El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II)

Una biblioteca, de todos los sitios a los que podían haber ido ¿porqué habían ido a parar al más aburrido? Cuando dieron esquinazo a los marines que les seguían, en parte porque el ejército gyojin avanzaba cada vez más, se encontraron en una zona de la ciudad más cercana a la gran batalla que libraba cerca de allí y que poco a poco se iba extendiendo por toda la ciudad. Era cuestión de tiempo que los invasores llegasen hasta ellos o que fueran repelidos, en cuyo caso, los marines empezarían a prestar atención a otras amenazas como por ejemplo los dos piratas que fisgaban en la biblioteca de los nobles mundiales.

Alli dentro solo había libros y más libros que seguramente no contendrían nada interesante. Aun así ojeó unos cuantos en busca de... bueno, no estaba muy seguro de lo que encontraría pero no perdía nada por echar un vistazo rápido a algunas estanterías. Quizás incluso diese con algo relacionado con su reloj musical, aunque no tenía muchas esperanzas sobre eso. Si hubiese sido por él, habrían ido a buscar un combate entretenido después de haberse librado por fin de sus molestos perseguidores pero Rose había preferido investigar un poco por la zona. No era precisamente un entusiasta de las búsquedas y cosas así pero imaginaba que no tendrían otra oportunidad de adentrarse en esa ciudad tan pija.

Esos hombres observaban como el caballero les hablaba pero ahora debía curtirlos de una forma mejor a la anterior, de modo que ahora empezó a girar su Jutte con fuerza para después elevarlo hacia arriba y gritar con fuerza y poderío. Su voz salió de su boca como un cañón de aire haciendo que la epicidad del momento surgiera con fuerza.

- ¡Ahora todo el mundo debe entender el significado de la palabra libertad. El amor de nuestro padre es gigantesco! ¡Vamos poneos todos a levantad las manos y a cantar conmigo! ¡Manos abiertas! ¡Para estrechar las de un amigo! ¡Todos seguid cantando por la gloria de Dios!

A continuación se quitó la camisa quedando en una simple camiseta de tirantes, después levantó los brazos empezando a pasearse por el barco entre un bailes extraños.

- ¿Qué demonios ha pasado?- pensé, levantándome con un ligero dolor de cabeza, no recordaba demasiado, solo a un grupo de humanos, un gyojin volando y luego todo nublado. - uff, que sensación tan extraña - me dije llevándome una mano a la cabeza y con la otra cogía mis armas y casco, que se me habían caído tras el desmayo. Comencé a mirar a alrededor y no vi a nadie, algo que me hizo enojar muchísimo - Odín, ¿por qué juegas conmigo?¿ acaso no quieres que vaya a la batalla?- dije gritando a los cielos, - pues escupo en tus enseñanzas y a partir de ahora seguiré mi camino fuera de tu amparo, hasta que no quede satisfecho en la batalla - diciendo estas palabras, escuché que la batalla se había trasladado al lugar de donde había venido.

Me encaminé hacía allí corriendo, guardando mi la espada y portando el hacha con las dos manos, mi furia estaba aumentando y con un nivel de luchar tal, que atacaría a todo el mundo en mi camino, fueran civiles, guerreros, animales o lo que sea. Casi se me nublaba la vista y la boca me dolía, de lo que estaba apretando la dentadura, mi cuerpo estaba en tensión, haciendo que cada musculo de mi cuerpo se marcara visiblemente. Si mi muerte tenía que llegar, lo haría bajo mi voluntad, no por la de mis dioses.

Resumen:

SITUACIÓN GENERAL
16:20 Mariejoa
En el Puerto Nuevo se empiezan a reunir un montón de acorazados, que empiezan a descargar un bombardeo sin fin sobre el puerto. La Buster Call ha llegado, y está acabando con todos los gyojins del lugar. El agua parece hervir mientras se tiñe de rojo. Los Vicealmirantes que estaban al acecho empiezan a hablar por los Den-Den Mushi de toda la ciudad.
- Trilobites, ¡estáis acabados! Vuestras tropas están siendo aniquiladas por nosotros, y no tenéis escapatoria. Rendíos y dejad de derramar más sangre inocente.
En ese momento, se escucha un fuerte lamento que parece indicar dolor. La enorme ballena del Paraíso suelta un ruido antes de ser partida a la mitad. Su cadáver se hunde parcialmente en el océano, aunque su enorme tamaño le impide sumergirse del todo. Y tras ella aparecen cinco enormes navíos con un símbolo en ellos. Es el temido Yonkou Kirito.

