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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 11 Ene 2021 - 17:01}

La princesa de Mercia se vio en la obligación de reprimir una carcajada ante la amenaza de la muchacha.

¿No se le ocurría nada mejor que amenazarla con quitarle de en medio a su capitán? Le estaría haciendo un favor más que otra cosa. Y es que la rubia no tenía ningún tipo de lazo afectivo con el pelirrojo, más allá de la pura conveniencia de conseguir sus propios objetivos egoístas con ayuda del capitán pirata.

Aquella amenaza vacía, sin embargo, le había dicho muchas cosas. Para empezar, que la duquesa había perdido la compostura al ser tratada como una igual, y no como alguien superior. Al educarse en un archipiélago de dominio compartido entre cuatro Casas Reales, Cassandra estaba acostumbrada a tratar con otros miembros de la realeza y demás personas importantes, y sabía comunicarse desde la educación, pero sin caer en la servidumbre. En el archipiélago se utilizaba con frecuencia el apelativo "querido" o "querida" cuando se trataba con una persona de tu mismo estatus, más como un gesto de cercanía y confianza que de soberbia, aunque podía comprender que aquello no se diese en otros lugares. Eso no restaba importancia al hecho de que Erica había afirmado que en aquella isla había varias personas de importancia que parecían tener derecho al trono y, por tanto, su enfado se inclinaba más hacia la rabieta por no haber sido tratada como si fuese la reina del lugar, que otra cosa.

Por otro lado, aquella amenaza confirmaba que no tenía información especialmente relevante acerca de los Ravenous Hounds. Amenazar a Cassandra con matar a Keiran era como amenazar a Iliana con matar a Anthony, por ejemplo. En el caso de ambas, el objetivo amenazado no era más que una piedra en su camino que estaban deseosas por quitarse de en medio, o al menos Cassandra pensaba que así debía sentirse la tal Iliana. Lo que implicaba que Erica desconocía las relaciones existentes en la banda pirata, y probablemente había asumido que tenían una dinámica estándar de compañerismo y camaradería.
Cosa de la que podían aprovecharse en el futuro cercano.

Así que, en lugar de reírse o replicar, la noble se quedó callada y con rostro impasible, sin mostrar ninguna emoción concreta, dejando que la duquesa se retractase ella sola de sus amenazas vacías y continuase con los términos de su acuerdo. Keiran aceptó el trato, y no tardaron mucho en despertar de vuelta en sus celdas.

Los objetos prometidos no tardaron en llegar a sus manos y, mientras Keiran se comunicaba con Alexander vía caracol, Cassandra le echaba un vistazo al mapa para encontrar su localización y la armería.

—Que te conviertan en duque me hará más gracia que otra cosa —respondió al comentario del pelirrojo, sin apartar la vista del mapa.

El capitán abrió la celda, por lo que la aristócrata se guardó el mapa momentáneamente en el bolsillo del abrigo, para a continuación invocar una de sus espadas espirituales, preparándose para el posible conflicto. Un haz de luz blanca se proyectó desde la palma de su mano derecha, iluminando la estancia, y de su palma surgió el mango de una espada, que la noble agarró para extraer una espada larga. Keiran podía defenderse sin necesidad de armas, pero Cassandra se apreciaba a sí misma demasiado como para liarse a golpes con la gente, por lo que siempre debía llevar un filo consigo. Probablemente por eso mismo había diseñado aquel truco, para tener siempre una espada a mano.

—No tengo por qué revelarte todos mis secretos. Siempre es bueno guardarse un as bajo la manga. O dos —le dijo, para luego echar un vistazo a su alrededor.

Había varios prisioneros en los calabozos, probablemente todos pertenecientes al bando que había perdido la batalla. Keiran no tardó en abrir sus celdas e intentar convencerlos de que se unieran a su causa, provocando un suspiro de resignación por parte de su subcapitana. Al menear la cabeza en sentido de negación, la mirada de la rubia se posó sobre unos ojos del mismo color que los suyos, que observaban desde el interior de su celda.
Se trataba de una muchacha de aspecto joven, probablemente adolescente, con aspecto escuálido y pinta de llevar sin darse un buen baño bastante tiempo. La princesa no supo muy bien por qué su cerebro hizo aquella conexión, pero al mirar los ojos de aquella chica recordó a su hermana pequeña, que ahora se había convertido en futura reina de Mercia por su culpa, y su corazón se contrajo en una punzada de culpa.

—Àbrele a ella también —le ordenó a su capitán—. No podemos dejarla aquí, y podría sernos útil. Nos la llevamos con nosotros —El ladronzuelo aceptó de mala gana, y liberó a la pequeña prisionera de ojos escarlata—. Bueno, no es un mal trato. Tú te encargas del niño salvaje, yo me hago cargo de esta —convino, encogiéndose de hombros—. Tenemos que ir por esa puerta de ahí, subir al piso superior y seguir este pasillo para llegar a la armería —indicó a continuación, recuperando el mapa y mostrándole la ruta a su capitán.

Una vez el pelirrojo terminó su discurso motivacional, Cassandra lideró al grupo de camino a la armería, con la espada en una mano y el mapa en la otra.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 11 Ene 2021 - 18:23}

Huh. No sabía quién era esa mujer, pero durante el trayecto no se estaban encontrando con ningún guardia del reino. Fuera quien fuera sabía cómo pasearse sin pasar por el radar de las patrullas porque dudaba que fuera casualidad sin más. Detuvo sus pasos al mismo tiempo que la mujer, a la que procuraba no perder de vista.

«¿Habrá pasado algo?» pensó, y es que por cómo hablaba parecía que estaban buscando algo o a alguien. Y el que hicieran reverencias ante ella... debía ser importante. ¿Sería la encargada del laboratorio o del transporte? El muchacho de antes ya le había comentado que ahora vendían menos, ya dudaba que fuera por bondad del jefe pero esto confirmaba que, casi seguramente, simplemente tenían menos existencias de lo normal. Aprovechó la pausa de esa conversación para sacar su cuaderno y redactar lo que veía, oía y pensaba y, de paso, mientras durara la conversación haría anotaciones rápidas sobre las patrullas de Lord Anthony en Astelia.

Después de que se separara de aquella pareja, Tomoe guardó sus cosas y continuó siguiéndola. Habían pasado ya unos largos treinta minutos, quizá más, que no se hubiera dado cuenta en todo ese tiempo... sería mejor asumir que sí la había detectado y que de momento la estaba ignorando.

Ahí debía ser. Un edificio blanco, rectangular, no pegaba ni con cola con el resto de casas de la ciudad. Era la única pista que tenía, de todas formas, así que... esperaría un poco. Mientras esperaba pudo oir una explosión y su mirada se desvió automáticamente hacia la dirección desde la cual había salido el sonido.

Se lo pensó durante unos segundos, pero decidió descartar la idea de ir a ver qué era. Su objetivo era el laboratorio y como mucho el Lord Anthony ese, ya estaba en el poder, no necesitaba entrar de nuevo en la ciudad volando las murallas. Era consciente de que podría haber heridos, pero también era consciente de que ella era solo una persona más, también era plenamente consciente de sus límites. No podía ayudarlos y enfrentarse a lo que fuera que había reventado la muralla.

Lo único que estaba a su alcance era aquella mujer. Cuando el camino se despejó continuó avanzando hacia el laboratorio. La seguiría por ahora, estaba la posibilidad de arrinconarla para que hablara, no podía permitirse el lujo de esperar a que se fuera. Su equipo... sí, aún llevaba sus dos espadas. Si la cosa se ponía violenta en el interior tendría que usar la katana, no podría manejar bien la odachi ahí dentro.

Objetivos actuales: encontrar la fórmula de la droga en el laboratorio o una muestra lo suficientemente grande como para que la analizara algún científico del Ejército Revolucionario.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 11 Ene 2021 - 18:51}

¿Hay algo peor que la burocracia? ¡Las malditas prisiones!

El mundo que conozco se desmoronó y ni siquiera me he detenido a pensar en cómo pasó. Una traición, una conspiración, una guerra silenciosa… ¡¿Por qué tengo que estar en medio de esta mierda?! De acuerdo, ningún marginado se atrevería a decir que Yhardum es el sitio ideal donde criar a los hijos, pero con miserias, injusticias y defectos es el único hogar que tengo. Puede sonar raro, pero echo de menos dormir en el piso del almacén. ¡Hasta había invertido en una mantita para el frío! Lo que más me da rabia es que trabajé muy duro para no ser una marginada más del montón, pero todo por lo que tanto me esforcé desapareció con un chasquido de dedos. Es frustrante… Y lo peor es que esta nueva vida acaba de comenzar.

Sin embargo, no todo está completamente perdido: todavía hay un poco de luz. Si juego bien las cartas, puedo recuperar mi vida. No es buena, pero al menos me pertenece. Tengo una larga lista de cosas que no me gustan y la sinceridad es una de ellas, pero los espíritus me arrancarían el corazón si me escucharan decir que estoy donde estoy gracias a mí. Bueno, sí pero no; es complicado. En resumen, pude escapar de la torre gracias a Lucius Spendragon. No lo dijo explícitamente, pero yo sé que mi vida y mi libertad le pertenecen hasta que cumpla mi parte del trato. Conseguiré información valiosa, se la llevaré y demostraré mi inocencia. Con un poco de suerte me pedirán perdón y me ascenderán, con un poco de suerte tendré un mejor salario para sacar a Jaine de los suburbios, con un poco de suerte…

Estoy jodida. Desde esta maldita celda no puedo espiar al Ejército Revolucionario. ¿Cuánta mala suerte puedo tener como para ser confundida por alguien del bando perdedor? Si es que a mí me importa más un pepino que esta estúpida guerra civil. La única manera de recuperar mi vida es usando todas mis habilidades, pero comienzo a dudar de mí misma cuando ni siquiera puedo escapar de un guardia obeso. «¡Atrápenla, es el enemigo!». Creo que he tenido suficiente con la puñalada que me metieron hace poco… Pero a la vida le resulta divertido verme sufrir, verme enfrentar los obstáculos que me pone como si fuera una especie de juego.

