Roland von Klauswitz
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La lucha comenzaba a pasar factura a sus hombres. Poco a poco, los marines, al menos los que no les atacaban, iban cayendo uno tras otro. Sus efectivos comenzaban a verse superados por el creciente número de enemigos y por su increíble resistencia y su nula piedad para con los heridos. Cuando quiso darse cuenta apenas resistían ya la embestida de sus siniestros adversarios. Por alguna razón que desconocía, aquellos seres no se detenían por heridas que matarían a cualquier hombre y seguían luchando como si nada. Kodama decidió que lo mejor sería replegarse, buscar una manera de librarse de los rápidos y molestos perros y escapar del resto a través del bosque. Allí podrían cazarlos con los rifles o al menos evitar que los masacraran del todo.
Sin embargo su plan no tardó en irse al infierno, casi literalmente. Cuando se disponía a dar la orden de retirada, un potentísimo rugido amortiguó el sonido de la batalla. El entrechocar de las espadas y los gritos de los que caían se vieron apagados por el sonido salido de la garganta de aquel ser salido de la más profunda oscuridad. Al igual que muchos otros, Kodama no pudo evitar alzar la mirada al cielo para contemplar la mortífera bestia que se aproximaba hacia ellos. De repente, la criatura abrió sus fauces y expulsó una enorme llamarada verdosa que arrasó el pueblo casi en su totalidad. El hombre-árbol apenas tuvo tiempo de apartarse rodando para evitar quedar calcinado al igual que la mayoría de los combatientes.
El marine vio como el siniestro dragón sobrevolaba los restos abrasados del campo de batalla, mientras buscaba con la mirada algún superviviente en la zona en llamas. Sin embargo lo único que vio fue un hombre enorme, uno de esos gigantes de los que había oído hablar acompañado por un grupo que no llegó a identificar. Posiblemente fueran otra amenaza pero no tenía tiempo que perder con ellos, el enemigo más peligroso era el dragón y como uno de los rangos superiores allí era su deber enfrentarlo.
Kodama se ajustó su túnica ignífuga y envainó sus dos espadas. Usando sus ramas, trepó hasta el tejado del edificio más alto del pueblo y se encaró hacia donde el extraño y herido dragón era atacado por ¿otro dragón? Aquello comenzaba a volverse demasiado caótico y pensaba ponerle fin de una vez. El segundo dragón, uno más elegante y con aspecto más saludable le resultaba extrañamente familiar, tal vez lo hubiese visto en algún libro. Apartó esos pensamientos de su mente, adoptó su forma híbrida y saltó con fuerza sobre las dos criaturas. El hombre-árbol, ahora de unos diez metros de altura, generó una serie de gruesas ramas cargadas con Haki con las que agarraría al dragón. Con sus ramas, sujetaría las alas del dragón, mantendría su mandíbula cerrada, su cola inmovilizada y sus patas traseras juntas. Antes de aterrizar, giraría sobre sí mismo en el aire y usando la gran fuerza que esa forma le proporcionaba, partiría los huesos de la criatura y la lanzaría contra el extraño gigante y sus acompañantes.
-Forma híbrida + Haki armadura Nivel 2 + Lanzamiento [AIF]
Sin embargo su plan no tardó en irse al infierno, casi literalmente. Cuando se disponía a dar la orden de retirada, un potentísimo rugido amortiguó el sonido de la batalla. El entrechocar de las espadas y los gritos de los que caían se vieron apagados por el sonido salido de la garganta de aquel ser salido de la más profunda oscuridad. Al igual que muchos otros, Kodama no pudo evitar alzar la mirada al cielo para contemplar la mortífera bestia que se aproximaba hacia ellos. De repente, la criatura abrió sus fauces y expulsó una enorme llamarada verdosa que arrasó el pueblo casi en su totalidad. El hombre-árbol apenas tuvo tiempo de apartarse rodando para evitar quedar calcinado al igual que la mayoría de los combatientes.
El marine vio como el siniestro dragón sobrevolaba los restos abrasados del campo de batalla, mientras buscaba con la mirada algún superviviente en la zona en llamas. Sin embargo lo único que vio fue un hombre enorme, uno de esos gigantes de los que había oído hablar acompañado por un grupo que no llegó a identificar. Posiblemente fueran otra amenaza pero no tenía tiempo que perder con ellos, el enemigo más peligroso era el dragón y como uno de los rangos superiores allí era su deber enfrentarlo.
Kodama se ajustó su túnica ignífuga y envainó sus dos espadas. Usando sus ramas, trepó hasta el tejado del edificio más alto del pueblo y se encaró hacia donde el extraño y herido dragón era atacado por ¿otro dragón? Aquello comenzaba a volverse demasiado caótico y pensaba ponerle fin de una vez. El segundo dragón, uno más elegante y con aspecto más saludable le resultaba extrañamente familiar, tal vez lo hubiese visto en algún libro. Apartó esos pensamientos de su mente, adoptó su forma híbrida y saltó con fuerza sobre las dos criaturas. El hombre-árbol, ahora de unos diez metros de altura, generó una serie de gruesas ramas cargadas con Haki con las que agarraría al dragón. Con sus ramas, sujetaría las alas del dragón, mantendría su mandíbula cerrada, su cola inmovilizada y sus patas traseras juntas. Antes de aterrizar, giraría sobre sí mismo en el aire y usando la gran fuerza que esa forma le proporcionaba, partiría los huesos de la criatura y la lanzaría contra el extraño gigante y sus acompañantes.
-Forma híbrida + Haki armadura Nivel 2 + Lanzamiento [AIF]
- Acciones:
- Esquivar la llamarada, subir al edificio más alto y saltar sobre el dragón zombie para agarrarlo con las ramas de su forma híbrida y lanzarlo contra el gigante y su grupo (que si no me equivoco serán los Shirokami)
PD: El ataque con nomenclatura va dirigido al dragón
Rainbow662
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La mujer de rosa les ofreció un té como si nada, ignorando las extrañas pintas de los piratas plantados frente a su casa y del otro tipo que se había ido tal y como había venido. Los últimos minutos habían sido un tanto raros. Primero un inmenso rugido atrajó su atención hacia el cielo y Arribor llegó a ver una extraña figura alada que descendía en picado sobre la isla, probablemente la criatura que había provocado ese estruendo. Después, la dueña de la casa salió a recibirles como si se encontrase gente pateando su puerta todos los días y por último, otro desconocido salió del bosque para luego irse tras intercambiar unas breves palabras con Rose. El pirata estaba un tanto desconcertado, no tenía muy claro que era lo más raro en esa isla. Extraños sonidos llegaban de todas direcciones, como si una gran batalla se hubiese extendido por toda la isla y su interés por cazar al ser que acababa de rugir iba en aumento. Sin embargo, en cuanto la mujer pronunció la palabra "tesoro", su atención se dirigió hacia ella.
Al contrario que Rose, quien se quedó en la puerta cortésmente, Arribor entró como si fuese su casa, se sentó en un sillón y aceptó con gusto la bebida caliente que les ofrecían. -Vaya, está bueno. -dijo el luchador acomodándose en su asiento. Una persona normal sospecharía al instante de aquella invitación, pero el caso de Arribor era un tanto peculiar. De hecho ni siquiera se había dado cuenta del joven que les acompañaba desde hacía un rato. Durante el camino lo había visto pero su limitada capacidad de atención le impidió procesarlo a un ritmo normal.
El pirata se acabó el té y engulló la mitad de las pastas como el pésimo invitado que siempre había sido. Después, sin ningún tipo de educación, se dirigió a su anfitriona. -¿Y tú quién diablos eres? ¿Vives aquí rodeada por esos fantasmas y ruidos raros? -Sin preocuparse siquiera de la respuesta, se levantó y empezó a cotillear por la estancia. -¿Dónde está el baño? -De nuevo no esperó la respuesta sino que decidió echar un vistazo a la casa por su cuenta. Por suerte tenía buen oído así que igualmente podría oír lo que decían allí mientras buscaba pistas sobre el tesoro en el resto de la casa.
Al contrario que Rose, quien se quedó en la puerta cortésmente, Arribor entró como si fuese su casa, se sentó en un sillón y aceptó con gusto la bebida caliente que les ofrecían. -Vaya, está bueno. -dijo el luchador acomodándose en su asiento. Una persona normal sospecharía al instante de aquella invitación, pero el caso de Arribor era un tanto peculiar. De hecho ni siquiera se había dado cuenta del joven que les acompañaba desde hacía un rato. Durante el camino lo había visto pero su limitada capacidad de atención le impidió procesarlo a un ritmo normal.
El pirata se acabó el té y engulló la mitad de las pastas como el pésimo invitado que siempre había sido. Después, sin ningún tipo de educación, se dirigió a su anfitriona. -¿Y tú quién diablos eres? ¿Vives aquí rodeada por esos fantasmas y ruidos raros? -Sin preocuparse siquiera de la respuesta, se levantó y empezó a cotillear por la estancia. -¿Dónde está el baño? -De nuevo no esperó la respuesta sino que decidió echar un vistazo a la casa por su cuenta. Por suerte tenía buen oído así que igualmente podría oír lo que decían allí mientras buscaba pistas sobre el tesoro en el resto de la casa.
- Acciones:
- Entrar en la casa como si fuese suya. Preguntarle a la mujer su nombre y levantarse para cotillear el resto de la casa. Gracias a su oído de espía puede oír lo que se diga en el salón igualmente.
Sawn
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Cada segundo que pasaba en aquella isla se convertía en dudas y más dudas sobre lo que pasaba allí. Podía entender ligeramente porque la marina quería nuestra ayuda. Por nuestro camino nos encontramos en el bosque un grupo de seres extraños con forma humanoide que no tenían pinta de ayudarnos en nada. Al principio pude ver solo uno enfrente mía, pero finalmente a mi y a dos compañeros cazadores no rodearon completamente. Sin pensar mucho creé cantidades decentes de hierro en forma de palos de hierro resistentes para que esos seres estuviesen atrapados y seguir nosotros nuestro camino.
Mientras seguía creando, de repente noté un mordisco en el brazo derecho, en el mismo brazo que utilizaba la espada. Notaba un dolor medianamente aguantable, pero no podría utilizar la espada un buen tiempo. Cuando noté el mordisco, de forma accidentalmente, por así decirlo, me giré bruscamente activando el haki armadura en todo el brazo y le metí un golpe que lo mandé hacia atrás, pero eso no fue lo único, me sentía mareado y del movimiento me caí al suelo.
Intenté incorporarme, pero el mareo no se me iba y al intentarlo, volví a caerme. -Mierda, tengo que levantarme- Finalmente me levanté, y tras aquello pude ver a los seres atacando a mis compañeros. Primeramente fui a por uno de los dos seres que iban a atacar a mi compañera, simplemente cogí uno de los barrotes de las supuestas jaulas y se la lancé a uno de los seres, el que estaba a más distancia de Iku.
Mientras seguía creando, de repente noté un mordisco en el brazo derecho, en el mismo brazo que utilizaba la espada. Notaba un dolor medianamente aguantable, pero no podría utilizar la espada un buen tiempo. Cuando noté el mordisco, de forma accidentalmente, por así decirlo, me giré bruscamente activando el haki armadura en todo el brazo y le metí un golpe que lo mandé hacia atrás, pero eso no fue lo único, me sentía mareado y del movimiento me caí al suelo.
Intenté incorporarme, pero el mareo no se me iba y al intentarlo, volví a caerme. -Mierda, tengo que levantarme- Finalmente me levanté, y tras aquello pude ver a los seres atacando a mis compañeros. Primeramente fui a por uno de los dos seres que iban a atacar a mi compañera, simplemente cogí uno de los barrotes de las supuestas jaulas y se la lancé a uno de los seres, el que estaba a más distancia de Iku.
- Accciones:
- Simplemente tras morderme el ser, me caigo al suelo, me incorporo, veo a los seres atacar a mis compañeros, y como Tyron hace su acción, ayudo a Iku atacando al ser que está a más distancia de ella lanzando al ser un barrote creado antes para las jaulas
Rylanor
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Corría por el bosque a gran velocidad, cuando a lo lejos empecé a ver a lo lejos una aldea, atacada por un gran dragón esquelético. "¡¡Oh!! ¡Que guay! ¡Quiero montarme en ese dragón!" Pensaba mientras me acercaba hacia allí, con el Vicealmirante a mi espalda. Unos marines se acercaban a mi posición, mientras que veía a un lado del poblado, un gigante y alguien en llamas, que parecía ser Kogáto. "Maldito asesino... Te machacaré."
De repente, los marines que se acercaban a mi posición se pararon de golpe, mirándome sorprendidos y cortándome el paso. Uno de ellos, que parecía más fuerte que los otros, saca una pistola y me apunta con ella, mientras me pregunta sobre el Vicealmirante muerto a mi espalda. Saqué con velocidad el medallón que me ofreció el Vicealmirante y se lo enseñé al que me apuntaba.
- Esto me lo dio él, es una historia larga. Nos atacó un hombre caballo gigante fantasmal y el Vicealmirante me salvó la vida. Me dijo que os dijera que debíais reunir a toda la gente, todo a sido una trampa para atraernos aquí. También necesito encontrar a su hermana, Azuka, necesito decirle unas palabras... Si traigo el cuerpo a cuestas, es por que se merece un entierro digno. - Explicaba a los marines mientras tenía tendido el medallón.
Esperaba que me creyesen, necesitaba informar a todo el mundo de la trampa, para que esto no se convirtiese en una masacre. Desaté al vicealmirante y lo posé en el suelo lentamente y activé mi haki de observación. No podía fiarme de esos marines, tal vez no me creyesen, así que me acerqué a ellos y le ofrecí el medallón.
- Juro que todo lo que digo es verdad. Por cierto, al Hombre caballo solo se le puede tocar con Kairoseki, no puedes hacerle daño con nada más.
De repente, los marines que se acercaban a mi posición se pararon de golpe, mirándome sorprendidos y cortándome el paso. Uno de ellos, que parecía más fuerte que los otros, saca una pistola y me apunta con ella, mientras me pregunta sobre el Vicealmirante muerto a mi espalda. Saqué con velocidad el medallón que me ofreció el Vicealmirante y se lo enseñé al que me apuntaba.
- Esto me lo dio él, es una historia larga. Nos atacó un hombre caballo gigante fantasmal y el Vicealmirante me salvó la vida. Me dijo que os dijera que debíais reunir a toda la gente, todo a sido una trampa para atraernos aquí. También necesito encontrar a su hermana, Azuka, necesito decirle unas palabras... Si traigo el cuerpo a cuestas, es por que se merece un entierro digno. - Explicaba a los marines mientras tenía tendido el medallón.
Esperaba que me creyesen, necesitaba informar a todo el mundo de la trampa, para que esto no se convirtiese en una masacre. Desaté al vicealmirante y lo posé en el suelo lentamente y activé mi haki de observación. No podía fiarme de esos marines, tal vez no me creyesen, así que me acerqué a ellos y le ofrecí el medallón.
- Juro que todo lo que digo es verdad. Por cierto, al Hombre caballo solo se le puede tocar con Kairoseki, no puedes hacerle daño con nada más.
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Estábamos caminando despacio por el camino hacia el pueblo, lo más natural habría sido ir deprisa, y no es que no quisiera hacerlo, pero mi orden era clara, ir a paso normal y atendiendo a todo a nuestro alrededor, demasiados peligros había en esa isla como para ir deprisa de un lado para otro. Sin haber llegado a ver todavía nada extraordinario, la isla no estaba precisamente en silencio, se escuchaban gritos, grandes movimientos o puede que explosiones, y nada de esto era algo normal en una isla, aquí había algo gordo.
Nada más llegar al pueblo todo lo que vi era una batalla curiosa, marines atacando a marines, perros con armaduras atacando, y algunos que otros revolucionarios que atacaban a marines, lo cual no sería raro de no ser por el aspecto físico de estos, similar al de los marines que atacaban a los marines. No sabía que estaba ocurriendo, pero era notorio incluso para un tipo que no estudiase medicina, que varios de ellos estaban muy diferentes a lo que viene a ser una persona normal.
