esperaba paciente y atento en el tejado que había seleccionado como posición, mirando a mi alrededor para reconocer la zona y las múltiples actividades que ahí se llevaban a cabo, era casi desconcertante la cantidad de alborotos que se abrían paso por toda la ciudad, la guerra ya estaba empezando y yo sentía inútil parado en el techo sin hacer nada, y en vista de esto decidí aprovechar el característico silencio de mi arma favorita para acabar con algunos patrulleros marines que se hallaran deambulando desprevenidos, coloqué la mirilla en mi ojo pero antes de que pudiera reconocer algún objetivo desprevenido...
"biri biri biri biri... biri biri biri biri" desde mi bolsillo se oía el sonar de mi uno de mis denden mushis, lo cubrí con mi mano para ahogar el sonido y luego de asegurarme que no hubieran moros en la costa me arrodille ahí mismo y con mucha precaución contesté, se trataba del renegado, un valioso elemento de la revolución con el que previamente había hecho planes de trabajar en equipo durante esta guerra, me impresionó saber que habían encontrado una base oculta en la isla kumate, era la clase de cosas que me gusta volar en pedazos, pero antes de que pudiera pedirle los detalles me informó que venía en camino y el hallazgo pasó a segundo plano al menos por ahora...
Muy bien general Silvers estaré esperando su llegada, arriben por la zona oeste de la isla donde acaba la interminable flota de buques marines que están anclados en la costa norte, ahí será sencillo hacer que pasen la seguridad, solo sean discretos y yo me encargo del resto, buena suerte.
le expliqué a mi aliado antes de cortar la comunicación, y ocultar el caracol transmisor. acto seguido comencé los preparativos para la llegada de Jack y Hiren, hasta no tener noticias del comandante Azumi serían mi prioridad, volví a desenfundar el arma que guardé antes de contestar a la llamada y apunté al área donde desembarcarían mis camaradas, como toda la isla estaba bien poblada de cadetes marines armados, pero muy novatos como para ser considerados una amenaza directa, despistarlos sería sencillo. Moví ligeramente la mira de dicho lugar, hasta acomodarla en una calle de la ciudad aledaña al punto de desembarque acordado, divisé a unos soldados de la marina caminando por la zona y con 2 silenciosos disparos acabé con sus vidas.
Sacrificios serán necesarios para ganar esta mesa
pensé mientras veía como se aglomeraban marines en la zona en busca del agresor. y como esperaba, la cantidad de marines en la costa oeste había disminuido levemente, periódicamente dispararía de esta forma a algún marine de bajo rango en la zona para mantener ocupada a los marines de la zona, para cuando Jack desembarcara en ese sitio solo quedarían un par de blancos de los cual encargarse para que pudieran ingresar a la isla sin problemas, ya en la ciudad mi cargo de yonkaikyo sería muy útil para mantenerlos ocultos y ayudarles a avanzar por las calles sin problemas...
mientras no estaba matando marines como señuelo para despejar el puerto observaba el resto de la ciudad en los rincones solitarios para asesinar soldados de la marina deambulantes.
"biri biri biri biri... biri biri biri biri" desde mi bolsillo se oía el sonar de mi uno de mis denden mushis, lo cubrí con mi mano para ahogar el sonido y luego de asegurarme que no hubieran moros en la costa me arrodille ahí mismo y con mucha precaución contesté, se trataba del renegado, un valioso elemento de la revolución con el que previamente había hecho planes de trabajar en equipo durante esta guerra, me impresionó saber que habían encontrado una base oculta en la isla kumate, era la clase de cosas que me gusta volar en pedazos, pero antes de que pudiera pedirle los detalles me informó que venía en camino y el hallazgo pasó a segundo plano al menos por ahora...
Muy bien general Silvers estaré esperando su llegada, arriben por la zona oeste de la isla donde acaba la interminable flota de buques marines que están anclados en la costa norte, ahí será sencillo hacer que pasen la seguridad, solo sean discretos y yo me encargo del resto, buena suerte.
le expliqué a mi aliado antes de cortar la comunicación, y ocultar el caracol transmisor. acto seguido comencé los preparativos para la llegada de Jack y Hiren, hasta no tener noticias del comandante Azumi serían mi prioridad, volví a desenfundar el arma que guardé antes de contestar a la llamada y apunté al área donde desembarcarían mis camaradas, como toda la isla estaba bien poblada de cadetes marines armados, pero muy novatos como para ser considerados una amenaza directa, despistarlos sería sencillo. Moví ligeramente la mira de dicho lugar, hasta acomodarla en una calle de la ciudad aledaña al punto de desembarque acordado, divisé a unos soldados de la marina caminando por la zona y con 2 silenciosos disparos acabé con sus vidas.
Sacrificios serán necesarios para ganar esta mesa
pensé mientras veía como se aglomeraban marines en la zona en busca del agresor. y como esperaba, la cantidad de marines en la costa oeste había disminuido levemente, periódicamente dispararía de esta forma a algún marine de bajo rango en la zona para mantener ocupada a los marines de la zona, para cuando Jack desembarcara en ese sitio solo quedarían un par de blancos de los cual encargarse para que pudieran ingresar a la isla sin problemas, ya en la ciudad mi cargo de yonkaikyo sería muy útil para mantenerlos ocultos y ayudarles a avanzar por las calles sin problemas...
mientras no estaba matando marines como señuelo para despejar el puerto observaba el resto de la ciudad en los rincones solitarios para asesinar soldados de la marina deambulantes.
Kasan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Llegó la hora, un nuevo cambio de era se acercaba con la ejecución de la Yonkou Katrina Belatona, la era en la que los Heroes Bravos dominábamos con mano de acero estaba cerca de finalizar pero, ¿Tendría un hueco en esta nueva era? Solo podía pensar en aquello mientras me dirigía a LogueTown para ayudar al Gobierno con la ejecución de la Yonkou pues a día de hoy solo mi cabeza era la que había heredado los valores de los Heroes y ahora ni eso, pues un buen trato con el Gobierno hizo que me decantase por estos en vez de seguir surcando los mares por mi cuenta.
Viajaba en un pequeño bote con velas hacía LogueTown, por "suerte" el viento siempre estaba a favor mío y no tardaría demasiado en llegar a mi destino, el mar calmado, el cielo despejado y buenas rachas de viento azotando las velas de mi barco, simplemente era perfecto, dentro del bote pasaba el tiempo recordando por última vez todas aquellas hazañas míticas de los Heroes Bravos, me había propuesto olvidar todo mi pasado como cazarrecompensas y centrarme en el presente como Agente del Cipher Pool y alcanzar el lugar mas alto existente dentro del Gobierno, llegar a ser uno de las "Cinco viejas estrellas" o dicho de otro modo, ser uno de los cinco del Gorosei.
Tras un tiempo surcando el mar junto con todo mi armamento, por fin pude ver LogueTown asomar por el horizonte, aquel sería el lugar donde todo termina y vuelve a nacer, la ciudad del Alfa y el Omega, el principio y el fin. Ver la isla hizo que mi cuerpo se estremeciese ante la posibilidad de entrar en combate, evidentemente Katrina tenía amigos por todo el planeta y no eran moco de pavo pues entre ellos se rumorea que puede tener una amistad con uno de los otros tres emperadores, varios Supernovas e incluso con la mismísima revolución así que las defensas que tiene que tener planeadas el Gobierno tienen que ser impresionantes, por desgracia para mi seguro que me colocan en primera línea de combate dando palos a mansalva.
El bote seguía acercándose mas y mas a LogueTown, cuando quedaban aproximadamente unos 10 minutos para llegar comencé a equiparme con todas mis armas, los diales de rechazo y del vacío uno en cada palma de las manos, los anillos Yuukyuu directamente me los coloqué en los dedos índice y anular de cada mano completando así los cuatro y recibiendo un poder extra que necesitaré ya desde el inicio del evento, el cuchillo de Shiva me lo até justo por encima del culo y en horizontal para que fuese mas fácil utilizarlo, la katana Sanshiki siempre la tenía en mi cadera y me acompañaba a todas partes así que no era nada nuevo tenerla en su sitio, ya me había quedado sin espacio para cargar mas así que me coloqué las cadenas de Andrómeda en el brazo cofre izquierdo por si acaso las necesitase junto con una baraja de cartas Temp, en definitiva, que iba armado hasta los dientes para estar bien prevenido.
No tardaría ya en llegar a la isla y comenzar con los preparativos de la ejecución, armado, me comí la última manzana que había traído de provisiones mientras me preparaba mentalmente para lo que venía.
Viajaba en un pequeño bote con velas hacía LogueTown, por "suerte" el viento siempre estaba a favor mío y no tardaría demasiado en llegar a mi destino, el mar calmado, el cielo despejado y buenas rachas de viento azotando las velas de mi barco, simplemente era perfecto, dentro del bote pasaba el tiempo recordando por última vez todas aquellas hazañas míticas de los Heroes Bravos, me había propuesto olvidar todo mi pasado como cazarrecompensas y centrarme en el presente como Agente del Cipher Pool y alcanzar el lugar mas alto existente dentro del Gobierno, llegar a ser uno de las "Cinco viejas estrellas" o dicho de otro modo, ser uno de los cinco del Gorosei.
Tras un tiempo surcando el mar junto con todo mi armamento, por fin pude ver LogueTown asomar por el horizonte, aquel sería el lugar donde todo termina y vuelve a nacer, la ciudad del Alfa y el Omega, el principio y el fin. Ver la isla hizo que mi cuerpo se estremeciese ante la posibilidad de entrar en combate, evidentemente Katrina tenía amigos por todo el planeta y no eran moco de pavo pues entre ellos se rumorea que puede tener una amistad con uno de los otros tres emperadores, varios Supernovas e incluso con la mismísima revolución así que las defensas que tiene que tener planeadas el Gobierno tienen que ser impresionantes, por desgracia para mi seguro que me colocan en primera línea de combate dando palos a mansalva.
