido él, pero tenía mucha fe en sí mismo. Se relamió despacio y continuó acariciando a aquel bicho, esperando a ver lo que ocurría. Activaría también la central con el colgante tras haber aterrizado. Zero era un tío con actitud y velocidad para hacer las tareas rápidamente. Se estaba planteando ya el llamar a Ivan e informarle de la situación, pero decidió esperar un poco más.
- Sarka:
- Intentar domar al gusano como un campeón y activar la central.
Nocturne93
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Estaba realmente absorto en mis pensamientos. Mi obnubilada mente tan solo pensaba qué sería lo mejor hacer, no paraba de darle vueltas a la indumentaria de Balt y, sobre todo, a aquellos dos botones, los cuales uno simplemente nos identificaba como soldados luchando por Balt, mientras que el otro era algo adaptado a nuestras habilidades personales. Otro punto a desconfiar para la gran facción de balt. ¿Cómo es que saben de los poderes y habilidades de cada uno de todos nosotros? Algo me dice que es una trampa.
No me daba cuenta, pero mientras estaba completamente absorto en mis propios pensamientos, estaba comportándome realmente empalagoso con Yoshi, si alguien me habló simplemente no me di cuenta, estaba demasiado concentrado y el tenerla a ella a mi lado me incitaba portarme de ese modo de forma totalmente inconsciente. Llegado el momento un beso suyo acompañado de unas palabras me sacaron de mi letargo mental y me devolvieron al mundo real.
-De acuerdo cielo.
Yoshi se alejaba hacia Ciaran y Bizvan para después salir corriendo hacia Tobías. Ya estábamos desembarcando, realmente me había quedado mucho tiempo inmerso en mis propios pensamientos. No me enteré de nada de lo ocurrido hasta ese momento, mucha gente ya había desembarcado, mis camaradas iban adelantados, y Gusi continuaba sin aparecer. ¿Dónde se había metido?
Fuera como fuera ahí no se le veía por ninguna parte, dudaba siquiera verle aquí, cosa que me extrañó, le habría encantado esta situación, le encanta meterse en problemas y repartir golpes, él habría sido nuestra primera línea de batalla, llevando una formación para los Crimson, no obstante sin él debía de tratar de cambiar los planes. Lo cual no me costó demasiado.
Me aproximé a mis camaradas uno a uno y les dije que nos reuniésemos. Estaba realmente nervioso, no sabía ni siquiera qué aspecto tendría mi rostro, pues en parte me sentía algo atemorizado por la situación. Una vez avanzamos hasta donde estaban Tobías y Yoshi, que eran los más adelantados en ese momento, comencé a hablarles. Aunque pude observar un rostro de enfado en Tobías, me quedé unos instantes extrañado mirándole, pero necesitaba decir aquello ante todo.
-Bien chicos. Esto es lo que vamos a hacer. Vamos a tener problemas seguramente, nos hemos quedado un poco rezagados y eso lo más probable es que nos convenga, pero no podemos fiarnos, en cualquier momento se nos puede abalanzar el enemigo. Deberemos llevar una pequeña formación -miré a Bizvan- Tú irás en primer lugar, Ciaran estará a tu lado, yo me ubicaré detrás de ella, Tobías detrás de Bizvan y Yoshi en medio. Si encontramos un claro enemigo, la prioridad será el combate a distancia mientras esta pueda mantenerse. Por ello vosotros dos estaréis delante, y nosotros -señalando a Tobías y Yoshi- estaremos detrás, lanzando golpes a distancia. Si entramos en combate cuerpo a cuerpo, lo más importante es no separarnos, debemos luchar juntos, y si en algún momento hay que separarse, Bizvan lucharás con Ciaran, y Tobías con Yoshi. Si en algún momento hace falta que alguien haga de cebo, lo haré yo, confío en todos vosotros para que me ayudéis si se da el caso. Luchad codo con codo, y todo saldrá bien. Pero no os calléis nada que pueda ser relevante. Debemos abrir bien los ojos, y ahora Gusi no está con nosotros -ni siquiera sabía dónde diablos podía estar-. Además, no se que será lo que hará este segundo botón de nuestro uniforme, pero no confío mucho. Si es cierto que es algo acorde a nuestras habilidades, significa que nos han estado vigilando en algún momento, saben nuestras habilidades. Yo que vosotros no lo usaría hasta no asegurarnos que es algo de lo que podamos fiarnos.