Analizando brevemente a las personas que agredían pude ver que tenían algo en su cuerpo que les hacía moverse de tal manera y atacando sin mirar a aliados o enemigos, ¿Tendrían cura? La respuesta era evidente viendo sus ojos desde lejos y haciendo una pequeña inspección al interior de sus cuerpos.
- Están muertos, pero aún siguen en nuestro reinado de vivos... si no tenéis cuidado acabareis mal, o puede que igual que ellos. - Les dije a los míos preparándome para ayudar a los marines. Independientemente de los ideales sus vidas eran vidas al fin y al cabo, y no merecían morir en vano.- Por cierto, bajo ningún concepto dejéis que su sangre entre en contacto con la vuestra si no está fuera de vuestro cuerpo, ningún tipo de fluidos para ser más precavidos… no se cual podría ser la forma de contagio, ¿Quién sabe si no es por el simple oxigeno y ya estamos contaminados?
Sin embargo para suerte de los marines, ellos solos se pudieron encargar de todos y no tuve que actuar, motivo por el cual quizás ahora tenía una pelea frente a mí contra ese gran grupo de soldados.
- Buenos días marines, bienvenidos a la isla donde vuestras peores pesadillas se hacen realidad... – Dije riéndome con los brazos extendidos disfrutando de sus reacciones- Sabéis quien soy y que ninguno tiene posibilidad de vencerme, así que os presentare las tres opciones que tenemos, la primera es colaborar por salir con vida todos de este infierno, la segunda pelear entre nosotros, en cuyo caso os matare a todos, y la tercera es cargarnos a todos esos tipos... no sé si lo sabéis, pero por cómo funcionan sus cuerpos, están muertos, un virus o parásito tomó el control de sus cuerpos y atacaran a cualquier ser vivo sea amigo o aliado... ahora solo son bestias... ¿Qué me decís? Yo elegiría la tercera, pero es evidente que mucho de ustedes correrían peligro de morir aquí de elegir esa opción, por lo que pensarlo bien... y tenerlo en cuenta, un fallo aquí, y moriréis.
Nada más acabar mis palabras Kogáto se puso frente a mi en una forma híbrida si mi memoria no fallaba, una forma bastante llamativa e imponente, en la que de su cuerpo sale fuego y humo, y para colmo me había rugido estando a tan escasa distancia. Le miré fijamente y sonriendo de lado golpee su estomago para hacer que se inclinase sin llegar a dañarle seriamente.
- No vuelvas a hacer eso... es molesto. Ahora, vuelve a la forma humana, así no podemos sanar mejor tus heridas amigo. – Le dije guiñándole un ojo para que entendiese que no estaba de malas a pesar del pequeño golpe.
Este volvió a su forma humana y sin espera a que le empezásemos a sanar dio un detallado informa de todo lo que sucedía. Nada más terminar se sentó en una roca y comenzó a descansar. Uracha se acercó a él y sonriendo envié una capa de alcohol para desinfectar todas sus heridas sabiendo que le iba a escocer.
- ¿Dónde está Krauser? Es un amigo, no quiero que muera y me gustaría verle aunque sea de lejos, ¿En qué dirección está?- Iba a continuar preguntando cuando observé a los cielos un dragón bastante peculiar.
- Es Vice-almirante... podrá aguantar un poquito si me dedico a jugar con ese bichillo... - Pensé sonriente mirando.- Si lo sabes dímelo en unos momentos, volveré rápido.
- Uracha, cuida a Kogáto, y del resto. Volveré en un ratito si no os importa, pero es que ya sabeis... jejeje, me encanta pelear contra bichos grandes y matarlos.
Acto seguido comencé a correr para inmediatamente sacar a Simurgh de mi brazalete y montar en su lomo comenzando a volar hacia el dragón especial, para que una vez que estuviese cerca pudiese contemplar a otro dragón atacándole.
- Anda, ¡¡PERO SI ES MI LAGARTITA!! ¿Te quieres llevar tú toda la atención?- Le grité divertido nada mas reconocerle ahí mismo.
Rodee el cielo sobre donde estaban observando que hacían y pude contemplar como un… ¿Un árbol? Si, eso parecía, atacaba también al dragón desconocido junto a mi lagartija favorita. El dragón había respondido con un ataque algo fiero antes, y pude apreciar que era bastante fuerte, una de mis piezas favoritas entonces. El dragón parecía removerse y se encaró frente a un tercer tipo que no había visto, algo me decía que se iba a tragar un ataque por qué no paraba de correr en lugar de defenderse, y en esta isla por una extraña razón había decidido salvar a cuantos pudiese… a decir verdad el relato de aquel hombre me había llegado, y pronto dejaría de vivir aventura con mis compañeros, así que me ponía en el lugar de los compañeros de otros y me vi obligado a salvarlo.
Volé en picado con Simurgh para finalmente dar un toque en su lomo y hacer que se guardase en el brazalete de mi brazo al tiempo que lanzaba una onda de alcohol potente y rápida más que otra cosa para desviar la bola aunque el alcohol solo sirviese para incendiarla más.
- Cuidado grandullón, un poco mas y acabas achicharrado.
Acto seguido salté en la copa de un árbol en dirección al majestuoso y extraño dragón pudiendo ver como Dexter iba a una velocidad increíble que apenas lograba observar con su ojo cyborg, y el árbol creó una especie de bola gigantesca negra lanzada hacia la cabeza del dragón, lo cual me desanimó bastante.
- Es posible que haya llegado tarde… - Pensé desanimado cuando el dragón abrió la boca por el dolor del golpe y sonreí al tiempo que desenvainaba a Kösen.
Lancé una onda cortante roja de gran poder destructivo hacia el interior de la boca acto seguido para que su garganta se partiese aunque fuese solo en un corte interno dentro de su cuerpo, un ataque simple que juntado a lo que ya habían hecho los otros confirmaba la posible muerte del dragón en ese instante, sintiéndome desanimado por haber sido el que menos había golpeado de los tres. [A.F-Haki]
- Mierda… el siguiente dragón que aparezca es solo mío… ¡¡¿¿TE ENTERAS DEXTER??!! ¡LA SIGUIENTE BESTIA ES PARA MI!- Grité en voz alto para que se enterase al tiempo que reía y observaba de reojo al árbol. - ¿Y tu quién eres tronco? – Le pregunté directamente con cierta sonrisa provocativa.
Nada más llegar al pueblo todo lo que vi era una batalla curiosa, marines atacando a marines, perros con armaduras atacando, y algunos que otros revolucionarios que atacaban a marines, lo cual no sería raro de no ser por el aspecto físico de estos, similar al de los marines que atacaban a los marines. No sabía que estaba ocurriendo, pero era notorio incluso para un tipo que no estudiase medicina, que varios de ellos estaban muy diferentes a lo que viene a ser una persona normal.
Analizando brevemente a las personas que agredían pude ver que tenían algo en su cuerpo que les hacía moverse de tal manera y atacando sin mirar a aliados o enemigos, ¿Tendrían cura? La respuesta era evidente viendo sus ojos desde lejos y haciendo una pequeña inspección al interior de sus cuerpos.
- Están muertos, pero aún siguen en nuestro reinado de vivos... si no tenéis cuidado acabareis mal, o puede que igual que ellos. - Les dije a los míos preparándome para ayudar a los marines. Independientemente de los ideales sus vidas eran vidas al fin y al cabo, y no merecían morir en vano.- Por cierto, bajo ningún concepto dejéis que su sangre entre en contacto con la vuestra si no está fuera de vuestro cuerpo, ningún tipo de fluidos para ser más precavidos… no se cual podría ser la forma de contagio, ¿Quién sabe si no es por el simple oxigeno y ya estamos contaminados?
Sin embargo para suerte de los marines, ellos solos se pudieron encargar de todos y no tuve que actuar, motivo por el cual quizás ahora tenía una pelea frente a mí contra ese gran grupo de soldados.
- Buenos días marines, bienvenidos a la isla donde vuestras peores pesadillas se hacen realidad... – Dije riéndome con los brazos extendidos disfrutando de sus reacciones- Sabéis quien soy y que ninguno tiene posibilidad de vencerme, así que os presentare las tres opciones que tenemos, la primera es colaborar por salir con vida todos de este infierno, la segunda pelear entre nosotros, en cuyo caso os matare a todos, y la tercera es cargarnos a todos esos tipos... no sé si lo sabéis, pero por cómo funcionan sus cuerpos, están muertos, un virus o parásito tomó el control de sus cuerpos y atacaran a cualquier ser vivo sea amigo o aliado... ahora solo son bestias... ¿Qué me decís? Yo elegiría la tercera, pero es evidente que mucho de ustedes correrían peligro de morir aquí de elegir esa opción, por lo que pensarlo bien... y tenerlo en cuenta, un fallo aquí, y moriréis.
Nada más acabar mis palabras Kogáto se puso frente a mi en una forma híbrida si mi memoria no fallaba, una forma bastante llamativa e imponente, en la que de su cuerpo sale fuego y humo, y para colmo me había rugido estando a tan escasa distancia. Le miré fijamente y sonriendo de lado golpee su estomago para hacer que se inclinase sin llegar a dañarle seriamente.
- No vuelvas a hacer eso... es molesto. Ahora, vuelve a la forma humana, así no podemos sanar mejor tus heridas amigo. – Le dije guiñándole un ojo para que entendiese que no estaba de malas a pesar del pequeño golpe.
Este volvió a su forma humana y sin espera a que le empezásemos a sanar dio un detallado informa de todo lo que sucedía. Nada más terminar se sentó en una roca y comenzó a descansar. Uracha se acercó a él y sonriendo envié una capa de alcohol para desinfectar todas sus heridas sabiendo que le iba a escocer.
- ¿Dónde está Krauser? Es un amigo, no quiero que muera y me gustaría verle aunque sea de lejos, ¿En qué dirección está?- Iba a continuar preguntando cuando observé a los cielos un dragón bastante peculiar.
- Es Vice-almirante... podrá aguantar un poquito si me dedico a jugar con ese bichillo... - Pensé sonriente mirando.- Si lo sabes dímelo en unos momentos, volveré rápido.
- Uracha, cuida a Kogáto, y del resto. Volveré en un ratito si no os importa, pero es que ya sabeis... jejeje, me encanta pelear contra bichos grandes y matarlos.
Acto seguido comencé a correr para inmediatamente sacar a Simurgh de mi brazalete y montar en su lomo comenzando a volar hacia el dragón especial, para que una vez que estuviese cerca pudiese contemplar a otro dragón atacándole.
- Anda, ¡¡PERO SI ES MI LAGARTITA!! ¿Te quieres llevar tú toda la atención?- Le grité divertido nada mas reconocerle ahí mismo.
Rodee el cielo sobre donde estaban observando que hacían y pude contemplar como un… ¿Un árbol? Si, eso parecía, atacaba también al dragón desconocido junto a mi lagartija favorita. El dragón había respondido con un ataque algo fiero antes, y pude apreciar que era bastante fuerte, una de mis piezas favoritas entonces. El dragón parecía removerse y se encaró frente a un tercer tipo que no había visto, algo me decía que se iba a tragar un ataque por qué no paraba de correr en lugar de defenderse, y en esta isla por una extraña razón había decidido salvar a cuantos pudiese… a decir verdad el relato de aquel hombre me había llegado, y pronto dejaría de vivir aventura con mis compañeros, así que me ponía en el lugar de los compañeros de otros y me vi obligado a salvarlo.
Volé en picado con Simurgh para finalmente dar un toque en su lomo y hacer que se guardase en el brazalete de mi brazo al tiempo que lanzaba una onda de alcohol potente y rápida más que otra cosa para desviar la bola aunque el alcohol solo sirviese para incendiarla más.
- Cuidado grandullón, un poco mas y acabas achicharrado.
Acto seguido salté en la copa de un árbol en dirección al majestuoso y extraño dragón pudiendo ver como Dexter iba a una velocidad increíble que apenas lograba observar con su ojo cyborg, y el árbol creó una especie de bola gigantesca negra lanzada hacia la cabeza del dragón, lo cual me desanimó bastante.
- Es posible que haya llegado tarde… - Pensé desanimado cuando el dragón abrió la boca por el dolor del golpe y sonreí al tiempo que desenvainaba a Kösen.
Lancé una onda cortante roja de gran poder destructivo hacia el interior de la boca acto seguido para que su garganta se partiese aunque fuese solo en un corte interno dentro de su cuerpo, un ataque simple que juntado a lo que ya habían hecho los otros confirmaba la posible muerte del dragón en ese instante, sintiéndome desanimado por haber sido el que menos había golpeado de los tres. [A.F-Haki]
- Mierda… el siguiente dragón que aparezca es solo mío… ¡¡¿¿TE ENTERAS DEXTER??!! ¡LA SIGUIENTE BESTIA ES PARA MI!- Grité en voz alto para que se enterase al tiempo que reía y observaba de reojo al árbol. - ¿Y tu quién eres tronco? – Le pregunté directamente con cierta sonrisa provocativa.
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Situación general: De repente, la luna brilla con una gran intensidad, y un rayo de luz roja apunta al castillo. De repente todas las criaturas malignas se retiran, y escucháis una especie de lamento lejano. Ahora todo está en una situación de calma aparente... un silencio sepulcral sólo roto por vuestras respiraciones y conversaciones.
NOTA: Olvidad lo que el que acompañaba a Legim era un gigante, ha sido un lapsus del narrador. Es tan sólo un tipo corpulento y grandote. Por cierto, la semana pasada retrasé la respuesta a esta porque el domingo faltabais muchísimo por postear. No es una regañina por mi parte, si no una aclaración de que haya esperado tanto.
NOTA: Olvidad lo que el que acompañaba a Legim era un gigante, ha sido un lapsus del narrador. Es tan sólo un tipo corpulento y grandote. Por cierto, la semana pasada retrasé la respuesta a esta porque el domingo faltabais muchísimo por postear. No es una regañina por mi parte, si no una aclaración de que haya esperado tanto.
- Grupo 1 - Midorima y Meneror:
- Los zombies no se ven afectados por el haki del rey, pues al fin y al cabo carecen de conciencia propia. Sin embargo, los golpes del chico de pelo verde y el mafioso van minando a los zombies, y finalmente los tornados de humo los exterminan, juntos con algunos hombres de Il Bianco aun moribundos que no lograron agarrarse a algo a tiempo. Los pocos zombies que quedan, de repente se retiran al bosque corriendo en el momento en que el rayo de luz lunar señala al castillo. Os habéis quedado vosotros dos solos junto con seis mafiosos supervivientes, cuando de repente se os acerca un hombre con un traje traje rojo con capucha destrozado y una chaqueta de oficial marine. Es muy corpulento y lleva dos guanteletes de acero. Por las insignias si estáis familiarizados con la jerarquía marine podréis reconocerlo como un Contra-almirante. Está algo herido y magullado, pero no se le ve muy tocado.
- En circunstancias normales te arrestaría, Meneror "Il Bianco", sin embargo estas no lo son. Esta operación está siendo un desastre, y si no hacemos algo, todos acabaremos muertos. Esta escoria no era difícil de eliminar, por lo que no te confíes. Sin embargo hay enemigos más duros ahí fuera... por los últimos informes incluso un Vicealmirante ha sido derrotado en combate. Vengo a hacerte a ti y a tus hombres - mira a los supervivientes y a Midorima, tomándolo por otro de los mafiosos - una propuesta. He visto que tú y ese chico verde sois diestros luchadores. Haces honra a tu recompensa, desde luego. Seguidme y ayudadme a llegar al castillo del bosque. Hay alguien a quien debemos eliminar allí si queremos detener esta locura. Negaos y os arrestaré aquí mismo. ¿Qué decís?
