La llamada de la tumba [Evento de Halloween]

Estábamos luchando contra los zombies cuando de repente aquellas bestias dejaron de atacarnos y se marcharon dirección al lado opuesto desde donde nosotros habíamos llegado. Fue un momento de lo más raro, pues al irse los zombies todo se tranquilizo, el silencio abundaba a nuestro alrededor. Entonces Dave dijo que quería seguir a los zombies, que tenia curiosidad.

-¿¡Estas loco!? A saber a donde van, ¿Quién dice que no es una trampa?-

Dicho esto empecé a escuchar ruido a unos metros nuestra, me quede un rato quieto pero no distinguí bien lo que era, mientras tanto Dave se había ido tras los zombies y solo quedábamos Iku y yo. Por una parte quería ir con Dave para saber que pasaba con aquellos zombies, pero por otra quería ir a investigar aquellos ruidos. Finalmente decidí ir haber de donde procedía el bullicio.

Tras un pequeño rato andando vi al fondo emanar fuego, me acerque un poco más para ver de que se trataba, cuando llegue al lugar de donde provenía el fuego vi a más gente y rápidamente me escondí tras unos arbustos, me asome un poco para ver la situación: vi muchos muertos, marines y personas sin uniforme, y también vivos. Allí había de todo, marines piratas y asta ¿un dragón muerto? La aldea estaba destruida, parecía que habían tenido una feroz batallas y muchos de los que estaban allí parecían bastante fuertes.

De pronto en lo alto de un edificio se subió un hombre de piel y ropajes oscuros y empezó a hablarnos sobre que aquello era una trampa, que no había dinero, de un tipo llamado Hades la ostia de poderoso, que si nos teníamos que aliar para combatir y ni se que leches más. En cuando aquel hombre termino de hablar un tipo apareció a su  lado del cual me sonaba su cara, pero no sabia de que, empezó a gritar nombres y a decir que iba a derrotar a no se quien y necesitaba gente, en ese momento recordé quien era, era un pirata con el que luche hace tiempo, que me quería comer, No pude evitar sonreír y no se por que. Entonces vi que ese era mi momento para descubrir que pasaba allí y no estar solo. Salí de detrás de los arbustos, y me puse a caminar hacia donde estaba el pirata ese, tenia que aparentar ser un tipo duro, porque se notaba que los que estaban allí lo eran, y mucho. Cuando llegue frente al tejado donde estaba aquel pirata… Asd o Asder creo que era, levante la cabeza y dije.

-No se si me recordaras, pero por lo que se ve eso ahora poco importa. Mi nombre Es Tyrion y si necesitas con quien luchar cuenta conmigo.-

Llegué al poblado, pero.... ¿Que había ocurrido? Todo era un caos, muerte, batallas y más muerte por todos lados. Conseguí divisar al dragón que vi anteriormente, pues quería montarlo, pero por desgracia no iba a poder ser, porque desde la nada apareció otro dragón, que golpeó con fiereza al primer dragón, que parecía un esqueleto. Tras golpearlo varias veces, y gracias a unos humanos, el dragón enorme fue derrotado. Seguidamente, un hombre raro, subido a un edificio comenzó a hablar y a decir algo sobre un tal Hades y un tal Neso. Nos dijo que debíamos unir fuerzas para derrotarlos, ¿Pero quiénes eran?, según ese extraño hombre eran poderosos, pero si así era, ¿por qué no los conocía?

Tras un largo discurso y de habernos hecho un informen de la situación, subió a la cuspide de aquel edificio un hombre un tanto extraño. No lo conocía, pero parecía valiente, aventurero y parecía tener un gran corazón y ansia, pues preguntó algo sobre un tal Vicealmirante, y por todo eso, me gustaba. Dijo que sabía algo sobre ese tal ¿Neto? ¿Nexo? ¿Neso? bueno, llamase como se llamase sabía como derrotarlo y quería formar un escuadrón. Tras una breve pausa, la cual yo aproveché para empezar a escalar el edificio en el que se situaba.

Escalé durante unos largos minutos, que se me hicieron infernales, y al llegar a la cima, se me había roto aún más toda la ropa. Desde allí arriba se podía divisar a piratas muy famosos, como Shirokami o Zafiro Negro, con los que con su apoyo conseguiríamos vencer a Hades. Comencé a dirigirle unas palabras a ese joven:

-Muchacho, tienes ambición y eso me gusta, podríamos ser grandes amigos, pero ahora no hay tiempo para eso, debemos acabar con Hades y ''Nexo''. Por cierto, soy Drako.

Mirando al castillo, estaba listo para todo lo que nos avecinaba, y preparado para luchar codo con codo con aquel joven.

RESUMEN:

Comienza la batalla de Arribor por su vida:
https://www.onepiece-definitiverol.com/t11175-la-mujer-de-dos-bocas-kaila-contra-arribor#117461

Cada vez admiraba mas al enviado de los dioses que tenia por capitán, había abatido al gran dragón con un golpe, los huesos de la bestia aun caían del cielo, y legim no parecía ni haberse despeinado, cierto es que el otro dragón y, un árbol? habían contribuido, pero eso no le restaba merito. Un alarido retumbo en la isla, y un rayo de luz roja rasgo la noche, las tropas de hombres torpes se retiraron junto con sus perros armados, para decepción del hombre, todo había quedado arrasado en poco tiempo, y ahora solo se encontraban los hombres profanos, los cuales parecían liderados por el árbol, entre los escombros.....algo estaba por ocurrir.