Extendí mi mano izquierda con la palma de mi mano hacia abajo. Era la primera vez que los Crimson nos enfrentábamos en conjunto a algo de esas proporciones, y esperaba contar con la confianza de todos ellos. Los equipos pensaba que serían los mejores, Bizvan y Ciaran son dos guerreros que utilizan armas cuerpo a cuerpo, entre ellos dos podrían entenderse muy bien en batalla y acabar con casi cualquier enemigo, por otro lado, aunque preferiría ser yo quien estuviera junto a Yoshi, estando con Tobías, son dos usuarios que si juntan sus habilidades pueden salir buenas combinaciones, y si alguien debe quedarse solo ese sería yo, tengo experiencia escapando y enfrentándome a enemigos cuando estoy en desventaja, y tenía la motivación para sobrevivir a lo que hiciera falta sabiendo que estaba Yoshi ahí cerca.
-¿Puedo contar con vosotros, camaradas? Esto no será fácil, ante todo debemos protegernos mútuamente. Recordad que somos los Crimson Wolves, somos una manada de lobos, y un lobo nunca actúa solo. Creo que esta estrategia es la mejor, es poco probable que el enemigo nos venga por detrás, aun así, habrá que estar atento. Yo confío en vosotros chicos. ¿Qué me decís?
Ante todo ahora debíamos de ver qué rumbo tomábamos, aunque parecía que Tobías ya había tomado una iniciativa, fue el primero en salir de allí, confiaría en su criterio y emprenderíamos rumbo hacia allá donde fuera. En este momento, con la ausencia de Gusi, Tobías sería mi mano derecha, y conociéndole no tomaría decisiones si no estuviera seguro o creyese firmemente que sería la mejor opción.
No me daba cuenta, pero mientras estaba completamente absorto en mis propios pensamientos, estaba comportándome realmente empalagoso con Yoshi, si alguien me habló simplemente no me di cuenta, estaba demasiado concentrado y el tenerla a ella a mi lado me incitaba portarme de ese modo de forma totalmente inconsciente. Llegado el momento un beso suyo acompañado de unas palabras me sacaron de mi letargo mental y me devolvieron al mundo real.
-De acuerdo cielo.
Yoshi se alejaba hacia Ciaran y Bizvan para después salir corriendo hacia Tobías. Ya estábamos desembarcando, realmente me había quedado mucho tiempo inmerso en mis propios pensamientos. No me enteré de nada de lo ocurrido hasta ese momento, mucha gente ya había desembarcado, mis camaradas iban adelantados, y Gusi continuaba sin aparecer. ¿Dónde se había metido?
Fuera como fuera ahí no se le veía por ninguna parte, dudaba siquiera verle aquí, cosa que me extrañó, le habría encantado esta situación, le encanta meterse en problemas y repartir golpes, él habría sido nuestra primera línea de batalla, llevando una formación para los Crimson, no obstante sin él debía de tratar de cambiar los planes. Lo cual no me costó demasiado.
Me aproximé a mis camaradas uno a uno y les dije que nos reuniésemos. Estaba realmente nervioso, no sabía ni siquiera qué aspecto tendría mi rostro, pues en parte me sentía algo atemorizado por la situación. Una vez avanzamos hasta donde estaban Tobías y Yoshi, que eran los más adelantados en ese momento, comencé a hablarles. Aunque pude observar un rostro de enfado en Tobías, me quedé unos instantes extrañado mirándole, pero necesitaba decir aquello ante todo.
-Bien chicos. Esto es lo que vamos a hacer. Vamos a tener problemas seguramente, nos hemos quedado un poco rezagados y eso lo más probable es que nos convenga, pero no podemos fiarnos, en cualquier momento se nos puede abalanzar el enemigo. Deberemos llevar una pequeña formación -miré a Bizvan- Tú irás en primer lugar, Ciaran estará a tu lado, yo me ubicaré detrás de ella, Tobías detrás de Bizvan y Yoshi en medio. Si encontramos un claro enemigo, la prioridad será el combate a distancia mientras esta pueda mantenerse. Por ello vosotros dos estaréis delante, y nosotros -señalando a Tobías y Yoshi- estaremos detrás, lanzando golpes a distancia. Si entramos en combate cuerpo a cuerpo, lo más importante es no separarnos, debemos luchar juntos, y si en algún momento hay que separarse, Bizvan lucharás con Ciaran, y Tobías con Yoshi. Si en algún momento hace falta que alguien haga de cebo, lo haré yo, confío en todos vosotros para que me ayudéis si se da el caso. Luchad codo con codo, y todo saldrá bien. Pero no os calléis nada que pueda ser relevante. Debemos abrir bien los ojos, y ahora Gusi no está con nosotros -ni siquiera sabía dónde diablos podía estar-. Además, no se que será lo que hará este segundo botón de nuestro uniforme, pero no confío mucho. Si es cierto que es algo acorde a nuestras habilidades, significa que nos han estado vigilando en algún momento, saben nuestras habilidades. Yo que vosotros no lo usaría hasta no asegurarnos que es algo de lo que podamos fiarnos.