Sin querer he transformado esto en una lista de quejas, y no desaprovecharé la oportunidad de quejarme de mis compañeros de prisión. Quiero comenzar con la señora escandalosa. Es esa de al lado, la que se pasa la vida entera gritando como si eso fuera a solucionar algo. A ratos está gruñendo y maldiciendo a medio mundo, pero luego se hace bolita y se pregunta cómo es que acabó en este lugar de mierda. Tiene tanta energía que ya podría darme un poco a mí. Y no estoy olvidando al vagabundo de su compañero. El tiempo en confinamiento afecta las cabezas de las personas, pero a este… Bueno, le ha carcomido tanto que habla solo. Se dirige a alguien que no está ahí, pero cree que sí. Preferiría no involucrarme con esta gente. Los que están en las otras celdas no son mucho mejores. No sé en qué circunstancias ni por qué habrán capturado al hombre que va con un disfraz de perro. Tampoco quiero saber mucho de alguien que solo hace «guau, guau».

Ya me he quejado lo suficiente y es hora de comenzar a trabajar. Quiero salir cuanto antes de esta isla y llegar a Balti… ¿Báltica? ¿Bultiqueitor? Al lugar donde se esconden los revolucionarios, maldita sea. Una parte de mí piensa que todavía estoy en la celda porque la hospitalidad es decente, es decir, el pan duro siempre será mejor que el pan con hongos. ¡Y encima nos dan agua! ¡Todo gratis! Esta cosa amarilla y blanda (creo que la llaman paja) sirve como colchón cuando acumulas una buena cantidad. También hace frío, pero es soportable. Lo que no negaré es que es aburrido estar en un espacio tan pequeño, pero el drama que han montado estos de al lado es entretenido. Sobre todo el de la señora de la realeza. Mi otra parte, más inteligente y racional, ha usado este tiempo en analizar los turnos de los guardias, estudiar la infraestructura de la prisión (dentro de mi celda, por supuesto) e imaginar muchísimas rutas de escape, así como planes para salir de aquí.

Me pongo de pie y estiro los músculos; va siendo hora de hacer un poco de ejercicio. Me acerco a la reja y estudio la cerradura. Considerando la escasa luminosidad y el nulo ruido proveniente del exterior diría que es el mejor momento para huir. Estoy preparándome para abrir la celda cuando un haz de luz me obliga a taparme el rostro. ¡¿Cómo ha llegado el sol aquí?! Poco a poco voy quitando el brazo, dándome cuenta de que es la mujer escandalosa la que ha convocado la luz. Para ser exacta… Una espada de luz. No hace falta nada más para saber que esa criatura es peligrosa.

El vagabundo tampoco tiene intenciones de quedarse quieto y pronto monta todo un espectáculo. ¿Debería darle las gracias por arruinar mis planes? Tenía pensado huir sin llamar la atención, pero mi idea acaba de irse a la mierda. Da igual, un buen inquisidor sabe aprovechar al máximo todas las situaciones por muy desfavorables que sean. Estoy a nada de abrir la celda cuando el vagabundo lo hace por mí. Vaya, ¿quién diría que tengo en frente a todo un caballero? Ah no, lo ha hecho porque la señora escándalos se lo ha ordenado. Y encima habla de mí como si fuera un trapo a llevar. Soy sucia y huelo mal, pero todavía me queda un poco de dignidad.

Huir sin llamar la atención es imposible ahora que han montado un motín. Debo aprovechar el ruido y a los más grandes para recuperar mis cosas. Cuando tenga la oportunidad desapareceré, iré al puerto y cogeré el primer… Espera, ¿ha dicho que podría serles útil? ¿Ha dicho que me llevarán con ellos? ¿Y ni siquiera me han preguntado? Supongo que los nobles siguen siendo nobles a pesar de estar tras las rejas. Yo y mi mala suerte… ¿Puedo rehusarme a la voluntad de una señora que invoca espadas de luz? El vagabundo que le acompaña es imponente; da miedo. Ahora, si quieren llevarme… ¿Tendrán un barco? Y de ser así, ¿cuánto me costará robarlo? No, no, no tiene sentido. Apenas sé montar caballo y conduciré un barco…

—Soy Anna —digo en voz bajita, esperando que me escuchen. La vieja asquerosa de Isabella siempre dijo que es de buena educación presentarse. Con esta presentación seguro que les caigo bien.

En fin, lo único que debo hacer es seguir a esta gente. Ya veré qué hago luego.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 11 Ene 2021 - 22:38}

Mis palabras parecieron aliviar a las jóvenes. Cuando me levanté para ir al casino que me habían mencionado estas también lo hicieron. Una vez salimos por la puerta di por supuesto que no tenían nada para cambiarse y ponerse la ropa necesaria para entrar a un casino. Por este motivo, de camino al casino paramos en una tienda que por lo que vimos en el escaparate tenía vestidos elegantes y dignos para un casino.

Entramos y las chicas estuvieron un rato buscando los que más les gustaban y los que mejor les quedaban. Cuando los tuvieron elegidos pasamos por caja y los pagué. Las jóvenes salieron a la calle ya cambiadas para llamar menos la atención. Por el camino, María me cogió del brazo mientras caminábamos como si de una pareja se tratase. Las otras dos chicas hicieron lo mismo entre ellas mientras hablaban y reían de vez en cuando.

En un rato bastante largo llegamos al casino, donde una joven que reconocí andaba sentada al lado de la puerta. Nos paramos un momento para ver que era lo que pasaba, pero tras ver como un par de veces le negaban la entrada al local y se sentaba en el suelo volvimos a avanzar hasta la puerta, desde la cual nos dieron acceso al interior del local.

Apenas había gente en el interior jugando. Más o menos media docena. Pero aquello no era lo que me interesaba a pesar de que resultaba un poco raro. No había estado en un casino, pero sabía que la intención de estos era sacar la mayor cantidad de dinero posible a sus clientes, a fin de cuentas, era un negocio. Para facilitar aquella tarea el beber era algo imprescindible, por ello la barra de bar que tenía sin duda era llamativa, por ello fui ahí en primer lugar.

-Póngame un Whisky doble con una bola de hielo, por favor. Lo que pidan estas señoritas lo pagaré yo. – le informé haciendo un gesto con el dedo para señalar a mis acompañantes – me gustaría preguntarle en que debería probar suerte. No es por nada en especial, pero tengo la costumbre de el primer juego hacerlo en donde me recomienda el barman. – continué haciendo un guiño.

Esperaba que allá donde me mandara me pudiese ayudar a acercarme a quien dirigía aquel lugar.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 11 Ene 2021 - 22:52}

El niño de cabellos rubios continuó caminando al lado del gigantón que suponía Napolean para evitar que este le hiciera sombra, ya incluso a lomos de su corcel blanco, el gigantón aún le sacaba algo más de un cuerpo.  El camino se había hecho más largo de lo que el salvaje había pensado, y es que él ya se había acostumbrado a la velocidad que le proporcionaba su compañero.  El pequeño jovenzuelo no había tardado en aficionarse a la velocidad, o mejor dicho, a la adrenalina que le suponía ir a caballo. Era por ello por lo que el salvaje se mordía nervioso las uñas negruzcas mientras observaba de reojo al contramaestre, deseos de una orden que lo permitiera entrar en acción y lo sacará de la aburrida monotonía de sus pensamientos.

Un extraño sonido proveniente del interior de la chaqueta del contramaestre sacó al rubio de sus pensamientos, ya que guardaba una extraña criatura de su interior, un caracol para ser exactos -¿Ser eso mascota de Napolean?- pensó el chico en una primera instancia, incrédulo de aquella cosa tan grotesca. Ya que le impacto ver como aquella cosa animal tenía cables y otros elementos que claramente era una invención humana. Más su sorpresa inicial cambió a shock cuando escuchó la voz de Keiran salir de aquel terminal.

Adam inicialmente pensó que el capitán claramente debía estar escondido por algún lado del bosque, por lo que tras mirar de un lado y a otro del camino quedó perplejo al ver que no encontraba a su capitán, y lo peor, es que por más que trataba de olerlo no alcanzaba a encontrar un rastro de olor -Solo oler caca- pensó para sus adentros. Más el crio palideció aún más al encontrar la respuesta de lo que estaba ocurriendo, y es que su capitán se había transformado en un caracol, posiblemente por culpa de alguna de esa magia que conocían los humanos  -Maldito, maldito, saca capitán de ahí- gritó a Napolean encolerizado, pensando que aquello debía ser prueba de que aquel hombre debía ser un traidor, hasta el punto de casi abalanzarse sobre la cabeza del hombre y ponerse a dar puñetazos y patadas sin ton ni son, aunque en el fondo, no era muy diferente de cualquiera gresca que el antiguo soldado no hubiera aguantado ya antes.

No fue hasta que el fortachón le inmovilizó y le repitió por tres o cuatro veces lo que ocurría que lo entendió, o al menos eso creía el rubio. Ya que entendió por den den mushi, una especie de artefacto que servía para encerrar las voces de las personas dentro y que por ello debía devolver la voz del capitán al cuerpo del capitán, ya que así este podía continuar gritándoles cuando cargar sin tener que estar dentro del caracol, la verdad es que el resto de la información de como funcionaba el artefacto no la entendió nada, más a sabiendo de la prisa y lo impaciente que era su capitán, decidió asentir y repetir las mismas palabras que había dicho el contramaestre.