El bote seguía acercándose mas y mas a LogueTown, cuando quedaban aproximadamente unos 10 minutos para llegar comencé a equiparme con todas mis armas, los diales de rechazo y del vacío uno en cada palma de las manos, los anillos Yuukyuu directamente me los coloqué en los dedos índice y anular de cada mano completando así los cuatro y recibiendo un poder extra que necesitaré ya desde el inicio del evento, el cuchillo de Shiva me lo até justo por encima del culo y en horizontal para que fuese mas fácil utilizarlo, la katana Sanshiki siempre la tenía en mi cadera y me acompañaba a todas partes así que no era nada nuevo tenerla en su sitio, ya me había quedado sin espacio para cargar mas así que me coloqué las cadenas de Andrómeda en el brazo cofre izquierdo por si acaso las necesitase junto con una baraja de cartas Temp, en definitiva, que iba armado hasta los dientes para estar bien prevenido.
No tardaría ya en llegar a la isla y comenzar con los preparativos de la ejecución, armado, me comí la última manzana que había traído de provisiones mientras me preparaba mentalmente para lo que venía.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La rápida panorámica de que pudo disfrutar desde lo más alto del mástil le dio a Kaín una idea, o eso creía el, de cuales eran los barcos de la marina y cuales los de la flota de Opprimere. Así que, sin dudarlo un instante, volvió volando a toda velocidad a la sala del timón y giró el barco para dirigirlo directamente contra el costado de lo que el creía que era el buque insignia de la marina en aquella batalla. Pese a todo, el caos era tal que Kaín no se extrañaría demasiado si el barco que había creído identificar resultaba ser un barco secundario de la marina o incluso un barco pirata. Lo único de lo que estaba seguro era de que no se dirigía contra lo que había venido a buscar, la recompensa que perseguía en aquella locura de ejecución.
Uracha
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nada mas empezar a enfrentarme a reclutas en el buque observaba como no paraban de llegar con la intención de capturarme, pero no tenían ninguna posibilidad por que me había enfrentado a mas de 20 soldados ya y no me habían causado ningún problema, mientras seguía luchando podía escuchar la cantinela para que fuera mas gente a por mi, pero yo simplemente tenia la intención de enfrentarme a algún capitán para divertirme, aunque siendo sincero no me gustaba mucho jugar con la suerte a si que si no venia alguien pronto me iría de aquel lugar.
-Reclutas y mas reclutas, no puedo venir alguien con mas nivel, podríais buscar a alguien mas fuerte por favor dije sonriendo para molestarles-
dije mientras me acercaba a los reclutas rápidamente y algunos le partía el cuello con un movimiento rápido, les daba patadas y puñetazos y los estampaba contra la pared y rompía partes de buque -De verdad va a ser tan simple- dije sonriendo.
-Reclutas y mas reclutas, no puedo venir alguien con mas nivel, podríais buscar a alguien mas fuerte por favor dije sonriendo para molestarles-
dije mientras me acercaba a los reclutas rápidamente y algunos le partía el cuello con un movimiento rápido, les daba patadas y puñetazos y los estampaba contra la pared y rompía partes de buque -De verdad va a ser tan simple- dije sonriendo.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Midorima no podía creer lo que estaba pasando, de un minuto a otro, Sting estaba con la pierna mordida por el lobo de aquel joven de pelo gris. Y todo porque el idiota de su nakama había hecho algo totalmente indebido, suspiro de forma pesada y fue que empezó a caminar con todos atrás, era hora de marcharse ya que debían llevar a Rose a su puesto para defender la ejecución de la Yonko. Se acomodo a su capitana en el hombro mientras caminaba a paso lento, todo indicaba que iba a ser el de pelo gris el que llevaría a Sting, bien ahora la banda tenía a un lesionado y para variar era uno de los más fuertes de la banda, es como si esta isla estuviera maldita o algo así ya que desde que había llegado las cosas no habían salido muy bien, para empezar su barco insignia estaba destrozado, Rose, Hardo y Sting estaban lesionados, solo quedaban en pie eran Arribor, Krywoord, Kuroi, Ikaru y el mismo peli verde. Un equipo que bastaba y sobraba para robar un buen barco.
El grupo no se demoro mucho en llegar al puerto de la isla, todos incluido el chico raro que invoco un lobo de la nada, pero no importaba al parecer las cosas estaban saliendo mejor ya que ante la vista del peli verde se formó la figura de Crimson, una sonrisa de alivio se formó en su rostro de forma inmediata ya que al fin había uno de los líderes en condiciones para decidir qué hacer, y lo primero que hizo el peli negro fue felicitar a Shintaro, cosa que hizo que por dentro se llenará de orgullo ya que no todos los días el ex capitán de Sons daba esa clase de felicitaciones. Y fue entonces que dio las indicaciones y lo primero que hizo [que era lo más obvio] fue quitarle a Rose y llevarla él mismo en brazos. Las órdenes eran bastantes sencillas, robar un barco, pero no era uno cualquiera sino que era uno rosado y con las velas blancas con diagonales rojas, no era un color muy bonito pero no importaba. Los primeros en abordar el barco iban a ser Arribor que llevaría a Hardo y Midorima que ayudaría a Sting a subir, suspiro por la bajo para luego acatar las órdenes sin decir mucho. Así que se dirigió donde estaba el lobo del muchacho y agarró a Sting con fuerza y se lo cargo al hombro, tal como lo hizo con su capitana, y acto seguido sin esperar a nadie subió al barco lentamente.
Llegó a la cubierta sin muchos contratiempos, así que desde la cubierta pudo apreciar el interior del barco, prácticamente estaba hecho para la capitana pero eso no importaba ahora, sin esperar a nada dejó a Sting tirado en la cubierta haciendo que su espalda quedara apoyada en uno de los laterales del barco para luego gritar a todo pulmón:
Midorima: ¡QUE BAJE TODO EL MUNDO! ¡NO LES HAREMOS NADA SIEMPRE Y CUANDO NO HAGAN NINGUNA ESTUPIDEZ!
Sin más se cruzó de brazos y esperaba que los tripulantes no dieran muchos problemas, ya que debían llegar cuanto antes a Loguetown, aparte tenían heridos y eso solo significaba problemas, se quedó callado esperando lo que sea que pasará, que sus compañeros subieran sería una buena idea así él no se cansaría mucho en una posible pelea. Mientras tanto guardo mucho silencio para esperar que pasara cualquier cosa, después de todo ya poco impresionaba al peli verde.
El grupo no se demoro mucho en llegar al puerto de la isla, todos incluido el chico raro que invoco un lobo de la nada, pero no importaba al parecer las cosas estaban saliendo mejor ya que ante la vista del peli verde se formó la figura de Crimson, una sonrisa de alivio se formó en su rostro de forma inmediata ya que al fin había uno de los líderes en condiciones para decidir qué hacer, y lo primero que hizo el peli negro fue felicitar a Shintaro, cosa que hizo que por dentro se llenará de orgullo ya que no todos los días el ex capitán de Sons daba esa clase de felicitaciones. Y fue entonces que dio las indicaciones y lo primero que hizo [que era lo más obvio] fue quitarle a Rose y llevarla él mismo en brazos. Las órdenes eran bastantes sencillas, robar un barco, pero no era uno cualquiera sino que era uno rosado y con las velas blancas con diagonales rojas, no era un color muy bonito pero no importaba. Los primeros en abordar el barco iban a ser Arribor que llevaría a Hardo y Midorima que ayudaría a Sting a subir, suspiro por la bajo para luego acatar las órdenes sin decir mucho. Así que se dirigió donde estaba el lobo del muchacho y agarró a Sting con fuerza y se lo cargo al hombro, tal como lo hizo con su capitana, y acto seguido sin esperar a nadie subió al barco lentamente.
Llegó a la cubierta sin muchos contratiempos, así que desde la cubierta pudo apreciar el interior del barco, prácticamente estaba hecho para la capitana pero eso no importaba ahora, sin esperar a nada dejó a Sting tirado en la cubierta haciendo que su espalda quedara apoyada en uno de los laterales del barco para luego gritar a todo pulmón:
Midorima: ¡QUE BAJE TODO EL MUNDO! ¡NO LES HAREMOS NADA SIEMPRE Y CUANDO NO HAGAN NINGUNA ESTUPIDEZ!
Sin más se cruzó de brazos y esperaba que los tripulantes no dieran muchos problemas, ya que debían llegar cuanto antes a Loguetown, aparte tenían heridos y eso solo significaba problemas, se quedó callado esperando lo que sea que pasará, que sus compañeros subieran sería una buena idea así él no se cansaría mucho en una posible pelea. Mientras tanto guardo mucho silencio para esperar que pasara cualquier cosa, después de todo ya poco impresionaba al peli verde.
Dacren
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Vaya empanada mental llevaba, cuando me quise dar cuenta ya habíamos salido de la base de la marina, los dotes de ese felino tan extraño me parecieron bastante interesantes, su velocidad a la par que su sigilo eran impresionantes. Ya estábamos fuera de la base y aun no me había encontrado con mi mascota lo cual me daba muy mala espina.
Aquel felino recibió una llamada por DDM por lo que se paró a hablar, yo en lo único que podía pensar era en mi mascota la cual aun no aparecía, donde coño estría. Tras acabar la llamada reanudamos la marcha, llegando tras un rato de carrera a un muelle donde unicamente quedaba un barco de la “marina”. A simple vista parecía un barco mas de los enemigos mas cuando te acercabas, pequeños detalles delataban dicho disfraz.
Justo en frente del barco estaba tumbado mi lobo, como durmiendo, pero con un ojo abierto, siempre estaba alerta. Nada mas verme se levantó y echó a correr hacia mi, al llegar le di un buen abrazo al tiempo que le acariciaba el lomo.
-Bueno, a mí me encargaron llevaros hasta Loguetown donde se ejecutará a una Yonkou y es muy probable que haya una guerra entre el gobierno y los piratas que quieran salvarla. Yo me iré en este barco con todos aquellos que quieran seguirme. No puedo obligaros a acompañarme pero de seguro que en esta guerra podréis dar rienda suelta a vuestros instintos e incluso es posible que podáis robar algo valioso.
-Yo no tengo ningún asunto es esta isla y el poder llegar a otra en la que encima hay pelea me suena muy bien, mas tu felino no me terminas de convencer todo esto es muy raro, subiré al barco, pero ten en cuenta que a la mínima señal le hundo con todos nosotros dentro.
Con mi advertencia hecha me subí a mi mascota y una vez encima de ella subimos al barco, iba a pillar un camarote decente lo antes posible, los viajes en un lugar con espacio tan reducido me estresaban y no eran mi preferencia.