En medio de la noche, sobre un tejado, entre los restos humeantes de la ladea, una figura con ropajes negros y aspecto lóbrego, grito un comunicado, habían sido embaucados, un gran ejercito no muerto se alzaba, en nombre de un ser inmortal que acababa de despertar, y estaban apunto de morir, el corazón del hombre latía con fuerza,...era esta... había dado de lleno al seguir al enviado de los dioses legim, esta era una de las batallas épicas en la que querría morir, no sentiría vergüenza ante sus ancestros, si perecía al servicio de su capitán en una batalla como esta.

Legim hablo, parecía excitado, deseaba acabar con algo, un gran guerrero, el vikingo agacho la cabeza, al saber que quería luchar solamente con el, pero la levanto al darse cuenta que merecía sobradamente esa gloria, posteriormente legim dio la opción de retirarse al barco, junto con el hombre de las llamas. Worgulv se sobresalto, su mente no podía concebir esa idea, `` Legim, enviado de los dioses, Worgulv feliz de morir en guerra contigo, ser sueño´´ costo a decir al gran hombre, aun no controlaba sobradamente el idioma, podría no ser la mayor guerra de la historia, pero la lealtad es un pacto de acero, agarro sus arma con fuerza `` mis hachas cortaran por ti, aquí o en el walhalla, te seguiré´´ dijo el hombre mientras se situaba detrás de su capitán y le seguía el paso, linea recta hacia la luz roja, estaba feliz, sonreía de oreja a oreja, y estaba preparado. De pronto fue consciente de que no estaba solo, cogió al pequeño ser de su hombro, y lo dejo en el suelo `` pequeño ser volver a barco, no momento tuyo aun´´ se dio la vuelta y siguió a su capitán.

La gran criatura esquelética que había incendiado el pueblo cayo fácilmente tras un último golpe sobre ella de nuestro capitán Legim, de repente todo se volvió más tranquilo ya que las criaturas que atacaban el pueblo comenzaron a retirarse del pueblo y una luz roja iluminó desde el cielo el castillo que había cerca del pueblo. Ligeramente asombrado por lo que acababa de suceder hacia un momento delante de mí, y para más asombro apareció en uno de los tejados de las casas en ruinas un personaje más; que nos comenzó a contar una historia, que resulto ser el porqué de todas las cosas raras que estaban sucediendo en la isla, la historia relataba de un hombre llamado Hades el Inmortal estaba despertando siendo este un hombre muy peligroso y había que detener el ritual del despertar "Como me imaginaba esta clama no podía ser buena y menos aun el foco rojo que ilumina el castillo" pensé para mis adentros. Y para ello quería que todos los bando que allí nos encontrábamos cooperásemos para poder acabar con el enemigo común y sobrevivir, personalmente no me hacía mucha gracia tener que ayudar y ser ayudado por marines o agentes del gobierno pero posiblemente no quedase de otra.

Por otra parte nuestro capitán inició el camino hacia el castillo, dejando el comentario de que podíamos retirarnos al barco para poder cumplir nuestros sueños para el futuro. Sin embargo Worgulv fue el primero en intervenir diciendo que iría con el capitán hasta el final.

-Capitán, no sé si se lo he dicho ya pero mi propósito en la vida es que usted se convierte en el Rey de los piratas y si me retirase ahora no estaría cumpliéndolo, por tanto os acompañaré a ti y a Worgulv, que aunque no lo parezca puede que necesite nuestra ayuda aunque sea para distraer al enemigo- le dije a mi capitán mientras desenfundaba mi arma y me ponía de camino con mis compañeros a acabar con lo que estuviese pasando en la isla.

Vi el enfrentamiento entre ambos dragones en el cielo, y como el esquelético caía al suelo sin vida. Bueno, no sabía si había estado vivo desde un principio. Mi herida parecía que había dejado de sangrar, conseguí deshacerme del perro y callé mientras escuchaba un largo discurso. Me dio a entender que quizá no era el mejor momento para obcecarme en eliminar a los enemigos de la justicia, aunque por lo que pude ver algunos de ellos tenían cuantiosas recompensas.
Me paré en seco antes de llegar del todo a encontrarme frente a los piratas de Shirokami, al parecer la vista me había jugado una mala pasada, ya que no había ningún gigante. Seguramente el humo tuviese algo que ver en eso.
De repente vi como donde Brendaric había dado su discurso se subía una persona conocida, Asderdeker, uno de los nuevos piratas que estaba ganando fama. Al parecer a Neso solo le afectaba el kairoseki, miré la hoja de mi espada y me maldije por no haberla recubierto de aquel metal que anulaba a los usuarios.
Usé geppou para subir donde se encontraba él.

-No tengo kairo, pero supongo que haré lo que pueda contra él -dije tendiendole la mano -consideraro un tregua temporal.