Extendí mi mano izquierda con la palma de mi mano hacia abajo. Era la primera vez que los Crimson nos enfrentábamos en conjunto a algo de esas proporciones, y esperaba contar con la confianza de todos ellos. Los equipos pensaba que serían los mejores, Bizvan y Ciaran son dos guerreros que utilizan armas cuerpo a cuerpo, entre ellos dos podrían entenderse muy bien en batalla y acabar con casi cualquier enemigo, por otro lado, aunque preferiría ser yo quien estuviera junto a Yoshi, estando con Tobías, son dos usuarios que si juntan sus habilidades pueden salir buenas combinaciones, y si alguien debe quedarse solo ese sería yo, tengo experiencia escapando y enfrentándome a enemigos cuando estoy en desventaja, y tenía la motivación para sobrevivir a lo que hiciera falta sabiendo que estaba Yoshi ahí cerca.
-¿Puedo contar con vosotros, camaradas? Esto no será fácil, ante todo debemos protegernos mútuamente. Recordad que somos los Crimson Wolves, somos una manada de lobos, y un lobo nunca actúa solo. Creo que esta estrategia es la mejor, es poco probable que el enemigo nos venga por detrás, aun así, habrá que estar atento. Yo confío en vosotros chicos. ¿Qué me decís?
Ante todo ahora debíamos de ver qué rumbo tomábamos, aunque parecía que Tobías ya había tomado una iniciativa, fue el primero en salir de allí, confiaría en su criterio y emprenderíamos rumbo hacia allá donde fuera. En este momento, con la ausencia de Gusi, Tobías sería mi mano derecha, y conociéndole no tomaría decisiones si no estuviera seguro o creyese firmemente que sería la mejor opción.
- Resumen Balt:
- Despertar de mi empanamiento tras desconfiar de todo y todos, y obviamente no enterarme de nada de lo ocurrido. Reunir a los Crimson y soltarles un discursito muy bonito para entrar a la batalla
Alwyn
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Continuo el viaje sin percances, al menos, no percances graves. Un par de aves casi se chocan conmigo durante el vuelo. No sabía el motivo, pues se me veía bien, aunque no hubieran hecho nada, ni ellas hubieran sufrido daño al atravesarme en forma elemental. Puede que en eso radicara el problema, que su vista no fuera tan buena como la humana, o que sus sentidos no me captaran por el gas. De cualquier forma, me evitaron en el último momento, así que dejaría de darle vueltas.
Cuando me quise dar cuenta estaba llegando a una zona en la mar parecía haber abierto un boquete en la isla, dirigiéndose al sureste. Recordaba haberlo visto en el mapa, lo que significaba que me había pasado la central a la que me dirigía. Desde donde estaba podía observar el otro lado, que en teoría pertenecía a Sarka, la facción mecánica. Me fije un poco a ver si conseguía ver alguna de sus unidades o movimientos, por el terreno. Aunque pronto me di la vuelta y volé en dirección a donde pensaba que estaba la central, un poco al noroeste de mi posición actual.
Girando casi en redondo deshice parte del camino, esperaba que la central se notara bastante y no volverme a perder. Avanzaría a la misma velocidad que el último tramo para evitar volver a recibir fuego enemigo. Era curiosos, disponían de tecnologías muy avanzadas, pero no parecían tener usos civiles para ellas, solamente militares. Con la central ya a la vista, descendí hasta tierra cerca de la misma. Si no había nadie protegiéndola, entraría e intentaría activarla. No sabía cómo se hacía, pero dado que se fiaban de nosotros no sería complicado. Si había guardias, evaluaría la situación, usando el rifle potente desde lejos para dispararles, y de ser necesario los clones para distraerlos lo suficiente.
Cuando me quise dar cuenta estaba llegando a una zona en la mar parecía haber abierto un boquete en la isla, dirigiéndose al sureste. Recordaba haberlo visto en el mapa, lo que significaba que me había pasado la central a la que me dirigía. Desde donde estaba podía observar el otro lado, que en teoría pertenecía a Sarka, la facción mecánica. Me fije un poco a ver si conseguía ver alguna de sus unidades o movimientos, por el terreno. Aunque pronto me di la vuelta y volé en dirección a donde pensaba que estaba la central, un poco al noroeste de mi posición actual.