Aquel felino recibió una llamada por DDM por lo que se paró a hablar, yo en lo único que podía pensar era en mi mascota la cual aun no aparecía, donde coño estría. Tras acabar la llamada reanudamos la marcha, llegando tras un rato de carrera a un muelle donde unicamente quedaba un barco de la “marina”. A simple vista parecía un barco mas de los enemigos mas cuando te acercabas, pequeños detalles delataban dicho disfraz.
Justo en frente del barco estaba tumbado mi lobo, como durmiendo, pero con un ojo abierto, siempre estaba alerta. Nada mas verme se levantó y echó a correr hacia mi, al llegar le di un buen abrazo al tiempo que le acariciaba el lomo.
-Bueno, a mí me encargaron llevaros hasta Loguetown donde se ejecutará a una Yonkou y es muy probable que haya una guerra entre el gobierno y los piratas que quieran salvarla. Yo me iré en este barco con todos aquellos que quieran seguirme. No puedo obligaros a acompañarme pero de seguro que en esta guerra podréis dar rienda suelta a vuestros instintos e incluso es posible que podáis robar algo valioso.
-Yo no tengo ningún asunto es esta isla y el poder llegar a otra en la que encima hay pelea me suena muy bien, mas tu felino no me terminas de convencer todo esto es muy raro, subiré al barco, pero ten en cuenta que a la mínima señal le hundo con todos nosotros dentro.
Con mi advertencia hecha me subí a mi mascota y una vez encima de ella subimos al barco, iba a pillar un camarote decente lo antes posible, los viajes en un lugar con espacio tan reducido me estresaban y no eran mi preferencia.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La situación se tensa por momentos, poco tarda el rubiales en subirse a Hati y tomar a Kaishi de la pechera, amenazándolo. La mirada del joven marine lejos de mostrar temor mostraba compasión, como si se compadeciera de aquel muchacho. Pero ese fue un error, a Hati no le gusta que alguien que no sea Kaishi o que Kaishi invite suba a su lomo, por lo que cuando ese rubio se da la vuelta Hati le muerde causándole una herida muy fea y a la vista dolorosa en la pierna. Mientras caminan a puerto el joven rubio se apoya en el lobo de Kaishi, que lo permite por piedad y compasión con los inconscientes. |~Ah, quien le mandaría tomar el camino equivocado...~| Dice en un susurro el joven Tora tras un suspiro. El joven peliverde parece buena gente y que se puede entablar conversación con él, pues pese al mote que le puso el peliazul no se alteró a niveles como el rubiales. Así pasa el tiempo en silencio hasta que llegan a puerto, delante de una embarcación de color rosáceo, con velas blancas con una raya roja cruzando su diagonal con un mascarón que es una sirena saliendo de una rosa, sin duda el barco ideal para Dark D. Rose, si es como su nombre indica.
Allí es donde se une un nuevo sujeto a la expedición, un hombre vestido con un traje de malla ajustado de color rojo, la verdad el joven marine habría preferido que se tapara con algo más, y un abrigo rojo, pero aún no cubría lo suficiente. Este sujeto al parecer es o fue miembro de la banda, pues nada más llegar se pone a dar indicaciones que todos siguen sin rechistar. |~Vaya, este hombre si que tiene poder sobre la banda...~| Piensa el marine mientras aquel chico de negros cabellos no pasa por alto la presencia del joven marine, pero antes felicita y ordena la situación, tomando a la joven pelirroja en brazos haciendo que el joven de verdes cabellos lleve al rubio y que otro lleve al tercer herido. Es entonces cuando pregunta al joven peliazul quien es y dice que responda con cuidado pues su humor no es de los mejores. |~Bueno, soy Kaishi Tora, un marine, pero lejos de venir buscando problemas vine con intención de ayudar. En cuanto a lo que preguntaste antes de que pasó, la chica que llevas en brazos parece haber tomado algo excesivamente picante y cayó inconsciente, el rubio lo mordió Hati pero porque el rubio subió a su lomo sin permiso, y el tercero ya estaba inconsciente cuando llegué. Antes de la herida del rubio ofrecí a tus nakamas que me permitieran llevar a los heridos a lomos de Hati, pero no quisieron. Puedo haceros tomar el barco con menos problemas si deseáis, pero pediría que me llevaráis a Loguetown y si fuera posible algo de comida, hace tiempo que no tengo comida.~| Responde el joven con voz tranquila y serena, mientras el peliverde lleva el rubio a cubierta y ordena a toda la tripulación abandonar el barco. |~Por cierto, ¿disponéis de un navegante que pueda encargarse del timón? Pues eso podría hacerlo yo si lo necesitáis.~| Dice el joven marine mientras su lobo de un salto sube a cubierta |~Hati, descansa.~| Dice el joven antes mismo de caer en cubierta haciendo que el lobo desaparezca cayendo él sobre la cubierta. |~¡ATENCIÓN! Les habla la marina, requerimos que abandonen el barco y permanezcan en la isla, es un asunto de la justicia, así que por favor no armen alboroto y salgan.~| Dice el joven con una voz algo más autoritaria.
Allí es donde se une un nuevo sujeto a la expedición, un hombre vestido con un traje de malla ajustado de color rojo, la verdad el joven marine habría preferido que se tapara con algo más, y un abrigo rojo, pero aún no cubría lo suficiente. Este sujeto al parecer es o fue miembro de la banda, pues nada más llegar se pone a dar indicaciones que todos siguen sin rechistar. |~Vaya, este hombre si que tiene poder sobre la banda...~| Piensa el marine mientras aquel chico de negros cabellos no pasa por alto la presencia del joven marine, pero antes felicita y ordena la situación, tomando a la joven pelirroja en brazos haciendo que el joven de verdes cabellos lleve al rubio y que otro lleve al tercer herido. Es entonces cuando pregunta al joven peliazul quien es y dice que responda con cuidado pues su humor no es de los mejores. |~Bueno, soy Kaishi Tora, un marine, pero lejos de venir buscando problemas vine con intención de ayudar. En cuanto a lo que preguntaste antes de que pasó, la chica que llevas en brazos parece haber tomado algo excesivamente picante y cayó inconsciente, el rubio lo mordió Hati pero porque el rubio subió a su lomo sin permiso, y el tercero ya estaba inconsciente cuando llegué. Antes de la herida del rubio ofrecí a tus nakamas que me permitieran llevar a los heridos a lomos de Hati, pero no quisieron. Puedo haceros tomar el barco con menos problemas si deseáis, pero pediría que me llevaráis a Loguetown y si fuera posible algo de comida, hace tiempo que no tengo comida.~| Responde el joven con voz tranquila y serena, mientras el peliverde lleva el rubio a cubierta y ordena a toda la tripulación abandonar el barco. |~Por cierto, ¿disponéis de un navegante que pueda encargarse del timón? Pues eso podría hacerlo yo si lo necesitáis.~| Dice el joven marine mientras su lobo de un salto sube a cubierta |~Hati, descansa.~| Dice el joven antes mismo de caer en cubierta haciendo que el lobo desaparezca cayendo él sobre la cubierta. |~¡ATENCIÓN! Les habla la marina, requerimos que abandonen el barco y permanezcan en la isla, es un asunto de la justicia, así que por favor no armen alboroto y salgan.~| Dice el joven con una voz algo más autoritaria.
Kaiser
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Antes de saber si nuestro oponente había sobrevivido a nuestro ataque, toda la gente que allí había, empezó a movilizarse. Por lo visto, nuestro último ataque, fue el desencadenante de una guerra en aquella isla y no pretendía quedarme para verla. Ya habíamos cumplido nuestro objetivo y no podía malgastar tiempo ni energía, en matar a aquellos idiotas cuando había cosas más importantes, por no mencionar al emperador del mar que si decidía atacarnos, seríamos una presa fácil para él. Cánabar se acercó a mí y me propuso marcharnos de aquel lugar, aprovechando el barullo e ir a una isla cercana donde pudiéramos robar un barco y sacarnos un buen pellizco de paso.
-Lo veo más que razonable. No podemos enfrentarnos a Mihasi Hayato y sería demasiado peligroso esperar a ver su reacción. No tengo intención de morir tan pronto. Reconozco que aún no soy rival para él, aunque me consuela saber que es más un demonio que un humano.- Decía yo, observando la herida y suspirando poco después.
El tiburón blanco no esperó mucho más. Inició una carrera, rumbo al mar, intentando esquivar la batalla que había dado inicio en aquel pueblo que acabaría en ruinas. Esbocé una sonrisa al pensar en la desesperación, el miedo y el dolor que asolaría a sus residentes al día siguiente y empecé a correr. Aún me dolía la herida del brazo, pero la faja había parado la hemorragia y aquello no me impedía seguir corriendo. Era difícil sortear a todos los marines y piratas que nos bloqueaban el paso. Cánabar eliminó a alguno por el camino y yo no iba a ser menos. Evité eliminar a cualquier pirata por la posibilidad de que fueran de Opprimire o de la banda de Hayato. Aprovechando la fuerza de la carrera, me agaché y cogí impulso para darle un puñetazo en la nuez a uno de los marines, eliminándolo al instante y abriéndome paso hacia el muelle.
-"Ya queda poco."- Pensé, asintiendo la cabeza cuando mi compañero se giró para verme. Este llegó primero al mar y se lanzó. Le imité, lanzándome de cabeza. El agua estaba fría, pero me encantó aquella sensación teniendo en cuenta el calor que hacía fuera de esta, no obstante, aquel líquido salado penetraba en mi herida, aumentando el dolor, pero ayudando a cicatrizarla.
-Lo veo más que razonable. No podemos enfrentarnos a Mihasi Hayato y sería demasiado peligroso esperar a ver su reacción. No tengo intención de morir tan pronto. Reconozco que aún no soy rival para él, aunque me consuela saber que es más un demonio que un humano.- Decía yo, observando la herida y suspirando poco después.
El tiburón blanco no esperó mucho más. Inició una carrera, rumbo al mar, intentando esquivar la batalla que había dado inicio en aquel pueblo que acabaría en ruinas. Esbocé una sonrisa al pensar en la desesperación, el miedo y el dolor que asolaría a sus residentes al día siguiente y empecé a correr. Aún me dolía la herida del brazo, pero la faja había parado la hemorragia y aquello no me impedía seguir corriendo. Era difícil sortear a todos los marines y piratas que nos bloqueaban el paso. Cánabar eliminó a alguno por el camino y yo no iba a ser menos. Evité eliminar a cualquier pirata por la posibilidad de que fueran de Opprimire o de la banda de Hayato. Aprovechando la fuerza de la carrera, me agaché y cogí impulso para darle un puñetazo en la nuez a uno de los marines, eliminándolo al instante y abriéndome paso hacia el muelle.