Y así es como volvemos al presente, con la puerta caída y el grupo adentrándose en el interior.

Y si bien, en una primera instancia quiso quedarse con él a ayudarlo a saludar de buenas maneras a las buenas gentes del norte, lo que venía siendo partirse los morros con todos los que se interpusieran en su camino, un breve momento de iluminación aconteció en la dispersa mente del muchacho. Y es que primero iría a rescatar el cuerpo de su capitán para así poder devolverle su voz, limitándose a pisar solo los cuellos de aquellos que fuera estrictamente necesarios, después de todo seguramente el capitán quería pisar unos cuentos el también, y es que además de lucido este pensamiento tenía grandes tintes navideños, donde el regalar, la familia y el rojo sangre estaban presentes.

-Ir muy lento, ¡Puto gordo! - increpó a Napolean, repitiendo cual loro uno de los comentarios que había escuchado de unos de los marineros tras una bronca en la bodega por una de esas botellas de la bodega con aquella agua tan fuerte que hacía que le picará la garganta -Yo ir a por Keiran, tu quedar a saludar- ordenó tomando la iniciativa.

Y es que así bien el crio no se acostumbraba a diferenciar muy bien el agua del vodka, era increíblemente perspicaz a la hora de aprender insultos que voceaba su tripulación, fuera como fuera el muchacho acaricio a su bestia y sin necesidad de riendas comenzó a cabalgar con su deslumbrante caballo, atravesando la batalla campal como si fuera una flecha, tratando de evadir al primer grupo y al segundo grupo de soldados que parecían que iban a rendir cuentas con el contramaestre. Si lo lograba, trataría de afilando su olfato tratar de percibir el olor del capitán y cabalgando sobre todo aquello que osará interponerse en su cruzada, y es que después de todo, no podía negarse a las buenas costumbras inculcadas por su amo, además no quería obedecer órdenes que provinieran de un caracol resultaba un estimulo suficiente por ya un motivado muchacho.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 11 Ene 2021 - 23:07}

Solo un golpe había bastado de esa bestia para dejarme inconsciente un par de días pero al menos me habían "tratado" mis heridas de la mejor manera posible, aunque eso no me iba a hacer retroceder en el entrenamiento físico con ese hombre mucho menos ser menos que la dama rubia con la que me había tocado entrenar. El otro hombre no sabia que había ocurrido con el pero seguramente se había llevado parte de las joyas que habíamos encontrado antes de que el caos reinara en la superficie o simplemente estaba entrenado por otro lado que estaba fuera de nuestra vista. Mas parecía que la dama rubia había descubierto algo que yo en la proximidad no había tenido suerte de obtener pero eso no me desanimaba demasiado porque no todos teníamos el mismo de entrenamiento y seguramente ella tenia la suerte de que al estar mas tiempo que yo entrenando, había podido desarrollar aquella peculiar capacidad rara.

Mas al escuchar que había mandado a Helga a una misión, no dude demasiado en seguirla no porque estuviese "aburrido" de tanto entrenamiento sino que me estaba sintiendo incomodo entre tanta gente que no conocía sin contar de que tenia la necesidad de salir al exterior a tomar algo de aire y averiguar que cojones había pasado. Por lo que, tan solo me acerque a escuchar a donde deberíamos ir a hacer la misión y que teníamos que hacer exactamente mas me demore unos minutos en procesar aquello que Helga se me había adelantado, y no dude demasiado tiempo en perseguirla sin haber pedido nada en el camino.

Cuando logre darle alcance, tan solo la salude con la mano para ver donde ingresaba que parecía ser una taberna y tan solo pose mi mano en su hombro para susurrarle al oído - Espero que esta vez salga todo bien compañera - Fue lo que le dije en el momento para entrar tras de ella al local en cuestión para cumplir nuestra misión.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Miér 13 Ene 2021 - 1:43}

Normas del capítulo:


  • Se moderará los martes entre las 22:00 y las 23:59.
  • No se puede postear los martes antes de la moderación.
  • Hay un reloj que marca el tiempo restante. Cuando acaba los temas se cierran.
  • Está prohibido metarrolear, powerrolear y demás actitudes tóxicas.
  • A más riesgo, más premio.
  • Como es tradición, el barco de Sons of Anarchy se hundirá en algún momento.
  • Cada post debe ocupar entre 250 y 1.200 palabras. Si no se está en estos límites, el post podría ser ignorado.
  • Es responsabilidad de un usuario comunicarse con la gente con la que interactúa.
  • Si un post tiene más de 15 faltas ortográficas por párrafo podría ser ignorado.
  • Hacer un resumen de acciones relevantes es obligatorio independientemente de la extensión.
  • La ley del plot no es a prueba de idiotas.


Moderación:

Helga y Shiro:
Keiran, Anna y Cass:

Napolean:

Adam:
Velkan:
Morgoth:

Samvel:

Tomoe:
Anastasya:
Keiran T. Farraige
Marinero
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Dom 17 Ene 2021 - 20:12}

Todos y cada uno de los reclusos fueron liberados, incluyendo a la pequeña niña harapienta y al Caballero Resurgido —como conocía Keiran a los soldados que resucitaban gracias a aquellas extrañas raíces—. De este modo, su inicial dúo había visto su tamaño incrementado hasta formar un pelotón de nada más y nada menos que nueve posibles combatientes, siempre y cuando quisiera ser lo suficientemente optimista como para pensar que la pequeña Anna sería capaz de hacerle daño a alguien. Bien pensado, ¿por qué no? Si era tan similar a él como había intuido en un primer momento, estaría dispuesta a hacer lo que fuera necesario para salir de allí con vida. Eso incluía desde ayudarles a acabar con los guardias de palacio como a rajarle el cuello, pero eso tan solo lo volvía más emocionante.

—Procura hacer lo que te digamos y saldrás con vida de aquí, Anna —aseguró el capitán, no dándole demasiada importancia a su liberación. Después de todo, y por lo que él mismo había dicho, la cría era ahora responsabilidad de Cassandra.

De entre todos, aparte del hombre–vegetal, tres de los prisioneros parecían ser caballeros también o, al menos, soldados de alguna categoría. No parecían hombres especialmente fuertes, pero serían mejor que nada y podrían buscar la oportunidad de hacerse un hueco en su tripulación si resultaban ser útiles; al menos, esa era la idea del pelirrojo hasta que escuchó hablar al que parecía ser el cabecilla del peculiar grupo. Tal vez fuera superior a los otros dos en la jerarquía militar, lo que implicaba que no necesariamente debían estar de acuerdo con él, una idea que se reforzó tras comprobar que ninguno dio un paso al frente para apoyar su postura.

—Soy un hombre sencillo, aunque puedo comprender la lealtad —aseguró el pirata pese a que su voz fuera cargada con inquina—. Pero no te olvides: vuestra reina no ha movido un solo dedo por salvaros, gracias a mí al menos podéis luchar por vuestra vida. Haced lo que queráis, pero parece que por ahora las cosas os van mejor conmigo —concluyó, sonriéndole a los otros dos y casi ignorando al moreno.

No le hacía ninguna gracia tener a alguien leal a Illiana entre los amotinados: era un problema para el que tendría que buscar solución antes de verse en la necesidad de enfrentarse a los aliados de la reina. Fue pensando en ello mientras se preparaba para seguir a su segunda que escuchó —gracias a su oído canino— el sonar de botas metálicas al otro lado de la puerta. Casi como acto reflejo se aventuró a posar una mano sobre el hombro de la Merciana, deteniéndola y buscando que se girara hacia él para mirarla con complicidad, justo antes de hablar:

—Pensándolo bien —comenzó, girándose un momento hacia el soldado—, tal vez sea mejor idea que nos guíes tú. Pareces el más veterano de tu grupo y estoy seguro de que conocerás este palacio más allá de lo que pueda decirnos un plano, ¿verdad? Señor...

—Lothric —se presentó él, haciendo una leve reverencia—. Será un honor guiaros por estos pasillos, cuente con ello. No debería llevarnos más de unos pocos minutos.

—Muy bien, adelante. —Keiran se hizo a un lado, dejando que el soldado avanzara para abrir la puerta.

Fue incapaz de evitar teñir con malicia su sonrisa una vez le dio la espalda. Sería una lástima ver su grupo reducido, pero poco importaba a esas alturas y, en cualquier caso, necesitaba encontrar a algún voluntario para sacrificarse en pos de la causa. Sin escudos o forma alguna de cubrirse, una barrera humana parecía una opción más que eficaz para evitar un destino fatal. Fue así como avanzó un poco, siguiéndole. No parecía que los demás hubieran escuchado aquellos pasos salvo, tal vez, Cassandra y Anna, así que le tocaría actuar con rapidez para que al resto le diera tiempo a recomponerse de la sorpresa.

La puerta fue abierta por Lothric que, pese a hacerlo con cautela, apenas tuvo tiempo para reaccionar y evitar su fatal destino. Varias lanzas perforaron su pecho y le hicieron caer sobre sus rodillas, aún ensartado, momento que debía aprovechar el pirata.

—¡Fuera de mi camino!

Sus afilados dientes se vieron envueltos rápidamente por aquellas lenguas flamígeras, apenas un momento antes de que el pelirrojo abriera la boca y exhalara su aliento infernal. El fuego avanzó en cono contra el grupo de soldados que trataban de cortarles el paso —y, por desgracia, abrazó también al pobre Lothric—, como un recordatorio de que no era la mejor de las ideas darles la oportunidad de tomar la iniciativa. Fuera suficiente o no y únicamente por asegurarse, el capitán lanzó un puñetazo al aire con todas sus fuerzas para proyectar una onda de choque, buscando derribar a aquellos que no hubieran sido pasto de las llamas.