Girando casi en redondo deshice parte del camino, esperaba que la central se notara bastante y no volverme a perder. Avanzaría a la misma velocidad que el último tramo para evitar volver a recibir fuego enemigo. Era curiosos, disponían de tecnologías muy avanzadas, pero no parecían tener usos civiles para ellas, solamente militares. Con la central ya a la vista, descendí hasta tierra cerca de la misma. Si no había nadie protegiéndola, entraría e intentaría activarla. No sabía cómo se hacía, pero dado que se fiaban de nosotros no sería complicado. Si había guardias, evaluaría la situación, usando el rifle potente desde lejos para dispararles, y de ser necesario los clones para distraerlos lo suficiente.
- Balt:
- llegar al acantilado y mirar que hay al otro lado. Volver hasta la central (L7-k7) y activarla de no haber gente. Si tiene guardias enemigos, dispararles desde lejos y de ser necesario clones sombríos.
Danio Rerio
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Según voy avanzando me voy dando cuenta de que me he desaviado bastante de mi trayectoria original. No veo el río cerca, pero si una de las centrales de las que debíamos capturar. Fuera casualidad, o no, el perderme no había sido tan malo. Activé mi haki mantra para buscar enemigos en la misma. Encontrando solo una presencia, que, además, me era muy familiar, pues se trataba de alguien de mi división. Aunque lo primero era lo primero, me dispuse a activar la central, fuera como fuera que se hacía aquello. Tras lo cual, me acercaría a mi compañero marine para interesarme por él.
-Me alegra ver a más de los nuestros aquí. Con todas estas fuerzas en marcha debemos conseguir que se unan al gobierno mundial. No quiero tener que volver por que se alzan contra nosotros después de ver el desfile de ayer. ¿Qué vas a hacer ahora? - Señalo a las tropas que comienzan a hacer trincheras a lo lejos. – Voy a ir a ayudarles, la batalla se concentrará aquí y quiere demostrar la fuerza de la marina ante esta gente. ¿Vienes?
Tras la conversación con mi compañero, analizo el terreno ante mí. Gracias a mis conocimientos de arquitectura y cartografía, trato de descubrir algunos puntos débiles de lo que está haciendo el ejercito de Balt. De conseguirlo, me acercaría hasta uno de sus oficiales para comentárselos, y así tratar de mejorar nuestras oportunidades de victoria antes de empezar y todo. Me hicieran caso, o no, me dirigiría hacía la zona de trincheras más cercanas al río y me pondría a colaborar con ellos. A menos, claro está, que el oficial con el que hablara me entretuviera con más dudas o preguntas, en cuyo caso estaría más que dispuesto a contestarlas, y así evitarme algo de trabajo manual. Aunque me gustaría estar en la zona mencionada al comienzo de la batalla, aprovechando así toda la ventaja que me otorgaba una gran fuente de agua. Esperaba también que el marine con el que hablé antes me acompañara, siempre era bueno tener aliados conocidos en las luchas.
-Me alegra ver a más de los nuestros aquí. Con todas estas fuerzas en marcha debemos conseguir que se unan al gobierno mundial. No quiero tener que volver por que se alzan contra nosotros después de ver el desfile de ayer. ¿Qué vas a hacer ahora? - Señalo a las tropas que comienzan a hacer trincheras a lo lejos. – Voy a ir a ayudarles, la batalla se concentrará aquí y quiere demostrar la fuerza de la marina ante esta gente. ¿Vienes?
Tras la conversación con mi compañero, analizo el terreno ante mí. Gracias a mis conocimientos de arquitectura y cartografía, trato de descubrir algunos puntos débiles de lo que está haciendo el ejercito de Balt. De conseguirlo, me acercaría hasta uno de sus oficiales para comentárselos, y así tratar de mejorar nuestras oportunidades de victoria antes de empezar y todo. Me hicieran caso, o no, me dirigiría hacía la zona de trincheras más cercanas al río y me pondría a colaborar con ellos. A menos, claro está, que el oficial con el que hablara me entretuviera con más dudas o preguntas, en cuyo caso estaría más que dispuesto a contestarlas, y así evitarme algo de trabajo manual. Aunque me gustaría estar en la zona mencionada al comienzo de la batalla, aprovechando así toda la ventaja que me otorgaba una gran fuente de agua. Esperaba también que el marine con el que hablé antes me acompañara, siempre era bueno tener aliados conocidos en las luchas.