-"Ya queda poco."- Pensé, asintiendo la cabeza cuando mi compañero se giró para verme. Este llegó primero al mar y se lanzó. Le imité, lanzándome de cabeza. El agua estaba fría, pero me encantó aquella sensación teniendo en cuenta el calor que hacía fuera de esta, no obstante, aquel líquido salado penetraba en mi herida, aumentando el dolor, pero ayudando a cicatrizarla.
Eris Takayama
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Caminar durante aquel corto trecho no resultó demasiado pesado para la pelinegra dado que no tenía que ir pendiente de Gato, que solía ser lo que más la consumía. Es como vigilar a un bebé dado que cuando el felino no hacía ruido significaba que algo “malo” estaba haciendo. Y sí, siempre era así. Pero ella sabía que todo aquello se acabaría tarde o temprano cuando el cachorro aumentara de edad. Y ahora, se estaba comportando como todo un chico grande. Pero no, aquello no era lo que ocupaba la mente de la mujer en esos instantes, sino que era algo un poco más complicado. Caminó con los labios apretados hasta llegar a una de las salidas de aquel callejón que, misteriosamente, daba a parar al patíbulo. Se apoyó en uno de los postes del mismo, de forma discreta y para que no la vieran, entornando los ojos en realidad para tratar de distinguir lo que allí se acontencía y, raramente, no se asombró de lo que pudo ver. No, porque era más o menos lo que había esperado para una ejecución excepto… Excepto aquello. Sí, eso sí que era raro y seamos sinceros, no estaba segura de como tomárselo.
Al ver el escenario delante de aquel lugar que iba a el sitio justo donde fuera a morir una persona no sabía como afrontarlo. ¿Es que lo harían como si de una fiesta se tratara? Puede que aquella mujer fuera una pirata y hubiera matado a personas inocentes -y no tan inocentes- pero a fin de cuentas Eris no creía que se debiera “festejar” la muerte de alguien. Y sí, aquel escenario parecía que iba dirigido a eso. Mas solo eran suposiciones de la chica que, con el ceño y los labios fruncidos, formando estos últimos una fina línea, negó con la cabeza. Todavía no sabía muy bien que pensar de las fuerzas del orden y se encontraba francamente dividida. No quería ser pirata pero, cada vez veía menos la posibilidad de confiar en ellos. Por eso se giró para mirar a Haine, encogiéndose de hombros. —Tienen montada toda una fiesta, eh...— susurró tan bajo que no estaba segura de si la voz pudo llegar al hombre. En cambio, pensar aquello amenizó su sensación de desagrado. Cerró los ojos, unos instantes, tratando de recrearse en todo lo que podría acontecer aquel día… Pero a la vez era consciente de que no podría imaginarlo todo, mas se sintió incómoda, por segunda vez en aquel lugar. Sí, antes ya había reparado en todos los marines y aquellos otros, que no sabía distinguir por su vestimenta. Trabajaban en diferentes cosas en aquella plaza, demasiado rápido y demasiado atentos como para prestar atención a que escondidos, se hallaban ambos.
—¿Quienes son los otros?— murmuró ella, de nuevo, entornando los ojos e inclinándose hacia delante, pero retrocedió un poco, al pensar que podrían haberla visto y esperó, durante unos segundos. Después volvió su cabeza a Haine y se acercó un poco a él. Sabía que si se quedaban allí podrían aburrirse bastante observando los preparativos si es que el peliblanco no decía liarla. Y por eso, posando la mano sobre su hombro, buscó hablar más bajo de lo normal. —Puedes quedarte aquí si quieres, pero la verdad es que he visto demasiado hipócrita junto por metro cuadrado, por el momento, pero yo me voy a ver que encuentro por los alrededores...— su voz resonó bastante baja, tal y como había pretendido. Era una silenciosa petición de “ven conmigo, si me encuentran no sabré que hacer” pero aún con eso, no sabía si él querría acompañarla. Por eso, dio unos segundos antes de girarse para discretamente, volver a andar por aquel callejón. Se pasó las manos por los brazos, como si tuviera algo de frío pero no era más en realidad que para quitarse los nervios del momento. Nervios, sí, porque iba a hacer todo aquello sin reparar en si Haine iba o no tras ella.
Y así anduvo, viendo de lejos las patrullas que paseaban por la zona y en las que ya había reparado mientras venían. Su mente ya comenzaba a buscar alguna certera excusa por si acaso los descubrían, o más bien la descubrían, porque tenía tanto miedo de mirar atrás y no ver a su hermanastro como de toparse con aquellos hombres de la ley.
Pero los miedos tenía que afrontarlos. Así que se giró, observando allí al hombre al cual sonrió quedamente, mordiéndose los labios al darse cuenta de que quizás le había mirado durante demasiado tiempo hasta que otra cosa entró en su punto de mira. Sí, había escuchado hablar de aquella taberna pero no había escuchado hablar de la mujer a la que pensaban ejecutar. ¿Irónico? Ni mucho menos, dado que generalmente y como ya es sabido por todos, las mujeres entienden lo que quieren. No obstante, allí estaba ella, pendiente más de Haine que de lo que tenía delante y eso fue un peligro. Sobre todo porque que llegó un punto en que tiró de la ropa del albino para que ambos quedasen resguardados en la oscuridad de un soportal. Pasada aquella patrulla ella refunfuñó y siguió andando hasta dar con la puerta del Golden Roger, aquella famosa taberna. No, no sabía que podía esconder el lugar -si es que escondía algo- pero le había parecido interesante al menos desde lejos. En el fondo, Eris rogaba porque no fuera una taberna más, sucia y polvorienta, con olor a vómito y a cerveza y ron rancio. No, porque aquello no iría con el renombre de la misma. Y por eso se quedó durante unos segundos parada, mirándola desde allí. —¿Podemos entrar aquí?— murmuró ella, a pesar de que ya estaba alzando las manos para tratar de empujar la puerta. No, ella no tenía demasiada fuerza, pero sí tenía algo de inteligencia.
Y por eso, se le ocurrió girar el pomo.
[Off. Se queda un rato observando la plaza y después se va -observando algunas patrullas que no los ven- hasta la taberna Gold Roger. La puerta está aparentemente cerrada, pero nada que no se solucione girando el picaporte.]
Al ver el escenario delante de aquel lugar que iba a el sitio justo donde fuera a morir una persona no sabía como afrontarlo. ¿Es que lo harían como si de una fiesta se tratara? Puede que aquella mujer fuera una pirata y hubiera matado a personas inocentes -y no tan inocentes- pero a fin de cuentas Eris no creía que se debiera “festejar” la muerte de alguien. Y sí, aquel escenario parecía que iba dirigido a eso. Mas solo eran suposiciones de la chica que, con el ceño y los labios fruncidos, formando estos últimos una fina línea, negó con la cabeza. Todavía no sabía muy bien que pensar de las fuerzas del orden y se encontraba francamente dividida. No quería ser pirata pero, cada vez veía menos la posibilidad de confiar en ellos. Por eso se giró para mirar a Haine, encogiéndose de hombros. —Tienen montada toda una fiesta, eh...— susurró tan bajo que no estaba segura de si la voz pudo llegar al hombre. En cambio, pensar aquello amenizó su sensación de desagrado. Cerró los ojos, unos instantes, tratando de recrearse en todo lo que podría acontecer aquel día… Pero a la vez era consciente de que no podría imaginarlo todo, mas se sintió incómoda, por segunda vez en aquel lugar. Sí, antes ya había reparado en todos los marines y aquellos otros, que no sabía distinguir por su vestimenta. Trabajaban en diferentes cosas en aquella plaza, demasiado rápido y demasiado atentos como para prestar atención a que escondidos, se hallaban ambos.
—¿Quienes son los otros?— murmuró ella, de nuevo, entornando los ojos e inclinándose hacia delante, pero retrocedió un poco, al pensar que podrían haberla visto y esperó, durante unos segundos. Después volvió su cabeza a Haine y se acercó un poco a él. Sabía que si se quedaban allí podrían aburrirse bastante observando los preparativos si es que el peliblanco no decía liarla. Y por eso, posando la mano sobre su hombro, buscó hablar más bajo de lo normal. —Puedes quedarte aquí si quieres, pero la verdad es que he visto demasiado hipócrita junto por metro cuadrado, por el momento, pero yo me voy a ver que encuentro por los alrededores...— su voz resonó bastante baja, tal y como había pretendido. Era una silenciosa petición de “ven conmigo, si me encuentran no sabré que hacer” pero aún con eso, no sabía si él querría acompañarla. Por eso, dio unos segundos antes de girarse para discretamente, volver a andar por aquel callejón. Se pasó las manos por los brazos, como si tuviera algo de frío pero no era más en realidad que para quitarse los nervios del momento. Nervios, sí, porque iba a hacer todo aquello sin reparar en si Haine iba o no tras ella.
Y así anduvo, viendo de lejos las patrullas que paseaban por la zona y en las que ya había reparado mientras venían. Su mente ya comenzaba a buscar alguna certera excusa por si acaso los descubrían, o más bien la descubrían, porque tenía tanto miedo de mirar atrás y no ver a su hermanastro como de toparse con aquellos hombres de la ley.
Pero los miedos tenía que afrontarlos. Así que se giró, observando allí al hombre al cual sonrió quedamente, mordiéndose los labios al darse cuenta de que quizás le había mirado durante demasiado tiempo hasta que otra cosa entró en su punto de mira. Sí, había escuchado hablar de aquella taberna pero no había escuchado hablar de la mujer a la que pensaban ejecutar. ¿Irónico? Ni mucho menos, dado que generalmente y como ya es sabido por todos, las mujeres entienden lo que quieren. No obstante, allí estaba ella, pendiente más de Haine que de lo que tenía delante y eso fue un peligro. Sobre todo porque que llegó un punto en que tiró de la ropa del albino para que ambos quedasen resguardados en la oscuridad de un soportal. Pasada aquella patrulla ella refunfuñó y siguió andando hasta dar con la puerta del Golden Roger, aquella famosa taberna. No, no sabía que podía esconder el lugar -si es que escondía algo- pero le había parecido interesante al menos desde lejos. En el fondo, Eris rogaba porque no fuera una taberna más, sucia y polvorienta, con olor a vómito y a cerveza y ron rancio. No, porque aquello no iría con el renombre de la misma. Y por eso se quedó durante unos segundos parada, mirándola desde allí. —¿Podemos entrar aquí?— murmuró ella, a pesar de que ya estaba alzando las manos para tratar de empujar la puerta. No, ella no tenía demasiada fuerza, pero sí tenía algo de inteligencia.
Y por eso, se le ocurrió girar el pomo.
[Off. Se queda un rato observando la plaza y después se va -observando algunas patrullas que no los ven- hasta la taberna Gold Roger. La puerta está aparentemente cerrada, pero nada que no se solucione girando el picaporte.]
Kagemaru Korosuki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- Aclaración:
- Los primeros dos parrafos es para explicar un poco el por que me encuentro ahí. Para juicio del moderador puede leer si tiene prisa a partir de esta. Cualquier error/problema se me puede comunicar por privado. Ante mi rol espero acercarme hacia los Sons of Anarchy sin causar molestia y aclarar ciertas cosas del pasado con Crimson, al cual sigo desde el arrojo del animal muerto. Y por si hay lios con el tema de los colores empleados, en mi firma pongo que color significa cada cosa.
Hace ya un tiempo que había abandonado mis ansias de destrucción que solía compartir con mi inquilino de mi morada Sert, ya que de buscar únicamente poder como pensé en su momento acabaría loco o algo peor, y es por ello que desde mi batalla contra mi archienemigo Lion D. Karl preferí centrarme en buscar los errores que me habían llevado a la derrota en nuestro combate, pudiendo ser una clara alusión a mi forma desmesurada de atacar y no centrarme en una estrategia tan clara como hacía tiempo antaño-Si solo fuera eso pequeño Allen…-Una voz procedente de mi subconsciente comenta lo que acabo de reflexionar. Dicha figura no es otra que Sert, quien se encuentra en estos momentos apoyado de cuclillas y mirándome de reojo en nuestra sala mental en donde ambos compartimos una vida por el control de mi cuerpo-¿Aun no has visto lo nefasto que eres para la batalla directa?-Dice tan pancho y alegre, a lo que le respondo sin muchas ganas-Pues no he visto mucho empeño por tu parte en mejorar nuestra forma de batallar. Así que no eres el más indicado para hablar.-A estas palabras una leve mueca se le forma y me responde con cierto tono característico de él-Tú déjame unos segundos con el control del cuerpo y ya verás lo que monto muejejeje-Dice bastante convencido, siendo mi respuesta un pasotismo total a su forma de expresarse conmigo.
A lo que voy. Desde hace un tiempo me hospede en una isla cercana de Loguetown para poder realizar un estudio sobre los marines de la zona y saber cómo iban encomendados patrullas y soldados hacia dicha isla, siendo mi claro objetivo descubrir sus puntos flancos. Uno de mis objetivos es buscar a mi enemigo de alguna forma y luchar nuevamente contra él, y la mejor forma posible es saber cuándo lo enviaban hacia dicha isla. Actualmente es una ciudad bastante transitada por estos agentes, ya que desde la muerte de Gold D. Roger no hay zona más usada que esta junto la isla judicial y Marineford. Sé que en estos momentos no sería gran rival para su estatus actual, pero no puedo permitir que se vaya de rositas y me deje con un sabor amargo de boca por mi derrota en aquella isla donde nos encontramos tiempo antaño. Es por ello que busque alojamiento como ya dije anteriormente en un lugar alejado de las callejuelas centrales y realizar mi misión sin problema, siendo mi mayor preocupación ser avistado con suma facilidad. Hasta la fecha poco he podido conseguir, ya que no soy experto en buscar información y menos que me la entreguen en mano. Solo sé que en este día van a ejecutar a una importante Yonkou en la plaza central de Loguetown, y es por ello que decidí levantarme temprano y contemplar tal acto sin levantar mucho revuelo y buscar transporte hacia dicha isla.
Paseaba con normalidad por la zona. Mis vestimentas del momento son de abajo a arriba unos zapatos grisáceos, unos calcetines de tonalidad blanca, un pantalon negro que hace conjunto con la chaqueta de la misma tonalidad que se encuentra por encima de la camisa de tirantes bajo de tonalidad blanca que llevo puesto. Además mi peinado se encontraba algo suelto pero sin olvidar el clásico cola de caballo que suelo llevar desde hace varios años, pudiéndose verse numerosos accesorios plateados junto a un cinturón con numerosos carcaj pequeños para llevar numerosas cosas-no hace falta decir que cosas lleva un asesino- y una bolsa de tamaño mayor, siendo todo esto rematado con el sombrero que llevo puesto de color negro.
No busco ruta alguna precisa. Solo deseo que pase el tiempo hasta que un barco atracase y poder dirigirme hacia dicho lugar. Por una vez no iba a salvar a nadie, ya que, aparte de todo el peligro que se va a formar y la seguridad nivel industrial que va a haber presente, me interesaba adquirir información y ver el acontecimiento sin andar en los ojos de todos los presentes. Es por ello que únicamente me decido a pasear sin montar ningún escándalo por la zona. La sonrisa no desaparece ni por un instante de mi jeta, pudiéndose decirse que estoy feliz en este día-¿Qué te ocurre? ¿Acaso has comido gominolas con algo de sustrato que tu y yo sabemos que no es fácil adquirir?-Me echa en cara ante mi “momento alegre”-¿No puedes estarte callado ni cinco segundos? Solo ando pensando en cómo sucederá todo en este día. Así que deja de andarme fastidiando, que no es momento-Dicho esas palabras seguí avanzando a una velocidad más rápida, pudiendo adelantar a algunos que se encuentran por mi zona yendo sin rumbo alguno.
Cuando menos me lo espero puedo sentir como el viento en la zona aumenta de una forma alarmante, siendo el origen de tal fuerza por encima de posición. No hago más mención que mirar hacía dicha dirección, viendo como de pronto una bestia alada, que para colmo casi me da de boca, me suelta un animal plumífero, siendo mi reacción ante ese hecho cogerlo sin previo aviso evitando darme contra este. Uno de esos flashback súper chungos hace acto al contemplar a dicho animal muerto y de la forma entregada, y sin tiempo de espera o dudarlo grito mirando hacia aquel ave que ya sabía de quien se trataba-CRIIIIM….SOOOOON-Ese condenado me gasto la misma p*** broma cuando nos encontramos en Little Garden y acabamos enfrentados. Sin pensarlo comencé a correr hacia su dirección, ya que este empezó a avanzar hacia el puerto de una forma abrumada y para nada iba a perderle la vista después de tanto tiempo sin saber de su presencia y la banda.
Gracias a mis habilidades naturales no se me hizo difícil seguirle, notando a veces como un soru se me escapaba de vez en cuando de forma intuitiva. Las distancias se me hizo “light”, y cuando quise darme cuenta ya nos encontrábamos cerca del puerto, en donde un gran barco de grandes adornos se encuentra atracado justo enfrente de la posición de muchos inquilinos. Mi vista solo pudo captar a Crimson que se hallaba frente a mí con sus clásicas vestimentas rojas. No quise molestar más que mi presencia en esos momentos, así que me quede un tanto apartado mientras mi antiguo capitán comenzó a indicar direcciones y acciones hacia esas personas, por lo que por un momento me hizo recordar los viejos momentos a su mando-Así que sigue siendo capitán…-Digo en susurros bastante convencido por los actos presentes que ando contemplando. Entre sus órdenes hubo una un tanto ofensiva-aunque algo común en su persona-hacia uno de los presentes, quien respondió con una palabra clave que me hizo enojar: Marine. ¿Un marine tan pancho anda con un grupo de piratas y sin estar ya capturado o lo que sería más normal muerto? No me podía creer esta escena, y si fuese por mí ya iría hacia su matanza, pero como no soy el más indicado para actuar en estos momentos y menos aún quiero causar molestias, por lo que únicamente respondí con cierta indignación a mi antiguo capitán arrojándole el pollo que me había lanzado y diciéndole bastante convencido-¿Así que volviendo a la causa eh? Para la próxima me lo podrías dar cosido…que no quiero montar otra revuelta como en Little Garden jajajaja-Digo bastante alegre por haberme encontrado con un ex nakama mientras ignoraba por un momento todo el panorama, y es por ello que respondo convencido-¿Qué andáis haciendo? Veo que no es muy agradable la escena que puedo contemplar…-Expreso al momento tras fijarme en dos personas inconscientes, siendo una un tanto conocida….o eso creo-¿Puedo ayudar en algo?-Le pregunto a Crimson, siendo justo al finalizar la frase cuando una cosa me vuelve a la cabeza-Por cierto…..-Digo un tanto preocupado-Creo que ya es hora de sacarte…-Comento mientras de la bolsa sale mi fiel nakama Yoyo, mi mono de feria-Si vuelves a observarme desnudo ya sabes….-Le digo algo mosqueado para luego esperar la respuesta de los presente mirando cara a cara a mi antiguo capitan. Por evitar problema me mantengo alerta y no pierdo de vista a los demás sujetos. No quiero peleas innecesarias, y menos ser atacado.
Roland von Klauswitz
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Kodama se arrepintió en seguida de haberlos echado de lo alto del tejado. Mantenía al grupo de jóvenes sujetos por varias de sus ramas mientras los hacía descender poco a poco, al fin y al cabo tampoco quería matarlos lanzándolos contra el pavimento desde tanta altura. Sin embargo no parecían necesitar su ayuda para tocar tierra. Cuando se dieron cuenta de que no se trataba de una broma y de que de verdad era un marine, los borrachos se soltaron de sus ramas y saltaron hasta el suelo como si nada.
-"¿Es una broma?" -pensaba el hombre-árbol mientras calculaba la distancia aproximada que le separaba del suelo. Aquellos tipos aparentemente normales acababan de dar un salto de casi 10 metros y habían caído de pie, sin el más mínimo rasguño o molestia y con total naturalidad. Algunos de ellos ni siquiera se habían molestado en saltar de frente, sino que se habían dejado caer como si fuese lo más normal del mundo y lo hicieran todos los días. En ese momento se planteó la posibilidad de que no se tratase de una casualidad el hecho de que estuvieran allí. Echó un rápido vistazo a la zona del tejado y decidió bajar a por ellos. No quería correr riesgos así que debía asegurarse de que de verdad eran civiles normales y corrientes.