—Que no os tiemble la mano, las suyas no lo harán —ordenó.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Dom 17 Ene 2021 - 20:43}

«Oh, no —pensó al comprender que volvían a atacar la ciudad—. ¿Por qué justo ahora?».

Finalmente, tras tanto esperar y planear en la habitación, había decidido pisar la calle tras recuperar las fuerzas. Por primera vez en días lograba estar bajo la luz del sol, pensando inocentemente en que nada obstaculizaría su misión. Pero entonces escuchó los ruidos, que sin lugar a dudas provenían de explosiones. «Otra guerra no, por favor. Otra guerra no»

Observó cómo los hombres de la guardia de la ciudad corrían hacia el alboroto. Suspiró y comenzó a seguirles, o al menos a ir en la misma dirección que ellos. Hubiera preferido seguir con su búsqueda hasta encontrar una herrería o una pequeña forja en la que poder trabajar, sin problemas ni distracciones, pero no podía ignorar el sonido de la batalla.

«Todo podría ser más fácil si los otros quisieran colaborar» pensó amargamente. Cuando lady Erica llegó con la noticia de la negativa de las demás personas, Sam se frustró. No comprendía por qué la gente era reacia a la cooperación cuando juntos podían llegar más lejos que por separado, pero no le quedaba de otra que resignarse e intentar hacer lo mejor posible por su cuenta.

Y lo mejor posible, bajo su perspectiva, era dejar de lado buscar la forja para servir de ayuda en el conflicto que estaba a punto de estallar. El reparar la red y fabricar nuevas herramientas había pasado a ser algo secundario, y en vez de seguir buscando el lugar ideal para trabajar en sus artefactos, corrió hacia dónde los sonidos se volvían cada vez más sonoros, haciendo lo posible porque la maleta cargada de todo tipo de materiales no entorpeciera sus movimientos.

«¿Qué habrá sucedido? —se preguntó mientras avanzaba hacia la zona de conflicto—. ¿Quién estará atacando la ciudad? ¿Serán esos aliados que mencionó lady Erica? Maldita sea, demasiadas incógnitas y pocas respuestas».

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Helga Eiríksdóttir
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 18 Ene 2021 - 3:02}

Definitivamente algo iba a pasar en la plaza, con esos guardias y con todo el rollo que estaba preparando. Pero ahora mismo no era importante. Eché un vistazo a la arma que me había dado Archie antes de que me fuera de la guarida. Era un buen garrote de madera negro. Esperaba tener que usarlo pronto. Le di el nombre de "Rangreid" una famosa ángel de batalla de mi pueblo. Entré a la taberna y me llevé una sorpresa al ver que no había ni un alma. Ni el borracho del pueblo tocando las narices con sus becerros de siempre. Aquello era realmente triste. Cuando me acerqué al tabernero, se mostró molesto al ver que no estaba allí como cliente pero al menos hizo el favor de mirar las fotos. Otra persona entró y resultó ser Shiro. Me agradó el verle por ahí y le devolví el saludo.

- Me alegra de verte, compañero. A ver que nos puede contar este hombre - Comenté volviendo a mirar al pobre tabernero que se encontraba abatido por la falta de clientes.

Resultó que no había visto a los objetivos, pero estaba dispuesto a compartir la información de la que disponía a cambio de que consumiéramos algo. Me parecía algo justo. Al fin y al cabo, era su bar y no andaba con dinero. Con una sonrisa, pedí una jarra de cerveza y algo para picar, pues tenía el estómago rugiendo de hambre. Después de que cumpliéramos con la parte del trato, comenzó a explicarnos de que había habido una guerra en la ciudad y que la reina fue casi ejecutada.

- Diablos, y nosotros nos lo perdimos. Pudimos haber participado y tener algo de diversión - Comenté decepcionada de no haber podido formar parte de la refriega.

Al seguir escuchando la información, me quedé pensando en los casinos y en los lugares de alterne. Sobre todo estos últimos al haber cerrado tan rápido. ¿Acaso Antoine o algún socio suyo estaba detrás de esto en conjunto con el plan de las drogas? Algo me decía que pronto se sabría.

- Creo que sería buena idea examinar esas casas de apuestas, compañero - Le dije a Shiro esperando su opinión -

Y fue justo cuando se comenzaron a oír explosiones. Por la ventana, se podían ver a los guardias tomando posiciones y otros corriendo, como yendo a por alguien o algo. Parecía que la guerra por el trono no iba a acabar aún. Me acerqué a la ventana y comencé  a reír. Pues la cosa se iba a poner caliente o eso parecía.

- Al final, parece que tendremos ocasión de hacer algo interesante - Dije tomando mi nueva arma con mi mano derecha - La guerra aún no ha acabado, señores -

Me dispuse a abrir la puerta y a esperar en el marco de la misma a ver que iba a pasar. Si no pasaba nada interesante, iría a ver las casas de apuestas.

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Tomoe Asai-Asakura
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 18 Ene 2021 - 11:19}

No iba a dejar que se le escapara. Reduciría mucho sus opciones de ataque en el interior de un edificio pero era más importante la posible información que podría conseguir de la pelirroja. No esperaría, ¿y si destruía pruebas antes de salir? no podía permitir esa posibilidad. Tomoe decidió, pues, que lo mejor era entrar y aprovecharse del factor sorpresa. Hacerse con la información de la mujer, lidiar con ella -no le haría gracia matarla pero era cómplice de los crímenes contra Hallstat- y entonces proceder a investigar el edificio. Con ese plan en mente, la revolucionaria terminó adentrándose en el edificio.

Una vez dentro fue percatándose de lo que la rodeaba, aunque no terminó de entenderlo porque carecía de formación científica -aunque después querría volver a revisar esos libros y los contenedores-. De momento ignoró eso, su objetivo era aquella mujer. Aunque estuviera abanonado, el edificio aún podría contar con cierta seguridad y vigilancia como Den Den Mushi visuales. Para cubrirse ante una posible emboscada, asumiría que ya había sido detectada. Total, el sigilo nunca fue su fuerte.

Aceleró sus pasos. Ya le daba igual romper su sigilo, pensaba perseguir a aquella mujer por el laboratorio hasta arrinconarla, incluso si debía derribar paredes a cortes por el camino para abrirse paso. Podría tener la clave para poner fin a una buena parte del problema, no podía permitir que se escapara.

Aceleró más, ya prácticamente corriendo. Dejó que sus instintos, su espíritu y su ambición la guiaran a la hora de buscar y seguir a su objetivo, hizo esfuerzos para activar de nuevo aquella sensación de predicción y observación. Esperaba que sus deseos de poner fin a la pesadilla de Hallstat fueran lo bastante fuertes como para hacer avanzar un poquito el poder de su propia alma.

Guíame, Bishamonten, permíteme ver más allá —susurró, dejando su destino en manos de la deidad que la había visto crecer. Iría al encuentro de la mujer y haría el trabajo que deberían estar haciendo los Marines o el Gobierno.

La hoja de la justicia esta vez no pertenecía a la Marina, sino a la Armada Revolucionaria.

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Cassandra Pendragon
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 18 Ene 2021 - 17:21}

La organización de aquel lugar era pésima. Al menos todo lo que había visto Cassandra desde que había puesto pie en la isla, dejaba que desear.
Desde aquel inicio con un ejército cargando contra la capital desde la otra punta, pasando por el caos de la batalla, el dejarlos completamente solos en el calabozo... Estaba claro que no tenían un líder con muchas luces en la cabeza. Si Cassandra fuese la reina de aquel lugar...

Críticas poco constructivas aparte, lo que debían hacer ahora era abrir la puerta. Aunque primero, debía una presentación en condiciones, por lo que volvió a enfocar su atención en la menuda muchacha que había conmovido su gélido corazón por una milésima de segundo.

—¿Se ha presentado? —inquirió, refiriéndose al capitán pirata—. No le estaba prestando atención... De todas formas, él es Keiran, y a mí puedes llamarme Cassandra. Encantada de conocerte, aunque las circunstancias sean... de todo menos encantadoras —se presentó finalmente la noble. Quizá se trataba de poco más que una vagabunda harapienta, pero una princesa nunca debe perder la compostura, ni los modales—. Procura no meterte en el camino del pelirrojo de los gritos y todo irá bien —le aconsejó a continuación, antes de dirigirse a Keiran—. Que sean leales a quien les apetezca, una vez hayamos salido de aquí. Lo importante es que nos sigan por el momento. No hace falta forzar el tema más de lo necesario —le dijo en un susurro, para que solo él pudiese escucharlo, más como un consejo que una orden, aunque su tono de voz siguiese teniendo dejes de autoridad.

El pirata le apretó un hombro entonces, provocando cierto nivel de indignación por semejante intrusión a su esfera de comfort, pero la mirada que le dirigió indicó a la subcapitana que había sucedido algo. Algo de lo que ella no se había enterado, quizá por estar demasiado ocupada criticando el gobierno de Hallstat en su cabeza, o por estar musitando aquellas palabras de consejo, o quizá porque no contaba con las habilidades sobrehumanas del ladronzuelo. Fuese como fuese, en aquella situación, decidió darle un voto de confianza a su capitán y apartarse de la puerta como quien no quiere la cosa, fingiendo revisar el mapa por enésima vez.

Viendo cómo Keiran decidía traspasar la responsabilidad de guiarlos al soldado aleatorio número uno que había declarado su lealtad a Iliana, Cassandra desconfió al instante de las intenciones ocultas del pirata. Dudaba que tuviese intención alguna de ser guiado por alguien en quien no confiaba, mucho menos una persona que había declarado abiertamente su lealtad a uno de los bandos. Así que la princesa se apartó un poco más de la puerta, quedándose cerca del pirata y detrás de los soldados, que a sus ojos analíticos ahora debían servir de escudo humano para los planes del capitán.
¿Había alguien al otro lado de la puerta?