Parece que sólo tenéis dos opciones, o colaborar con el marine o pelear con él. ¿Qué decís?
[Si vuestra decisión es colaborar, postead ya que seguís al marine. Este se dirigirá hacia el bosque.]
- Grupo 2 - Todo cristo (los de la aldea/cercanías):
- Básicamente sois los siguientes: Dealer Foxes, Drake, todos los marines y CPs menos Pato, los Piratas de Shirokami, Asderdeker y Break Barkerville.
El dragón acaba de arrasar a la mayor parte de fuerzas del Gobierno, cuando de repente otro dragón (este de color azul) y un chico "volador" (los que hayáis estado pendientes de los carteles de "se busca" o le conozcáis sabéis que es Drake) llegan persiguiéndole. El dragón azul ruge y embiste a gran velocidad al esquelético, convirtiéndose en un humano tras eso. Parece que es un zoan. Rápidamente el capitán Kodama, el hombre-árbol de la Marina, salta sobre el dragón y trata de amarrarlo con sus ramas con poco éxito, pero lo distrae el tiempo suficiente para que el chico-dragón cargue contra él de nuevo transformándose. Este segundo dragón destroza al cuerpo del primero, y acto seguido Kodama y el capitán de los Shirokamis, Legan Legim, rematan a la bestia con un ataque inesperadamente combinado hacia su cabeza. La bestia cae echa pedazos al suelo, y el brillo verde que la iluminaba desaparece. ¿Tal vez haya sido demasiado fácil? Os fijáis en que el chico de antes (Drake) ha desaparecido... Os reunís. Ha llegado gente nueva, entre las cuales hay algunos rostros famosos. Queda poco del poblado, y los restantes perros y zombies se retiran. Os fijáis en que el hombre lobo que peleaba contra el Vicealmirante Krauser ha desaparecido junto con este, aunque escucháis un grave aullido en la lejanía. Los que estabais en el pueblo lo reconocéis como el de ese hombre lobo. De repente una figura se alza en el tejado de uno de los edificios. Es un hombre de piel oscura con ropajes negros. Los cazadores lo reconocéis como uno de los cazarrecompensas del barco del Gobierno, el viejo de las "premoniciones".
- ¡Escuchadme todos! - dice con voz grave y severa - Todos habéis caído en una trampa. Las noticias sobre un tesoro en Sunaba eran una trampa para atraer gente. Esta noche ha sido resucitado, o tal vez sea más correcto decir "despertado" un peligroso enemigo: Hades el Inmortal. Mi nombre es Brendaric, y llevo toda mi vida dedicándome a combatir a las tropas de Hades. Probablemente nadie de los que estáis aquí hayáis oído hablar de él; en los bajos fondos del Nuevo Mundo se le conoce como el "Quinto Yonkou" por el gran poder que posee. No busca la fama, tan sólo meras riquezas, y por el poder de su akuma es teóricamente inmortal. Hace siete años logré envenenar a Hades en una pelea con un veneno que lo ha mantenido sumido en un coma del que sus médicos no han sabido despertarle. Sin embargo, han encontrado la cura ¡que se hallaba en esta isla! Ahora Hades está despierto de nuevo, y nosotros somos el "tributo" que le ofrecen sus hombres como bienvenida a su despertar, porque esta isla, en esta precisa noche, reúne las condiciones perfectas que Hades querría para su despertar: riquezas que saquear, o sea, las propiedades que hayáis traído con vosotros y gente que asesinar y sumar a sus filas de tropas no muertas. ¡Mirad la luna! Ese rayo de luz que ilumina el castillo de Mapleburg es la señal inequívoca de que el Inmortal prepara su ataque definitivo para exterminarnos. Tenemos poco tiempo, y muchos obstáculos por delante. ¡Olvidad vuestras diferencias por esta noche, pues todos corremos un gran peligro! Juntaos en grupos y avancemos hacia el castillo. Probablemente ni todos juntos podamos derrotar a tiempo a su mayor guerrero, Neso, así que debemos avanzar divididos para que al menos un grupo llegue a Hades y detenga su ritual.
[Mejor que avancemos rápidos con esto, así que hablad off rol para hacer los grupos y luego rolead directamente cómo os juntáis. Eso sí, evitad el meta-rol en la medida de lo posible]
[Ahora paso a poner las narraciones individuales para quien lo requiera]- Dealer Foxes:
- Lográis llegar a la aldea, pero no os encontráis con vía libre para encontrar ninguna clase de suministros. Los pocos edificios que ya no arden, se han venido abajo. Tal vez sea mejor que os agrupéis con otra gente y hagáis caso a Brendaric.
- Drake:
- (Esto para cuando recuperes internet y te reincorpores) Legim te salva del ataque del dragón, que te había pillado por sorpresa, pero una piedra que ha salido volando por una explosión te da en la cabeza. Te caes al suelo entre unos matorrales, atontado, y te encuentras una caja de carne en salazón que alguien ha abandonado ahí. Qué buena suerte, ya puedes olvidarte de todo un rato y zampar. Al fin y al cabo ya no queda dragón que reventar.
- Sora y el señor cubo de arena:
- El sargento te responde afirmativamente, y ambos os retiráis del pueblo. Poco después el dragón es derrotado y Brendaric da su discurso. El hombre de arena se gira hacia ti y te habla.
- [i]Te prometí que podías acompañarme, así que vayamos juntos. ¿Qué me dices?
- Etsu:
- Logras matar al perro, y te vendas la herida. Te escuece a horrores, pero al menos el vendado funciona. Te acercas hacia los Shirokami tras refugiarte en el pozo, y ves que más gente se está congregando en la zona, principalmente los marines supervivientes y gente sin uniformes. Reconoces a algunos tipos con recompensa, pero el discurso de Brendaric da a entender que tal vez no sea el mejor momento para pelear.
- Krauser:
- (Esto para cuando recuperes internet)El lobo te bloquea la mayor parte de tu ataque con facilidad, y acto seguido te tumba de una embestida. Está alzando su espada para rematarte, cuando de repente se detiene y se da la vuelta hacia el bosque, seguido de los perros y los zombies. Escuchas alboroto en la aldea.
- Asderdeker:
- Los marines cesan su actitud hostil al ver el medallón, y te contemplan con desasosiego y tristeza. La muerte de su líder parece haber hundido su moral. De repente el "jefe" del grupito dice:
- Nos encargaremos de darle un entierro digno cuando acabe esto, pero... ¿qué es eso de que el Vicealmirante tenía una hermana? No sabía nada de eso... lo siento, pero creo que no tengo manera de ayudarte con ello, y créeme que de buen grado te diría algo si lo supiera. Cumplir la última voluntad de este hombre... - lo mira con lágrimas en los ojos y se calla - Si me entero de algo de alguna "Azuka", te lo diré. Tan sólo dime alguna manera de localizarte.
De repente el dragón cae derrotado, entre los gritos de aclamación y victoria de los marines supervivientes. El grupo que estaba contigo se acerca corriendo a ver qué está pasando. Desde tu posición alcanzas a escuchar el discurso de Brendaric, pero posiblemente quieras acercarte.
- Break:
- Es una pena, no has llegado a tiempo para matar al dragón, pero tal vez no hayas perdido tu oportunidad de decapitar cosas. Parece que se va a montar un buen jaleo y se van a sortear tortas, ¿te apuntas?
- Drako:
- Abandonas la casa y te diriges de nuevo al pueblo. Al llegar ves un espectáculo terrible: decenas de marines muertos y la aldea en llamas. Marines y otras gentes (reconoces a algunos piratas con wanteds) se han reunido al sur de la aldea escuchando el discurso de un hombre de piel negra. Tal vez deberías unirte a ellos.
- Grupo 3 - Legendary Hunters, Aki y Byakuro:
- Os dirigís todos hacia el bosque, cuando ambos grupos os encontráis en los lindes de este. Tal vez sea buena idea que os unáis y vayáis juntos. De repente escucháis un ruido raro... una especie de lamento lejano. ¿De dónde podría venir? ¿Tal vez del castillo gótico y siniestro con un rayo de luz lunar aun más siniestra señalándolo como si fuese una quest de un juego de rol y hubiese un cartel de "BOSS DEL ESCENARIO AQUÍ"? Nah, demasiado obvio. Además de eso veis de repente surgir de entre los árboles a una criatura abominable: un hombre gordo y deforme de cuatro metros de altura que avanza desnudo. Más que un hombre parece que esté compuesto por partes de varios. Tiene puntos de sutura por todas partes y en algunos puntos del estómago estos están rotos y la piel de esa zona colgando y dejando a la vista las podridas entrañas. El ser ruge con expresión estúpida y carga hacia vosotros, saltando y golpeando el suelo con sus enormes posaderas, lo que genera una potente onda de choque. [AF]
- Grupo 4 - Alex y Pato:
- Pato logra contener a los sectarios y hiere bastante a unos cuantos, pero son demasiados. Cuando Hades revive, estos se detienen a mirarlo, lo que le da un momento de calma, pero pronto vuelven a la carga. De repente, Hades da una sola orden y los hombres se paran.
- Alto - mira a Alex - Este castillo no me pertenece, mortal. Creo que ambos pasaréis a formar parte de mi colección particular de zombies...
De repente alguien le interrumpe. De las sombras sale un tipo con una túnica morada y vendas que le cubren el rostro. Este toca a Hades en el brazo y dice, con una voz cargada como si estuviera enfermo o tuviera los pulmones destrozados.
- Me parece, mi buen amigo, que estos dos afortunados chicos pueden prestarnos un gran servicio vivos.
Alza la mano, y de entre sus ropajes comienza a salir arena que forma dos pequeñas bolas. Hades sonríe y se aparta, dejándole paso libre. El de la túnica os dice:
- Tranquilos, no dolerá... demasiado
Ambas bolas salen volando hacia vuestras cabezas, a gran velocidad. ¿Qué hacéis? [Ambos ataques van con haki, dato para Alex]
- Grupo 5 - Arribor:
- De repente el den den mushi de Rose comienza a sonar. Se disculpa y se va, obviamente a atender a la llamada. El marine también se ha ido, así que has quedado tú solo con la mujer, pues el chico de la banda de Asderdeker se ha esfumado. Comienzas a notar un intenso sueño, y empiezas a quedarte amodorrado. La mujer sonríe pícaramente y dice:
- Hora de comer.
Se arranca el kimono, desnudándose y dejando a la vista un espectacular cuerpo esbelto y voluptuoso. Se te acerca caminando sensualmente, pero de repente se gira y ves algo horrible: su pelo ha comenzado a crecer y a moverse con voluntad propia, como una especie de pulpo monstruoso, y donde debería tener nuca tiene una boca alargada, escamosa y monstruosa, llena colmillos. Además en la espalda tiene un tatuaje de una espiral psicodélica y multicolor, que nada más verla empiezas a marearte y perder la concentración. Parece que por eso se ha desnudado. Los cabellos tratan de inmovilizarte de pies y manos, agarrarte el cuello y acercarte a la boca de la bestia.
Agarre [AIF]
- Grupo 6 - Haine y Vongola:
- Off para Vongola: dado que se me olvidó hacerte la segunda moderación, en compensación te haré avanzar más y no te pondré al mini-boss que te iba a tocar. Esto no cambia demasiado la historia, de todos modos.
Vongola comienza a deambular por el subsuelo, por cavernas que suben y bajan. Te guías como puedes más por intuición que por otra cosa. Sin ninguna pista sobre el camino a seguir, eliges senderos al azar. Finalmente escuchas un ruido de metales contra roca, y al avanzar en esa dirección ves un pasillo con un extraño espectáculo: un montón de estacas que salen de techo y suelo cortándote el paso, un enorme portón de piedra abriéndose a un lado de la pared (bloqueado el acceso por las estacas, que por cierto son de alguna clase de metal) y al otro lado de las estacas, un chico sobre una especie de aparato metálico que levita sobre el suelo, alguna clase de transporte. A su lado hay un enorme robot de combate y un montón de dugongs, esos bichos medio manatí medio tortuga que se dedican a pegarle a todo lo que tienen a la vista.
Sabiamente te has vuelto a apartar, evitando una muerte segura. Cuando la puerta empezó a abrirse, la trampa se activó de nuevo. Ni tu haki te hubiese librado de eso. Al otro lado de la trampa, ves llegar a un hombre. ¿Amigo o enemigo? En todo caso, un dugong se acerca a una de las estacas y la lame con curiosidad, pero la lengua se le pega. Empieza a lloriquear y gesticular, tirando de ella estúpidamente. Poco a poco las estacas comienzan a retirarse. Al otro lado de la puerta os espera un largo pasillo lleno de antorchas y grabados en la pared. Para vosotros, que no tenéis conocimientos de arqueología, son poco más que garabatos y dibujos antiguos.
- Grupo 7 - Yokohama y Madara:
- De repente Madara comienza a tambalearse y cae sobre la arena, profundamente dormido. Tal vez no fue buena idea aceptar aquellos caramelos al tipo extraño del callejón, señor armadura. Yokohama se ha quedado sin posible aliado, así que deberá afrontar sólo los peligros del bosque y buscar algo. ¿Tal vez probar suerte con el perro de nuevo, o ir en otra dirección?
- Grupo 8 - Xiba:
- Sigues corriendo y corriendo, hasta llegar a una enorme librería circular de varios pisos. Alcanzas a ver los pisos superiores debido a que estos son simples balaustradas en torno a las estanterías. En el centro hay un estante con un orbe azul con pinta de ser exageradamente caro. Los otros dos llegan hasta ti, con cara de pocos amigos. Uno se adelanta lanzándote una estocada al pecho, mientras que el otro te lanza una daga.
Estocada [AF] + Daga arrojadiza [AIF]
- Grupo 9 - Dave, Iku y Jesaix:
- De repente los zombies se quedan quietos. Ignoran y reciben todos vuestros ataques sin reaccionar de ninguna manera, y se giran y comienzan a alejarse hacia el norte tan rápido como sus cuerpos putrefactos les permiten. Al cabo de un rato (a menos que les sigáis) los perdéis de vista. Toda la isla se queda de repente en un silencio total, a excepción de por vosotros. Es este silencio el que os permite escuchar un ruido de voces que viene del este.
[Básicamente estáis medianamente cerca de la aldea y escucháis el ruido, podéis acercaros. Leed la respuesta para los de la aldea si vais a hacerlo]
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Alex vio la bola de arena volar hacia él. Más bien, su haki le avisó del ataque. Se había quedado ensimismado viendo el horrible tapiz. En serio, ¿cómo podía gustarle aquella horterada a alguien en su sano juicio? Oh, cierto, las sectas no solían estar en el top ten de las asociaciones culturales con mejor salud mental. Eso explicaba muchas cosas.
El caso es que esquivó la bola de arena. Y miró con mal humor al tipo que se la acababa de lanzar. Estaba muy enfadado. Lanzar una bola a alguien desprevenido. Eso era jugar sucio. Casi tan sucio como aquella sala.
- En serio, habéis considerado el pasar un maldito plumero por este lugar. He visto océanos con menos profundidad que la capa de polvo que hay aquí -dicho esto, tomó forma gaseosa de nuevo, y observó al tipo de las bolas de arena-. Bueno, si quieres jugar a lanzar arena, vámonos a la playa. Yo te espero allí. Y tráete a todos tus amiguitos si quieres. Será divertido. Yo llevaré a los míos.
Dicho esto, el médico se dirigió entre los hombres a la salida de la sala. Pero se detuvo a medio camino, los sectarios le miraban extrañados. El médico los miró de la misma forma. Sectarios, Hades, el tío de la arena (al que para abreviar llamaremos Arenero), el marine, los sectarios, Hades, el marine, el Arenero, marine, sectarios, Hades, Arenero, sectarios, Arenero, marine, Arenero, y el horroroso tapiz. En serio, era demasiado horrible. Alex lanzó una bomba de litio a aquella aberración para el arte antes de salir volando hacia la ventana. Se sintió mucho más aliviado al sentir a su espalda aquella afrenta para la vista arder. Su intención era salir por la ventana en forma gaseosa, dispuesto a pelear en la playa, para estar en igualdad de condiciones en un duelo de "bolas de arena".