Saltó hasta el suelo y creó un par de ramas para amortiguar su caída. El adoquinado sobre el que cayó se agrietó al momento y sus ramas crujieron ligeramente. En ese instante, mientras echaba a correr hacia los juerguistas generó una buena cantidad de resina en su mano derecha y la lanzó a las piernas de todos ellos con la intención de inmovilizarlos. Si acertaba con los blancos, se quedarían pegados al suelo ya que la resina no tardaría más de unos segundos en endurecerse. Por si acaso, también usó la resina para formar una especie de red delante de ellos, anclada a los edificios paralelos, y así detener su carrera. De esa forma podría interrogarlos con total calma y descubrir qué demonios habían hecho allí arriba y quienes eran en realidad.
-"¿Es una broma?" -pensaba el hombre-árbol mientras calculaba la distancia aproximada que le separaba del suelo. Aquellos tipos aparentemente normales acababan de dar un salto de casi 10 metros y habían caído de pie, sin el más mínimo rasguño o molestia y con total naturalidad. Algunos de ellos ni siquiera se habían molestado en saltar de frente, sino que se habían dejado caer como si fuese lo más normal del mundo y lo hicieran todos los días. En ese momento se planteó la posibilidad de que no se tratase de una casualidad el hecho de que estuvieran allí. Echó un rápido vistazo a la zona del tejado y decidió bajar a por ellos. No quería correr riesgos así que debía asegurarse de que de verdad eran civiles normales y corrientes.
Saltó hasta el suelo y creó un par de ramas para amortiguar su caída. El adoquinado sobre el que cayó se agrietó al momento y sus ramas crujieron ligeramente. En ese instante, mientras echaba a correr hacia los juerguistas generó una buena cantidad de resina en su mano derecha y la lanzó a las piernas de todos ellos con la intención de inmovilizarlos. Si acertaba con los blancos, se quedarían pegados al suelo ya que la resina no tardaría más de unos segundos en endurecerse. Por si acaso, también usó la resina para formar una especie de red delante de ellos, anclada a los edificios paralelos, y así detener su carrera. De esa forma podría interrogarlos con total calma y descubrir qué demonios habían hecho allí arriba y quienes eran en realidad.
Haine Rammsteiner
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Se apoyó con aires de pasotismo en aquel patíbulo al que habían llegado y observó los alrededores con aires de superioridad como si fuera invencible o nadie pudiera encontrarlo. Sus ojos se fijaron en el escenario que tenían montado justo cuando Eris se lo mencionó, mas él no creía que aquello fuera una fiesta sino más bien un intento de dejar las cosas claras. —Dudo que sea para celebrarlo, simplemente querrán que todo el mundo en la isla sepa el momento de la ejecución... O acompañarla con algo de música, yo que se... Estos marines...— mencionó mientras se rascaba la mejilla de forma cómica. Ella parecía preocuparse de los que se encontraban por la zona pero no poseían uniforme de marines, aunque obviamente no eran civiles pues de lo contrario no podrían campar a sus anchas sin que nadie les dijera nada. —Más perros del Gobierno...— mencionó con desgana mientras la observaba tomar los mandos de la situación.
La siguió divertido curioso de que hubiera sido ella la que tomara la iniciativa teniendo en cuenta cómo se estaban desarrollando los acontecimientos, pero no le dejó demasiada distancia por si la encontraban poder disimular de alguna forma o, de ser necesario, cargarse a alguien con sus armas de fuego. El ABR (su cyborg) y las dos mascotas los seguían a muy corta distancia, siendo que el primero iba tapado con una manta para que en caso de que lo vieran no se dieran cuenta que podía ser un arma con patas. Poco a poco y tras evitar una patrulla de marines que por allí pasaban llegaron hasta la taberna "Gold Roger", cuyo nombre había sido transmitido de generación en generación de forma que hasta el albino había oído algo de él. Su compañera fue a abrir la puerta no sin antes quedarse unos segundos parada, momento que Haine aprovechó para comprobar que nadie los observara desde los lados de la calle ni desde alguna ventana en las fachadas cercanas. Aparentemente todo estaba desierto.
—Espera...— dijo en voz baja mientras le sujetaba la mano impidiendo que pudiera seguir girando el pomo y abrir la puerta o soltarlo y que se cerrara, evitando así ruidos innecesarios. Puso los ojos en blanco para darle más teatralidad y activó el mantra para comprobar si había alguien en su interior antes de abrir la puerta. Una vez comprobara si había alguien dentro entraría, pero no dejaría que todo se echara a perder tan rápidamente. Se mantuvo así durante unos segundos, apoyado en el cuerpo de Eris y sujetando su mano mientras trataba de presentir alguna presencia y, en caso de que así fuera, comprobar de cuántos se trataban y tratar de espiarles antes de entrar.
[Acciones tomadas: Observar la plaza, seguir a Eris por las callejuelas, detenerse delante de la puerta del Gold Roger y activar el (Mantra) para ver si hay alguien dentro. En caso de ser así, espiarlos antes de entrar.]
La siguió divertido curioso de que hubiera sido ella la que tomara la iniciativa teniendo en cuenta cómo se estaban desarrollando los acontecimientos, pero no le dejó demasiada distancia por si la encontraban poder disimular de alguna forma o, de ser necesario, cargarse a alguien con sus armas de fuego. El ABR (su cyborg) y las dos mascotas los seguían a muy corta distancia, siendo que el primero iba tapado con una manta para que en caso de que lo vieran no se dieran cuenta que podía ser un arma con patas. Poco a poco y tras evitar una patrulla de marines que por allí pasaban llegaron hasta la taberna "Gold Roger", cuyo nombre había sido transmitido de generación en generación de forma que hasta el albino había oído algo de él. Su compañera fue a abrir la puerta no sin antes quedarse unos segundos parada, momento que Haine aprovechó para comprobar que nadie los observara desde los lados de la calle ni desde alguna ventana en las fachadas cercanas. Aparentemente todo estaba desierto.
—Espera...— dijo en voz baja mientras le sujetaba la mano impidiendo que pudiera seguir girando el pomo y abrir la puerta o soltarlo y que se cerrara, evitando así ruidos innecesarios. Puso los ojos en blanco para darle más teatralidad y activó el mantra para comprobar si había alguien en su interior antes de abrir la puerta. Una vez comprobara si había alguien dentro entraría, pero no dejaría que todo se echara a perder tan rápidamente. Se mantuvo así durante unos segundos, apoyado en el cuerpo de Eris y sujetando su mano mientras trataba de presentir alguna presencia y, en caso de que así fuera, comprobar de cuántos se trataban y tratar de espiarles antes de entrar.
[Acciones tomadas: Observar la plaza, seguir a Eris por las callejuelas, detenerse delante de la puerta del Gold Roger y activar el (Mantra) para ver si hay alguien dentro. En caso de ser así, espiarlos antes de entrar.]
Joseph Leto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Joseph camina hasta la costa con cierta facilidad pero aún sigue molesto por la actitud de la niñata que le lanzó la ardilla y el enfado no se le pasa. Su mirada es fría y apagada mientras busca por la costa algún barco en el que poder viajar hacia Loguetown donde descargará toda su ira sobre un criminal de baja categoría si se lo encuentra. Camina lentamente por la costa hasta encontrar un pequeño velero idóneo para una persona, el cual porta una bandera negra. Al ver esa bandera el joven pelirrojo sube a la embarcación sin dudar siquiera de ello y se pone en marcha sin importar que el dueño pueda estar en el barco. Si se da el caso de que está en el barco simplemente se deshará de él cumpliendo con su deber de detener o matar a los piratas y criminales y si no está al menos le complicará el seguir viajando y provocando el caos por donde pasa.
Mientras su mirada se pierde en el horizonte su mente se envuelve en una de las batallas más sangrientas entre sus personalidades pero ninguna logra destronar al actual vencedor que se alimenta de la ira y la rabia acumulada del cabo.
Mientras su mirada se pierde en el horizonte su mente se envuelve en una de las batallas más sangrientas entre sus personalidades pero ninguna logra destronar al actual vencedor que se alimenta de la ira y la rabia acumulada del cabo.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Calma, tranquilidad y viaje fácil, tres palabras que nunca se unen en la vida del joven supernova. Su vida a la larga le enseñó que no existe nada que una comodidad, tranquilidad, calma y facilidad, siempre que hay calma sobreviene una enorme tormenta. Lo importante es que la vice-almirante no les causaría molestias, pues había caído fulminada por un infarto. En estos momentos el joven filósofo se encuentra en la zona interna de la nao, pues tras abandonar el otro barco con todas sus cosas tenía que buscarse un nuevo camarote. Pero tampoco se demora demasiado en volver a la cubierta, pues si su intuición no le fallaba y su memoria no le engaña, deberían atravesar la conocida Reverse Mountain, lo que podría ser fatal si no se hace bien. Ni bien llega a cubierta el capitán de la tripulación empieza a organizar la tripulación para la travesía mientras pone el barco en el rumbo que cree apropiado. La misión del joven Itami, junto a sus compañeros, es asegurarse de que las amarras y las velas siguen en condiciones y que el barco no se hunda. |~Genial, ahora podemos morir nuevamente...~| Piensa el joven mientras se dirige a comprobar las amarras una a una y luego las velas.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Aquella mantis parece ser ciega y sin sentidos, pues el ataque el albino la rompe en pedazos, haciendo que donde anteriormente se veía una enorme mantis amenazando la vida de un hombre de aspecto enfermizo ahora se aprecia una simple guadaña en un charco de hemolinfa, una especie de sangre transparente, lo que sería lo que resta de la mantis. Una pena que las cosas hayan acabado así, al joven le habría apetecido hacerse con esa guadaña en poder de esa akuma, pero bueno, es lo que hay. Antes siquiera de que el joven pueda divertirse con el pastelero, sus compañeros se llevan a ese hombre cortando el entretenimiento de un hombre apasionado de los combates. Pero bueno, es lo que hay, Shiroi ahora se dirige hacia el centro de la isla, a la plaza, donde seguramente tendría más entretenimiento que quedándose en aquel puerto desierto sin vida, sin contrincantes para combatir. |~Vaya una panda de sosos que no me dejan divertirme con Gero...~| Piensa el peliblanco mientras camina y guarda la enorme espada en su espalda.
elkilian
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Empezamos a entrar a la zona de la guerra naval. Todo era bastante gris por culpa del humo de los cañones tanto de la marina como los de los piratas. Además de esta humareda también se podía escuchar los cañones y ver algún que otro destello de luz de los cañones y claro, como no, los sonidos de las espadas y los gritos de las personas asesinadas. Entre tanta nube pude observar la ciudad de Loguetown por lo que giré unos cuántos grados el timón y nos dirigimos hacia allá.
- ¡Gente! - les grité - Ya podemos ver Loguetown. Nuestros compañeros que están aquí dando sus vidas quieren que llegemos a Loguetown para salvar a Katrina y por tanto es nuestro deber cumplir sus últimos deseos - les animaé para que no intentaran disparar cañones. Teníamos que pasar desapercibidos
- SALVEMOS A KATRINAAAAAAAA - gritaron ellos
" Tenemos que llegar allí primero ... no nos debemos ralentizar por estos barcos marines pues están para eso ... para demorar nuestra llegada ...además yo soy un usuario ... mientras menos tiempo pase en el mar pues mejor. Tengo que cumplir muchas promesas.... "
- ¡Gente! - les grité - Ya podemos ver Loguetown. Nuestros compañeros que están aquí dando sus vidas quieren que llegemos a Loguetown para salvar a Katrina y por tanto es nuestro deber cumplir sus últimos deseos - les animaé para que no intentaran disparar cañones. Teníamos que pasar desapercibidos
- SALVEMOS A KATRINAAAAAAAA - gritaron ellos
" Tenemos que llegar allí primero ... no nos debemos ralentizar por estos barcos marines pues están para eso ... para demorar nuestra llegada ...además yo soy un usuario ... mientras menos tiempo pase en el mar pues mejor. Tengo que cumplir muchas promesas.... "
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven revolucionario se encuentra atareado como el que más, uno tras otro lleva todo el cargamento de explosivos a la sala oculta. La verdad es que el cargamento es bastante amplio y completo, pero no puede parar de esconderlo, no puede dejar que los agentes del gobierno se hagan con dicho cargamento estando él allí. En uno de los ir y venir de la sala de la taberna el joven se percata de una sombra entrando en la estancia, la iluminación no es precisamente buena y no permite al joven ver demasiado bien los detalles en el local, y menos con el trajine que tiene entre manos. De pronto el den den mushi que porta el joven revolucionario suena, y al contestar era Hiren informando de un laboratorio de Smileys, y que le envian refuerzos, lo que es un alivio para el joven pues el subir y bajar le está pareciendo una verdadera tortura cruel y sin piedad para con el joven que hace su trabajo sin importarle trabajar más horas de las que jamás habría trabajado un hombre con cualquier empleo normal. Pero en ese momento la cabeza del joven revolucionario se pone en funcionamiento por la posibilidad de una trampa tendida por el gobierno interfiriendo en el mensaje de la revolución o mandando un mensaje falso para que el joven fuera cogido por sorpresa. |~Buenas, ¿puedo conocer tu identidad?~| Dice el joven asesino mientras de cada una de sus manos surge un filo de coltan que permanece imperceptible en aquella posición por la iluminación.
Tsang Yue
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven de negros cabellos y negra vestimenta logra robar el barco y poner rumbo hacia la ciudad del alfa y del omega, la ciudad donde se dirige todo aquel que pueda combatir, unos para proteger a la "justicia" otros para liberar a la Yonkou y algunos simplemente quieren aprovechar el barullo para labrarse un nombre y una fama a causa de participar en un bando o en otro o en ambos. El viaje del joven sería movido pues poco tarda en cruzarse con una batalla naval, las balas cruzan el cielo y se mueven de un barco a otro como si fueran una enfermedad contagiosa. La tentación de disparar a la gente se pasea por la mente del joven, que se detiene a pensarlo un momento, puede labrarse una fama y un nombre gracias al tiro adecuado, pero de equivocarse y atinar a una persona que no debe firmaría su fin. |~Mejor paso inadvertido y no me busco líos, en una batalla naval disparar solo puede causarme problemas.~| Piensa el joven que se oculta en la sala del timón para que no se le vea cuando el barco pase por la batalla.
Katrina Read
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Curioso que hoy vaya a morir alguien con mi nombre. Había pensado un par de veces mientras caminaba hace un rato por las callejuelas de Louguetown y ponía el ojo en cada detalle que pudiera parecerle riesgoso para su propia seguridad. Pero curiosamente, nada había saltado a su vista, más allá del hecho actual que tenía presente a una gran parte de la armada revolucionaria ahí.
De entrada, su recorrido por la ciudad había sido tan poco tortuoso que terminó por llegar al sitio de la encomienda. En segundo lugar había encontrado la puerta de la taberna abierta, tan fácil de ingresar que le pareció sospechoso. Entonces se coloco sus guantes de cuero negro y apretó el puño, para sacar de cada una de las yemas de sus dedos una aguja milimétrica, casi imperceptible. Solo por si acaso.
Estaba oscuro y la mujer conocía lo delicado de la situación. Una Yonkou no moría todos los días, la mitad del mundo debía estar en esa ciudad y así como ella habría predicho las presencia de bandos ajenos en el evento, lo habrán hecho otros. El lugar lo más seguro es que estuviese infestado de rangos altos de la marina, de agentes de la Cipher pol y piratas a la espera de ocupar el puesto de la Yonkou Katrina Belatona. Podría morir ella misma por alguna imprudencia.
Aunque la gente muere todos los días. Era cierto. ¿Por que tanto alboroto?
Apretó sus ojos, obligo a su mente permanecer despierta y en lo presente, que era esa taberna oscura y esos explosivos ante los que no se asombró; Es decir, lo menos sorprendente del día por mucho era la posibilidad de un ataque. Más fácil sería quedarse sin aliento al ver que todos se ponían a bailar para después liberar a Belatona. Por que precisamente era improbable. La existencia de explosivos en una zona de guerra no. Pero algo tendría que hacer con ellos al fin y al cabo era su misión.
Finalmente escucho una voz hablar en la oscuridad, la Leona de Buchenwald sintió sus músculos tensarse, pero se mantuvo serena, con los ojos viajando con lentitud de detalle a detalle, hasta reconocer una silueta familiar. Se acerco en un paso calmado, casi imposible que denotase miedo o nerviosismo, pero sin hacer ceder la maquinaria de su guante. Los ojos de la mujer eran fijos, con una expresión misteriosa, algo desquiciada, pero sin duda inteligentes. Y era esa inteligencia la que brillaba en esos instantes, de haber reconocido el rostro del hombre al que según esto, según Hyo Toranosuke, debía dar razones una vez que se acabara de unir definitivamente a los Couriers of the apocalypse. Vaya nombre, había pensado esa vez, y lo seguía pensando.
Pero no había mejor suerte que esa. Al fin conociera al jefe de su división del cual le habían hablado mucho y podría integrarse como era propio. Guardo las agujas y se quito las gafas de lectura para sentarse en una de las cajas de explosivos con los codos apoyados en sus rodillas, soltó una risa, más bien en forma de exhalaciones y acabo por mirarlo, de nuevo, con una postura visiblemente más relajada.
─Por supuesto, Jefe, tarde que temprano así tenía que ser. ─ Contesto con cierta condescendencia, una muy grosera. De entrada se notaba que tenía malos modos, pero tampoco parecían ser intencionales, más bien quedaban perfectos a su aspecto. Y quizá, muy en el fondo, quería calar que tan rápido podría hacer enojar a su próximo líder. Diversiones retorcidas suyas. ─Soy la soldado de la armada revolucionaria, Katrina Read, la más reciente recluta de Toranosuke. No se si el gato le haya hablado de mi. ¿Que se le ofrece?
De entrada, su recorrido por la ciudad había sido tan poco tortuoso que terminó por llegar al sitio de la encomienda. En segundo lugar había encontrado la puerta de la taberna abierta, tan fácil de ingresar que le pareció sospechoso. Entonces se coloco sus guantes de cuero negro y apretó el puño, para sacar de cada una de las yemas de sus dedos una aguja milimétrica, casi imperceptible. Solo por si acaso.
Estaba oscuro y la mujer conocía lo delicado de la situación. Una Yonkou no moría todos los días, la mitad del mundo debía estar en esa ciudad y así como ella habría predicho las presencia de bandos ajenos en el evento, lo habrán hecho otros. El lugar lo más seguro es que estuviese infestado de rangos altos de la marina, de agentes de la Cipher pol y piratas a la espera de ocupar el puesto de la Yonkou Katrina Belatona. Podría morir ella misma por alguna imprudencia.
Aunque la gente muere todos los días. Era cierto. ¿Por que tanto alboroto?
Apretó sus ojos, obligo a su mente permanecer despierta y en lo presente, que era esa taberna oscura y esos explosivos ante los que no se asombró; Es decir, lo menos sorprendente del día por mucho era la posibilidad de un ataque. Más fácil sería quedarse sin aliento al ver que todos se ponían a bailar para después liberar a Belatona. Por que precisamente era improbable. La existencia de explosivos en una zona de guerra no. Pero algo tendría que hacer con ellos al fin y al cabo era su misión.
Finalmente escucho una voz hablar en la oscuridad, la Leona de Buchenwald sintió sus músculos tensarse, pero se mantuvo serena, con los ojos viajando con lentitud de detalle a detalle, hasta reconocer una silueta familiar. Se acerco en un paso calmado, casi imposible que denotase miedo o nerviosismo, pero sin hacer ceder la maquinaria de su guante. Los ojos de la mujer eran fijos, con una expresión misteriosa, algo desquiciada, pero sin duda inteligentes. Y era esa inteligencia la que brillaba en esos instantes, de haber reconocido el rostro del hombre al que según esto, según Hyo Toranosuke, debía dar razones una vez que se acabara de unir definitivamente a los Couriers of the apocalypse. Vaya nombre, había pensado esa vez, y lo seguía pensando.
Pero no había mejor suerte que esa. Al fin conociera al jefe de su división del cual le habían hablado mucho y podría integrarse como era propio. Guardo las agujas y se quito las gafas de lectura para sentarse en una de las cajas de explosivos con los codos apoyados en sus rodillas, soltó una risa, más bien en forma de exhalaciones y acabo por mirarlo, de nuevo, con una postura visiblemente más relajada.
─Por supuesto, Jefe, tarde que temprano así tenía que ser. ─ Contesto con cierta condescendencia, una muy grosera. De entrada se notaba que tenía malos modos, pero tampoco parecían ser intencionales, más bien quedaban perfectos a su aspecto. Y quizá, muy en el fondo, quería calar que tan rápido podría hacer enojar a su próximo líder. Diversiones retorcidas suyas. ─Soy la soldado de la armada revolucionaria, Katrina Read, la más reciente recluta de Toranosuke. No se si el gato le haya hablado de mi. ¿Que se le ofrece?
[Aclaracion:Entre a hablar con Takeru Shiromori]
Kokonoe Toru
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mantengo mi posición esperando a ver que sucede después de que mi líder haya arrojado el cadaver a trocitos al mar. Al parecer a alguien no le ha gustado ya que de pronto aparece un chico con aspecto enfermizo pero aún así parece alguien fuerte sino no estaría ahí con tanta tranquilidad. El joven dice ser amigo del muerto que fue mutilado por Takeshi y que no estuvo bien hacer eso. A partir de ahí todo ocurre muy rápido, Takeshi dice que le agarre de la mano que nos vamos y acto seguido tengo el tiempo justo para extender la mano y agarrarme a él mientras nos vamos del barco de una forma extraña.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Tras un tiempo remando en dirección a la costa de la isla conseguí llegar al puerto de Loguetown, con un gran cansancio conseguí bajar del aquel bote para descansar durante un instante los brazos, pues los tenía agotados del viaje. Dejé el bote amarrado en el muelle y mientras me acercaba al puerto estiré los hombros y los brazos para que se relajasen un poco, cuando de repente tuve una sensación de que alguien me estaba mirando en ese solitario puerto debido a la evacuación que había habido hacia un rato.
Me quedé quieto en medio del puerto para buscar a quien me pudiese estar observando en aquel lugar, con la intención de preguntarle que debería de hacer ya que el barco de la evacuación había sido hundido hacia un rato. Una vez pude encontrar a la persona en cuestión me acerque hacia su posición tranquilamente y cuando estuve a una distancia prudente comencé a hablarle.
-Disculpe señor, estoy un poco “perdido”, hace un rato estaba en un barco que estaba evacuando en un barco y en él a impactado una bala de cañón y ha hundido el barco, yo cuando lo supe fui un cobarde y escape en un bote salvavidas, que creo que el reto de la tripulación han conseguido sobrevivir pero no sé donde habrán acabado, y ya que estoy aquí me gustaría ayudar a lo que pudiese, si no le importa.- le dije a aquel hombre alto, delgado y con el pelo de color gris que tenía delante
Me quedé quieto en medio del puerto para buscar a quien me pudiese estar observando en aquel lugar, con la intención de preguntarle que debería de hacer ya que el barco de la evacuación había sido hundido hacia un rato. Una vez pude encontrar a la persona en cuestión me acerque hacia su posición tranquilamente y cuando estuve a una distancia prudente comencé a hablarle.
-Disculpe señor, estoy un poco “perdido”, hace un rato estaba en un barco que estaba evacuando en un barco y en él a impactado una bala de cañón y ha hundido el barco, yo cuando lo supe fui un cobarde y escape en un bote salvavidas, que creo que el reto de la tripulación han conseguido sobrevivir pero no sé donde habrán acabado, y ya que estoy aquí me gustaría ayudar a lo que pudiese, si no le importa.- le dije a aquel hombre alto, delgado y con el pelo de color gris que tenía delante
Qiang Jing
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La infiltración es todo un éxito, el joven espadachín logra pasar por los controles y llegar a la ciudad, pero ahora el joven debe decidirse como proseguir y por donde hacerlo. La verdad es que la posibilidad de destruir la propiedad de otros y sobre todo de la marina se le hace realmente jugosa al joven ciudadano, pero no sabe bien si a su jefe le parecería bien que empezara a destruirlo todo como un descosido. Su mente se interna en un sinfín de pensamientos, valoraciones morales, éticas y personales, así como tratando de descubrir cual sería la mejor opción, internarse en el pueblo en busca de una buena ubicación desde la que jugar sus cartas para armar el mejor de los escándalos y aumentar los problemas o simplemente observar como los acontecimientos se suceden con el tiempo, inexorable e incontrolable. Al final decide hacer lo propio, se convierte en una masa gaseosa de color azul que es llevada por el aire hacia el centro de la isla, al final deja su destino en manos de la fortuna.
Steve
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Acabamos huyendo de la prisión fácilmente gracias a las indicaciones del gatico, pero al cabo de un rato de salir lo vi contestando a una llamada de Den Den Mushi y cuando colgó, se giro a nosotros para decirnos unas palabras importantes, la ejecución de una Yonkou y yo me la iba a perder. Realmente no me importaban las guerras, el robar o matar tanto como asistir a una muerte como hace tantos años aconteció con Gold D. Roger, es más, iba a ser en aquel mismo lugar, en la ciudad del Alfa y el Omega, me mire las manos y acto seguido mire a mis acompañantes, mi mente ya había decidido que tenía que estar allí, no había una razón por la cual debiese hacerlo, solamente vi el barco que quedaba en el muelle y me dirigí a él después de que el enorme minino subiese de un salto, aunque había una tabla que conectaba al barco con el suelo que use para subir, puede que el viaje durara unas cuantas horas y lo primero que hice fue bajar a una de los camarotes, no tenía unas grandes nociones de manejar barcos y a cualquier problema seguramente acabaríamos nadando con los peces, así que lo único que hice fue echarme sobre la cama y esperar que alguno de aquellos tuviese la destreza necesaria para llevarnos a nuestro destino a tiempo.
Baozar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Desde la borda Inaga pudo observar como el cocinero ciego hablo justo antes de lanzar una piedra hacia un barco que se encontraba a babor, dijo que creía tener la solución y le mando a bajar el ancla para acto seguido coger carrerilla y saltar por la borda en dirección al barco con el que había golpeado la piedra que vete a saber de dónde había salido. Pudo escuchar como pedía que atracaran el barco en tierra, en el mismo instante en el que Kedra salía de su camarote dejando caer unas cartas. La cara de su capitán era un poema pues parecía no entender que hacia su barco en medio del mar dirigiéndose a Loguetown.
- ¡Vince vuelve al Soul Of Demon! ¡Te has confundido de barco! ¡Eso no parece ser un barco marine!
No sé qué demonios pasa, pero en cuanto Vince vuelva al barco explicadme que hacemos en alta mar, yo voy a poner rumbo a Loguetown, es una isla cercana y allí podremos hablar tranquilamente-
Dijo su capitán dirijiendose a Inaga y Vince.
-Kedra no sabíamos que estabas en el barco se supone que estabas en la isla con Dexter, creía que querias estar tranquilo, pues la verdad que en Loguetown no podremos hablar tranquilamente pues es la ejecución de la Yonkou Katrina Belatona hacia la cual nos dirigíamos pues su tripulación a pedido ayuda para intentar salvarla. Piensa que aunque no lo consigamos su tripulación estará en deuda con nosotros y estarán reunidos todos los altos cargos del gobierno es una situación perfecta para darnos a conocer.-
Tras soltar esas palabras Inaga se puso aprestar atención al barco de al lado pues podría tomar represalias ya que el cocinero había vuelto al barco dándole un objeto a uno de los ocupantes del navío, a la espera de la respuesta de su capitán. Este podría considerarlo una buena idea y seguir, o mala y dar marcha atrás. Si sucedía lo segundo se lo reprocharía para siempre.
- ¡Vince vuelve al Soul Of Demon! ¡Te has confundido de barco! ¡Eso no parece ser un barco marine!
No sé qué demonios pasa, pero en cuanto Vince vuelva al barco explicadme que hacemos en alta mar, yo voy a poner rumbo a Loguetown, es una isla cercana y allí podremos hablar tranquilamente-
Dijo su capitán dirijiendose a Inaga y Vince.
-Kedra no sabíamos que estabas en el barco se supone que estabas en la isla con Dexter, creía que querias estar tranquilo, pues la verdad que en Loguetown no podremos hablar tranquilamente pues es la ejecución de la Yonkou Katrina Belatona hacia la cual nos dirigíamos pues su tripulación a pedido ayuda para intentar salvarla. Piensa que aunque no lo consigamos su tripulación estará en deuda con nosotros y estarán reunidos todos los altos cargos del gobierno es una situación perfecta para darnos a conocer.-
Tras soltar esas palabras Inaga se puso aprestar atención al barco de al lado pues podría tomar represalias ya que el cocinero había vuelto al barco dándole un objeto a uno de los ocupantes del navío, a la espera de la respuesta de su capitán. Este podría considerarlo una buena idea y seguir, o mala y dar marcha atrás. Si sucedía lo segundo se lo reprocharía para siempre.
El Cid
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Tras cumplir su misión el Cid se sentía pletórico su misión había sido sencilla pero aun así la había realizado sin ningún incidente. Caminó hacia la plaza central junto a Babieca el cual iba caminando con un porte muy digno. Al llegar a la plaza se encontró a los más valientes entre los valientes pues muchos de los que estaban allí reunidos no sobrevivirían al combate que se libraría hoy en Loguetown.
Desde su altura pudo ver como marines y miembros del gobierno tomaban posiciones escondiéndose en las azoteas con los rifles y otras armas que usaban los francotiradores. Los shichibukai se encontraban casi todos preparados en sus puestos y los yonkaikios apenas habían aparecido, si fuera por él, los que no se presentaran hoy deberían ser cazados pongan la escusa que pongan. El Cid se acercó a su superior en la plaza, y le pregunto si dentro de la ciudad había alguien del gobierno que necesitara refuerzos.
Desde su altura pudo ver como marines y miembros del gobierno tomaban posiciones escondiéndose en las azoteas con los rifles y otras armas que usaban los francotiradores. Los shichibukai se encontraban casi todos preparados en sus puestos y los yonkaikios apenas habían aparecido, si fuera por él, los que no se presentaran hoy deberían ser cazados pongan la escusa que pongan. El Cid se acercó a su superior en la plaza, y le pregunto si dentro de la ciudad había alguien del gobierno que necesitara refuerzos.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.