Si se detenía a pensarlo, era bastante probable. Quizá un par de guardas vigilando que nadie entrase ni saliese del calabozo, como mínimo. Quizá más.
Pero, si de veras había soldados ahí fuera listos para atacar a quien abriese la puerta...

"¿Qué clase de estrategia de pacotilla es esa? ¿Abandonar a su suerte y dar libre albedrío a los prisioneros en el interior del calabozo y vigilar solo la puerta para evitar que escapen? ¡No pueden ser más inútiles ni a propósito!", se exasperaba la estratega en su mente, reprimiendo las ganas de cubrirse el rostro con las manos de pura vergüenza ajena.

El soldado abrió las puertas dobles, para recibir un ataque de lleno procedente del otro lado y desplomarse casi inmediatamente al suelo. Cassandra dejó pasar a Keiran primero, a sabiendas de la preferencia del capitán por el fuego, y se guardó el mapa de nuevo en el bolsillo del abrigo para hacerse paso tras él, espada en mano, y hacer un barrido con su mirada carmesí en busca de supervivientes a los que ensartar con su espada.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 18 Ene 2021 - 18:13}

Tan raudo cómo le fue posible, Alexander dio un salto hacia atrás para alejarse. Reculó dando tres pasos concretamente, mientras calculaba la distancia que lo separaba de los soldados. Escuchó una grosería por parte de Adam y en lo guardo en su agenda mental de futuras venganzas a corto plazo. Tras eso, cogió su cañón de una mano y lo agrandó gracias a sus poderes. Se había convertido en un arma cañón de casi cuatro metros de largo con un grosor para proyectiles bastante grandes, demasiado para humanos del tamaño que tenía frente a él. Del mismo modo, cogió una de sus balas de cañón especiales, la agrandó y la metió dentro del arma.

¿¡Êtes-vous prêts, enculés!?

Agarró el cañón con todas sus fuerzas y disparó, aumentando también la velocidad del proyectil. El propio retroceso hizo volar a Napo varios metros hacia atrás. Sin embargo, aquella arma tenía truco, concretamente su munición, ya que, recorridos algunos metros, la bola se abrió dejando paso una bonita red que, al estar aumentada, abarcaría un gran espacio. ¿El truco? Que en el momento en el que diera en su objetivo, el efecto de aumento de tamaño se perdería y volvería a su estado natural, encerrando a aquellos que hubiera atrapado.

El arma también volvió a su estado normal, el cual colocaría de nuevo a su espalda. Tras ello, si lo conseguía, trataría de ir hacia la plaza, en caso contrario, cogería su rifle y se pondría en guardia a esperar que le atacasen, no sin disparar a quien intentara hacerlo.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 18 Ene 2021 - 20:50}

El joven tras la barra guardó el cuaderno que tenía antes de atendernos. Dado donde estábamos debía de ser el cuaderno de cuentas e inventario de bar. El hombre, educadamente se disculpó por haber estado leyendo en vez de atendiendo. No le di importancia con un gesto. Luego, después de ver mi compañía hizo un buen cumplido a las chicas, aunque no supo rematarlo dado que me ofreció el tratamiento de la doctora Sirelli. “Parece que a pesar de la doctora todo sigue en marcha. Habrá alguien por encima” pensé mientras escuchaba como el camarero intentaba recular su propuesta.

-Bueno, como ve, no voy a obligarlas a conseguir se más bellas. Como dices, su belleza natural es asombrosa – Dije acercando hacia mí a mi acompañante – Además, – continué siguiendo la broma y guiñándole un ojo a las chicas sin que el camarero me viese – su ego está bastante elevado.

Me extraño lo que dijo mientras preparaba las bebidas, dado que, si estaba en un casino, lo normal era entrar a jugar, aunque a lo mejor tenía otra clase de servicios y no me había enterado de ello. Por lo que siguió diciendo, parecía que era el casino adecuado. SI su funcionamiento no se había visto afectado por la situación tenía una razón, complicidad.

-Me parece correcta la ruleta, creo que puedo hacer algo, jaja. – comenté cogiendo mi bebida. – Ah, soy el señor Sung. – le respondí dando un pequeño sorbo a la bebida. – Por cierto, cámbiame cuarenta fichas de cinco mil, para ir entrando en calor. – añadí con una sonrisa.

Introduje mi mano en un bolsillo interior del abrigo y desde este introduje mi mano en la sombra para sacar un fajo de billetes con la cantidad exacta que le entregué al croupier de la mesa una vez me senté. El camarero se retiró de la mesa y volvió a su puesto tras la barra, de donde volvió a sacar el libro de cuentas y realizó una llamada.

-Cinco mil al rojo y cinco mil al cuarenta – Le dije al croupier mientras ponía atención a lo que decía el camarero.

Al escucharlo esbocé una pequeña sonrisa. “Estoy fichado y solo acabo de entrar, puede ser bueno” pensé mientras me giraba hacia las chicas.

-¿Cuantas fichas queréis? – les pregunté – lo que saquéis os lo quedáis. Si no pues nada, más suerte la próxima. – Esperé a que se acercasen para coger las fichas que quisiesen y cuando lo hiciesen esperaba que fuese de una en una – Saben quien soy y han avisado a Altair y Frapuccino vendrá a por mí, dispersaos – les diría a cada en un susurro al oído fingiendo darles un beso en la mejilla cuando recogiesen las fichas que quisiesen.

Una vez las chicas se marchasen a otros juegos, de mi sombra saldría Kato, aunque sin usar el trion para pasar desapercibido y quedaría debajo de la mesa escondido a la sombra para que no le viese nadie y pudiese hacer de mis ojos.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 18 Ene 2021 - 23:07}

Yo sólo digo que, cuando va todo extraordinariamente bien, es porque todo está mal. Alguien nos está tendiendo una trampa, eso es obvio. Me niego a creer que los guardias de esta prisión son tan imbéciles como para dejarnos escapar sin oponer resistencia. ¿Acaso no es ese su trabajo? Ningún prisionero escaparía nunca de un inquisidor, aunque cierto es que la gente de aquí no está bien capacitada. ¿Cómo pueden aceptar soldados gordos y estúpidos? Yo los haría entrenar hasta la muerte, hasta que se arrepientan de haberse comido la dona que me pudieron haber dado a mí. ¡A mí!

Les dirijo una mirada inexpresiva a mis todopoderosos héroes. ¿Qué haría yo sin ellos? Ah, sí, escapar sin ningún problema. En fin, todo estará bien mientras la señora escándalos y el capitán vagabundo crean que soy sólo una pordiosera más afectada por la guerra. No es que sea del todo mentira, pero deben creer que soy inútil. Si necesito demostrarles algo, ya lo veré en el momento. Me limito a asentir a las palabras del capitán vagabundo. ¿Acaso vale la pena responder a ellas? No tengo nada que decir y dudo que les interese lo que una niña como yo tiene para contar.

Camino con cuidado: no quiero provocar ruido. La idea es que nadie se entere de que estoy aquí. Escojo con inteligencia la ruta que tomo, aprovechando cada sombra de la prisión. Voy casi de las últimas, lejos del peligro. ¿Qué pasaría si hay una trampa más adelante? Por cuestiones oportunistas prefiero que ninguno de estos muera, pero si la muerte es inevitable… Bueno, mi vida es mucho más importante que la de los demás. Eso es algo incuestionable, y supongo que todos pensarán lo mismo de las suyas.

Me detengo de golpe al ver la enorme puerta incluso más grande que el capitán vagabundo. ¿Debería decirles que alguien nos espera del otro lado? Si bien no estoy del todo segura, creo que las pisadas metálicas son razón suficiente para creer que estoy en lo cierto. Bah, ya se las arreglarán. Parece que esta gente lo tiene todo controlado; no me necesitan, soy como una maleta a la que llevar. Me encanta mi nueva posición de niña mochila.

El viento zumba cuando las lanzas lo atraviesan a una velocidad endemoniada y ensartan el cuerpo del pobre Lothric. Una lástima, los hombres con nombres decentes no merecen morir en condiciones así. No me alegro ni me entristezco, me da un poco igual. Ni siquiera puedo decir que la trampa me toma por sorpresa, de hecho, tampoco es como si me hubiera dado a mí. Soy lo suficientemente pequeña como para despreocuparme de trampas diseñadas para matar adultos. El cuerpo se desploma contra el suelo y la sangre comienza a escurrir. Sin embargo, lo más impresionante está a punto de suceder: el capitán vagabundo no sólo es un capitán vagabundo, es un capitán vagabundo que escupe fuego. Lo más normal es tenerle más miedo a este hombre-monstruo que a las trampas de la prisión, ¿verdad? Definitivamente no tengo que entrometerme en su camino.

Me acerco a la señora escándalos e intento tomarle de la manga para llamar su atención. Ahora que me fijo… ¿Por qué tiene los ojos rojos como yo? Es imposible que sea una Hija de la Luna. ¿O acaso en el mundo exterior también hay de esta gente? Bueh, no es momento para preguntas tontas. Si es que a mí la teología me da igual.

—Deberíamos saquear los cadáveres. Es posible que encontremos objetos de valor, armamento e información —le digo, intentando levantar un poco más la voz para que me oiga. Estoy haciendo un gran esfuerzo, espero que lo valore.

Quiero creer que no todo está perdido, que no todo está hecho ceniza por culpa del hombre-fuego. Y también quiero creer que no quedan enemigos, pero eso ya es ser demasiado optimista. Como sea, me mantendré en el lugar más seguro a la espera de lo que fuera a suceder, es decir, en la retaguardia.

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Adam
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 18 Ene 2021 - 23:33}

El crío continuó con sus increíbles andanzas sin que nada ni nadie pudiera detenerle, pisoteando los sueños de una o dos mujerzuelas por el camino, el recorrido que realizó el chico le resultaba extremadamente familiar, aunque al ser la segunda vez que lo visitaba tan solo tenía una mínima intuición del camino que había seguido la última vez. Pero para sorpresa de todos, la orientación o el recuerdo del rubio fue lo suficientemente bueno como para acabar llegando a la dichosa plaza, la cual se le hizo bastante más grande, y no era para menos, ya que sin ejércitos, ni tanques de por medio, el lugar le resultaba realmente inmenso para la dispersa mente del muchacho.

Los mas llamativo excluyendo la valla y el palacio, resultó estar al fondo, donde se alzaba la extraña estructura de madera, en la que anteriormente el salvaje había visto a aquella niña tan blanca a la que su capitán quería saludar, y que posteriormente fue aducida por aquel grupo variopinto que les había negado el saludo y que tan tirria le provocaban al rubio

Pero fuera lo que fuera, si aquella extraña estructura de madera estaba tan resguardada debía deberse a algún motivo. La primitiva cabeza del ser tribal entendió que aquello solo significaba que debía haber un tesoro, y si había un tesoro, debía ser importante para su capitán, por no mencionar que desde un lugar alto vista alcanzaría más lejos y tendría menos problemas para encontrar el cuerpo sin voz de su amo y señor, y es que después de todo, el niño era el vigía de la tripulación de los “perros”, y aunque el no hubiera terminado de entender bien su rol del todo, resultaba ser tan bueno en lo suyo como en lo de dar puñetazos.

Lamentablemente entre el se interponía un no reducido grupo de milicianos, que si bien no resultaban tan intimidante como el anterior, podía resultar peligrosos para un niño tan desnudo y despreocupado como era Adam, y es que el rubio ni corto ni perezoso, arreó a su caballo para que tomará más velocidad, cargando con decisión y temeridad a parte iguales contra el grupo, en lo que cargaba observó los detalles de los hombres, buscando de forma maliciosa las partes menos brillantes de los hombres y es que en su corta travesía había entendido que si algo brillaba por lo general era demasiado duro para sus puños o mordiscos.

Sin mucha planificación el niño cargó contra el primer tipo que se encontrara, tratando de pisotearlo con el caballo, y si lo tiraba, trataría de girarse hacia un segundo al cual procuraría dar un manotazo en caso de no llevar casco o meterle los dedos en la visera, en caso de que pudiera. Y es que, si bien estaba dispuesto a saludar a las buenas gentes del norte, no significaba que iba hacerlo de una forma pulcra, y es que al chico le faltaban muchos modales por aprender todavía.

-¡DEVOLVER CAPITÁN, HIJOS DE PUTA!- gritó el salvaje encolerizado, notablemente poseído por el más tribal de sus instintos..

BUSCANDO A KEIRAN:
Shiro di Fenrir
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Mar 19 Ene 2021 - 1:19}

Me quede mirando aquella escena con algo de escepticismo porque después de todo, no era común ver a un tabernero tratar de seducir de una manera tan descarada y que realmente hubiese fallado de esta manera, mas aun así, preferí callarme porque la gran figura de Helga impedía ver claramente lo que estaba pasando, mas cuando escuche la voz de esta tan solo le sonríe de medio lado porque claramente ella no esperaba que fuese acompañado por mi persona - Descuida, realmente necesitaba algo de aire y al menos se que puedo cuidarme contigo a mi lado querida - murmuro con confianza mientras escucho todo aquello que tenia que soltar aquel hombre que seguramente pediría dinero como forma de pago siendo que parte de la información ya la sabíamos, aunque parte de ella no era exactamente la que esperábamos mucho mas cuando estuvimos encerrado en la parte subterranea del Reino.

- Podría ser, pero no creo que fuese algo para pintar rosas querida, algo me dice que fue mas brutal de lo que cuenta este hombre, además nosotros entrenamos con ese hombre que realmente daba miedo - digo dándome un pequeño escalofrió de recordar el brutal poder de aquel hombre que se había otorgado el titulo de entrenador para con nosotros dos. Mas cuando menciono el tema de ir a los casinos tan solo me encogí de hombros porque claramente no me dejarían entrar a ningún antro del tipo sexual por mi apariencia juvenil - Por el momento no tenemos nada que hacer así que supongo que ganar algo de dinero no nos hará mal, además dudo muchísimo que haya un hombre lo suficientemente fuerte como para que te soporte si realmente llegamos a ir a un antro - comento de manera seria porque la dama en cuestión aparentaba ser bastante fuerte y, sino fuese porque parecía ser una humana, creería que por su altura llegaría a ser una mestiza de un semigigante pero solo me ahorraría el pensamiento para mis adentros.

Las explosiones en la parte externa del local hicieron que perdiera nuevamente el hilo del pensamiento y tan solo frote suavemente mis sienes un poco malhumorado mas solo suspire ligeramente para calmarme dado que, no era mi problema lo que estaba pasando en el exterior, mas las palabras de la rubia solo hizo que resoplara un poco por ver que estaba buscando mas problemas de los que ya teníamos entre las manos, y por esta razón, tan solo la acompañe posando mis manos tras de mi nuca dado que, no tenia otra cosa que hacer y seguramente con los sucesos de las noches anteriores, no dejarían salir a nadie por el momento.


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Velkan Byrne
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Mar 19 Ene 2021 - 3:53}

Velkan le dedicó un saludo educado al marqués. Dado su estatus de mensajero directo de la corona y el de Marius como un noble de rango similar al de un duque, el protocolo dictaba un saludo entre iguales, con lo que no pasó de una inclinación de cabeza mientras retrocedía el pie izquierdo. Tras eso se puso firme y le miró a los ojos.

- Mi nombre es Velkan Byrne, caballero de su Majestad. Se me ha ordenado a extender las buenas nuevas: la reina está a salvo y recuperando fuerzas tras su cautiverio. Iliana vuelve a estar en condiciones de dar órdenes a sus súbditos.

Dedicó un breve momento de silencio a dejar que las noticias calasen y evaluar la reacción de sir Marius. Lo habían presentado como un sir, pero no lo conocía de antes. ¿A qué orden de caballería pertenecería?

- Tengo órdenes de la reina de reunir a sus súbditos aún leales para prepararse para la lucha contra el Architraidor. La reina comprende que, en su larga e involuntaria ausencia, probablemente un nuevo señor ha estado dirigiendo a las huestes leales a la casa Markov. La reina quiere enviar un mensaje de paz y una mano amiga, así como un recordatorio de dónde son debidas las lealtades. Si los líderes del ejército novorodino y el nuevo líder de la casa doblan la rodilla de inmediato, recordará el favor cuando recupere su trono y las tierras y títulos de los traidores deban ser repartidas.

Iliana no había hecho tales afirmaciones, pero le había dejado a él a cargo de las negociaciones, y necesitaba puntos que poner en la mesa. Ya rendiría cuentas ante ella luego. Probablemente tras años de anarquía, algunos nobles menores de la casa Markov habrían ganado notoriedad y se habrían acostumbrado a ser poderosos. Solo un buen cebo podría lograr tentarlos, y las tierras de los varenos, y en concreto de los nobles afiliados a Anthony, eran muy extensas y ricas.

- Además, aunque vuestra lucha contra el Architraidor ha sido encomiable, la rivalidad entre los varenos y los novorodinos ha sido una fuente de guerras constante en el pasado. Un líder novorodino anónimo no lograría aunar a las tres naciones de Hallstat contra Anthony. En cambio Iliana es la reina que logró reconstruir el reino tras la Buster Call del Gobierno Mundial. Dio esperanza y un futuro al pueblo. Si la reina vuelve con un ejército siguiéndola, serán muchos los que se unan a nuestra causa. Los novorodinos tenéis más posibilidades de victoria si Iliana está con vosotros.

Entonces sonó un den den mushi. Había noticias de la capital: tropas de los Markov habían atravesado las defensas, pero estaban causando el caos y matando tanto a ciudadanos como a tropas enemigas. Aquello eran malas noticias, muy malas noticias.

- Si queremos recuperar la confianza y el apoyo del pueblo, esa no es la manera. Dadme un estandarte de vuestro ejército y yo mismo iré en nombre de la reina a detener la masacre de súbditos de la corona.

Si sir Marius aceptaba, iría a buscar los caballos con sus dos acompañantes y cabalgarían a la brecha en las murallas de Astelia, con Kedric ejerciendo de portaestandarte.

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El Gremio OPD
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Miér 20 Ene 2021 - 0:40}

Normas del capítulo:


  • Se moderará los martes entre las 22:00 y las 23:59.
  • No se puede postear los martes antes de la moderación.
  • Hay un reloj que marca el tiempo restante. Cuando acaba los temas se cierran.
  • Está prohibido metarrolear, powerrolear y demás actitudes tóxicas.
  • A más riesgo, más premio.
  • Como es tradición, el barco de Sons of Anarchy se hundirá en algún momento.
  • Cada post debe ocupar entre 250 y 1.200 palabras. Si no se está en estos límites, el post podría ser ignorado.
  • Es responsabilidad de un usuario comunicarse con la gente con la que interactúa.
  • Si un post tiene más de 15 faltas ortográficas por párrafo podría ser ignorado.
  • Hacer un resumen de acciones relevantes es obligatorio independientemente de la extensión.
  • La ley del plot no es a prueba de idiotas.