El caso es que esquivó la bola de arena. Y miró con mal humor al tipo que se la acababa de lanzar. Estaba muy enfadado. Lanzar una bola a alguien desprevenido. Eso era jugar sucio. Casi tan sucio como aquella sala.
- En serio, habéis considerado el pasar un maldito plumero por este lugar. He visto océanos con menos profundidad que la capa de polvo que hay aquí -dicho esto, tomó forma gaseosa de nuevo, y observó al tipo de las bolas de arena-. Bueno, si quieres jugar a lanzar arena, vámonos a la playa. Yo te espero allí. Y tráete a todos tus amiguitos si quieres. Será divertido. Yo llevaré a los míos.
Dicho esto, el médico se dirigió entre los hombres a la salida de la sala. Pero se detuvo a medio camino, los sectarios le miraban extrañados. El médico los miró de la misma forma. Sectarios, Hades, el tío de la arena (al que para abreviar llamaremos Arenero), el marine, los sectarios, Hades, el marine, el Arenero, marine, sectarios, Hades, Arenero, sectarios, Arenero, marine, Arenero, y el horroroso tapiz. En serio, era demasiado horrible. Alex lanzó una bomba de litio a aquella aberración para el arte antes de salir volando hacia la ventana. Se sintió mucho más aliviado al sentir a su espalda aquella afrenta para la vista arder. Su intención era salir por la ventana en forma gaseosa, dispuesto a pelear en la playa, para estar en igualdad de condiciones en un duelo de "bolas de arena".
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Algo raro pasaba allí, tanta complicación para luchar contra eso seres para que ahora se parasen y se diesen media vuelta ignorándonos por completo. Me sentí algo aliviado salvo por el dolor que me había producido el ser con el mordisco, rompiendo también el tejido de la chaqueta y de la camisa. Me quedé quieto viendo como los seres se iban hacia adelante, se notaba ahora una tranquilidad total, no se escuchaba nada, eso me hizo tranquilizarme aún más. Miré a mis compañeros para hablar con ellos: -Voy a seguir a esos seres a ver donde me llevan, tengo curiosidad.-
En ese mismo instante escuché un ruido, como una voz, no se escuchaba muy a la lejanía, podía suponer que a unos 150-200 metros estaba el origen de esa voz, como de una persona dando órdenes o algo parecido. -Si queréis podéis ir el origen de esa voz, yo como he dicho cojo camino hacia delante, no quiero que se me pierdan los seres que nos han atacado.-
Nada más decir eso seguí adelante con un paso no muy rápido para llegar a la altura de los seres. Aún se seguía notando esa tranquilidad por el silencio total de la zona que me rodeaba exceptuando la voz aquella que poco a poco se iba amenizando por la distancia que crecía por cada paso que daba. Tras i un poco rápido pude ver ya a aquellos seres, ya ahí me paré, me iba escondiendo detrás de los árboles por si les daba ganas de volver a atacar, era de una forma un poco inútil de esconderme. Eso sí, avanzaba al mismo tiempo que ellos lo hacían, intentando llevar el mismo ritmo que ellos.
Por un instante al ver que lo tenía controlados miré al cielo, no se veía mucho por los árboles que me rodeaban, pero lo que se veía se veía hermoso. Terminé de mirar al cielo y miré a mi alrededor por si alguno de mis compañeros me había seguido, cosa que no era correcta, nadie había venido conmigo de momento. Volví a prestar atención el los seres, avanzando la distancia prudente para no llegar a su altura, pero tampoco para perderles de vista.
En ese mismo instante escuché un ruido, como una voz, no se escuchaba muy a la lejanía, podía suponer que a unos 150-200 metros estaba el origen de esa voz, como de una persona dando órdenes o algo parecido. -Si queréis podéis ir el origen de esa voz, yo como he dicho cojo camino hacia delante, no quiero que se me pierdan los seres que nos han atacado.-
Nada más decir eso seguí adelante con un paso no muy rápido para llegar a la altura de los seres. Aún se seguía notando esa tranquilidad por el silencio total de la zona que me rodeaba exceptuando la voz aquella que poco a poco se iba amenizando por la distancia que crecía por cada paso que daba. Tras i un poco rápido pude ver ya a aquellos seres, ya ahí me paré, me iba escondiendo detrás de los árboles por si les daba ganas de volver a atacar, era de una forma un poco inútil de esconderme. Eso sí, avanzaba al mismo tiempo que ellos lo hacían, intentando llevar el mismo ritmo que ellos.
Por un instante al ver que lo tenía controlados miré al cielo, no se veía mucho por los árboles que me rodeaban, pero lo que se veía se veía hermoso. Terminé de mirar al cielo y miré a mi alrededor por si alguno de mis compañeros me había seguido, cosa que no era correcta, nadie había venido conmigo de momento. Volví a prestar atención el los seres, avanzando la distancia prudente para no llegar a su altura, pero tampoco para perderles de vista.
- Acciones:
- Tras el silencio y al escuchar las voces del este, decido ir tras los zombies para ver donde van. Supuestamente estoy a una distancia prudente y voy vigilando mis alrededores cada cierto tiempo. Mas o menos termino el post a las cercanías del pueblo por el noroeste, metiéndome por el bosque.
Legim
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El dragón fue abatido, algo que fue demasiado fácil para mi teniendo en cuenta que me suelo divertir mas en las peleas contra las bestias, todo había sido culpa de Dexter y el resto, sin duda el siguiente sería solo para mi.
Los muertos vivientes y el resto de bichos raros de aquella isla comenzaron a irse hacia el castillo, y por un momento me plantee seguirlos de una manera divertida haciéndome pasar por uno de estos, sin embargo eso sería inútil ya que existía una diferencia vital entre ellos y yo... yo estaba vivo.
Suspirando por la decepción volví rápido con los de mi banda saludándolos con desganas.
- Eeeeeeh... vaya mierda, no me divertí con ese dragón...- Dije asqueado al tiempo que miraba a Kogáto. - ¡Vete al barco a dormir la mona! Te agotaste muy rápido, así que descansa y ya volverás cuando estés bien ¿De acuerdo? Así tendremos un apoyo sorpresa al final de esta locura pero aburrida isla.
En ese momento sonó una voz algo lejana pero claramente entendible, me giré y pude ver a un tipo negro con ropa negra, aunque quizás fuese efecto de la noche y solo lo aparentase.
- A ti camuflarte se te da bien ¿No?- Comenté con cierto humor en voz baja al mismo momento en el que me cruzaba de brazos y le miraba atento para escuchar que decía.
- ¡Escuchadme todos! - dijo con voz grave y severa - Todos habéis caído en una trampa.
- Siempre lo hacemos viejo, es una forma diferente de correr aventuras, no nos juzgues por ello... ¡ME ENCANTA REVENTAR TRAMPAS DESDE DENTRO!- Contesté de inmediato sin poder frenarme.
- Las noticias sobre un tesoro en Sunaba eran una trampa para atraer gente. Esta noche ha sido resucitado, o tal vez sea más correcto decir "despertado" un peligroso enemigo: Hades el Inmortal.
- Pues no será tan famoso cuando es la primera vez que oigo hablar de él.- Interrumpí rápido riéndome. Al parecer hoy estaba respondón y gracioso, solo esperaba que la factura que me pasase la vida por eso no fuese muy cara.
-Mi nombre es Brendaric, y llevo toda mi vida dedicándome a combatir a las tropas de Hades.
Tosí fuerte y entre tosido y tosido dejé escapar unas palabras rápidamente: "Obseso, estás obsesionado con Hades". Si me escuchaba ese hombre, acabaría odiándome.
- Probablemente nadie de los que estáis aquí hayáis oído hablar de él; en los bajos fondos del Nuevo Mundo se le conoce como el "Quinto Yonkou" por el gran poder que posee. No busca la fama, tan sólo meras riquezas, y por el poder de su akuma es teóricamente inmortal. Hace siete años logré envenenar a Hades en una pelea con un veneno que lo ha mantenido sumido en un coma del que sus médicos no han sabido despertarle. Sin embargo, han encontrado la cura ¡que se hallaba en esta isla!
- Perfecto, no se te ocurrió matar a sus médicos y sus aliados para evitar esto ¿No? Viejo, no eres mas que otro novato mas.
- Ahora Hades está despierto de nuevo, y nosotros somos el "tributo" que le ofrecen sus hombres como bienvenida a su despertar, porque esta isla, en esta precisa noche, reúne las condiciones perfectas que Hades querría para su despertar: riquezas que saquear, o sea, las propiedades que hayáis traído con vosotros y gente que asesinar y sumar a sus filas de tropas no muertas.
- Jajajaja, pues conmigo se han equivocado, somos pobres ahora mismo, veniamos a hacernos un poco ricos.- Dije entre risas divirtiéndome en realidad con todo aquello.
- ¡Mirad la luna! Ese rayo de luz que ilumina el castillo de Mapleburg es la señal inequívoca de que el Inmortal prepara su ataque definitivo para exterminarnos. Tenemos poco tiempo, y muchos obstáculos por delante. ¡Olvidad vuestras diferencias por esta noche, pues todos corremos un gran peligro! Juntaos en grupos y avancemos hacia el castillo. Probablemente ni todos juntos podamos derrotar a tiempo a su mayor guerrero, Neso, así que debemos avanzar divididos para que al menos un grupo llegue a Hades y detenga su ritual.
Mi mirada se volvió seria mirando al resto de personas que había a mi alrededor, buscaba a Dexter con la mirada y al tipo árbol de antes, pero al tardar unos segundos en encontrarlos sonreí de lado y alcé la voz mas alto de lo normal.
- Ese Neso es mío ¿Está claro? Pienso acabar con su vida yo solo, si es su mayor guerrero será una mala bestia, y de serlo, superare el no haber matado a ese dragón... ¡Morirá bajo mi espada! Y luego iré a por Hades.
Miré a mi grupo y les envié una sonrisa algo extraña y quizás hasta preocupante.
- Bueno chicos ¿Queréis divertiros?
Sin esperar respuesta me volví hacia el castillo y comencé a andar en linea recta hacia esta, poniendome ahora mas serio.
- Aplicaremos lo mismo de antes, despacio pero atento con todo ¿De acuerdo? Enfrentarse a un Yonkô no es moco de pavo, y este tipo parece que casi es uno de ellos... y esto tiene pinta de que será peligroso... quizás no hice bien trayendo a los más novatos, si queréis iros al barco junto a Kogáto jamás os lo reprochare, vuestras vidas son mas importantes que una aventura donde podréis perderla. Recordad, si morís no podréis cumplir vuestros sueños.
Los muertos vivientes y el resto de bichos raros de aquella isla comenzaron a irse hacia el castillo, y por un momento me plantee seguirlos de una manera divertida haciéndome pasar por uno de estos, sin embargo eso sería inútil ya que existía una diferencia vital entre ellos y yo... yo estaba vivo.
Suspirando por la decepción volví rápido con los de mi banda saludándolos con desganas.
- Eeeeeeh... vaya mierda, no me divertí con ese dragón...- Dije asqueado al tiempo que miraba a Kogáto. - ¡Vete al barco a dormir la mona! Te agotaste muy rápido, así que descansa y ya volverás cuando estés bien ¿De acuerdo? Así tendremos un apoyo sorpresa al final de esta locura pero aburrida isla.
En ese momento sonó una voz algo lejana pero claramente entendible, me giré y pude ver a un tipo negro con ropa negra, aunque quizás fuese efecto de la noche y solo lo aparentase.
- A ti camuflarte se te da bien ¿No?- Comenté con cierto humor en voz baja al mismo momento en el que me cruzaba de brazos y le miraba atento para escuchar que decía.
- ¡Escuchadme todos! - dijo con voz grave y severa - Todos habéis caído en una trampa.
- Siempre lo hacemos viejo, es una forma diferente de correr aventuras, no nos juzgues por ello... ¡ME ENCANTA REVENTAR TRAMPAS DESDE DENTRO!- Contesté de inmediato sin poder frenarme.
- Las noticias sobre un tesoro en Sunaba eran una trampa para atraer gente. Esta noche ha sido resucitado, o tal vez sea más correcto decir "despertado" un peligroso enemigo: Hades el Inmortal.
- Pues no será tan famoso cuando es la primera vez que oigo hablar de él.- Interrumpí rápido riéndome. Al parecer hoy estaba respondón y gracioso, solo esperaba que la factura que me pasase la vida por eso no fuese muy cara.
-Mi nombre es Brendaric, y llevo toda mi vida dedicándome a combatir a las tropas de Hades.
Tosí fuerte y entre tosido y tosido dejé escapar unas palabras rápidamente: "Obseso, estás obsesionado con Hades". Si me escuchaba ese hombre, acabaría odiándome.
- Probablemente nadie de los que estáis aquí hayáis oído hablar de él; en los bajos fondos del Nuevo Mundo se le conoce como el "Quinto Yonkou" por el gran poder que posee. No busca la fama, tan sólo meras riquezas, y por el poder de su akuma es teóricamente inmortal. Hace siete años logré envenenar a Hades en una pelea con un veneno que lo ha mantenido sumido en un coma del que sus médicos no han sabido despertarle. Sin embargo, han encontrado la cura ¡que se hallaba en esta isla!
- Perfecto, no se te ocurrió matar a sus médicos y sus aliados para evitar esto ¿No? Viejo, no eres mas que otro novato mas.
- Ahora Hades está despierto de nuevo, y nosotros somos el "tributo" que le ofrecen sus hombres como bienvenida a su despertar, porque esta isla, en esta precisa noche, reúne las condiciones perfectas que Hades querría para su despertar: riquezas que saquear, o sea, las propiedades que hayáis traído con vosotros y gente que asesinar y sumar a sus filas de tropas no muertas.
- Jajajaja, pues conmigo se han equivocado, somos pobres ahora mismo, veniamos a hacernos un poco ricos.- Dije entre risas divirtiéndome en realidad con todo aquello.
- ¡Mirad la luna! Ese rayo de luz que ilumina el castillo de Mapleburg es la señal inequívoca de que el Inmortal prepara su ataque definitivo para exterminarnos. Tenemos poco tiempo, y muchos obstáculos por delante. ¡Olvidad vuestras diferencias por esta noche, pues todos corremos un gran peligro! Juntaos en grupos y avancemos hacia el castillo. Probablemente ni todos juntos podamos derrotar a tiempo a su mayor guerrero, Neso, así que debemos avanzar divididos para que al menos un grupo llegue a Hades y detenga su ritual.
Mi mirada se volvió seria mirando al resto de personas que había a mi alrededor, buscaba a Dexter con la mirada y al tipo árbol de antes, pero al tardar unos segundos en encontrarlos sonreí de lado y alcé la voz mas alto de lo normal.
- Ese Neso es mío ¿Está claro? Pienso acabar con su vida yo solo, si es su mayor guerrero será una mala bestia, y de serlo, superare el no haber matado a ese dragón... ¡Morirá bajo mi espada! Y luego iré a por Hades.
Miré a mi grupo y les envié una sonrisa algo extraña y quizás hasta preocupante.
- Bueno chicos ¿Queréis divertiros?
Sin esperar respuesta me volví hacia el castillo y comencé a andar en linea recta hacia esta, poniendome ahora mas serio.
- Aplicaremos lo mismo de antes, despacio pero atento con todo ¿De acuerdo? Enfrentarse a un Yonkô no es moco de pavo, y este tipo parece que casi es uno de ellos... y esto tiene pinta de que será peligroso... quizás no hice bien trayendo a los más novatos, si queréis iros al barco junto a Kogáto jamás os lo reprochare, vuestras vidas son mas importantes que una aventura donde podréis perderla. Recordad, si morís no podréis cumplir vuestros sueños.
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Cuando ven el medallón dejan su actitud hostil y empiezan a llorar, el que parecía ser el jefe me empieza a hablar. En cuanto terminasen los problemas le darían un entierro digno, aunque algo que dijeron me llamó la atención. Resultaba que aquel Vicealmirante no tenía hermana, y nadie conocía a una tal "Azuka"... Yo estaba seguro que si esa era su última voluntad, debía cumplirla y encontrar a su hermana como fuese, aunque nadie la conociese. Me preguntó sobre como podría encontrarme, así que saqué algo del bolsillo, era una vibre card que tendí a aquel marine. Le miré con una sonrisa, la verdad es que me daba igual que un marine tuviese una vibre card mía.
- Ten, es una vibre card. Cuando descubras algo sobre Azuka, solo búscame. Nadie más debe tener acceso a esta vibre card, confío en ti. Ahora, si me disculpas... - Después de esas palabras, empecé a correr hacia el poblado, ya que empecé a escuchar la voz de un hombre misterioso.
Ese hombre estaba en lo alto de un edificio y dando un discurso sobre lo que pasaba en esa isla y, hablaba de Neso, lo cierto es que ese nombre me sonaba bastante. Llegué abajo del edificio y empecé a subir como pude, mientras el hombre misterioso nombraba también al "Quinto Yonki" o algo así. Subí hasta arriba una vez acabó su discurso y, ya que tenía toda la atención del poblado, me puse a su lado y cogí aire lo más que pude. Entonces recordé, Neso era el hombre caballo...
- ¡¡¡Shiooooon!!! - Grité de una para luego volver a coger aire. - ¡¡¡Raioooon!!! ¡¡¡Axys!!! - Volví a gritar con fuerzas para llamar a mis compañeros. - ¡¡Venid a la Aldea!! - Parecía que todo iba a quedar en un loco gritando en lo alto del edificio, pero yo empecé con mi discurso, mientras cogía aire para gritar con fuerza. - ¡¡Vengo de enfrentarme a Neso junto a un Vicealmirante!! ¡Si nos reunimos todos podremos acabar con ese hombre caballo y después, terminar con el "Quinto Yonki"! ¡¡Se como derrotar a Neso, si alguien quiere venir conmigo, que suba aquí ahora!! ¡Juntos machacaremos a esos idiotas! ¡¡Por cierto demonio en llamas!! ¡Ya sabes por que te diré esto! ¡¡¡Pero te derrotaré, traidor!!! - Empecé a jadear después de gritar con fuerza, esperaba que alguien se uniese a mi, yo sabía como podíamos derrotar a ese tal Neso. Me senté en el tejado y seguí gritando, para llamar la atención y así, tal vez Shion y Raion vinieran al escucharme, al igual que Axys. Volví a coger fuerzas, pero ahora más que antes, debía completar la última voluntad del Vicealmirante. - ¡¡¡Si alguien de aquí se llama Azuka, que suba, debo hablar con la hermana del Vicealmirante!!! ¡¡Tú hermano es un héroe, debes estar orgullosa!! ¡Ahora todos, suban aquí y vayamos a por el maldito Hombre caballo apestoso y a por el "Quinto Yonki" dormilón, les daremos una lección! ¡¡Si nadie quiere venir, lo entenderé, cobardes hay en todos lados, iré solo si eso ocurre!! ¡¡YO cortaré la cabeza de Neso, nadie más!!
Me quedé esperando en lo alto del tejado, sentado, con las ropas destrozadas y preparado para la batalla, no había acabado aquí, iba a derrotar a Neso con o sin ayuda, no tenía miedo. En cuanto se reunieran todos iríamos en busca de Neso, hacia el castillo, pero antes les explicaría todo, como derrotar a Neso, usando Kairoseki y las técnicas que usa ese maldito hombre caballo con armadura.
- Ten, es una vibre card. Cuando descubras algo sobre Azuka, solo búscame. Nadie más debe tener acceso a esta vibre card, confío en ti. Ahora, si me disculpas... - Después de esas palabras, empecé a correr hacia el poblado, ya que empecé a escuchar la voz de un hombre misterioso.
Ese hombre estaba en lo alto de un edificio y dando un discurso sobre lo que pasaba en esa isla y, hablaba de Neso, lo cierto es que ese nombre me sonaba bastante. Llegué abajo del edificio y empecé a subir como pude, mientras el hombre misterioso nombraba también al "Quinto Yonki" o algo así. Subí hasta arriba una vez acabó su discurso y, ya que tenía toda la atención del poblado, me puse a su lado y cogí aire lo más que pude. Entonces recordé, Neso era el hombre caballo...
- ¡¡¡Shiooooon!!! - Grité de una para luego volver a coger aire. - ¡¡¡Raioooon!!! ¡¡¡Axys!!! - Volví a gritar con fuerzas para llamar a mis compañeros. - ¡¡Venid a la Aldea!! - Parecía que todo iba a quedar en un loco gritando en lo alto del edificio, pero yo empecé con mi discurso, mientras cogía aire para gritar con fuerza. - ¡¡Vengo de enfrentarme a Neso junto a un Vicealmirante!! ¡Si nos reunimos todos podremos acabar con ese hombre caballo y después, terminar con el "Quinto Yonki"! ¡¡Se como derrotar a Neso, si alguien quiere venir conmigo, que suba aquí ahora!! ¡Juntos machacaremos a esos idiotas! ¡¡Por cierto demonio en llamas!! ¡Ya sabes por que te diré esto! ¡¡¡Pero te derrotaré, traidor!!! - Empecé a jadear después de gritar con fuerza, esperaba que alguien se uniese a mi, yo sabía como podíamos derrotar a ese tal Neso. Me senté en el tejado y seguí gritando, para llamar la atención y así, tal vez Shion y Raion vinieran al escucharme, al igual que Axys. Volví a coger fuerzas, pero ahora más que antes, debía completar la última voluntad del Vicealmirante. - ¡¡¡Si alguien de aquí se llama Azuka, que suba, debo hablar con la hermana del Vicealmirante!!! ¡¡Tú hermano es un héroe, debes estar orgullosa!! ¡Ahora todos, suban aquí y vayamos a por el maldito Hombre caballo apestoso y a por el "Quinto Yonki" dormilón, les daremos una lección! ¡¡Si nadie quiere venir, lo entenderé, cobardes hay en todos lados, iré solo si eso ocurre!! ¡¡YO cortaré la cabeza de Neso, nadie más!!
Me quedé esperando en lo alto del tejado, sentado, con las ropas destrozadas y preparado para la batalla, no había acabado aquí, iba a derrotar a Neso con o sin ayuda, no tenía miedo. En cuanto se reunieran todos iríamos en busca de Neso, hacia el castillo, pero antes les explicaría todo, como derrotar a Neso, usando Kairoseki y las técnicas que usa ese maldito hombre caballo con armadura.
- Resumen:
- Hablo con los marines y le doy una vibre card al jefe, después subo donde estaba el cazador dando la charla y llamo a mis compañeros y también intento reunir a las máximas personas posibles, al igual que a la hermana del Vicealmirante
Haine Rammsteiner
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Su habilidad tuvo éxito, la puerta poseída se abrió pero por alguna razón -quizás porque el mecanismo detectó que la puerta había sido forzada- la trampa se activó de nuevo y atravesó el aire de aquella cueva sin piedad alguna. Si hubiera estado ahí encima habría muerto irremediablemente, menos mal que era precavido o mejor dicho desconfiado. Uno de los Dugongs lamió una de las estacas, no era demasiado listo, pues se quedó pegado a esta como si se tratara de alguna clase de estalagmita de hielo. Algo bastante absurdo, pero más absurdo fue ver a otros dos Dugongs intentando liberarlo tirando de su cuerpo. Suspiró, pero su sentido del mantra le avisó de que había alguien a tan solo unos metros de él, al otro lado de las estacas.
—¡Eh tú!— dijo Haine tratando de llamar su atención, por si acaso aún no lo había visto. Tardó unos segundos en decir sus siguientes palabras pues las estaba pensando al no saber qué hacer. —¿Sabes algo de ruinas y civilizaciones antiguas?— le preguntó simplemente, aunque añadió unas palabras después. —O de medicina, eso también le vendría bien a mis costillas.— Sus intenciones eran simples, sacar el máximo provecho de esa persona y luego, si al final de aquel pasillo había un tesoro, ver cómo lo compartiría con él. Le dejó unos segundos para asimilar la información mientras las estacas volvían a introducirse en la tierra tanto en el suelo como en el techo. No iba a ser él el que avanzara primero por aquel lugar lleno de posibles trampas, para algo era un genio constructor de drones.
—Jackal, avanza por el pasillo.— mencionó simplemente, haciendo que la máquina reconociera la orden y entrara en aquel pasillo que se había abierto con la puerta. —Es extraño que haya antorchas encendidas ahí dentro... Quiero decir, eso demuestra que hay oxígeno ahí dentro, pero ¿Cómo es que están encendidas? ¿Las ha encendido alguien hace poco? ¿Están hechas de un material que no se consume nunca? ¿Un mecanismo las ha prendido al abrirse la puerta? ¿O ha sido una habilidad mágica encerrada en runas arcanas?— dijo Haine planteando todas las posibilidades que asolaban su cabeza. En cualquier caso y salvo que Vongola lo detuviera, aquella máquina iba a entrar por el pasillo y recibir directamente cualquier trampa, una forma de descubrir qué clase de amenazas le esperaban. Al fin y al cabo si lo destruía no pasaba nada, tenía el dron araña en el barco y ese era bastante más potente que el Jackal.
Torció el rostro levemente para mirar a Vongola con aparente amabilidad. —Por cierto, mi nombre es Haine.— le dijo observándolo con desconfianza, si aquel hombre intentaba algo contra él se encargaría de hacerle sentir dolor personalmente, aunque los Dugongs bien podrían darle una buena paliza si se mosqueaban pese a que su honor les hiciera ir uno a uno. —Si no intentas nada te dejaré investigar esto conmigo, pero a la mínima te llenaré el pecho de plomo.— añadió con determinación. No iba a dejar que le robaran su tesoro, podía compartirlo si había suficiente pues al fin y al cabo Haine con sus drones iba a poder cargar más. Pero si representaba alguna amenaza utilizaría su poder para hacerle lamentar sus acciones.
—¡Eh tú!— dijo Haine tratando de llamar su atención, por si acaso aún no lo había visto. Tardó unos segundos en decir sus siguientes palabras pues las estaba pensando al no saber qué hacer. —¿Sabes algo de ruinas y civilizaciones antiguas?— le preguntó simplemente, aunque añadió unas palabras después. —O de medicina, eso también le vendría bien a mis costillas.— Sus intenciones eran simples, sacar el máximo provecho de esa persona y luego, si al final de aquel pasillo había un tesoro, ver cómo lo compartiría con él. Le dejó unos segundos para asimilar la información mientras las estacas volvían a introducirse en la tierra tanto en el suelo como en el techo. No iba a ser él el que avanzara primero por aquel lugar lleno de posibles trampas, para algo era un genio constructor de drones.
—Jackal, avanza por el pasillo.— mencionó simplemente, haciendo que la máquina reconociera la orden y entrara en aquel pasillo que se había abierto con la puerta. —Es extraño que haya antorchas encendidas ahí dentro... Quiero decir, eso demuestra que hay oxígeno ahí dentro, pero ¿Cómo es que están encendidas? ¿Las ha encendido alguien hace poco? ¿Están hechas de un material que no se consume nunca? ¿Un mecanismo las ha prendido al abrirse la puerta? ¿O ha sido una habilidad mágica encerrada en runas arcanas?— dijo Haine planteando todas las posibilidades que asolaban su cabeza. En cualquier caso y salvo que Vongola lo detuviera, aquella máquina iba a entrar por el pasillo y recibir directamente cualquier trampa, una forma de descubrir qué clase de amenazas le esperaban. Al fin y al cabo si lo destruía no pasaba nada, tenía el dron araña en el barco y ese era bastante más potente que el Jackal.
Torció el rostro levemente para mirar a Vongola con aparente amabilidad. —Por cierto, mi nombre es Haine.— le dijo observándolo con desconfianza, si aquel hombre intentaba algo contra él se encargaría de hacerle sentir dolor personalmente, aunque los Dugongs bien podrían darle una buena paliza si se mosqueaban pese a que su honor les hiciera ir uno a uno. —Si no intentas nada te dejaré investigar esto conmigo, pero a la mínima te llenaré el pecho de plomo.— añadió con determinación. No iba a dejar que le robaran su tesoro, podía compartirlo si había suficiente pues al fin y al cabo Haine con sus drones iba a poder cargar más. Pero si representaba alguna amenaza utilizaría su poder para hacerle lamentar sus acciones.
- Resumen:
- Veo la puerta abierta, mando al dron "Jackal" por el pasillo para que reciba cualquier trampa en lugar de Haine y amenazo sutilmente a Vongola.
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Midorima sonrió al escuchar las palabras de Dexter mientras notaba que se iba a juntar con su querido hermano, sin más siguió lanzando golpes a diestra y siniestra a los zombies que caían como tablas al suelo, incluso estaba tan concentrado que por poco ignora el ataque de su “aliado” al que el Zafiro Negro había llamado Meneror Vaya es un supernova bastante famoso…al parecer solo me he encontrado con tipos interesantes. pensaba mientras hacía fuerza en sus piernas para evitar que el ataque del peli blanco y salir disparado, pasaron unos minutos y al final la pesadilla había acabado…o por lo menos en parte ya que la luna roja ahora iluminaba con fuerza algún lugar, seguramente en ese sitio es donde estaría la mayor parte de los problemas y por ende, la mayor diversión.
Shintaro desactivo su Haki y se concentró nuevamente, desconfiaba totalmente en que los caídos se levantaran de nuevo, aunque en cuanto la luna empezó a brillar fue que todos desaparecieron y corrieron hacía algún lugar, en todo ese enredo casi espectral aparece de la nada otro sujeto…lo analizó de forma calmada, un traje rojo con la capucha destrozado, aquel tipo era muy corpulento y en sus manos llevaba dos guantes de acero, pero lo que definitivamente se robaba la película era la insignia que portaba, Midorima la conocía…era un contralmirante Vaya, la marina…solo espero que no cause problemas, escucharé atento sus palabras para luego tomar una decisión. pensaba con calma, suspiro tranquilamente y dejo que el marine hablará tranquilamente, después de todo necesitaba información de lo que pasaba en esta isla del infierno.
Escuchó con atención las palabras del Contralmirante, y todo indicaba que el supuesto tesoro no existía y que todo era una trampa, pero que había alguien en el castillo que si era eliminado esta locura iba a ser frenada, en pocas palabras, el jefe de jefazos estaba en ese lugar, el contralmirante cerró su discurso con una amenaza de que si no ayudaban los iba a arrestar. Shintaro suspiro y no iba a perder el tiempo esperando alguna respuesta por parte del supernova, su compañero, ya que no pertenecía a lo que sea que el supernova pertenecía o tenía bajo su mando.
Esta bien, yo te ayudaré. Tengo interés de saber quién es el maldito detrás de todo esto, no perdamos tiempo, vamos….suena muy divertido.
Mencionó de forma tranquila, al parecer todo iría bien, o eso aparentaba…nuevamente no espero respuesta por parte del supernova para empezar a seguir al Contralmirante, al parecer el destino era el castillo y todo indicaba que ese era el lugar en donde la luna roja brillaba con fuerza, apuntando tal rayo laser ese lugar…definitivamente el jefe estaría ahí y Shintaro iría a darle una pequeña visita. Ya luego vería como escapar de ser necesario, pero antes tendría que acabar con el jefe y a saber con quien se encontraba en el camino. Mantendré vigilado al Contralmirante, no es que confíe mucho en este tipo, pero sabe llegar y tiene mucha información…de momento es de utilidad. pensaba mientras mantenía sus manos en los bolsillos, caminaba con todos los sentidos en alerta, el bosque estaba en un silencio sepulcral como prácticamente toda la isla…nada de esto tenía buena pinta.