- Balt(Joseph deberías leerlo):
- Activar el mantra, reconociendo a mi compañero. Activar la central y hablar con él, invitándole a acompañarme. Evaluar el terreno con mis profesiones de arquitecto y cartógrafo. Informar de posibles debilidades a un oficial. Si me hace caso y pregunta quedarme junto a él respondiendo, marchándome antes de la batalla a P6/Q7 cerca del río y las trincheras. De no hacerme caso el oficial, ir directamente a las coordenadas y ayudar en la construcción usando mis dotes de arquitecto.
Gusi
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Me mantenía firme, cerca de la emperatriz, mientras observaba como varios sujetos se acercaban a ella y la ofrecían cosas. Si, cosas, como un té o destruir al enemigo. Pero Yoai parecía tener todo controlado e iba despachando a los tipos que se acercaban a ella. No pude evitar fijarme en varios de esos sujetos: uno era Jack, un tipo majo que me pego una paliza en un torneo; el otro tipo, enmascarado, me daba una mala sensación y seguro que daba problemas en un futuro. Decidí no prestarles más atención, pues tenía cosas más importantes, como robar el maldito collar de Yoai. En ese momento, ella me miro, con una sonrisa preciosa, no pude evitar ponerme colorado, saludándola con la mano y sintiendo un pinchazo en el corazón. Realmente estaba enamorado, ese dolor lo corroboraba.
De repente un enorme cangrejo de rio apareció de la nada, el cual parecía ser la montura de Yoai. Esta se montó encima, en lo que parecía ser un trono y se alejo sobre esa cosa, mientras dejaba a los demás sujetos irse por su lado. Di un salto y me puse a levitar, colocándome al lado de ella, pero sin llegar a tocar a su enorme mascota. No quería que ese bicho se enfadara conmigo. Mi apariencia era insignificante al lado de aquel bicho, pero así parecía ser el guardaespaldas de la joven y esperaba con eso poder acercarme más a ella.
-Yoai, ¿qué son estos dos objetos que nos habéis entregado?- saque los dos botones de mi bolsillo y se los mostré, un poco extrañado al no saber cómo utilizarlos. Parecía que la torre por la que habíamos pasado era un lugar para recargar esas cosas, pero dado que mi especialidad era la electricidad decidí intentar cargarlos por mí mismo. Coloque uno de los dos botones en mi mano y lo tape con las palmas, después libere mi ámbito eléctrico con todas mis ganas, esperando que así se cargara. Una vez hice eso, me los guarde de nuevo en el bolsillo.
-Por cierto Yoai, ¿quien se ha quedado en el reino? ¿Han venido todos los hombres y mujeres a luchar? ¿Por qué me elegisteis?¿Crees que te seré útil para ganar esta guerra?- decidí no realizar más preguntas, pues no quería parecer un niño malcriado que no para de preguntar cosas estúpidas y lo que menos quería era que la emperatriz se enfadara conmigo y me mandara a cavar trincheras como hacían la mayoría de los soldados. Me volví a colocar firme y espere sus respuestas como un buen soldado.
De repente un enorme cangrejo de rio apareció de la nada, el cual parecía ser la montura de Yoai. Esta se montó encima, en lo que parecía ser un trono y se alejo sobre esa cosa, mientras dejaba a los demás sujetos irse por su lado. Di un salto y me puse a levitar, colocándome al lado de ella, pero sin llegar a tocar a su enorme mascota. No quería que ese bicho se enfadara conmigo. Mi apariencia era insignificante al lado de aquel bicho, pero así parecía ser el guardaespaldas de la joven y esperaba con eso poder acercarme más a ella.
-Yoai, ¿qué son estos dos objetos que nos habéis entregado?- saque los dos botones de mi bolsillo y se los mostré, un poco extrañado al no saber cómo utilizarlos. Parecía que la torre por la que habíamos pasado era un lugar para recargar esas cosas, pero dado que mi especialidad era la electricidad decidí intentar cargarlos por mí mismo. Coloque uno de los dos botones en mi mano y lo tape con las palmas, después libere mi ámbito eléctrico con todas mis ganas, esperando que así se cargara. Una vez hice eso, me los guarde de nuevo en el bolsillo.
-Por cierto Yoai, ¿quien se ha quedado en el reino? ¿Han venido todos los hombres y mujeres a luchar? ¿Por qué me elegisteis?¿Crees que te seré útil para ganar esta guerra?- decidí no realizar más preguntas, pues no quería parecer un niño malcriado que no para de preguntar cosas estúpidas y lo que menos quería era que la emperatriz se enfadara conmigo y me mandara a cavar trincheras como hacían la mayoría de los soldados. Me volví a colocar firme y espere sus respuestas como un buen soldado.
- Meln:
- Observar la situación- acercarme a la emperatriz- intentar sacar información sobre los objetos, el reino y sobre mí
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