El capitán de Akai Ryu se alza en la cubierta de su buque insignia, y de pronto los Den-Den Mushi de la ciudad se silencian. Y entonces, la voz del Yonkou resuena por las calles de la Ciudad Santa:
¿Decíais que mi espada ya no blande honor? ¿Las torres más altas ya cayeron? ¡No hay una torre más alta que yo! Sois vosotros quienes mancháis el nombre de una raza por un capricho. No pienso permitir que sustituyáis unos Tenryuubitos por otros. La escoria como vosotros no merece que manche mi hoja, pero el único que destruirá Mariejoa... ¡Seré yo!
Sus palabras no han dejado de resonar cuando de la zona central de la ciudad, en uno de los cuarteles aparecen varios hombres con auras poderosas. Son el Almirante de Flota y el Almirante en Jefe, acompañados de su séquito: dos vicealmirantes: Vicente Mirante y Sakata Ryu (ascendido tras el ascenso de Karl a Almirante). El Almirante en Jefe desenfunda su hoja y la mueve frente a él. El suelo se empieza a separar a toda velocidad en una línea recta. Golpea a cientos de gyojins, y los mata al instante. Y por poco no acaba con el titán de la armadura negra.
Por otro lado, en varios puntos de la ciudad, algunos edificios empiezan a explotar en cadena. ¿Un sabotaje de los revolucionarios?

Aspecto del Almirante en Jefe y del Almirante de Flota:

NOTAS

AB’s reactivados:

1)Karl:

2)Alex, Shun, Satou, Isma, Jesaix, Asderdeker:

3)Fear, Issei, Shiroi, Kidah, Leoshiro, León, Vagadus, Kasan:

4)Minato:

5)Deivid:

6)Deathstroke, Nemo:

7)Uracha, Hinori:

8)Midorima, Worgulv:

9)Meneror:

10)Dranser:

11)Derian, Drake:

12)Raikov, Bleyd:

13)Drako:

14)Kaishi, Garland, Joseph:

15)Kogato, Rob Marney:

16) Kodama, Sora:

17)Hiren:

18) Haine, Eris:

19)Al Naion:

20)Emile:

21)Nemonic, Sinclair, Kaito, Furukawa:

22)Arribor, Rose, Abel:

23)Liam, Bale:

24)Sawaki, Habu, Abraham, Lugh E., Kamemaru, Yumiko, Cánabar:

25)Bisutomaru:

26)Date, Anglesey, Erik:

27)Goliat:

28)Crock, Akai, Etsu:

29)Ayane, Madara:

30)Ban:

31)Etsu Rui, Kaede, Flea, Shi:

32)Vongola, Ugetsu, Ushi:

33)Kyogre:

34)Lugh F., Virginia:

35)Roy, Mellanie, Maximillian:

36)Eoghan, Rowan:

37)Ryuta:

38)Elkilian:

39)Rhaegel:

40)Sawn, Kaiser:

41)Break:

42)Dexter:

43)Krauser:

44)Nagato:

45)Kyros:

46)Jack Dralion Stark:

47)Xira, Xenmas:

48)Kurotabo:

MAPAS

-¡Date, espera!

Ignoró a Erik, aunque ella no podía saber como se llamaba. Sólo veía a un hombre con pinta de motero al que Date le hablaba por alguna razón. Ignoró bastante la explicación de Date sobre lo que había pasado, a pesar de haberla pedido. Ahora mismo no era lo más urgente. Ignoró por cuarta o quinta vez que le había dicho que podía irse cuando quisiera. Mejor dicho, ignoró que la instaba a irse por su seguridad. No le importaba, se había comprometido a ayudarle y pensaba seguir con el plan. ¿A qué venía eso de que no se responsabilizaría si a ella le pasaba algo? ¿Acaso eso no estaba claro, ni era lógico ya de por sí?

El semigigante reventó la puerta que lo separaba de lo que él interpretaba como la presencia de su niña, Ame y según dijo de otras dos personas más. ¿No podía pararse un poco a pensar antes de actuar? El panorama que les esperaba tras la puerta no se lo hubiera imaginado nunca, probablemente. Una chica, demasiado joven como para hallarse en medio de una guerra, pero no tanto como considerarla una niña estaba atada con cuerdas a una silla. Una tenue luz iluminaba su cabello entre rubio y anaranjado, además de sus ojos claros que quizás brillaban a causa de algunas lágrimas y no de la luz ni de su propio color.

A cada lado se encontraba un hombre con una túnica. Por sus pintas podrían pasar por miembros de una secta, y quien sabe si lo eran. Pero saberlo no era lo que urgía. No cuando le estaban intentando meter una fruta a Ame por la garganta que guardaba un gran parecido con una Akuma no Mi. Desenvainó una katana con la mano derecha y corrió hacia donde ellos se encontraban, sabiendo que Date tampoco se quedaría de brazos cruzados.