Resumen:

Al parecer no llegamos a la aldea en un buen momento. No había nada para poder curar mi herida, ni a Azumi Kento, pero eso no era mucho problema, podría volar y no necesitaría las piernas para nada, por más herida que hubiera, no creo que debido a esa herida me transforme en un Zombie como todos los otros que maté.

Al parecer los problemas se avecinaban, había despertado un tal Hades, el inmortal. Estaba pasando todo junto, no podría nombrar en orden todas las cosas que sucedieron en tan poco tiempo, un discurso sobre ese hombre invencible, un dragón esquelético sobrevolaba, perseguido por un dragón azul, y un hombre, al cual pude reconocer como mi compinche Drake. ¿Qué hacía Drake en aquella isla? ¿Por qué no estaba junto a su amo, un Shichibukai que no recuerdo el nombre? No era momento para pensar en eso, debía preocuparme más por mí situación.

Había muchas caras conocidas por allí cerca, estaba el Capitán Legim, que había formado parte de nuestra banda revolucionaria antes, se encontraban tres o cuatro Marines, el mas reconocible era el Almirante Krauser, había algún que otro pirata más, pero no tan conocido como los otros, y los tripulantes del peliblanco. Luego del discurso de Brendaric, uno de los piratas se subió y dio otra larga charla más, mientras algunos se subían, uno con un Geppou, así que posiblemente fuera del Cipher Pol.

- ¿Vamos? - le pregunté a Leonel, pero no me importó su respuesta, posiblemente él quería ir con Legim. - Si no podríamos separarnos. Estaría bien hacer dos grupos, uno que vaya a buscar a Neso, y otro a Hades. Puedes ir tú con Legim, si lo deseas. - y luego de decirle aquellas palabras, me transformé en híbrido y volé hacia el lugar donde se encontraba el Brendaric y el otro tipo. No les diría mi nombre, por si las dudas. - Me uno a ustedes. - Levanté la voz, para decirle a todos - lo mejor sería separarnos en dos grupos, que dos vayan a buscar a Neso, y otro a Hades. Este tipo sabe cómo derrotar a Neso - señalé al hombre del segundo discurso - así que lo mejor sería que nosotros vayamos a por él. El otro grupo puede ir a por Hades, pero si terminamos antes, deberíamos unirnos todos para matar al inmortal.

Acciones:

Byakuro alcanzó a ver a un grupo de personas en el linde del bosque. Parecían tipos duros. Algunos más que otros, sin duda. Uno de ellos tenía pinta de samurai, y parecía algo maltratado por las inclemencias del tiempo. O tal vez por algún animal gigante loco. Byakuro los miró a todos. Parecían formar un equipo. Pero por supuesto ni de lejos tan bueno como el suyo, Aki y Klaus. Solo el camaleón ya les daba mil vueltas a cada uno de aquellos hombres. Y Aki era mejor compañía, seguro. Pero conocer gente nueva siempre era divertido, y después de la pelea con el viejo, no le importaba hablar con más desconocidos. A lo mejor, hasta querían pelear también.

- Ohayo, gente -una especie de gemido extraño, como un lamento lejano, resonó en el aire-. Vaya... que raro es este lugar... -dijo el cazador, mientras Klaus se subía, con un aire inquieto, a su cabeza.

Byakuro observó un caserón un poco más allá, en el bosque. Tal vez fuera divertido ir a explorarlo. Tenía pinta de ser el típico sitio interesante de recorrer. Seguro que hasta había cuadros con ojos que se mueven, y estanterías con libros polvorientos. Una típica ambientación de terror.

Estaba pensando en eso cuando una enorme masa de carne salió del bosque. Aquel bicho era bastante feo. Parecía un amasijo de cuerpos cosidos toscamente entre sí. Y tenía un boquete en la barriga. Quienquiera que hubiera cosido aquellos cuerpos tenía un serio problema de previsión. Se había olvidado de cerrar aquel agujero.



El monstruo saltó y golpeó el suelo con fuerza con sus apestosos glúteos muertos, haciendo un sonido poco agradable para el oído. Además, como algo secundario, levantó una onda de energía que se dirigió hacia todos a su alrededor, incluido el cazador. Con un movimiento rápido, realizó un movimiento de bastón, lanzando una onda cortante en sentido contrario, para que impactara con la oleada de energía que le venía encima a él, a Klaus y a Aki. Los otros eran secundarios. El protegería a su mascota y a su... compañera.

El corte enviado, por desgracia, no fue lo suficientemente fuerte, y la fuerte onda expansiva provocada por el gólem de carne golpeó a Byakuro en el cuerpo, aunque provocando daños bastante ligeros en comparación con lo que habría sido. Lo que de verdad dolió al chico fue la oleada de hedor que acompañaba a la onda de energía. Hizo que le saltaran un par de lágrimas. Aquella cosa olía extremadamente mal. Lo cual era normal. Tener las tripas al aire puede provocar mal olor.

- No me gustas. No me gusta ni un pelo tu cara, tu forma, tu hediondo cuerpo putrefacto, pedazo de basura. -Byakuro sentía un dolor en el pecho. Parecía que aquella onda de energía había golpeado con más fuerza de la que pensaba. Tras pronunciar esas palabras, corrió hacia la criatura, y trató de hundir su bastón tridente en las entrañas del monstruo, con sus características llamas ardiendo intensamente. El combate con el viejo lo había animado, y no iba a dejar que una albóndiga gigante con patas se lo estropease.

Pinchar intestinos [Llamas de Alba y Ocaso][AF]

Resumen:

Estar en aquel lugar era un Caos, miraras donde miraras solo había personas heridas o muertas y la verdad podías encontrarte todo tipo de personas, Marines, Piratas, Revolucionarios, Cazadores, para ser sincero no me hacia mucha gracia estar en aquel lugar pero bueno una cosa tenia clara, no me iba a ir y dejarle toda la diversión a los demás,  tras observar todo aquello observe como Kogato apareció, y este estaba herido informo sobre la situación y luego se sentó en una roca cerca mía Legim me miro y sin dudarlo sabia que quería que hiciera mientras sacaba algunas vendas y algunas medicamentos Legim envió una pequeña capa de alcohol para desinfectar la herida de Kogato.

-Bueno vamos a mirarte ese pequeño rasguño- dije observándola y viendo el estado de la herida. Cogí un ungüento que tenia preparado y con cuidado comencé a esparcirlo sin dejar ninguna parte libre luego cogí unas cuantos regeneradores celulares y también los use para que dicha herida cicatrizara mucha mas rápido, seguidamente comencé a vendarle y en pocos minutos termine.

-Bueno tío ya esta todo hecho, procura no ser muy bestia, con lo que te puesto debería cicatrizar mucho mas rápido, gran parte de la infección se a ido, no creo que te de muchos problemas-

dije observando todo a mi alrededor cuando de repente observe como un dragón apareció y a su paso iba arrasando con todo, pero Dexter transformado en dragón y otros tíos se estaban haciendo cargo de el, cuando Legim observo aquello fue directo a por el pero el dragón estaba ya tan herido que con un ataque de mi capitán callo al suelo y un extraño brillo verde desapareció de el, para ser sincero todo era bastante extraño, pero no me sorprendía mucho todo esto, ya había pasado por varias cosas raras y siendo sincero me encantaba.

Tras pasar un poco mas de tiempo observe como mas caras conocidas seguían llegando  a aque lugar y la verdad, todo parecía muy extraño, como si de alguna forma alguien quería que nos reunaramos todos, al poco rato de repente una voz sonó por todo el lugar y un tío con ropajes negros comenzó a hablar al parecer estaba hablando de que todo era una trampa y estábamos aquí para morir y para ser robados -Tíos, tíos es como una historia de terror pero real ¡¡¡que guay!!! lo mejor de todo es que somos los protas- Dije muy alegre, no sabia muy bien por que pero el mal presentimiento que tenia en el cuerpo se me había ido y eso me alegraba muchísimo.

Tras escuchar todas las palabras del tio ese al parecer la mejor opción era que nos aliarnos todos y dejáramos de lado nuestras diferencias, y siendo sincero eso podría ser algo difícil, a mi no me importaba aliarme con marines o cazadores, pero no sabia que pensarían ellos ante eso.

Legim parecía muy excitado al parecer quería enfrentarse el solo a ese rival y por mi parte no iba  a dejar que se llevara toda la gloria.

-Que es eso de irnos, que yo también quiero divertirme, ademas si te pasa algo y yo no estoy ¿Quién va a curarte?- Dije son tono burlón -Sabes que voy a acompañarte vayas donde vayas capitán.-

Seguidamente tanto Worgulv y Deathstroke también decidieron seguir junto a Legim y eso me alegro muchísimo, pueden que sean novatos, pero al parecer tenían valor y lealtad y eso les convertirían seguro en grandes nakamas.

A continuación comencé a caminar junto a Legim y los demás, mientras pensaba en ese tal Neso, siendo sincero me gustaría enfrentarme a el para ver si ciertamente era tan fuerte como decía aquel tío encapuchado.

Resumen:

Al llegar al pueblo en busca de respuestas y refugio encontré otras cosas que jamás hubiera pensado toparme, un increíble dragón con apariencia de muerto que brillaba estaba siendo derrotado por otro dragón, pero azulado y de mejor aspecto, además estaba recibiendo el castigo de un hombre árbol de la marina y mi amigo y ex-compañero de división Legan Legim, luego de ver como el lagarto muerto caía derrotado una figura de cierta fama se llamó la atención de todos los presente y nos dedicó un amplio discurso que aclaraba bastante la situación, ponía en evidencia a nuestro real enemigo y nos invitaba a dejar nuestras diferencias y trabajar en equipo, pero para ello habría que separarnos en grupos y fue cuando voltee a Legim, si bien durante nuestro tiempo conviviendo en la armada revolucionaria no hicimos ningún trabajo de peso actuando como equipo, me sentía más cómodo uniendo fuerzas con alguien de mi total confianza y me dispuse a acercarme a él mientras compartía con los presentes un altanero discurso que en resumen nos decía "o trabajamos juntos o los mato a todos", lo que me causó mucha gracia, en ese instante, mi Actual mano derecha se acercó a mi diciéndome que lo mejor es que yo fuera con Legim mientras el se adhería al otro grupo, y aunque hubiera preferido poder tener a Flea cerca no me pareció mal plan y acabé por acercarme al grupo que encabezada mi viejo amigo.

¡Hola Legim!, exclamé sonriente, ¿hay espacio para un viejo amigo tirador en tu grupo?

Luego de este amistoso saludo desenfundé mi arma y me uní al grupo para seguirlos y así aportar para salir de esta maldita isla entes de que fuera tarde para todos, no podía esperar a patear su inmortal culo hasta la estratosfera, así que listo y dispuesto comencé a caminar en la misma dirección del peliblanco, al encontrar al sujeto, apoyaría a mi grupo con mis tiros de seguro nos sería muy fácil, tal como decía el pirata, pero si se estaba haciendo tan fuerte como dijo el sujeto del discurso, lo ideal sería acabarlo, lo más rápido y limpiamente posible.

a lo lejos podía ver el castillo y sus ventanas, pero era demasiada distancia como para distinguir algo más, así que usé la mira de mi arma de precisión para tratar de analizar la situación del castillo y verificar que el camino estuviera libre, además de tener la oportunidad de encontrar la posición de nuestro oponente, cualquier cosa que fuera importante la compartiría rápidamente con mi grupo para poder prepararnos adecuadamente de acuerdo a lo que pueda divisar.

Dexter observó al dragón, ya muerto (si es que estuvo vivo en un principio), y un largo rastro de escamas zafíreas por el suelo. Tal había sido la potencia de su embestida que las escamas más débiles habían caído, aunque por suerte aquel tipo de contratiempos se solucionaban en cuestión de segundos. Habría, a lo largo del camino que recorrió, poco menos de cien escamas, aunque aquello le daba una gran idea. Ya había utilizado en el pasado sus escamas para forjar armas, pero aquellas eran especiales. Eran las escamas acorazadas de su forma Dios de los Dragones, y junto a huesos de dragón se podían hacer armas como mínimo geniales. Habitualmente descartaba la idea de quitarse miembros, pues no sabía hasta qué punto tenía capacidad auto regenerativa, pero habiendo un precioso esqueleto de dragón en el lugar, ¿Quién podía resistirse?

Cogió unas diez escamas, que casi se caían entre sus manos, por lo que se quitó el abrigo y lo estiró en el suelo. Al fin y al cabo, tendría que lavarlo en breves. Colocó todas las escamas que pudo sobre el forro interior, rojo, y se acercó al cadáver que yacía a unos metros. Era poco probable que le robaran aquello, al fin y al cabo en principio no tenían ningún valor. Agarró el fémur derecho de la bestia, que medía casi dos metros, y un par de falanges de los pies, así como veinte dientes, colmillos afilados que podrían triturar casi cualquier cosa. Era increíble que no se hubieran dañado con su poderosa embestida, aunque por otro lado su columna y sus costillas estaban hechas migajas, por lo que podría atribuirlo más a un golpe de suerte que a otra cosa.

Echó las falanges sobre el abrigo, y ayudándose del gigantesco fémur hizo un hatillo con todo. Ya estaba listo para seguir con su camino, y entonces un encapuchado apareció. Dijo no se qué de un tal Hades, y lo unió a la palabra "Inmortal". Aunque escuchaba en la lejanía a Legim burlarse de las palabras de aquel hombre, estaba seguro de que habrían pensado exactamente lo mismo. Derrotar al inmortal podría ser una tarea, cuanto menos, divertida, y Legim buscaba un reto. O eso parecía cuando se enfadó por no tener dragón, pero bueno...

-¡Legim! Si quieres a Neso tendrás que sacármelo de las fauces.

Iba a salir corriendo como un crío, pero finalmente se unió a los Shirokami para avanzar, Nunca se sabía cuándo podía aparecer un peligro de verdad.

*Meneror ve como los zombies retroceden y esboza hasta una leve sonrisa , pues sus hombres ya no podían mas..al menos los 6 rstantes. Tras la escaramuza Meneror observa  a un hombre con un traje traje rojo con capucha destrozado y una chaqueta de oficial marine. Era  muy corpulento y lleva dos guanteletes de acero. Por un momento no divisé  insignias alguna pero según se acercaba mis ojos se abrieron de par en par " Ahora no por Dios santo" Pensó Meneror.Era un  Contra-almirante. Está algo herido y magullado, pero no se le ve muy tocado.*

-De perros muertos a perros vivos..*Decía Meneror mientras se encendía otro puro y observaba al marine, bajó la guardia pues parecía herido. Meneror escuchó la propuesta del marine y obviamente le pareció lo más adecuado si quería salir con vida de aquel antro de perversión y miedo, pero es Il Bianco, alguna pulla le caería al marine*

-Intentadlo y no tendréis que preocuparos de salir de esta isla nunca más ya que formaréis parte del abono de la tierra*Dijo Meneror serio* -Pero vuestra propuesta es una salida a este antro por tanto..os seguiré.

*Meneror sigue al Contra-Almirante junto a los supervivientes bosque adentro. "Espero poder sorprenderte necio, necesito ese puesto de Sichibukai y mira por donde..me lo vas a proporcionar"*

Tras ver como mi compañero caía al suelo, dormido me quede un poco sorprendido, afortunadamente era un ciudadano y una buena persona, y le haría daño alguno estando en ese estado. La verdad es que no me sentía especialmente seguro en ninguna parte. Mire el cielo, y mire la mar, la verdad es que se oían gritos y alaridos en la lejanía de la isla. La tormenta lejos de arreciar me impedía regresar con mis nakamas, ni que estos vinieran a recogerme, o tal vez , podría llamarles para que me recogieran en alta mar, una vez pasada la tormenta, si es que para entonces vivía.

"Esto parece una autentica pesadilla, tal vez debería llamar a mi tripulación, llamare al Gyojin"-pensaba mientras me sentaba encima de mi durmiente compañero, y sacaba mi den den mushi.

Cuando fui a descolgarlo para llamar, solo escuche interferencias. Soltando una maldición volví a introducir el caracol en la chaqueta. La zona parecía calmada, por lo menos aparentemente, aunque yo no bajaba la guardia, era habitual escuchar sonidos raros, misteriosos, antinaturales que te helaban la sangre. El frio y el viento ayudaban a la sensación de frio.

-Me sentiría mal dejándolo aquí solo-musite, para mi mismo.

Me sentía mal dejando al chico, pero no quedaba otro remedio. Con suerte viviría para poder volverle a verlo en un futuro. Volví a mirar la rocosa escarpada, me recordaba tanto a Rococo Mountains, mire el camino por donde había venido, el que daba una entrada a la cueva y aquel perro tan gigantesco.

No, definitivamente no era una gran opción, tampoco lo era echarse a la mar, pero al parecer había otros dos caminos, tire una moneda al aire y elegí uno de los caminos tras asignar a uno cara y a otro cruz. Me toco ir en dirección a los alaridos, pero si el destino así lo creía iría hacia allí. Siempre podría volver a la playa.

resumen:

El dragón cayó a plomo al suelo, provocando una gran nube de polvo que envolvió momentáneamente toda la zona. El ataque combinado del dragón, el árbol y otro recién llegado que Kodama no tardó en identificar como el pirata Shirokami fue suficiente como para liquidar a la gran bestia verde. La criatura yacía muerta en el suelo, no era algo que le entusiasmara precisamente, pero al menos había podido vengar a sus hombres y eliminar una importante amenaza. Sin embargo parecía que la noche no terminaba todavía. Cuando el marine llegó al pueblo, se había concentrado allí gran cantidad de gente: marines, cazadores convocados por el gobierno, e incluso piratas con altas recompensas sobre sus cabezas, y todos ellos parecían estar... ¿aliándose? La mayoría de gente allí reunida se encontraba escuchando atentamente el discurso de un hombre bastante dramático. No tenía ni idea de dónde demonios había salido pero parecía conocer bastantes osas sobre lo que allí sucedía.

El anciano habló sobre un tal Hades, un criminal aparentemente inmortal que por alguna demente razón que no le interesaba estaba en la isla de Sunaba junto a sus hombres en una especie de plan de asesinarlos a todos. Según lo dicho por aquel tipo, el castillo iluminado por la Luna roja señalaba su resurrección. Era curioso como a los humanos les gustaba tanto dramatizar. El tal Hades, si es que existía realmente, era un criminal como otro cualquiera y como marine su deber era capturarlo y llevarlo ante la justicia. Y si alguno de los allí presentes se interponía en su camino también sería arrestado.

Curiosamente, muchos de los allí presentes comenzaron a formar grupos con los que enfrentar a los extraños enemigos que sin duda aparecerían. Estaba dispuesto a marcharse él solo, pues no confiaba en ninguno de los criminales de los alrededores y no tenía tiempo de buscar un grupo de marines que le acompañasen. Si Krauser volvía sería una gran ayuda pero por el momento se las apañaría solo. Sin embargo una voz desconocida llamó su atención. Se trataba de un joven moreno bastante escandaloso que afirmaba haber combatido junto a un Vicealmirante contra el que parecía ser el principal valedor del tal Hades. No le importaba mucho quien fuera aquel a quien llamaban Neso, pero el hecho de que hubiese peleado junto a un marine de tal rango y que este no apareciera le llamó la atención. Junto a él había un pequeño grupo de gente, entre ellos un agente del Cipher Pol a quien recordaba haber visto en el pueblo. El hombre-árbol se acercó a ellos con semblante serio. Sin hacer caso al resto, se encaró con sus casi tres metros de altura ante el tipo ruidoso, quien él ignoraba que era un pirata.

-Tú, ¿de verdad has luchado junto a un Vicealmirante en esta isla? Si es así, dime que ha ocurrido. -dijo Kodama sin demasiada simpatía. Lo cierto era que ya conocía, o al menos intuía, la respuesta sin necesidad de que le dijera nada, así que no esperó a que contestase. -No se quienes sois. - dijo dirigiéndose a la multitud. -No se si sois criminales o no, pero por esta noche pasaré por alto lo que hayáis hecho. Esta noche nos ocuparemos de quien mueve los hilos desde el castillo, pero cuando esto acabe todos los criminales que queden en esta isla serán arrestados. -Dejando de lado al gran grupo allí reunido, se dirigió esta vez al más pequeño, el que parecía liderado por ese tipo tan ruidoso. -Si ya te has enfrentado a esa gente deberás conocer su forma de luchar. Supongo que si vamos juntos será más fácil, pero no os metáis en mi camino.

Acciones:

El pueblo estaba bastante más concurrido de lo que había esperado. A pesar de que los edificios estaban en un estado deplorable, y de que las llamas y los cuerpos aún plagaban el lugar, en el centro del mismo se había reunido una buena cantidad de gente. Entre ellos, el cazador pudo reconocer varias recompensas jugosas y algún que otro marine que... un momento, ¿eso era un árbol? Parecía que iba a montarse una buena y ninguno de los allí presentes parecía indiferente. La situación era muy rara, como si alguien hubiese decidido reunir a gente extraña en aquella isla solo para ver que pasaba si los juntaba. Eso sin contar con el enorme cuerpo muerto de un dragón.

Antes de que el rubio pudiera hacerse preguntas sobre lo que pasaba, un anciano dramático comenzó a soltar un discurso aparentemente preparado sobre la increíble amenaza que se cernía sobre ellos poniendo en peligro sus vidas. Curiosamente era el mismo tipo que había visto en el barco, y parecía seguir teniendo su mismo don para el mal agüero. Aquel tipo era como un gato negro y tuerto tirando saleros debajo de una escalera, todo a su alrededor parecía estar hecho para atraer la mala suerte. No entendía como demonios podía haberse pasado toda la vida luchando contra alguien a quien llamaban "El Inmortal", pero la perspectiva de matar a alguien que no podía morir era de lo más estimulante.

El cazador vio como muchos de los allí presentes se agrupaban para dirigirse al castillo. Era curioso como dejaban a un lado sus rencillas solo por ver peligrar sus vidas. Si algo era Break, era orgulloso y no le interesaba compartir su presa con nadie, y mucho menos una tan interesante como aquel a quien llamaban Hades. Sin embargo no era estúpido. Si iban a toparse con alguien que estaba a un nivel parecido al de un Yonko debería buscarse aliados, así que echó un vistazo por allí hasta encontrar a alguien a quien poder manipular hasta que le conviniese.

Al cabo de unos segundos se topó con la gente que buscaba. Era un nutrido grupo, en el que reconoció a la tripulación de Shirokami, una banda pirata bastante conocida y con recompensas bastante interesantes. Sin embargo no le importaba en absoluto el dinero, solo buscaba a alguien fuerte que pudiese allanarle el camino hasta el castillo en caso de toparse con enemigos peligrosos. Su intención no era enfrentarse a todos los subordinados que tuviese el loco al que buscaban, sino la cabeza del mismo Hades. Dejaría que esos piratas se ocuparan del resto mientras él se llevaba la parte divertida.

-Vaya, vaya. Parece que se ha reunido un grupo muy interesante. -exclamó burlonamente el sonriente cazador una vez llegó a la altura de los piratas. -¿Qué os parece si os acompaño en esta terrorífica noche? Quien sabe que clase de monstruos podrían salir a nuestro encuentro.

Acciones:

Situación general: Comienza lo bueno. ¡Preparaos para la batalla!

Grupo 1 - Meneror y Midorima:

Grupo 2 - Asderdeker, Tyrion, Drako, Etsu, Flea, Kodama:

Grupo 3 - Gajeel:

Grupo 4 - Shirokamis, Deivid y Break:

Grupo 4.1 - Sawn:

Grupo 5 - Legendary Hunters, Aki y Byakuro:

Grupo 6 - Alex:

Grupo 7 - Pato:

Grupo 8 - Haine y Vongola:

Grupo 9 - Yokohama:

Grupo 10 - Xiba:

"¿Hueles eso?", preguntó la mente de Dexter, y éste se puso en guardia. "Pólvora", dijo acto seguido, confirmando lo que su olfato captó. En verdad podría no ser nada, pero en aquella isla ya había visto demasiadas veces cómo el peligro acechaba hasta en las cosas más tontas. Tenía poco tiempo y necesitaba una buena defensa. Extendió un brazo con fuerza, y un remolino azul salió. Comenzó a girar tan rápido que podría anular casi cualquier disparo, pero no era suficiente. Lo impregnó de Haki, así como a sí mismo.

-Legim, ¿Lo notas?- dijo, mirando a su capitán-. Pólvora- el Shirokami dominaba el Haki de observación, pero eso no servía cuando tenía que oler algo. Si no le hubiera dicho aquello seguramente se habría sorprendido cuando toda la tripulación se vio, en pocos instantes, envuelta en un viento azul que, si bien no frenó en seco tres disparos, logró que se desviaran lo suficiente como para no darles de lleno.

Ralentizadas y desviadas, dos balas acabaron en los árboles, clavadas como poderosas saetas, y la tercera se clavó en su mano, provocando un dolor bastante agudo en su palma, aunque se mitigó bastante cuando se la quitó. Manaba sangre caliente, y pronto sus defensas provocaron que coagulase. En unos segundos, una costra roja recubría la herida, y aunque dolido, podría utilizar aquella mano. Ser una lagartija con alas tenía sus ventajas, al fin y al cabo.

-Dexter, a por el del árbol, llevate a estos dos- dijo la voz, algo crispada, de Legim, que también había notado una presencia cercana en el bosque. Seguramente a un espadachín le desagradaría bastante que un tirador tratara de matarlo así, y más cuando varias telarañas impactaron contra la cúpula de viento, y, por la fuerza del aire, cayeron al suelo tras dar un par de vueltas. Que intentaran atraparlo seguro que lo enfurecía, pero en aquel momento debía encargarse de proteger a los niños.

Worgulv y Deathstroke, los "débiles" de la tripulación. Los agarró a cada uno con una mano y desplegó sus alas acorazadas de forma completa. La mano dolía, pero no había problema. El único fallo era que tenía que dejar el hatillo ahí, pero tendría tiempo más tarde de recuperarlo. Tan sólo voló hacia el árbol donde una presencia esperaba, con sus nakamas agarrados cual saco de patatas o albondiguilla. Cuando salió de la cúpula, su viento comenzó a desvanecerse. Legim y Uracha tendrían que apañárselas solos, pero estaba seguro de que podrían.

Cuando estuvo cerca del árbol, listo para saltar a la ofensiva, lanzó un grito al árbol, ya sus alas plegadas, fundiéndose con él, y sus compañeros pisando tierra.

-¿Quién eres, canalla?- la frase sonaba muy a superhéroe, pero daba igual. Si tenía que matar aquel día, lo haría. Ya empezaba a comportarse como Legim. Parecía que trataba de huir... Pero no podía perseguirlo por el bosque cargando dos personas, y lo principal eran sus compañeros.

Comenzaba a caminar con el pequeño pero poderoso grupo que habíamos conformado cuando un repugnante hedor llegó hasta mis narices, era lejano y tenue pero su fetidez lo hizo evidente, en ese mismo instante oí una ráfaga de disparos, ante estas situaciones mi cuerpo actúa antes de que pueda analizarlo bien, pues de lo contrario simplemente no serviría de nada, pues conozco de sobra la velocidad de una bala. en menos de un instante mi mano estaba por lanzar un trió de naipes, aun que no fue necesario pues un poderoso viento desvió los tiros, al parecer Dexter se había encargado de los tiros, podía oir como se acercaban a nosotros un nuevo grupo de muertos vivientes además de algunos canes en la misma condición, reforzados con peligrosas armaduras, no desperdiciaría los naipes de mi mano así que con un movimiento simple y sin prestar mayor atención, incrusté un cada naipe en un cráneo de los zombies que se acercaban, pero mi principal preocupación era la proveniencia de esos tiros, mi mente maquinaba una serie de ecuaciones matemáticas que comparaba la diferencia de tiempo entre el sonido y la llegada de los tiros para hacer un estimado de la distancia a la que se hallaba el tirador, y por supuesto tratando de reconocer la dirección en la que se escondía basándome en la trayectoria de los tiros, en pocos instantes mi aguda mente de tirador pudo triangular un rango que contuviera la posición exacta del agresor, y a juzgar por la distancia era claro que era un tipo con experiencia, una invitación para mi espíritu competitivo.
Ya que tenía las manos libres desenfundé mis dos armas de precisión, la izquierda preparada para disparar una bala triple y la derecha con una de mis balas de largo alcance, con la mira telescópica de esta última ubiqué mi objetivo, el sujeto corría incesante con su rifle en la espalda en dirección al castillo que estábamos por visitar, sonreí levemente con el ojo en la mira mientras oía los rugidos y ladridos de los no-muertos que se disponían a atacarnos y mordernos, mi arma izquierda la apunté en dirección al piso, Acto seguido, con un movimiento oscilatorio del arma que miraba al suelo y sin sacarle la mira de encima al tirador que corría con mi arma derecha, jalé de ambos gatillos a la vez.

[Pack of Foxs + Sonic Break Dealer Fox][AB]

Mi arma izquierda disparó un tiro que se subdividió en tres zorros de energía que comenzaron a girar a mi alrededor saltando como si de zorros reales se tratase, y por supuesto atacando y destrozando cualquier muerto viviente en su camino, fuera humano o animal, y a su vez mi arma derecha liberó un relampagueante haz de luz que solo los globos oculares más exquisitamente entrenados podrían reconocer como un plateado zorro, delgado y alargado que viaja a toda velocidad formando una punta de flecha con su cabeza, mientras su cola se fusiona con el rastro lumínico que deja tras de sí, al salir del arma una onda onda expansiva se podía percibir empujando el aire al rededor del tiro durante los primeros diez metros, pues este tiro rompe la barrera del sonido. Este increíblemente veloz zorro de energía llegaría en menos de un instante a travezar el la espalda del tirador a la altura del pecho, y a pesar de tener un camino despejado hasta allá, gracias a las características especiales que le otorgaba su "espiritu animal", podría esquivar hasta un obstáculo de ser necesario para poder impactar a su objetivo.
Mientras tanto mi jauría de zorros, aun que no se acercaban a ser tan dañinos, como  mi otro disparo, atravesaban desordenada pero ferozmente los cráneos de las criaturas que se acercaban a nosotros y continuarían hasta agotar la energía que les otorgo durante el disparo.