Moderación:

Helga, Shiro y Adam:
Keiran, Cass y Anna:
Napolean:
Morgoth:
Velkan:
Tomoe:
Samvel:
Samvel Legacy
Desconocido
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Miér 20 Ene 2021 - 21:05}

Tras los últimos acontecimientos, el joven e ingenuo Sam había llegado a una conclusión: odiaba la guerra. No el odio pasajero que podía sentir un niño pequeño cuando un abusón le robaba la comida, o el odio desmesurado que puede sentir un hombre hacia una persona que arruina su vida. Era un odio silencioso, pero visible al observar la expresión de su rostro. Era un odio inmenso, más que el extenso mar. Un odio intrínseco incapaz de desaparecer.

Los cuerpos muertos o malheridos se extendían sin parangón. Cráneos de mujeres aplastados por los cascos de caballos frenéticos, un chico que recordaba al famélico Matheus atravesado por una tabla de madera, e innumerables cuerpos que iban cayendo a manos de los criminales sin escrúpulos, un hombre gigante que hacía frente a los guardias de la ciudad usando una habilidad extraña... Tras ellos el muro de la ciudad hecho ruinas a la altura de las puertas de la entrada, que estaban derruidas. No hacía falta ser muy inteligente para saber por dónde se habían colado, pero lo que resultaba más difícil de deducir eran sus intenciones.

Tras observarlo todo, Sam decidió qué es lo que iba a hacer. A pesar de querer detenerlo todo, era consciente de que una sola persona no era capaz de hacerlo. Necesitaba compañeros, personas que compartieran su determinación y sentido de la justicia, pero no contaba con ellos. Estaba solo, aunque lo tenía asumido. Apretando los dientes y lamentándose de no ser más capaz, corrió hacia el grupo de piratas, o tal vez criminales, que atacaban sin piedad a niños y drogadictos sin piedad.

¡Apartaos! —rugió, extendiendo los brazos—. Alejaos de las personas indefensas.

De las palmas de sus manos surgieron sendos conos de fuego. Sam no buscaba herir a nadie, al menos de gravedad, su objetivo era espantar a los agresores, hacerles retroceder.

¿Por qué hacéis esto? —preguntó, profundamente apenado—. Estáis llevando a cabo una matanza sin sentido. ¿No veis que vuestros actos violentos no os conducirán a ningún lugar? Por favor, os pido que os retiréis. Aún estáis a tiempo de hacerlo sin sufrir ninguna consecuencia. Que cada uno se marche a su casa y olvidaremos todo esto... Pero parad, deteneos.

Sam compungido, no sabía qué más hacer. No dudaría en detener a aquel grupo si sus palabras no causaban efecto alguno sobre ellos y continuaban con sus actos criminales, pero en el fondo de su corazón seguía creyendo en los demás, y esperaba, esperanzado en que escucharan sus palabras. Por otra parte, los guardias también estaban pasando por una mal momento, intentando detener a aquel hombre gigantesco, casi imparable. Sin embargo, los guardias eran hombres entrenados, diestros en combate, y Sam supo que a quiénes tenía que ayudar era a aquellos que no podían defenderse.

Redimíos, arrepentíos de vuestros actos, y dejad atrás una vida de maldad y violencia —insistió—. Estas pobres personas no merecen morir por un sinsentido, y vosotros tampoco tenéis por qué mancharos las manos con su sangre. Todavía podéis usar vuestras dotes para el buen, para ayudar y proteger al débil y promover la justicia a favor del bien común.

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Keiran T. Farraige
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Dom 24 Ene 2021 - 18:56}

Su mirada se iluminó con el reflejo de las llamas, esas que ahora se dedicaban a consumir la carne de los hombres que habían osado ponerse en su camino. ¿Qué esperaban? Nadie, absolutamente nadie se interponía en el camino de Keiran Farraige y vivía para contarlo, algo que se aseguraría de dejar bien claro. Lothric yacía muerto, mientras que cuatro de los seis soldados que intentaban mantenerlos encerrados estaban fuera de combate. Tan solo aquellos que se encontraban en los extremos del muro de lanzas habían sido capaces de reaccionar a tiempo para evadir sus llamas; habría que ponerle remedio a eso. Desgraciadamente —por decirlo de alguna forma— al caballero resurgido no parecían agradarle en exceso las altas temperaturas, algo que dejó claro tras ponerse como un histérico y salir corriendo como alma que lleva el diablo, alejándose del grupo. Por suerte, en su camino se dejó llevar por el miedo y le desencajó el brazo a uno de los guardias.

—¿Debería disculparme? —cuestionó en voz baja, más para sí mismo que otra cosa, aunque sonreír de aquella forma mientras lo decía le restaba cierta credibilidad a sus supuestos remordimientos.

Como no podía ser de otro modo fue el primero en salir, intentando aprovechar el caos y la sorpresa que habían generado para agarrar el cuello del hombre que aún se encontraba intacto. Estaba muy cerca de él, así que esperaba que aquella lanza no le fuera de mucha utilidad. Si lo lograba, tiraría de él con su descomunal fuerza y trataría de lanzarlo en la dirección opuesta con la intención de que se estrellara contra su compañero. ¿Qué decir? Eran como juguetes para él.

Las palabras de Anna llegaron a sus oídos, lo que logró que el pelirrojo centrara su atención en la cría por un instante. La miró desde arriba, tan alto como era.

—Nos ha salido avispada —comentó con burla, ensanchando aún más esa sonrisa que llevaba—. ¿Y a qué estás esperando, chiquilla? Quitádselo todo. ¡Vamos! —Rugió, mirando al resto del grupo ahora—. Llevaos cuanto os sea útil.

Tras esto volvió a girarse, encabezando la marcha hasta acercarse a aquellos que aún se retorcían de dolor en el suelo, vivos. Parecían luchar con las pocas fuerzas que les quedaban para mantenerse en este mundo. Suena encomiable, pero en los planes de Keiran no entraba dejar supervivientes. «Y si siguen con vida, arrebatádsela también», se dijo, justo antes de que su pie impactara con contundencia contra el torso de uno de ellos, buscando lanzarlo por los aires. Al otro se limitó a ponerle su bota en el cuello, presionando cada vez más y más hasta sentir cómo la vida escapaba de su cuerpo. Mantendría la mirada clavada en la del soldado hasta su último suspiro.

Hecho esto analizó la situación de un rápido vistazo. Podían utilizar el extraño equipamiento de los hombres de Anthony para abrirse paso hasta la armería, aunque no estaba seguro de si habría para todos. No era su problema, ya que no pretendía poner sus manos sobre aquellas armas; no tenía la necesidad. Tal vez hacerlo fuera lo más sensato pero, ¿desperdiciar la oportunidad de matar con sus propias manos? No es que necesitase una excusa para dar rienda suelta a su agresividad y, aun así, sentía la necesidad de tenerla. Una ocasión idónea para propagar el miedo dentro de aquellos muros: recordarían que, incluso sin sus armas, los Ravenous Hounds aún contaban con colmillos.
Esperaría entonces a que el resto se preparara antes de continuar su camino, prestando especial atención a ver si Anna se armaba también. Sentía... curiosidad. Fue apenas por un instante, pero la mocosa había mostrado cierto instinto entre toda esa actitud cauta y temerosa. Quería ver hasta dónde llegaría y, si de verse en la necesidad, estaría dispuesta a segar una vida.

—El grandullón servirá de distracción —le dijo a su segunda—, pero dudo que tarden en enviar más gente. Aprovechemos mientras podamos.

Seguir a Cassandra hasta la armería sería el siguiente paso y, una vez volvieran a empuñar sus armas, podrían salir al encuentro con Napolean y comenzar a moverse. No sabía si les llevaría un día, dos, una semana o un mes, pero no se marcharía de allí sin la cabeza de ese desgraciado. Lo mataría, aunque para ello tuviera que reducir Astelia y toda Hallstat a cenizas.

Resumen:


Última edición por Keiran T. Farraige el Lun 25 Ene 2021 - 10:34, editado 1 vez
Helga Eiríksdóttir
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 25 Ene 2021 - 2:45}

-Oh, parece que nos vamos a divertir, Shiro - Dije mientras observaba como un extraño pero atractivo muchacho cargaba contra los guardias que custodiaban el patíbulo.

Estaba montando una buena escena, se había caído del caballo y había comenzado a liarse a golpes. Aquello podría ser entretenido, pensaba que solo era un simple rebelde de la ciudad que estaba descontento con el gobierno. Pero no. Cuando uno de los guardias gritó que era uno los personajes de los cárteles, hizo que mis labios dibujaran una sonrisa amplia. Y mirando a Shiro con una mirada traviesa, no hacía falta que le dijera que iba a hacer. Ni siquiera el guardia que nos pedía a gritos que ayudáramos. Pero también me daba curiosidad que capaz era el chico. No parecía ser tan fuerte como para entrar él sólo en el castillo, o eso me parecía.

Con un chasquido, formé un puño de oro sólido del tamaño de mi cabeza  en el aire no sin antes acercarme lo suficiente a la plataforma de ejecución. Uno de los guardias estaba intentando parar al muchacho. No me importaba si resultaba herido de por medio. Con un gesto de la mano, lancé el puño de oro al chico esperando ver que pasaba. Realmente no quería ir en serio, no me gustaba ir por gente menos fuerte que yo.  Pero, quien sabe? A lo mejor tenía algo en la manga y me sorprendía. Si no resultaba una sorpresa, le dejaría ir y me iría a por mi objetivo original.

-¡Cuidado, puño va! - Grité para avisar con tiempo, no me gustaba atacar por la espalda.