Resumen:

Los ojos del moreno pudieron ver como sus hombres estaban combatiendo contra un Gyojin bastante raro, pero no lo habían derrotado aún. El haki del mercenario detectó que tenía bastante poder y eso le hizo fruncir el ceño. Nadie se metía con sus hombres y menos delante suya, sus ojos empezaron a tomar un color brillante mientras apretaba los dientes y los puños. La bestia se hallaba volando con algún extraño método pues no parecía poseer alas ni nada parecido , de todas formas ya había visto cosas parecidas en sus misiones de modo que tampoco fue algo muy impactante. No tardó en colocarse junto a Ren y Crok y frunció el ceño de forma exagerada, a continuación miró al resto de su equipo y pegó un grito mezcla de la furia y del instinto protector.

- ¡¿Qué coño hacéis dejando que un pez os golpee?! ¡Nadie toca a mi equipo y sale vivo de ello! ¡Grrrrrrrrrr! ¡SAN DORAGON!

Su piel empezó a recubrirse de escamas rápidamente, las alas salieron de su espalda y su enorme cola de la parte baja. Sus músculos aumentaron al igual que su fuerza, su hocico ya estaba alargado y sus dientes afilados. Fulminó con la mirada al maldito Gyojin que parecía estar combatiendo con Akai en lo alto del lugar, sin pensarlo salió disparado hacia arriba. Sacó su guadaña especial imbuida en energía explosiva, cuanto más fuerte fuese el golpe del moreno, mayor sería la explosión. En aquella forma era capaz de igualar la fuerza de 66 humanos, de modo que aquella explosión sería peligrosa.

No iba a dejar que el peli rosa cayera en aquel lugar, sus alas le hacían volar a buena velocidad, pretendía subir a toda velocidad pero adelantarlo y seguir hacia arriba. Una vez lo hiciera, se lanzaría hacia abajo con toda su potencia y aprovechando la inercia, después trataría de partir en dos a aquel Gyojin o al menos tocarlo con la hoja de la guadaña Gen-Kai y estallarlo. Además había usado sus hakis para poder hacer más daño e intentar prever movimientos raros de esquive o cualquier otra cosa.

- ¡Deja a mis hombres hijo de puta!

Descenso del dragón: Kōjun doragon. [Hakis al 2] [Forma Híbrida] [AF]

Resumen:

El lobo observaba desde el aire como el tiburón se tragaba su brazo, no pudo evitar agachar un poco la cabeza. Se había quedado sin una de sus virtudes para el combate, tal vez aquello suponía el fin de su carrera de luchador, no pudo evitar soltar un suspiro y mirarle la zona del corte. Su aura ardiente finalizó totalmente y ahora vio como el tiburón arrancaba un trozo del suelo y se lo lanzaba con fuerza “No aprende” Pensó mientras sonreía tranquilamente en aquella forma, estiró su brazo derecho haciéndolo brillar en un aura blanca, era su Ripera O Utsu pero al nivel uno. Cuando vio la roca frente a él, imbuyó su brazo en el haki más poderoso que disponía y la golpeó con fuerza haciéndola pedazos gracias a la onda y su poderosa fuerza, los fragmentos cayeron al suelo mientras la mirada del chico seguía fija en el tiburón. Ahora pudo ver como una bestia surgía de la tierra y trataba de atacar a su líder, pero no intervendría a no ser que viera al vampiro en muy mal estado.

“Al parecer no entiende lo que le digo, pero aún así es un rival formidable, si bajo no se conformará con dejarme inconsciente y me matará. Me encantaría luchar contigo hasta la muerte pero tengo cinco hijos esperándome y una mujer a la que amo más que a mi propia vida, de modo que vas a tener que esperar tiburón. Solo espero que sobrevivas a esta guerra por qué para mí ya eres un ser respetable” Pensó ahora con una sonrisa en los labios, de hecho sabía que el motivo de la guerra era haber matado al Shichibukai, cosa que hizo sin la más mínima intención. La guerra estaba formándose por su culpa y las ganas de ofrecer su vida a aquellos seres eran grandes pero no podía hacerlo debido a que tenía una gran misión en la vida, no pudo aguantarse y se quedó mirando al animal. No sabía su nombre y entendía de sobra que ahora no le escuchaba, pero aún así pegó un grito hacia él, dedicándole una amable sonrisa ante todo.