Shintaro desactivo su Haki y se concentró nuevamente, desconfiaba totalmente en que los caídos se levantaran de nuevo, aunque en cuanto la luna empezó a brillar fue que todos desaparecieron y corrieron hacía algún lugar, en todo ese enredo casi espectral aparece de la nada otro sujeto…lo analizó de forma calmada, un traje rojo con la capucha destrozado, aquel tipo era muy corpulento y en sus manos llevaba dos guantes de acero, pero lo que definitivamente se robaba la película era la insignia que portaba, Midorima la conocía…era un contralmirante Vaya, la marina…solo espero que no cause problemas, escucharé atento sus palabras para luego tomar una decisión. pensaba con calma, suspiro tranquilamente y dejo que el marine hablará tranquilamente, después de todo necesitaba información de lo que pasaba en esta isla del infierno.
Escuchó con atención las palabras del Contralmirante, y todo indicaba que el supuesto tesoro no existía y que todo era una trampa, pero que había alguien en el castillo que si era eliminado esta locura iba a ser frenada, en pocas palabras, el jefe de jefazos estaba en ese lugar, el contralmirante cerró su discurso con una amenaza de que si no ayudaban los iba a arrestar. Shintaro suspiro y no iba a perder el tiempo esperando alguna respuesta por parte del supernova, su compañero, ya que no pertenecía a lo que sea que el supernova pertenecía o tenía bajo su mando.
Esta bien, yo te ayudaré. Tengo interés de saber quién es el maldito detrás de todo esto, no perdamos tiempo, vamos….suena muy divertido.
Mencionó de forma tranquila, al parecer todo iría bien, o eso aparentaba…nuevamente no espero respuesta por parte del supernova para empezar a seguir al Contralmirante, al parecer el destino era el castillo y todo indicaba que ese era el lugar en donde la luna roja brillaba con fuerza, apuntando tal rayo laser ese lugar…definitivamente el jefe estaría ahí y Shintaro iría a darle una pequeña visita. Ya luego vería como escapar de ser necesario, pero antes tendría que acabar con el jefe y a saber con quien se encontraba en el camino. Mantendré vigilado al Contralmirante, no es que confíe mucho en este tipo, pero sabe llegar y tiene mucha información…de momento es de utilidad. pensaba mientras mantenía sus manos en los bolsillos, caminaba con todos los sentidos en alerta, el bosque estaba en un silencio sepulcral como prácticamente toda la isla…nada de esto tenía buena pinta.
- Resumen bonito:
- Resistir el ataque de Meneror, aceptar unir fuerzas con el Contralmirante, sin esperar respuesta del supernova, empezar a seguir al marine rumbo al castillo.
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Todas las criaturas desaparecieron, los perros el hombre-lobo que estaba peleando contra Krauser, y el Vice-Almirante también. ¿Qué habría sido de él? Hubo un gran revuelo. El dragón esquelético cuando fue golpeado se volvió un humano. ¿Quizás era un Zoan? No entendía nada. Dos dragones, un chico que se enfrentaba a uno de ellos... Luego un tipo que se subió a un tejado y nos describió perfectamente la situación y nos habló de un tal Hades, que era "inmortal" y tenía una akuma que era teóricamente inmortal. Eso nos dijo el tipo ese que se subió al tejado de un edificio. Brendaric creo que dijo que se llamaba. Si nos íbamos a enfrentar a un tipo como Hades, tendríamos que hacer lo que dijo Brendaric, olvidarnos de quienes somos y que aparquemos nuestras diferencias para acabar con el "inmortal" si queríamos salir de aquí con vida.
Yo aún seguía con el sargento que me salvó al vida antes. Le había preguntado que si podía ir con él a partir de ahora. El sargento respondió afirmativamente a mi petición, diciéndome:
- Te prometí que podías acompañarme, así que vayamos juntos. ¿Qué me dices?
Me quedé mirándole y asentí con la cabeza aunque se lo dejé claro respondiendole con palabras:
- Si, me parece una idea magnífica. Ya que estamos, te diré mi nombre. Me llamo Gajeel Redfox, y soy Recluta de la Marina. No tenemos que perder. Si vamos juntos seguro que no tenemos nada que perder.
Le miré y luego esperé su respuesta para empezar a ir cuanto antes.
Yo aún seguía con el sargento que me salvó al vida antes. Le había preguntado que si podía ir con él a partir de ahora. El sargento respondió afirmativamente a mi petición, diciéndome:
- Te prometí que podías acompañarme, así que vayamos juntos. ¿Qué me dices?
Me quedé mirándole y asentí con la cabeza aunque se lo dejé claro respondiendole con palabras:
- Si, me parece una idea magnífica. Ya que estamos, te diré mi nombre. Me llamo Gajeel Redfox, y soy Recluta de la Marina. No tenemos que perder. Si vamos juntos seguro que no tenemos nada que perder.
Le miré y luego esperé su respuesta para empezar a ir cuanto antes.
- Resumen:
- En la aldea - Estoy con el tipo que me salvó la vida - Comenzaremos a avanzar al castillo
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El pirata se levantó y se dispuso a registrar la casa discretamente. Mientras tanto, entre unas cosas y otras se había quedado solo con la mujer de la cabaña. No sabía porque pero había algo extraño en ella. No estaba seguro de si era el hecho de que viviese en mitad de un bosque infestado de fantasmas o que las pastas no estaban muy allá. Aunque a lo mejor era una aficionada a los fantasmas que no tenía ni ida de repostería, que sería lo más "lógico". Sin embargo no tardó en descubrir que había algo más extraño todavía en todo aquello.
Nada más levantarse notó como algo iba mal, muy mal. Era como si un tremendo sueño se apoderase de él y le obligara a sentarse. De hecho incluso parecía estar delirando, pues creyó ver como la mujer se desvestía y se daba la vuelta mientras su larga melena se movía agitadamente. No sabía que demonios estaba pasando, pero ni en sus borracheras más brutales se había visto en algo como aquello. Era como si en la nuca de la mujer hubiese surgido una especie de boca monstruosa llena de afilados colmillos dispuestos a devorarle. ¿En qué demonios se había metido?
Fuera lo que fuera, en cuestión de segundos se vio amarrado por el pelo de la mujer o lo que diablos fuese mientras notaba como iba perdiendo la consciencia. En ese momento cayó en la cuenta de lo que ocurría, más o menos. Era imposible que esa loca viviese allí como si nada, evidentemente era una trampa, algo que a cualquiera le hubiese resultado bastante más fácil de asimilar que a él. Sin pararse a preguntarse porqué, notó algo en su sangre gracias a sus poderes. Había algo que no debería estar allí y no tenía intención de dejarlo campar a sus anchas.
Mientras la monstruosa criatura se aproximaba hacia él, el pirata se mordió la lengua y comenzó a mover la sustancia extraña por su sangre hasta llegar a ella, concentrándola en una compacta esfera de sangre que luego lanzó junto con su Haki hacia el torso de aquel monstruo. Una vez libre de los efectos de lo que fuera que le adormilaba, Arribor por fin pudo recuperar sus fuerzas. Activando las púas de sus anillos, se hizo un par de cortes en las manos desde los que generó varias cuchillas de sangre con las que se liberaría de sus extrañas ataduras. Después solo tendría que destrozar la cabaña y obligar a aquella cosa a decirle lo que ocurría allí y el motivo por el que había intentado comerle.
Bloody Alchemy: Bullet + Haki armadura Nivel 2 [AIF]
Nada más levantarse notó como algo iba mal, muy mal. Era como si un tremendo sueño se apoderase de él y le obligara a sentarse. De hecho incluso parecía estar delirando, pues creyó ver como la mujer se desvestía y se daba la vuelta mientras su larga melena se movía agitadamente. No sabía que demonios estaba pasando, pero ni en sus borracheras más brutales se había visto en algo como aquello. Era como si en la nuca de la mujer hubiese surgido una especie de boca monstruosa llena de afilados colmillos dispuestos a devorarle. ¿En qué demonios se había metido?
Fuera lo que fuera, en cuestión de segundos se vio amarrado por el pelo de la mujer o lo que diablos fuese mientras notaba como iba perdiendo la consciencia. En ese momento cayó en la cuenta de lo que ocurría, más o menos. Era imposible que esa loca viviese allí como si nada, evidentemente era una trampa, algo que a cualquiera le hubiese resultado bastante más fácil de asimilar que a él. Sin pararse a preguntarse porqué, notó algo en su sangre gracias a sus poderes. Había algo que no debería estar allí y no tenía intención de dejarlo campar a sus anchas.
Mientras la monstruosa criatura se aproximaba hacia él, el pirata se mordió la lengua y comenzó a mover la sustancia extraña por su sangre hasta llegar a ella, concentrándola en una compacta esfera de sangre que luego lanzó junto con su Haki hacia el torso de aquel monstruo. Una vez libre de los efectos de lo que fuera que le adormilaba, Arribor por fin pudo recuperar sus fuerzas. Activando las púas de sus anillos, se hizo un par de cortes en las manos desde los que generó varias cuchillas de sangre con las que se liberaría de sus extrañas ataduras. Después solo tendría que destrozar la cabaña y obligar a aquella cosa a decirle lo que ocurría allí y el motivo por el que había intentado comerle.
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Estábamos luchando contra los zombies cuando de repente aquellas bestias dejaron de atacarnos y se marcharon dirección al lado opuesto desde donde nosotros habíamos llegado. Fue un momento de lo más raro, pues al irse los zombies todo se tranquilizo, el silencio abundaba a nuestro alrededor. Entonces Dave dijo que quería seguir a los zombies, que tenia curiosidad.
-¿¡Estas loco!? A saber a donde van, ¿Quién dice que no es una trampa?-
Dicho esto empecé a escuchar ruido a unos metros nuestra, me quede un rato quieto pero no distinguí bien lo que era, mientras tanto Dave se había ido tras los zombies y solo quedábamos Iku y yo. Por una parte quería ir con Dave para saber que pasaba con aquellos zombies, pero por otra quería ir a investigar aquellos ruidos. Finalmente decidí ir haber de donde procedía el bullicio.
Tras un pequeño rato andando vi al fondo emanar fuego, me acerque un poco más para ver de que se trataba, cuando llegue al lugar de donde provenía el fuego vi a más gente y rápidamente me escondí tras unos arbustos, me asome un poco para ver la situación: vi muchos muertos, marines y personas sin uniforme, y también vivos. Allí había de todo, marines piratas y asta ¿un dragón muerto? La aldea estaba destruida, parecía que habían tenido una feroz batallas y muchos de los que estaban allí parecían bastante fuertes.
De pronto en lo alto de un edificio se subió un hombre de piel y ropajes oscuros y empezó a hablarnos sobre que aquello era una trampa, que no había dinero, de un tipo llamado Hades la ostia de poderoso, que si nos teníamos que aliar para combatir y ni se que leches más. En cuando aquel hombre termino de hablar un tipo apareció a su lado del cual me sonaba su cara, pero no sabia de que, empezó a gritar nombres y a decir que iba a derrotar a no se quien y necesitaba gente, en ese momento recordé quien era, era un pirata con el que luche hace tiempo, que me quería comer, No pude evitar sonreír y no se por que. Entonces vi que ese era mi momento para descubrir que pasaba allí y no estar solo. Salí de detrás de los arbustos, y me puse a caminar hacia donde estaba el pirata ese, tenia que aparentar ser un tipo duro, porque se notaba que los que estaban allí lo eran, y mucho. Cuando llegue frente al tejado donde estaba aquel pirata… Asd o Asder creo que era, levante la cabeza y dije.
-No se si me recordaras, pero por lo que se ve eso ahora poco importa. Mi nombre Es Tyrion y si necesitas con quien luchar cuenta conmigo.-
-¿¡Estas loco!? A saber a donde van, ¿Quién dice que no es una trampa?-
Dicho esto empecé a escuchar ruido a unos metros nuestra, me quede un rato quieto pero no distinguí bien lo que era, mientras tanto Dave se había ido tras los zombies y solo quedábamos Iku y yo. Por una parte quería ir con Dave para saber que pasaba con aquellos zombies, pero por otra quería ir a investigar aquellos ruidos. Finalmente decidí ir haber de donde procedía el bullicio.
Tras un pequeño rato andando vi al fondo emanar fuego, me acerque un poco más para ver de que se trataba, cuando llegue al lugar de donde provenía el fuego vi a más gente y rápidamente me escondí tras unos arbustos, me asome un poco para ver la situación: vi muchos muertos, marines y personas sin uniforme, y también vivos. Allí había de todo, marines piratas y asta ¿un dragón muerto? La aldea estaba destruida, parecía que habían tenido una feroz batallas y muchos de los que estaban allí parecían bastante fuertes.
De pronto en lo alto de un edificio se subió un hombre de piel y ropajes oscuros y empezó a hablarnos sobre que aquello era una trampa, que no había dinero, de un tipo llamado Hades la ostia de poderoso, que si nos teníamos que aliar para combatir y ni se que leches más. En cuando aquel hombre termino de hablar un tipo apareció a su lado del cual me sonaba su cara, pero no sabia de que, empezó a gritar nombres y a decir que iba a derrotar a no se quien y necesitaba gente, en ese momento recordé quien era, era un pirata con el que luche hace tiempo, que me quería comer, No pude evitar sonreír y no se por que. Entonces vi que ese era mi momento para descubrir que pasaba allí y no estar solo. Salí de detrás de los arbustos, y me puse a caminar hacia donde estaba el pirata ese, tenia que aparentar ser un tipo duro, porque se notaba que los que estaban allí lo eran, y mucho. Cuando llegue frente al tejado donde estaba aquel pirata… Asd o Asder creo que era, levante la cabeza y dije.
-No se si me recordaras, pero por lo que se ve eso ahora poco importa. Mi nombre Es Tyrion y si necesitas con quien luchar cuenta conmigo.-
Drako Hyrule
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Llegué al poblado, pero.... ¿Que había ocurrido? Todo era un caos, muerte, batallas y más muerte por todos lados. Conseguí divisar al dragón que vi anteriormente, pues quería montarlo, pero por desgracia no iba a poder ser, porque desde la nada apareció otro dragón, que golpeó con fiereza al primer dragón, que parecía un esqueleto. Tras golpearlo varias veces, y gracias a unos humanos, el dragón enorme fue derrotado. Seguidamente, un hombre raro, subido a un edificio comenzó a hablar y a decir algo sobre un tal Hades y un tal Neso. Nos dijo que debíamos unir fuerzas para derrotarlos, ¿Pero quiénes eran?, según ese extraño hombre eran poderosos, pero si así era, ¿por qué no los conocía?
Tras un largo discurso y de habernos hecho un informen de la situación, subió a la cuspide de aquel edificio un hombre un tanto extraño. No lo conocía, pero parecía valiente, aventurero y parecía tener un gran corazón y ansia, pues preguntó algo sobre un tal Vicealmirante, y por todo eso, me gustaba. Dijo que sabía algo sobre ese tal ¿Neto? ¿Nexo? ¿Neso? bueno, llamase como se llamase sabía como derrotarlo y quería formar un escuadrón. Tras una breve pausa, la cual yo aproveché para empezar a escalar el edificio en el que se situaba.
Escalé durante unos largos minutos, que se me hicieron infernales, y al llegar a la cima, se me había roto aún más toda la ropa. Desde allí arriba se podía divisar a piratas muy famosos, como Shirokami o Zafiro Negro, con los que con su apoyo conseguiríamos vencer a Hades. Comencé a dirigirle unas palabras a ese joven:
-Muchacho, tienes ambición y eso me gusta, podríamos ser grandes amigos, pero ahora no hay tiempo para eso, debemos acabar con Hades y ''Nexo''. Por cierto, soy Drako.
Mirando al castillo, estaba listo para todo lo que nos avecinaba, y preparado para luchar codo con codo con aquel joven.
Tras un largo discurso y de habernos hecho un informen de la situación, subió a la cuspide de aquel edificio un hombre un tanto extraño. No lo conocía, pero parecía valiente, aventurero y parecía tener un gran corazón y ansia, pues preguntó algo sobre un tal Vicealmirante, y por todo eso, me gustaba. Dijo que sabía algo sobre ese tal ¿Neto? ¿Nexo? ¿Neso? bueno, llamase como se llamase sabía como derrotarlo y quería formar un escuadrón. Tras una breve pausa, la cual yo aproveché para empezar a escalar el edificio en el que se situaba.
Escalé durante unos largos minutos, que se me hicieron infernales, y al llegar a la cima, se me había roto aún más toda la ropa. Desde allí arriba se podía divisar a piratas muy famosos, como Shirokami o Zafiro Negro, con los que con su apoyo conseguiríamos vencer a Hades. Comencé a dirigirle unas palabras a ese joven:
-Muchacho, tienes ambición y eso me gusta, podríamos ser grandes amigos, pero ahora no hay tiempo para eso, debemos acabar con Hades y ''Nexo''. Por cierto, soy Drako.
Mirando al castillo, estaba listo para todo lo que nos avecinaba, y preparado para luchar codo con codo con aquel joven.
- RESUMEN:
- -Llego al poblado nuevamente.- Escucho el discurso de ambas personas.- Me uno a al escuadrón de Asder (On-rol no lo conozco por ese nombre).
Rylanor
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Comienza la batalla de Arribor por su vida:
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Vongola Ryohei
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Tras prender la ropa alumbrando el lugar avanzo sin un rumbo fijo y desconociendo por completo el enmarañado de galerías en el que me he metido con el fin de encontrar algún lugar donde poder solucionar la cojera que me ataca desde mi enfrentamiento contra la bestia de la puerta. Paso a paso voy avanzando, en cada encrucijada me fío de mi instinto para elegir el camino a seguir mientras la pierna sigue molestando. Tras deambular por mucho tiempo escucho un sonido similar al que provoco yo al andar, un sonido de metal contra roca por lo que me dirijo hacia el lugar donde creo está el origen del sonido. Al final de ese camino me encuentro un pasillo lleno de estacas que parecen hechas de alguna extraña clase de metal, una puerta que se abre al lado del pasillo y al otro lado de las estacas un joven montado sobre una máquina que levita sobre el suelo, seguramente alguna especie de transporte. Justo al lado hay un grupo de Dugongs y una especie de máquina de combate o algo por el estilo, solo puedo saber que eso no es humano.
Antes de poder siquiera decir algo escucho al joven de la máquina gritar un “¡Eh tú!” para luego quedarse callado unos segundos antes de decir ¿Sabes algo de ruinas y civilizaciones antiguas?¿O de medicina?, eso también le vendría bien a mis costillas Al parecer al igual que yo ha tenido que pasar por alguna clase de enfrentamiento o complicación antes de llegar aquí. Antes de seguir camino digo alto y claro Lo siento pero no tengo ni la más mínima idea de ruinas o civilizaciones antiguas, pero sí tengo ciertos conocimientos medicinales que podrían servir para tratarte las costillas. Pero antes necesito hacer unos ajustes a mi pierna que llevo una cojera molesta por culpa de un chucho de tres cabezas insoportable. Sin más me siento en el suelo y de mi torso saco unas cuantas tuercas y una llave para luego mirar detenidamente mi pierna y hacer una reparación provisional que me permitirá caminar y pelear normalmente pero sin usar el propulsor. Una vez acabada la reparación cruzo la puerta y veo un pasillo lleno de antorchas encendidas, algo extraño aunque seguramente habría alguna razón para ello. En ese pasillo tiro el trapo quemado que había quedado en mi mano. En ese mismo pasillo me encuentro con el joven cara a cara, sin estacas por delante y es entonces cuando el joven hace un comentario similar a mis pensamientos mientras que la máquina que le acompaña avanza por el pasillo, algo sabio ya que las máquinas se reconstruyen y reparan mientras que algunas heridas son mortales. Tras un tiempo el joven se gira hacia mí tratando de aparentar amabilidad para luego decirme
Por cierto, mi nombre es Haine. Luego de eso suelta una especie de amenaza pero luego simplemente lo miro sin mostrar ninguna reacción a ello y digo Encantado, yo me llamo Ryohei. Si quieres te miro lo que sea que te haya pasado en las costillas. Por cierto si intentas llenarme de plomo lo llevas complicado. Tras eso di dos golpes en mi pecho de forma que suena el metal de mi cuerpo.
Antes de poder siquiera decir algo escucho al joven de la máquina gritar un “¡Eh tú!” para luego quedarse callado unos segundos antes de decir ¿Sabes algo de ruinas y civilizaciones antiguas?¿O de medicina?, eso también le vendría bien a mis costillas Al parecer al igual que yo ha tenido que pasar por alguna clase de enfrentamiento o complicación antes de llegar aquí. Antes de seguir camino digo alto y claro Lo siento pero no tengo ni la más mínima idea de ruinas o civilizaciones antiguas, pero sí tengo ciertos conocimientos medicinales que podrían servir para tratarte las costillas. Pero antes necesito hacer unos ajustes a mi pierna que llevo una cojera molesta por culpa de un chucho de tres cabezas insoportable. Sin más me siento en el suelo y de mi torso saco unas cuantas tuercas y una llave para luego mirar detenidamente mi pierna y hacer una reparación provisional que me permitirá caminar y pelear normalmente pero sin usar el propulsor. Una vez acabada la reparación cruzo la puerta y veo un pasillo lleno de antorchas encendidas, algo extraño aunque seguramente habría alguna razón para ello. En ese pasillo tiro el trapo quemado que había quedado en mi mano. En ese mismo pasillo me encuentro con el joven cara a cara, sin estacas por delante y es entonces cuando el joven hace un comentario similar a mis pensamientos mientras que la máquina que le acompaña avanza por el pasillo, algo sabio ya que las máquinas se reconstruyen y reparan mientras que algunas heridas son mortales. Tras un tiempo el joven se gira hacia mí tratando de aparentar amabilidad para luego decirme
Por cierto, mi nombre es Haine. Luego de eso suelta una especie de amenaza pero luego simplemente lo miro sin mostrar ninguna reacción a ello y digo Encantado, yo me llamo Ryohei. Si quieres te miro lo que sea que te haya pasado en las costillas. Por cierto si intentas llenarme de plomo lo llevas complicado. Tras eso di dos golpes en mi pecho de forma que suena el metal de mi cuerpo.
- Resumen:
- Respondo a Haine tras las estacas, reparo mi pierna y me ofrezco a curarle las costillas.
Worgulv
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Cada vez admiraba mas al enviado de los dioses que tenia por capitán, había abatido al gran dragón con un golpe, los huesos de la bestia aun caían del cielo, y legim no parecía ni haberse despeinado, cierto es que el otro dragón y, un árbol? habían contribuido, pero eso no le restaba merito. Un alarido retumbo en la isla, y un rayo de luz roja rasgo la noche, las tropas de hombres torpes se retiraron junto con sus perros armados, para decepción del hombre, todo había quedado arrasado en poco tiempo, y ahora solo se encontraban los hombres profanos, los cuales parecían liderados por el árbol, entre los escombros.....algo estaba por ocurrir.
En medio de la noche, sobre un tejado, entre los restos humeantes de la ladea, una figura con ropajes negros y aspecto lóbrego, grito un comunicado, habían sido embaucados, un gran ejercito no muerto se alzaba, en nombre de un ser inmortal que acababa de despertar, y estaban apunto de morir, el corazón del hombre latía con fuerza,...era esta... había dado de lleno al seguir al enviado de los dioses legim, esta era una de las batallas épicas en la que querría morir, no sentiría vergüenza ante sus ancestros, si perecía al servicio de su capitán en una batalla como esta.
Legim hablo, parecía excitado, deseaba acabar con algo, un gran guerrero, el vikingo agacho la cabeza, al saber que quería luchar solamente con el, pero la levanto al darse cuenta que merecía sobradamente esa gloria, posteriormente legim dio la opción de retirarse al barco, junto con el hombre de las llamas. Worgulv se sobresalto, su mente no podía concebir esa idea, `` Legim, enviado de los dioses, Worgulv feliz de morir en guerra contigo, ser sueño´´ costo a decir al gran hombre, aun no controlaba sobradamente el idioma, podría no ser la mayor guerra de la historia, pero la lealtad es un pacto de acero, agarro sus arma con fuerza `` mis hachas cortaran por ti, aquí o en el walhalla, te seguiré´´ dijo el hombre mientras se situaba detrás de su capitán y le seguía el paso, linea recta hacia la luz roja, estaba feliz, sonreía de oreja a oreja, y estaba preparado. De pronto fue consciente de que no estaba solo, cogió al pequeño ser de su hombro, y lo dejo en el suelo `` pequeño ser volver a barco, no momento tuyo aun´´ se dio la vuelta y siguió a su capitán.
En medio de la noche, sobre un tejado, entre los restos humeantes de la ladea, una figura con ropajes negros y aspecto lóbrego, grito un comunicado, habían sido embaucados, un gran ejercito no muerto se alzaba, en nombre de un ser inmortal que acababa de despertar, y estaban apunto de morir, el corazón del hombre latía con fuerza,...era esta... había dado de lleno al seguir al enviado de los dioses legim, esta era una de las batallas épicas en la que querría morir, no sentiría vergüenza ante sus ancestros, si perecía al servicio de su capitán en una batalla como esta.
Legim hablo, parecía excitado, deseaba acabar con algo, un gran guerrero, el vikingo agacho la cabeza, al saber que quería luchar solamente con el, pero la levanto al darse cuenta que merecía sobradamente esa gloria, posteriormente legim dio la opción de retirarse al barco, junto con el hombre de las llamas. Worgulv se sobresalto, su mente no podía concebir esa idea, `` Legim, enviado de los dioses, Worgulv feliz de morir en guerra contigo, ser sueño´´ costo a decir al gran hombre, aun no controlaba sobradamente el idioma, podría no ser la mayor guerra de la historia, pero la lealtad es un pacto de acero, agarro sus arma con fuerza `` mis hachas cortaran por ti, aquí o en el walhalla, te seguiré´´ dijo el hombre mientras se situaba detrás de su capitán y le seguía el paso, linea recta hacia la luz roja, estaba feliz, sonreía de oreja a oreja, y estaba preparado. De pronto fue consciente de que no estaba solo, cogió al pequeño ser de su hombro, y lo dejo en el suelo `` pequeño ser volver a barco, no momento tuyo aun´´ se dio la vuelta y siguió a su capitán.
Deathstroke
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La gran criatura esquelética que había incendiado el pueblo cayo fácilmente tras un último golpe sobre ella de nuestro capitán Legim, de repente todo se volvió más tranquilo ya que las criaturas que atacaban el pueblo comenzaron a retirarse del pueblo y una luz roja iluminó desde el cielo el castillo que había cerca del pueblo. Ligeramente asombrado por lo que acababa de suceder hacia un momento delante de mí, y para más asombro apareció en uno de los tejados de las casas en ruinas un personaje más; que nos comenzó a contar una historia, que resulto ser el porqué de todas las cosas raras que estaban sucediendo en la isla, la historia relataba de un hombre llamado Hades el Inmortal estaba despertando siendo este un hombre muy peligroso y había que detener el ritual del despertar "Como me imaginaba esta clama no podía ser buena y menos aun el foco rojo que ilumina el castillo" pensé para mis adentros. Y para ello quería que todos los bando que allí nos encontrábamos cooperásemos para poder acabar con el enemigo común y sobrevivir, personalmente no me hacía mucha gracia tener que ayudar y ser ayudado por marines o agentes del gobierno pero posiblemente no quedase de otra.
Por otra parte nuestro capitán inició el camino hacia el castillo, dejando el comentario de que podíamos retirarnos al barco para poder cumplir nuestros sueños para el futuro. Sin embargo Worgulv fue el primero en intervenir diciendo que iría con el capitán hasta el final.
-Capitán, no sé si se lo he dicho ya pero mi propósito en la vida es que usted se convierte en el Rey de los piratas y si me retirase ahora no estaría cumpliéndolo, por tanto os acompañaré a ti y a Worgulv, que aunque no lo parezca puede que necesite nuestra ayuda aunque sea para distraer al enemigo- le dije a mi capitán mientras desenfundaba mi arma y me ponía de camino con mis compañeros a acabar con lo que estuviese pasando en la isla.
Por otra parte nuestro capitán inició el camino hacia el castillo, dejando el comentario de que podíamos retirarnos al barco para poder cumplir nuestros sueños para el futuro. Sin embargo Worgulv fue el primero en intervenir diciendo que iría con el capitán hasta el final.
-Capitán, no sé si se lo he dicho ya pero mi propósito en la vida es que usted se convierte en el Rey de los piratas y si me retirase ahora no estaría cumpliéndolo, por tanto os acompañaré a ti y a Worgulv, que aunque no lo parezca puede que necesite nuestra ayuda aunque sea para distraer al enemigo- le dije a mi capitán mientras desenfundaba mi arma y me ponía de camino con mis compañeros a acabar con lo que estuviese pasando en la isla.
Etsu
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Vi el enfrentamiento entre ambos dragones en el cielo, y como el esquelético caía al suelo sin vida. Bueno, no sabía si había estado vivo desde un principio. Mi herida parecía que había dejado de sangrar, conseguí deshacerme del perro y callé mientras escuchaba un largo discurso. Me dio a entender que quizá no era el mejor momento para obcecarme en eliminar a los enemigos de la justicia, aunque por lo que pude ver algunos de ellos tenían cuantiosas recompensas.
Me paré en seco antes de llegar del todo a encontrarme frente a los piratas de Shirokami, al parecer la vista me había jugado una mala pasada, ya que no había ningún gigante. Seguramente el humo tuviese algo que ver en eso.
De repente vi como donde Brendaric había dado su discurso se subía una persona conocida, Asderdeker, uno de los nuevos piratas que estaba ganando fama. Al parecer a Neso solo le afectaba el kairoseki, miré la hoja de mi espada y me maldije por no haberla recubierto de aquel metal que anulaba a los usuarios.
Usé geppou para subir donde se encontraba él.
-No tengo kairo, pero supongo que haré lo que pueda contra él -dije tendiendole la mano -consideraro un tregua temporal.
Me paré en seco antes de llegar del todo a encontrarme frente a los piratas de Shirokami, al parecer la vista me había jugado una mala pasada, ya que no había ningún gigante. Seguramente el humo tuviese algo que ver en eso.
De repente vi como donde Brendaric había dado su discurso se subía una persona conocida, Asderdeker, uno de los nuevos piratas que estaba ganando fama. Al parecer a Neso solo le afectaba el kairoseki, miré la hoja de mi espada y me maldije por no haberla recubierto de aquel metal que anulaba a los usuarios.
Usé geppou para subir donde se encontraba él.
-No tengo kairo, pero supongo que haré lo que pueda contra él -dije tendiendole la mano -consideraro un tregua temporal.
- Resumen:
- Básicamente me voy con Asderdeker
Flea
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Akuma no mi
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Al parecer no llegamos a la aldea en un buen momento. No había nada para poder curar mi herida, ni a Azumi Kento, pero eso no era mucho problema, podría volar y no necesitaría las piernas para nada, por más herida que hubiera, no creo que debido a esa herida me transforme en un Zombie como todos los otros que maté.
Al parecer los problemas se avecinaban, había despertado un tal Hades, el inmortal. Estaba pasando todo junto, no podría nombrar en orden todas las cosas que sucedieron en tan poco tiempo, un discurso sobre ese hombre invencible, un dragón esquelético sobrevolaba, perseguido por un dragón azul, y un hombre, al cual pude reconocer como mi compinche Drake. ¿Qué hacía Drake en aquella isla? ¿Por qué no estaba junto a su amo, un Shichibukai que no recuerdo el nombre? No era momento para pensar en eso, debía preocuparme más por mí situación.
Había muchas caras conocidas por allí cerca, estaba el Capitán Legim, que había formado parte de nuestra banda revolucionaria antes, se encontraban tres o cuatro Marines, el mas reconocible era el Almirante Krauser, había algún que otro pirata más, pero no tan conocido como los otros, y los tripulantes del peliblanco. Luego del discurso de Brendaric, uno de los piratas se subió y dio otra larga charla más, mientras algunos se subían, uno con un Geppou, así que posiblemente fuera del Cipher Pol.
- ¿Vamos? - le pregunté a Leonel, pero no me importó su respuesta, posiblemente él quería ir con Legim. - Si no podríamos separarnos. Estaría bien hacer dos grupos, uno que vaya a buscar a Neso, y otro a Hades. Puedes ir tú con Legim, si lo deseas. - y luego de decirle aquellas palabras, me transformé en híbrido y volé hacia el lugar donde se encontraba el Brendaric y el otro tipo. No les diría mi nombre, por si las dudas. - Me uno a ustedes. - Levanté la voz, para decirle a todos - lo mejor sería separarnos en dos grupos, que dos vayan a buscar a Neso, y otro a Hades. Este tipo sabe cómo derrotar a Neso - señalé al hombre del segundo discurso - así que lo mejor sería que nosotros vayamos a por él. El otro grupo puede ir a por Hades, pero si terminamos antes, deberíamos unirnos todos para matar al inmortal.
Al parecer los problemas se avecinaban, había despertado un tal Hades, el inmortal. Estaba pasando todo junto, no podría nombrar en orden todas las cosas que sucedieron en tan poco tiempo, un discurso sobre ese hombre invencible, un dragón esquelético sobrevolaba, perseguido por un dragón azul, y un hombre, al cual pude reconocer como mi compinche Drake. ¿Qué hacía Drake en aquella isla? ¿Por qué no estaba junto a su amo, un Shichibukai que no recuerdo el nombre? No era momento para pensar en eso, debía preocuparme más por mí situación.
Había muchas caras conocidas por allí cerca, estaba el Capitán Legim, que había formado parte de nuestra banda revolucionaria antes, se encontraban tres o cuatro Marines, el mas reconocible era el Almirante Krauser, había algún que otro pirata más, pero no tan conocido como los otros, y los tripulantes del peliblanco. Luego del discurso de Brendaric, uno de los piratas se subió y dio otra larga charla más, mientras algunos se subían, uno con un Geppou, así que posiblemente fuera del Cipher Pol.
- ¿Vamos? - le pregunté a Leonel, pero no me importó su respuesta, posiblemente él quería ir con Legim. - Si no podríamos separarnos. Estaría bien hacer dos grupos, uno que vaya a buscar a Neso, y otro a Hades. Puedes ir tú con Legim, si lo deseas. - y luego de decirle aquellas palabras, me transformé en híbrido y volé hacia el lugar donde se encontraba el Brendaric y el otro tipo. No les diría mi nombre, por si las dudas. - Me uno a ustedes. - Levanté la voz, para decirle a todos - lo mejor sería separarnos en dos grupos, que dos vayan a buscar a Neso, y otro a Hades. Este tipo sabe cómo derrotar a Neso - señalé al hombre del segundo discurso - así que lo mejor sería que nosotros vayamos a por él. El otro grupo puede ir a por Hades, pero si terminamos antes, deberíamos unirnos todos para matar al inmortal.
- Acciones:
- Subir hacia donde se encuentran Asder, Etsu, Brendaric y Drako - Dar la idea de separarse en dos grupos.
Byakuro Kyoya
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Byakuro alcanzó a ver a un grupo de personas en el linde del bosque. Parecían tipos duros. Algunos más que otros, sin duda. Uno de ellos tenía pinta de samurai, y parecía algo maltratado por las inclemencias del tiempo. O tal vez por algún animal gigante loco. Byakuro los miró a todos. Parecían formar un equipo. Pero por supuesto ni de lejos tan bueno como el suyo, Aki y Klaus. Solo el camaleón ya les daba mil vueltas a cada uno de aquellos hombres. Y Aki era mejor compañía, seguro. Pero conocer gente nueva siempre era divertido, y después de la pelea con el viejo, no le importaba hablar con más desconocidos. A lo mejor, hasta querían pelear también.
- Ohayo, gente -una especie de gemido extraño, como un lamento lejano, resonó en el aire-. Vaya... que raro es este lugar... -dijo el cazador, mientras Klaus se subía, con un aire inquieto, a su cabeza.
Byakuro observó un caserón un poco más allá, en el bosque. Tal vez fuera divertido ir a explorarlo. Tenía pinta de ser el típico sitio interesante de recorrer. Seguro que hasta había cuadros con ojos que se mueven, y estanterías con libros polvorientos. Una típica ambientación de terror.
Estaba pensando en eso cuando una enorme masa de carne salió del bosque. Aquel bicho era bastante feo. Parecía un amasijo de cuerpos cosidos toscamente entre sí. Y tenía un boquete en la barriga. Quienquiera que hubiera cosido aquellos cuerpos tenía un serio problema de previsión. Se había olvidado de cerrar aquel agujero.
El monstruo saltó y golpeó el suelo con fuerza con sus apestosos glúteos muertos, haciendo un sonido poco agradable para el oído. Además, como algo secundario, levantó una onda de energía que se dirigió hacia todos a su alrededor, incluido el cazador. Con un movimiento rápido, realizó un movimiento de bastón, lanzando una onda cortante en sentido contrario, para que impactara con la oleada de energía que le venía encima a él, a Klaus y a Aki. Los otros eran secundarios. El protegería a su mascota y a su... compañera.
El corte enviado, por desgracia, no fue lo suficientemente fuerte, y la fuerte onda expansiva provocada por el gólem de carne golpeó a Byakuro en el cuerpo, aunque provocando daños bastante ligeros en comparación con lo que habría sido. Lo que de verdad dolió al chico fue la oleada de hedor que acompañaba a la onda de energía. Hizo que le saltaran un par de lágrimas. Aquella cosa olía extremadamente mal. Lo cual era normal. Tener las tripas al aire puede provocar mal olor.
- No me gustas. No me gusta ni un pelo tu cara, tu forma, tu hediondo cuerpo putrefacto, pedazo de basura. -Byakuro sentía un dolor en el pecho. Parecía que aquella onda de energía había golpeado con más fuerza de la que pensaba. Tras pronunciar esas palabras, corrió hacia la criatura, y trató de hundir su bastón tridente en las entrañas del monstruo, con sus características llamas ardiendo intensamente. El combate con el viejo lo había animado, y no iba a dejar que una albóndiga gigante con patas se lo estropease.
Pinchar intestinos [Llamas de Alba y Ocaso][AF]
- Ohayo, gente -una especie de gemido extraño, como un lamento lejano, resonó en el aire-. Vaya... que raro es este lugar... -dijo el cazador, mientras Klaus se subía, con un aire inquieto, a su cabeza.
Byakuro observó un caserón un poco más allá, en el bosque. Tal vez fuera divertido ir a explorarlo. Tenía pinta de ser el típico sitio interesante de recorrer. Seguro que hasta había cuadros con ojos que se mueven, y estanterías con libros polvorientos. Una típica ambientación de terror.
Estaba pensando en eso cuando una enorme masa de carne salió del bosque. Aquel bicho era bastante feo. Parecía un amasijo de cuerpos cosidos toscamente entre sí. Y tenía un boquete en la barriga. Quienquiera que hubiera cosido aquellos cuerpos tenía un serio problema de previsión. Se había olvidado de cerrar aquel agujero.
El monstruo saltó y golpeó el suelo con fuerza con sus apestosos glúteos muertos, haciendo un sonido poco agradable para el oído. Además, como algo secundario, levantó una onda de energía que se dirigió hacia todos a su alrededor, incluido el cazador. Con un movimiento rápido, realizó un movimiento de bastón, lanzando una onda cortante en sentido contrario, para que impactara con la oleada de energía que le venía encima a él, a Klaus y a Aki. Los otros eran secundarios. El protegería a su mascota y a su... compañera.
El corte enviado, por desgracia, no fue lo suficientemente fuerte, y la fuerte onda expansiva provocada por el gólem de carne golpeó a Byakuro en el cuerpo, aunque provocando daños bastante ligeros en comparación con lo que habría sido. Lo que de verdad dolió al chico fue la oleada de hedor que acompañaba a la onda de energía. Hizo que le saltaran un par de lágrimas. Aquella cosa olía extremadamente mal. Lo cual era normal. Tener las tripas al aire puede provocar mal olor.
- No me gustas. No me gusta ni un pelo tu cara, tu forma, tu hediondo cuerpo putrefacto, pedazo de basura. -Byakuro sentía un dolor en el pecho. Parecía que aquella onda de energía había golpeado con más fuerza de la que pensaba. Tras pronunciar esas palabras, corrió hacia la criatura, y trató de hundir su bastón tridente en las entrañas del monstruo, con sus características llamas ardiendo intensamente. El combate con el viejo lo había animado, y no iba a dejar que una albóndiga gigante con patas se lo estropease.
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- Resumen:
- Ver a los cazadores+Presentación+Plantearse el ir al caserón+Aparece el bicharraco+Detener más o menos la onda expansiva para proteger a mi grupo (Aki, Klaus, yo)+Intentar clavar el tridente en las tripas del gordo
Uracha
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Estar en aquel lugar era un Caos, miraras donde miraras solo había personas heridas o muertas y la verdad podías encontrarte todo tipo de personas, Marines, Piratas, Revolucionarios, Cazadores, para ser sincero no me hacia mucha gracia estar en aquel lugar pero bueno una cosa tenia clara, no me iba a ir y dejarle toda la diversión a los demás, tras observar todo aquello observe como Kogato apareció, y este estaba herido informo sobre la situación y luego se sentó en una roca cerca mía Legim me miro y sin dudarlo sabia que quería que hiciera mientras sacaba algunas vendas y algunas medicamentos Legim envió una pequeña capa de alcohol para desinfectar la herida de Kogato.
-Bueno vamos a mirarte ese pequeño rasguño- dije observándola y viendo el estado de la herida. Cogí un ungüento que tenia preparado y con cuidado comencé a esparcirlo sin dejar ninguna parte libre luego cogí unas cuantos regeneradores celulares y también los use para que dicha herida cicatrizara mucha mas rápido, seguidamente comencé a vendarle y en pocos minutos termine.
-Bueno tío ya esta todo hecho, procura no ser muy bestia, con lo que te puesto debería cicatrizar mucho mas rápido, gran parte de la infección se a ido, no creo que te de muchos problemas-
dije observando todo a mi alrededor cuando de repente observe como un dragón apareció y a su paso iba arrasando con todo, pero Dexter transformado en dragón y otros tíos se estaban haciendo cargo de el, cuando Legim observo aquello fue directo a por el pero el dragón estaba ya tan herido que con un ataque de mi capitán callo al suelo y un extraño brillo verde desapareció de el, para ser sincero todo era bastante extraño, pero no me sorprendía mucho todo esto, ya había pasado por varias cosas raras y siendo sincero me encantaba.
Tras pasar un poco mas de tiempo observe como mas caras conocidas seguían llegando a aque lugar y la verdad, todo parecía muy extraño, como si de alguna forma alguien quería que nos reunaramos todos, al poco rato de repente una voz sonó por todo el lugar y un tío con ropajes negros comenzó a hablar al parecer estaba hablando de que todo era una trampa y estábamos aquí para morir y para ser robados -Tíos, tíos es como una historia de terror pero real ¡¡¡que guay!!! lo mejor de todo es que somos los protas- Dije muy alegre, no sabia muy bien por que pero el mal presentimiento que tenia en el cuerpo se me había ido y eso me alegraba muchísimo.
Tras escuchar todas las palabras del tio ese al parecer la mejor opción era que nos aliarnos todos y dejáramos de lado nuestras diferencias, y siendo sincero eso podría ser algo difícil, a mi no me importaba aliarme con marines o cazadores, pero no sabia que pensarían ellos ante eso.
Legim parecía muy excitado al parecer quería enfrentarse el solo a ese rival y por mi parte no iba a dejar que se llevara toda la gloria.
-Que es eso de irnos, que yo también quiero divertirme, ademas si te pasa algo y yo no estoy ¿Quién va a curarte?- Dije son tono burlón -Sabes que voy a acompañarte vayas donde vayas capitán.-
Seguidamente tanto Worgulv y Deathstroke también decidieron seguir junto a Legim y eso me alegro muchísimo, pueden que sean novatos, pero al parecer tenían valor y lealtad y eso les convertirían seguro en grandes nakamas.
A continuación comencé a caminar junto a Legim y los demás, mientras pensaba en ese tal Neso, siendo sincero me gustaría enfrentarme a el para ver si ciertamente era tan fuerte como decía aquel tío encapuchado.
-Bueno vamos a mirarte ese pequeño rasguño- dije observándola y viendo el estado de la herida. Cogí un ungüento que tenia preparado y con cuidado comencé a esparcirlo sin dejar ninguna parte libre luego cogí unas cuantos regeneradores celulares y también los use para que dicha herida cicatrizara mucha mas rápido, seguidamente comencé a vendarle y en pocos minutos termine.
-Bueno tío ya esta todo hecho, procura no ser muy bestia, con lo que te puesto debería cicatrizar mucho mas rápido, gran parte de la infección se a ido, no creo que te de muchos problemas-
dije observando todo a mi alrededor cuando de repente observe como un dragón apareció y a su paso iba arrasando con todo, pero Dexter transformado en dragón y otros tíos se estaban haciendo cargo de el, cuando Legim observo aquello fue directo a por el pero el dragón estaba ya tan herido que con un ataque de mi capitán callo al suelo y un extraño brillo verde desapareció de el, para ser sincero todo era bastante extraño, pero no me sorprendía mucho todo esto, ya había pasado por varias cosas raras y siendo sincero me encantaba.
Tras pasar un poco mas de tiempo observe como mas caras conocidas seguían llegando a aque lugar y la verdad, todo parecía muy extraño, como si de alguna forma alguien quería que nos reunaramos todos, al poco rato de repente una voz sonó por todo el lugar y un tío con ropajes negros comenzó a hablar al parecer estaba hablando de que todo era una trampa y estábamos aquí para morir y para ser robados -Tíos, tíos es como una historia de terror pero real ¡¡¡que guay!!! lo mejor de todo es que somos los protas- Dije muy alegre, no sabia muy bien por que pero el mal presentimiento que tenia en el cuerpo se me había ido y eso me alegraba muchísimo.
Tras escuchar todas las palabras del tio ese al parecer la mejor opción era que nos aliarnos todos y dejáramos de lado nuestras diferencias, y siendo sincero eso podría ser algo difícil, a mi no me importaba aliarme con marines o cazadores, pero no sabia que pensarían ellos ante eso.
Legim parecía muy excitado al parecer quería enfrentarse el solo a ese rival y por mi parte no iba a dejar que se llevara toda la gloria.
-Que es eso de irnos, que yo también quiero divertirme, ademas si te pasa algo y yo no estoy ¿Quién va a curarte?- Dije son tono burlón -Sabes que voy a acompañarte vayas donde vayas capitán.-
Seguidamente tanto Worgulv y Deathstroke también decidieron seguir junto a Legim y eso me alegro muchísimo, pueden que sean novatos, pero al parecer tenían valor y lealtad y eso les convertirían seguro en grandes nakamas.
A continuación comencé a caminar junto a Legim y los demás, mientras pensaba en ese tal Neso, siendo sincero me gustaría enfrentarme a el para ver si ciertamente era tan fuerte como decía aquel tío encapuchado.
- Resumen:
- Curar a Kogato, escuchar al tío encapuchado, seguir a Legim junto a los demás, interesarme por Neso
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