Resumen:
Tomoe Asai-Asakura
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 25 Ene 2021 - 16:11}

Ahora salía a flote una de las debilidades de Tomoe. Su mayor fuerza era la física, siendo el rastreo uno de sus puntos débiles. Esto significaba que era particularmente vulnerable a ataques por sorpresa. Era consciente de esto, pero aún no había tenido tiempo para entrenar y cubrir esa debilidad.

Se detuvo durante un segundo. No pudo ver lo que iba a pasar como cuando despertó su Observación pero sí sintió la llamada de aviso. Un escalofrío recorrió su espalda, un latigazo, una señal. Haciendo caso a su instinto se giró y apartó al mismo tiempo con un pequeño juego de pies. ¿Iba a agarrarla del pelo? Tsk, la habían pillado en un pasillo... antes de poder usar sus odachis tendría que hacer espacio con su katana.

Me ha mandado alguien, sí —agarró su katana más ordinaria, la que sí podría manejar más o menos bien en un espacio como ese y que estaba en su cintura. La mano con la que había intentado agarrarla estaba desnuda, mientras que la otra llevaba un guante que... bueno, no duró mucho en su mano.

Sentía que estaba cerca de lograr algo. Aquel escalofrío era la señal de que, aunque de forma bastante débil, su Voluntad estaba ganando poder. Aún no podía hacer predicciones con sus sentidos como durante su cautiverio pero... intentó sentir sus intenciones. En aquel navío, rodeada de esclavos, su mantra terminó de despertar con melodías de los corazones de los demás. Concentró de nuevo sus sentidos y su voluntad en aquella mujer, esperando que, ahora que la tenía cerca, fuera más sencillo para su alma detectar sus intenciones.

Algo como un destello borroso apareció en su cabeza, no fue una visión si no un presentimiento muy breve, tan breve que podía confundirse con una simple suposición táctica, ¿acaso iba a intentar atacar por donde no era tan fácil atacarla? ¿por su derecha? Ir a su "punto ciego" era una buena decisión, pero ahora podría preparar un contraataque. Por suerte para Tomoe, aunque no fuera capaz de usar por ahora sus mejores movimientos sí que podía usar algo: podía usar su entorno a su favor.

En lugar de atacar de forma vertical para cortarle la mano -algo que ya haría en cuanto pudiera-, decidió hacer algo con esas paredes. Utilizó su agilidad y destreza propias para reposicionarse. Manteniendo el agarre firme en su katana, Tomoe buscó deslizarse por su propia izquierda para evitar el toque de aquella mujer. No sabía qué podía hacer pero no iba a dejar que le tocase un pelo si dependía de ella.

Se giraría para encararla y entonces fue cuando atacó.

No soy una niña, ¡soy una revolucionaria!, ¡Hangetsu! —exclamó. Desenvainó su espada con todas sus fuerzas mientras agarraba la saya con la mano izquierda. Así, descargó un corte horizonta, amplio, de unos ciento diez grados. Junto con ese corte dispararía, además, una proyección de su corte que viajaría al menos diez metros sin perder nada de potencia. Si acertaba bien, y si no... serían las paredes quienes sufrirían el daño. Si eso ocurría tendría más espacio, momento en el que entraría en juego sus odachis.

resumen:
Cassandra Pendragon
Desconocido
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 25 Ene 2021 - 18:13}

Cassandra Pendragon era sin duda una persona dramática. Ejemplo claro de ello había sido su comportamiento en la celda, así como sus incitaciones para que el capitán pirata crease un caos digno de la atención que ella creía merecer. Pero la anteriormente conocida como princesa de Mercia no se comportaba con el dramatismo que la caracterizaba sencillamente por haber sido malcriada.
De hecho, había recibido una educación especialmente estricta y escasamente compasiva, para moldearla en la monarca perfecta, capaz de mantener la compostura ante cualquier situación que se presente, de pensar fríamente en todo momento, de tener siempre un plan de acción a mano y de saber dirigir una nación con objetividad, sin caer en la compasión excesiva hacia los ciudadanos e intentando mantener un equilibrio entre éxito económico y calidad de vida regional. Si bien la noble había desarrollado en consecuencia un exceso de autoconfianza y autoestima que se convertía en puro narcisismo y complejo de superioridad, la joven sabía comportarse de manera envidiablemente correcta y diplomática cuando la situación lo requería.
En resumen, Cassandra no se comportaba con aquellos alardes de superioridad y arranques de dramatismo que rozaba una sobreactuación teatral que avergonzaría al más amateur de los actores profesionales por ser una niñata caprichosa. Lo hacía porque le encantaba el drama. No había nada que la divirtiera más que ser dramática, excepto quizá revisitar sus recuerdos de momentos más dramáticos y crear su propio top 10, lo que la llevaba a caer en el drama gratuito cuando la situación no requería un mínimo de decoro.

Y, por eso, estaba entusiasmada con lo que acontecía a su alrededor. Los soldados cayendo de bruces al suelo, derrotados, la sangre derramándose por sus armaduras y manchando el suelo, el olor a quemado que había dejado la llamarada de Keiran en el aire, los cadáveres calcinados, los moribundos peleando desesperadamente por sus estúpidas e insignificantes vidas... Había tanto drama comprimido en aquella escena particular que Cassandra casi podía tocarlo con sus dedos.
Aquel era el motivo por el que no se había arrepentido de seguir al pelirrojo, y también el motivo por el que no parecía tener intención de tomar la iniciativa al respecto de su plan de acción, limitándose a dejarse llevar por el caos que creaba su compañero con cada paso y disfrutar como una espectadora del drama que lo seguía.

Después de todo, no le interesaba personalmente conquistar aquella isla perdida del mundo, en uno de los mares cardinales, con aquella gente desorganizada que se peleaba por obtener el trono como perros hambrientos que pelean por un hueso, sin meditación, sin planificación aparente, sin una estrategia decente. Así que Hallstat podía ser sencillamente el parque de juegos de los Ravenous Hounds, donde dar rienda suelta a su energía caótica, experimentar y comprobar de lo que eran capaces.

La niña le tiró de la manga del abrigo entonces, mientras se impregnaba del drama y el caos de la situación, distrayéndola de su diversión y haciéndole dirigir su mirada escarlata hacia ella, de nuevo ofendida por semejante invasión de su espacio personal sin permiso, y preguntándose por un segundo si su abrigo manchado y lleno de polvo tendría salvación o era mejor comprar uno nuevo.

—Por supuesto —accedió—. Quizá incluso haya algo interesante que podamos utilizar. Ese brillo extraño de las armaduras me ha llamado la atención. Quizá las armas también estén recubiertas por una película similar —apuntó. Ella, por su parte, se negaba en rotundo a tocar algo que había sido previamente utilizado por aquella gente. A saber cuándo se habían lavado las manos por última vez. Los plebeyos no son conocidos por su extrema higiene personal, precisamente.

A continuación, dio un par de pasos más hacia el exterior del calabozo y se encargó personalmente de ensartar su espada en los cuellos expuestos de los soldados que Keiran había decidido patear, para asegurarse de que estaban bien muertos.

—Es una pena que el soldado planta se haya ido en la dirección equivocada. Podríamos habérnoslo llevado al barco para investigar las extrañas propiedades de esos vegetales... —se lamentó entonces, acercándose al ladronzuelo—. Oh, ¿en serio? ¿Tu plan no consiste en arrasar con tu fuego a todos los soldados de la isla y todo aquel que se te ponga por delante? Curioso —aprovechó para atacar, con marcado sarcasmo en la voz—. Si queréis armas, seguidme —añadió a continuación, en un tono de voz más alto para ser oída por todos los presentes.

Ahora sí, echaría a caminar la primera, liderando al grupo hacia la armería con paso ligero, mientras maquinaba en cómo se divertiría con los idiotas que habían decidido poner sus asquerosas manos de plebeyos sobre sus queridas espadas, y agudizaba sus sentidos para poder escuchar los pasos de los soldados en caso de que se acercasen a ellos.

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Napolean
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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {Lun 25 Ene 2021 - 18:54}

«Très bien», pensó con orgullo Alexander al ver como algunos de los guardias eran apresados y aplastados por su red, pese a que el retroceso del cañón le hiciera retroceder varios metros en una posición poco ortodoxa. Sin embargo, aquello aún no había terminado. Uno de los dos guardias que aún quedaban para hacerle frente, haciendo gala de un valor y una gallardía digna de admirar, se abalanzó sobre él, por su retaguardia.

Napo trató de apartar la pierna, pero no pudo hacerlo con total rapidez. La lanza se clavó en la parte alta de su gemelo izuquierdo, haciéndole sentir un dolor punzante que le hizo sangrar un instante de cauterizarla por congelamiento. Sintió como el frío le recorría la pierna, llegando hasta a sentir un escalofrío cubriéndole por la espalda. Sin embargo, pese a eso, giró noventa grados hasta tener al humano frente a él.

Su cuerpo se envolvió de una extraña energía de color blanquecino, casi transparente, que parpadeaba y hacía mover sus cabellos, que se concentró en su mano derecha. Sonrió a su oponente de manera enfadada, echó su brazo hacia atrás y descargó toda su fuerza en él para golpear al soldado con fuerza, creando una onda de choque de un ancho de veinte centímetros y una extensión de hasta tres metros. ¿Su intención? Dejar inconsciente a aquel sujeto.

« Puissance de chevalier», pensó.

Tras eso, avanzaría hacia el soldado siguiente, desenfundado con su zurda un revolver, y sujetando con el rifle en la mano a modo de garrote con su diestra, y le golpearía en la cabeza, para luego dispararle en la cabeza y acabar con su vida.

De conseguirlo, caminaría raudo hacia la plaza.

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[Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] - Página 2 Empty Re: [Capítulo] Una estrella rutilante [Hallstat] {}

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