- ¡Tiburón! Probablemente no me estés entendiendo pero debo hacer esto para quedarme tranquilo. Quiero pedirte perdón por haber matado a tu antiguo jefe y sé que merezco la muerte a manos de los de tu raza. Sin embargo eso no va a poder ser, tengo otras siete vidas que proteger. De hecho deberías conocer a mi mujer, se pone como loca cuando llego con una herida. Me gustaría llevarte conmigo y que tú también recibieras una bronca junto a mí. Acabas de llevarte mi brazo y eso es un buen premio, pero te prometo que cuando las personas que quiero hayan crecido y mi mujer caído, te buscare para librar contigo mi última batalla. De hecho estaré orgulloso de perder la vida contra ti. Pero ahora discúlpame ¡Pero a partir de ahora eres mi amigo te guste o no! ¡Hehehehehe!

Con una sonrisa amistosa le despidió con la mano y se elevó a unos diez metros más para estar alejado de él, la verdad es que las piedras no le importaban. En aquella forma incluso el acero caía como mantequilla y además sus hakis parecían estar muy igualados por lo que no sintió peligro, más bien emoción y alegría. Miró de nuevo a su brazo entrecerrando los ojos al ver que no estaba su mano, tal vez ya no estaba a la altura de los demás luchadores y seguramente no le tomarían igual. Incluso muchos le habrían tomado como un loco por haber hablado con una bestia como aquel tiburón, era una pena que no usara puños para luchar pero no podía culpar a un ser sin consciencia.

Resumen:

El espadachín observaba callado la situación, esperaba los refuerzos con muchísimas ganas pero estos no aparecían, ya bastante estaba pasando en estar solo en aquella situación. Sus manos estaban en los bolsillos, parecía estar muy calmado cuando de repente empezó a ver como los edificios explotaban. Eso le hizo quedarse impresionado totalmente, miró a su alrededor cuando de repente notó como el suelo a sus pies estallaba, como acto reflejo salió volando hacia el frente usando la capacidad del águila. Sin embargo la enorme bola de fuego le alcanzó tirándole hacia arriba entre gritos de dolor, salió disparado lo más veloz que pudo y lo más alto posible. Una vez en las alturas se dejó caer mientras se arrancaba la ropa con su espada, dando gritos de dolor mientras se soplaba por todos lados o al menos lo intentaba de forma exagera.

El sonido de la explosión le había hecho daño en sus oídos y ahora trató de estabilizarse antes de caer al suelo, se puso sobre otro tejado sintiendo aquel dolor por todo el cuerpo. Tomó su espada con furia e hizo su energía fluir por toda la hoja recubriéndola con viento cortante y frunciendo el ceño con ira como si de un animal salvaje se tratase. No sabía quien había sido el causante de aquel ataque pero trataría de averígualo, los revolucionarios no serían capaz de algo así o quizás sí. Por el momento decidió reunirse con los suyos y ahora empezó a volar con el haki activado y sintiendo aquel dolor mortal por su cuerpo, si no hubiese podido volar a esas alturas estaría muerto. Trataba de encontrar al resto del Escuadrón 7 cuanto antes, sin duda le costaría pero se había aprendido la presencia de Virginia de sobra, debía aprender a esquivarla y por eso la tenía más que identificada.

Re:

Qué bien, no había encontrado a su líder Kaiser, en su lugar había hallado un pedazo de Gyojin con una armadura enorme. Este le preguntó por su identidad, al parecer ese enorme ser era fuerte, eso hizo que el tiburón cobrizo tuviera ganas de luchar contra él en ese momento. Se relamió despacio sin quitar la expresión sádica de su rostro, de hecho se preparó para atacarle cuando de repente aquella grieta surgió del suelo como si de nada se tratase. Eso hizo que se echara a un lado lo más rápido posible, esos jodidos humanos estaban dando por culo de nuevo, la sangre debía derramarse en aquel lugar y por ello el pelirrojo miró a aquella cosa de gigante armadura. Se relamió despacio mirándole de forma enfermiza para después empezar a hablarle en un tono siniestro y sádico.

- Quiero pelear contigo Gyojin. Pero por el momento te desafío a una competición muy divertida ¡Hnhnhnhnhnhn! ¿Qué te parece si el ganador es aquel que aplaste más cráneos humanos? Además cuanto más alto sea el rango de la basura más puntúa ¡Hnhnhnhnhn! ¡Hnhnhnhn! ¿Qué me dices? Después de esta masacre de simios tendrás que darme un combate.

Tras decirle su propuesta se relamió despacio mirando a su alrededor, el que hubiese hecho la grieta debía pagarlo caro, esperaba forjar una alianza temporal con aquel ser. En cuanto la guerra finalizara se liaría a hostias con él, maldito Bisutomaru, era un puto loco y eso no había que olvidarlo en ningún momento. De hecho ahora se puso en postura de combate y trató de lanzar un terrible puñetazo al aire usando la humedad aire producida del Geiser para lanzar golpes a los marines a través del agua. Su risa era terrible y su mirada también.

Desafiar al Gyojin a ver quien mata más humanos, atacar marines: