Qiang Jing
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Oscuridad, es todo lo que recuerda el joven espadachín en el momento en el que se despierta en aquél oscuro cuarto apenas alumbrado por una delgada lámina de luz que se cuela por una ventana cuyas cotrinas se encuentran corridas obstaculizando el paso de la luz. El joven sabe perfectamente el motivo por el cual se encuentra en la isla, pero en ese momento una anciana entra en la habitación con una bandeja de comida que desprende un magnífico olor, y el joven ciudadano hace tiempo que no come nada. Así pues permance en la habitación el tiempo justo para que la señora le entregue la bandeja y se coma toda la comida a una velocidad inhumana, como si hubiera pasado semanas sin comer nada, al menos nada decente. |~Gracias por su ayuda señora, pero he de marcharme, tengo asuntos que resolver en este lugar y quedarme aquí solo me retrasará.~| Le dice a la mujer justo antes de abandonar la casa como un suspiro, literalmente pues lo hace convertido en un gas azul como el mar en una tarde de verano. una vez en la calle vuelve a ser un humano corriente, y se mezcla con el gentío que hay por la calle, en su mano porta una pluma roja, similar a la de un fénix, que al girar la punta hacia arriba se convierte en una katana de colores azul, plateado, rojo y violeta. Con esta conforme camina corta zonas cercanas al corazón de varias personas que caen poco a poco, dejando un camino de sangre y cuerpos tras el joven de aspecto indefenso e inocente. Su mirada tranquila y serena no muestra la crueldad que oculta en su interior. Al llgar a la esquina tiene ya tras de sí un camino de siete civiles por lado, es decir, catorce civiles muertos a sus manos.
Kokonoe Toru
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me encuentro en Tequila Wolf, un enorme puente en construcción por orden de los nobles mundiales. Este puente es construido por varios esclavos que pasan la vida en el puente, desde que son niños hasta morir de agotamiento o de viejo, es un lugar muy poco agradable por ese hecho, sobre todo para gente que como yo odia el abuso. Mis pasos son silenciosos y sigilosos por costumbre y además se ocultan por los estruendos de los cañonazos aunque es poco probable que alguno de ellos alcance el puente. El motivo de mi presencia en el puente es comprobar si algún criminal despistado se ha ido hacia ese puente, algo muy poco recomendable para los criminales, sobre todo los que son usuarios de alguna akuma. Mirando a mi alrededor veo varios barcos yendo rumbo al origen de los cañonazos, los cuales pueden ser mi única forma de acercarme a saber qué ocurre.
Me acerco al borde del puente y mientras camino voy extendiendo una pasarela hecha por el mismo material que el puente hasta colocarme sobre uno de los barcos y saltar al mástil secundario donde permaneceré oculto hasta llegar a la fuente de los cañonazos.
Me acerco al borde del puente y mientras camino voy extendiendo una pasarela hecha por el mismo material que el puente hasta colocarme sobre uno de los barcos y saltar al mástil secundario donde permaneceré oculto hasta llegar a la fuente de los cañonazos.
Tsang Yue
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven de negros cabellos y negra vestimenta se encuentra sentado junto a la ventana de un bareto, el pueblo está desierto y en el bar no hay ni un alma a parte de la del joven, junto a él en la barra hay una botella de licor y una jarra llena del mismo. El joven se la lleva a la boca para dar un trago a la misma, sus ojos negros fijos en el contenido de la jarra y a tiempos observa al exterior, viendo a lo lejos como piratas, marines e incluso revolucionarios bajan de sus navíos para tomar tierra y provocar el caos en la isla. Su tranquilidad no se ve afectada por lo que ve, sabe perfectamente que están demasiado lejos como para causarle molestias y mientras no le estorben no hará nada que le comprometa. Pero de pronto un enorme estallido provoca una sacudida del terreno y que parte del licor que consumía el joven asesino se derrame. Eso ya lo provoca y hace que active una de las habilidades de su akuma, la visión de snipper, que le permite ver hasta 8km con claridad. Gracias a ese rango ve un barco estallado con una bandera conocida por ser el símbolo de la tripulación de una Yonkaikyo, Dark D. Rose. Gracias a ello puede ver un grupo de gente correr de allí como si sus vidas dependiesen de ello, lo que en cierto modo es cierto, si tu barco estalla quiere decir que alguien anda buscando matarte o mermar tus capacidades de reacción, por lo que lo más sensato en retirarse a elaborar una estrategia para no ser cogido por sorpresa. |~Bueno, tendré que ponerme en marcha, quiero empezar a hacerme un nombre, y qué mejor forma que atacar a marines y protegidos del gobierno.~| Piensa el joven mientras se termina lo que resta de licor en su jarra y en la botella.
Legim
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Un destello de luz pegaba en mis ojos durante unos instantes, los suficientes como para sacarme del sueño en el que estaba metido desde hacía ya varias horas. Al parecer el destello provenía, evidentemente, de la ventana, pero había llegado a mi a consecuencia de un hilo de aire que entraba a la habitación y movía las cortinas lo suficiente como para dejar pasar ese haz de luz.
Un bostezo salió de mi boca, que estaba tan abierta que hasta me dolía la comisura de los labios un poco, lo cual provocó que cerrase más rápido la boca recordando en aquel momento una frase de mi madre, "En boca cerrada no entran moscas", lo cual me provocó una suave risa matutina con cierta voz ronca. Era curioso, ya que nunca pensaba en mi madre, ni la mencionaba... aunque tampoco es que sepa o recuerde mucho de ella como para tenerla en mente, fui criado por mi padre, por unos nativos de la jungla, y unos monjes que sabían como pelear... no, si ya apuntaba maneras en aquel entonces mi vida, dando caña desde el nacimiento prácticamente... pero... ¿Por qué vino a mi cabeza ahora esa frase de mi madre? A penas recuerdo su rostro, me separé de ella siendo un mocoso...
- En fin, no es momento para pensar en ello.- Pensé al tiempo que retiraba las sabanas hacia el techo levantándolas con el pie con una patada.
Giré mis caderas y antes de que las sabanas cayeran nuevamente al colchón había llegado al suelo de pie sonriente y orgulloso por ser más veloz que el trozo de tela llamado sabanas.
- Me da que hoy va a ser un día lleno de retos... - Dije soltando después un leve suspiro al tiempo que caminaba hacia la ventana terminando de cerrarla. - Y acepto el reto- Comenté terminando así la frase.
-...Simurgh....
- ¿Si?- Contestó este.
- Hoy había algo importante ¿Verdad?
- Así es.
- ... ¿Me lo puedes recordar?
- No.
- ¿¡QUÉ!? ¿¡POR QUÉ!?
- Para que aprendas la lección de no olvidarte de asuntos importantes.
- Maldito pajarraco... Sabes que ya es tarde para que cambie de actitud.
- Cierto, pero también me divierto con esto.
Cabreado pegué un puñetazo al brazalete y le miré con malicia.
- Canta pajarito
- Lalalalala lala laaaaa~
- Juro desplumarte la próxima vez que salgas...
- Eso será si salgo.
- Te odio gallina gigante.
- El sentimiento es mutuo mono blanco sin pelo.
Amargado ya por el punto irónico que tenía el ave miré al mar desesperado, y en ese instante vi muy a lo lejos un barco.
- ¡¡Yo tendría que estar en ese barco!!
- Ah, si, eso era lo que se te olvidaba.
- Callate maldito pajarraco- Grité al tiempo que me dirigía a mis pertenencias para vestirme y marcharme deprisa.
En cuestión de segundos estaba ya vestido y saliendo de prisa en dirección al puerto, aun a sabiendas de que no llegaría a tiempo. Las calles estaban llenas de ciudadanos que cuchicheaban entre ellos algo, pero no tenía tiempo que perder en ello y continué corriendo sin detenerme. ¿De qué hablarían? Sinceramente, tenía curiosidad, pero no era el momento, tenía que llegar al puerto y ver si era otro barco el que vi y el mío sigue allí.
Curiosamente, había solo un barco, eso si, era precioso, sobre todo las velas que tenía, la bandera de la marina. Que alegría.
- Supongo que si les pido amablemente que me lleven, será inútil... habrá que ir y hacerlo a las malas...- Comenté entre risas mientras avanzaba hacia allí a paso tranquilo para no llamar la atención, hasta estar cerca, donde salté al interior con una sonrisa y desenvainando ambas katanas. - Hola chicos, ¿Haríais un favor a un pobre ciudadano que necesita hacer un viaje?.
Sorpresa, tenía frente a mi a una vice-almirante con cara de pocos amigos.
- Vaya, vaya, vaya.... nada más llegar a la isla, el afamado Capitán Legan Legim se regala a mis manos para ser entregado por la justicia, que detalle... escuché que un contra-almirante era poco para ti, que debían enviar como mínimo a un vice-almirante... Qué suerte tienes ¿Verdad?
- No te haces la idea de lo feliz que estoy ahora mismo...
Esto me pasa por ir despreocupado por ahí siendo un bocazas... ahora estoy en graves problemas.
- Lo del viaje entonces ¿Qué? Nada ¿No?.... Aunque lo pediré de nuevo con más amabilidad jejejeje ¿Me lleváis a una isla muy maja? Allí hay muchos más piratas, que sumando sus cabezas, valen mucho más que yo, jejejeje.... Puedo indicaros donde están- Expliqué a medida que daba pasos lentos hacia atrás con una risa nerviosa.
Un bostezo salió de mi boca, que estaba tan abierta que hasta me dolía la comisura de los labios un poco, lo cual provocó que cerrase más rápido la boca recordando en aquel momento una frase de mi madre, "En boca cerrada no entran moscas", lo cual me provocó una suave risa matutina con cierta voz ronca. Era curioso, ya que nunca pensaba en mi madre, ni la mencionaba... aunque tampoco es que sepa o recuerde mucho de ella como para tenerla en mente, fui criado por mi padre, por unos nativos de la jungla, y unos monjes que sabían como pelear... no, si ya apuntaba maneras en aquel entonces mi vida, dando caña desde el nacimiento prácticamente... pero... ¿Por qué vino a mi cabeza ahora esa frase de mi madre? A penas recuerdo su rostro, me separé de ella siendo un mocoso...
- En fin, no es momento para pensar en ello.- Pensé al tiempo que retiraba las sabanas hacia el techo levantándolas con el pie con una patada.
Giré mis caderas y antes de que las sabanas cayeran nuevamente al colchón había llegado al suelo de pie sonriente y orgulloso por ser más veloz que el trozo de tela llamado sabanas.
- Me da que hoy va a ser un día lleno de retos... - Dije soltando después un leve suspiro al tiempo que caminaba hacia la ventana terminando de cerrarla. - Y acepto el reto- Comenté terminando así la frase.
-...Simurgh....
- ¿Si?- Contestó este.
- Hoy había algo importante ¿Verdad?
- Así es.
- ... ¿Me lo puedes recordar?
- No.
- ¿¡QUÉ!? ¿¡POR QUÉ!?
- Para que aprendas la lección de no olvidarte de asuntos importantes.
- Maldito pajarraco... Sabes que ya es tarde para que cambie de actitud.
- Cierto, pero también me divierto con esto.
Cabreado pegué un puñetazo al brazalete y le miré con malicia.
- Canta pajarito
- Lalalalala lala laaaaa~
- Juro desplumarte la próxima vez que salgas...
- Eso será si salgo.
- Te odio gallina gigante.
- El sentimiento es mutuo mono blanco sin pelo.
Amargado ya por el punto irónico que tenía el ave miré al mar desesperado, y en ese instante vi muy a lo lejos un barco.
- ¡¡Yo tendría que estar en ese barco!!
- Ah, si, eso era lo que se te olvidaba.
- Callate maldito pajarraco- Grité al tiempo que me dirigía a mis pertenencias para vestirme y marcharme deprisa.
En cuestión de segundos estaba ya vestido y saliendo de prisa en dirección al puerto, aun a sabiendas de que no llegaría a tiempo. Las calles estaban llenas de ciudadanos que cuchicheaban entre ellos algo, pero no tenía tiempo que perder en ello y continué corriendo sin detenerme. ¿De qué hablarían? Sinceramente, tenía curiosidad, pero no era el momento, tenía que llegar al puerto y ver si era otro barco el que vi y el mío sigue allí.
Curiosamente, había solo un barco, eso si, era precioso, sobre todo las velas que tenía, la bandera de la marina. Que alegría.
- Supongo que si les pido amablemente que me lleven, será inútil... habrá que ir y hacerlo a las malas...- Comenté entre risas mientras avanzaba hacia allí a paso tranquilo para no llamar la atención, hasta estar cerca, donde salté al interior con una sonrisa y desenvainando ambas katanas. - Hola chicos, ¿Haríais un favor a un pobre ciudadano que necesita hacer un viaje?.
Sorpresa, tenía frente a mi a una vice-almirante con cara de pocos amigos.
- Vaya, vaya, vaya.... nada más llegar a la isla, el afamado Capitán Legan Legim se regala a mis manos para ser entregado por la justicia, que detalle... escuché que un contra-almirante era poco para ti, que debían enviar como mínimo a un vice-almirante... Qué suerte tienes ¿Verdad?
- No te haces la idea de lo feliz que estoy ahora mismo...
Esto me pasa por ir despreocupado por ahí siendo un bocazas... ahora estoy en graves problemas.
- Lo del viaje entonces ¿Qué? Nada ¿No?.... Aunque lo pediré de nuevo con más amabilidad jejejeje ¿Me lleváis a una isla muy maja? Allí hay muchos más piratas, que sumando sus cabezas, valen mucho más que yo, jejejeje.... Puedo indicaros donde están- Expliqué a medida que daba pasos lentos hacia atrás con una risa nerviosa.
LA AVENTURA CONTINÚA
Normas Nuevas
Si alguien no postea como mínimo 2 veces antes del 25, no lo tendré en cuenta para el resto del capítulo. Es por vuestro bien, vuestro personaje podría morir.
Podéis crear lo que queráis para dar ambientación, pero sed coherentes.
Si alguien no postea como mínimo 2 veces antes del 25, no lo tendré en cuenta para el resto del capítulo. Es por vuestro bien, vuestro personaje podría morir.
Podéis crear lo que queráis para dar ambientación, pero sed coherentes.
- Meneror:
- Al parecer tienes a alguien a tu lado que trata de que le hagas caso, Bianco. Aunque no representa nada lucrativo, al menos de momento. Sin embargo tu salida de prisión pinta bastante interesante, y el Marine parece tener un bajo precio. Aunque mejor asegurar. Lo primero es conseguir que te retire las esposas, y luego serás libre. También puedes traicionarlo luego, pero los negocios son los negocios, y tú no mandas en esta transacción.
- Abyss:
- Bueno, parece que han pasado de ti. Tanto el guardia, cuya voz se oye desde el exterior, como el hombre de las pintas extrañas, que prefiere hablar de sobornos con el marine que os custodia. Al parecer les importas más bien poco.
Por suerte encuentras una extraña hebilla en el suelo, que podría servirte para abrir la cerradura si tienes la habilidad suficiente. Si luego, de regalo, logras abrir la puerta y engancharle las esposas al guardia te podrías marchar sin más contratiempos. Aunque para ir sobre seguro quizá te sea mejor ser un poco pesado e insistir al hombre del cabello blanco, cuya imagen reconoces de un Wanted, aunque no logras asociar a un nombre. Si encuentras algo que él quiera seguramente quiera él salvarte. Pero… ¿Qué querrá?
- Inaga Castamere y Vince Lauret:
- Has elegido la dirección correcta, Inaga, y no tardas en encontrar el barco, al que te subes y está nada menos que Vince. ¿Qué más se podría pedir? Está preparando comida, así que directamente ya es perfecto todo.
En fin, Kedra y Dexter no podrán acompañaros hoy, pues van a aprovechar la ejecución para tener la isla tranquila. Seguramente Kedra robará y matará, y Dexter hará de niñera, pero mañana habrá nuevas provisiones y el precio habrá sido nulo. Ahora lo único que os falta es decidir la dirección. ¿Hacia los estruendos de cañón o hacia el Este? Loguetown podría estar en cualquiera de los dos lados, y os habéis olvidado el mapa, con el barco ya zarpando. No hay vuelta atrás.
- Kito D. Kryword y Kuroi Kage:
- Menos mal que hoy llevabas tu chaqueta de bolsillos gigantes. Si no hubieras tenido un gran problema para cargar con ese amasijo de diez kilos en ella. Tus búsquedas en el barco son infructuosas, aunque dejas un túnel abierto hacia el interior del barco, aunque todo se ve negro en su interior. En la playa no ves a nadie, aunque una gran cantidad de huellas se ven por ahí. Tu olfato felino te permite detectar quién es. Ikaru ha estado por ahí hace poco, y se ha dirigido hacia el acantilado. ¿Qué querrá hacer ahí?
Desde tu posición, Kuroi, puedes ver a Kryword en la playa, y tres figuras al borde del bosque, en el acantilado. Te acercas a Kryword, y te das cuenta de que está observando huellas en esa dirección. Sois Nakamas, toca unir fuerzas. Sólo os falta decidir qué haréis.
- Sting, Ikaru y Hardo:
- Te levantas y echas a correr, buscando el barco. Escuchas pasos a tu espalda, pero ahora mismo sólo te interesa encontrar el mar, y no te detienes, al menos no rápidamente. Llegas al final del bosque y puedes ver cómo empieza el acantilado, y algo más allí, varias figuras sobre la playa, alrededor del barco. Por no hablar de Ikaru, con Hardo al hombro, que se paran a tu lado.
Ikaru, te encuentras de frente con Sting, y dejas a Hardo en el suelo, que os mira con los ojos abiertos de par en par. En un rato puede que se levante él solo y todo. Ya te has reunido con Sting, ahora faltan unos pocos más, y que Hardo se despierte.
¿Dónde buscaréis ahora?
- Johnny Wolf:
- Mientras intentas ayudar a la gente inconsciente te das cuenta de algunas cosas. Por ejemplo, la mayoría llevan armas muy curiosas. Una de ella es de color completamente mate, y de un brillo azulado. El filo y la empuñadura casi se funden sin haber una guardia. Es una espada muy golosa. Podrías aprovechar y quedártela, mientras permanece inconsciente. No sabes si hace cosas chulas, pero normal no es, y es indudable que tampoco está hecha de kairoseki. Si te la quedas, debieras de ocultarla bien para que no la vean, pues puedes estar seguro de que te darán a base de bien. También podrías lararte en uno de esos barcos de voluntarios hacia Loguetown, aunque igual acabas en donde no quieres estar.
- Cánabar y Kaiser:
- Salís bajo el sol abrasador de esa isla en cuanto recibís la señal, y corréis hasta el pueblo. Kaiser tal vez no debió ponerse a asesinar sin criterio, pues la gente empieza a gritar. Entre los gritos hay “Oh, no”, “Monstruos” y algunos “Han matado a Ignaci Toblerone”… Sí, efectivamente. Kaiser acaba de cargarse al alcalde del pueblo, y uno de los hombres más ricos de la isla. Comienzan a llegar algunos marines casi al instante, algunos con Den Den Mushis, y además oléis a un humano que se apetece distinto. ¿Quién será?
- Royal K. Hax:
- -Date la vuelta- susurra una voz fría a tu espalda-. Yo te enseñaré el infierno.
Te das la vuelta, y lo que encuentras de frente te hace doler el alma. La cabeza de la niña, agarrada por los pelos, en una mano de Namzung Aksubi, el temido Yonkou. En la otra su gigantesca espada Nodachi, ahora ensangrentada. Dicen por ahí que es una de las doce Saijo o Wazamono, y que nunca se rompe.
-¿Crees que puedes traicionar a toda la piratería así porque sí?- El hombre sonríe sádicamente un instante-. Estoy de buen humor. Te doy quince segundos para irte, o te quedarás aquí para siempre.
Si yo estuviera en tu pellejo le haría caso.
- Arribor Neus:
- Tras un largo rato caminando, y teniendo que casi reptar en varios puntos, sigues ascendiendo, y escuchas un extraño sonido, como de madera resquebrajándose y partiéndose. Tal vez debiera preocuparte que el barco estuviera hundiéndose cada vez más, si no fuera porque delante de ti se ha abierto una vía de luz. Podrías aprovechar y salir por ahí. También ves momentáneamente una sombra, así que ha sido, seguramente alguien apartando restos, o un animal hambriento que te ha olido. En cualquier caso es tu vía de escape, pero tienes una cosa que hacer en el barco, porque ¿Dónde están tus compañeros? Quizá debieras buscarlos, aunque también podrías ser el único enterrado bajo el barco. Elige tu acción, Arribor.
- Crimson:
- Qué cogotazo. En fin, con un ligero dolor de cabeza examinas la zona y, efectivamente, ves a Sweety. Está entrando en el bosque, donde la pierdes de vista. Puedes ver también a Sting, Ikaru y Hardo en la costa, tras el bosque, y a Kuroi y Kryword frente a los escombros del barco. No te va a ser muy difícil la toma de opciones. Rose, Ikaru y compañía o la gente de tu barco. O… Bueno, ya que todos están bien, las furcias pueden ser una buena opción… Tú decides.
- Sharp D. Drake:
- Te han visto. Concretamente un Marine con mucha pinta de animal. Garland Blain, un hombre que se apoya junto a un pesado martillo de combate, ha escuchado cada palabra y observado cada gesto, y ahora queda la gran pregunta. ¿Luchar o huir? Todo está por decidirse ahora. También podrías usar tus habilidades para alejarte, robar algo y marcharte.
OFF: Si aceptas el combate Garland Blain y tú seréis movidos a batallas históricas hasta finalizar vuestro combate.
- Legim:
- Bueno, tienes mucha suerte. Tras mirarte durante un rato, y reírse un poco de tu cara, la vice-almirante se da la vuelta y te dedica unas palabras.
-Y pensar que me mandan aquí a por piratuchos. Yo merecería un Señor de la piratería, por lo menos- Gira la cabeza un instante, sonriéndote-. Hazte un favor, Legim, por tu padre que fue mi amigo, evita que te mate hoy. Vete, por favor.
Dicho esto la marine sigue caminando, tranquila, con calma, y su arma en la mano, pues desconfía de que puedas atacar en un despiste. También podrías directamente correr más que ella y secuestrr el buque de la Marina en el estáis, aunque podría desembocar en un combate contra ella.
- Dark D. Rose (Shion Scarlet):
- Una vez comienzas a ignorer a la ardilla, ésta decide seguirte a cada paso que das, con su fruta enganchada. Parece que se divertía jugando contigo, pero tú sigues sin hacerle caso. En cierto punto decide coger y lanzarte el fruto a la cara, pero falla y se te cuela en el gólgota. Esas cosas pasan cuando una mujer muestra sus atributos gratuitamente, por muy bella que sea. En fin, ignoras ese hecho unos instantes mientras sigues buscando, si puedes, a alguno de tus compañeros. Crees ver una cabellera blanca yendo hacia la dirección opuesta a ti. Podrías seguirla, o podrías ir a lo seguro y buscar el barco, que debería estar, tal y donde tú lo dejaste, encallado entre las rocas o en la playa.
- Lion D. Émile:
- Parece que tu señal no ha surtido ejemplo, o por lo menos que no ha llegado todavía. Seguramente, conociendo a Drake, esté realizando algún acto imprudente. Puedes, si lo deseas, seguir esperando, aunque tal vez debieras ir marchando a Loguetown. Aunque vayas a dejarlo, de momento es tu obligación estar presente en la ejecución. Tu padre se podría enfadar si no te ve ahí, y aún no eres suficientemente fuerte como para enfrentarte a él. Tal vez te interese saber que tienes una chalupa con remos encallada en la playa, o podrías ir hasta el puerto y pedir amablemente un barco mejor.
- El Cid:
- Pasan los 10 minutos y aún hay dos personas en plena calle, como esperando algo, una orden, o lo que sea. Tal vez deberías ir a separarlos, aunque a tu camello no le hacen ni pizca de gracia, y rebufa si intentas acercarte. Tal vez sea peligroso. Pero es tu deber, aunque siempre puedes agarrarlos por sorpresa y lanzarlos volando. Esa es tu decisión, aunque también… A tu espalda está el encargado, podrías decirle algo para que te enncomiende otra tarea.
- Shiroi Shibou:
- Tu numerito no pasa desapercibido para un grupo de gente. Mientras la gran mayoría de la gente huye, un hombre se acerca a ti con una extraña guadaña verde, completamente, excepto la hoja.
-¿Te crees que por ser CP puedes hacer lo que quieras?
El hombre se pone en posición de batalla, listo para luchar contra ti si planeas hacer algo, aunque ligeramente relajado, pensando que quizá pidas disculpas y te retires. ¿Qué harás? Si vas a pensarte atacar, es un NPC nivel 15. También puedes hablar con tus superiores, o llamar desde tu den den mushi a algún compañero.
- Álika Ebediyet:
- Por tu parte, Álika, algo te dice que ese hombre brócoli no se va a separar de ti, así que, básicamente, tienes tres opciones. Despistarlo y seguir a lo tuyo, noquearlo y pasar de su cuerpo por unas horas inerte o asumir que va a estar pegado a tu hermoso trasero durante toda la jornada. Eso es lo que te toca.
- Date Musashi:
- Según te acercas a la puerta y giras el pomo, una fuerza la empuja hacia ti, aunque no con mucha insistencia, pues tu buena educación te lleva a cederle el paso. Es Brack, y en sus ojos denotas la preocupación, pese a su eterna sonrisa. Del interior de la estancia sale una relajante música.
-Vaya, hola- te dice, amigablemente-. Estamos teniendo muchos problemas hoy. Esos lerdos del Cipper Pol ya han matado a tres de los nuestros. Por suerte he podido recoger sus armas. ¿Quieres una? Es peligroso ir solo.
Acto seguido te enseña una batería, que casi al instante se transforma en ratoncito, aunque de mejillas sonrosadas y rasgos afilados; un mechero que no tarda en transformarse en lagartija, para dar una inocentona sonrisa y encender su cola de fuego; y un pequeño esqueje de pino, que toma forma de una preciosa tortuguita.
-Elige a uno, y sal ahí a derrotar a cada enemigo que se te ponga por delante.
Tras tu elección dejas pasar a Brack, que se lleva los otros dos hacia el exterior del local, y tú tienes que decidir. Salir tras él y cumplir sus órdenes o bajar y ver qué te espera.
- Raadi Vraask:
- -Aún queda algo de camino para llegar, aunque si se fija puede ver el Puerto- dice el hombre del mostacho, señalando la ciudad-. Respecto a los cañones… La Marina está protegiendo las costas para evitar la entrada de Opprimere. Va a morir mucha gente, y todo por ejecutar a una mujer que lleva encerrada en Impel Down un mes. Podrían haberlo hecho antes. Menudo pastel…
Ves Loguetown en la cercanía, y cada vez más próximo hasta que divisas al Yonkaikyo Spencer Vatch en la londananza. También te preguntas cómo el hombre sabe dónde estaba encerrada esa mujer. Aunque es de lógica, casi nadie conoce Impel Down, lo que te hace sospechar de él. Tal vez no sea nada, pero esa última coletilla tampoco inspira confianza. Puedes seguir sondando a la gente en lo que llegas al puerto si quieres, per ¿Qué harás al llegar?
- Lion D. Karl:
- Krauser toma lo que le tiendes, y te diriges a tu otro destino. El Almirante te mira durante unos instantes, y se lo piensa con cierto detenimiento, hasta que finalmente te habla con su voz, siempre animada.
-Ya no hay tiempo para esas cosas, Chispitas. Pero si deseas tocar bajo el palco de los almirantes te harán un escenario de emergencia, aunque no será mucho. Ahora, si me disculpas, tengo que irme. Llego tarde.
Según te das la vuelta el Almirante aparece a tu lado, con Katrina delante, esposada. ¿Cómo podrá quedarse sin tiempo una persona tan rápida? Camina con calma hasta llegar ante Minato, y le habla con su habitual educación, pero muy seco. Seguramente el enfado esté en la pirata, y no en el Capitán, aunque quién sabe. Krauser parece pasmado por lo que ha visto. Tal vez, como última cosa antes de partir, debieras preguntarle qué ha sucedido. Pero también puedes saludarlo amablemente y subir a tu barco.
- Joseph Leto:
- Vaya, has acertado. Es un globo rojo con coletas. Qué cosa más rara. Tu humor ha predicho a la perfección qué te ibas a encontrar. ¿Habrás desarrollado haki de observación? Evidentemente, la lucha contra un globo no se contempla. Yo lo pincharía y punto. Las buenas noticias son que has llegado a un punto de cruce entre playa, bosque y ciudad, y llegas justo a tiempo para ver una muchacha pelirroja ser usada como blanco por una ardilla, que le lanza una fruta y le acierta en el canalillo. La chica, que reconoces como la Yonkaikyo líder de Sons of Anarchy, sigue hacia delante. Ahora podrías preguntarle si necesita ayuda para sacar esa fruta de ahí (te arriesgas a una bofetada) o encontrar a sus compañeros para obtener su favor.
- Kodama:
- Dios, esa mujer tiene carácter, Sargento Kodama. Y muy mal carácter, de hecho. Aún así, las órdenes son órdenes, y debes vigilarla. Se ha excedido enormemente, y debes castigarla o, al menos, vigilar que no arme más líos. O también puedes noquearla y llevarla a uno de los buques de guerra hasta que la evacuación sea exitosa.
- Kaishi Tora:
- Tu compañero se ha largado, y puedes escuchar su chiste malo. Seguramente no necesite ayuda, pero te acercas a mirar. Están él y un globo rosa con coletas. Qué cosa más rara. Tal vez debieras preguntarle qué ha sucedido, y de dónde lo ha sacado. A la vez, ves correr a una muchacha pelirroja en dirección al acantilado, por el bosque. ¿La seguirás?
- Garland Blain:
- En fin, el barco finalmente se mete en batalla por algún motivo, y no pasas mucho tiempo en el barco antes de que aparezca ante ti un supernova. Sharp D. Drake, un famoso pirata que consiguió una jugosa recompensa imprudentemente. Capturarlo sería una buena forma de empezar la jornada, aunque dejarlo ir y saltar a un bote para meterte en los barcos pirata suena también interesante, y un poco a suicidio. También podrías hacerte el sueco. Alguien no llega a supernova así como así. Tú verás.
OFF: Si aceptas el combate Simo y tú seréis movidos a batallas históricas hasta finalizar vuestro combate.
- Teravan Finger-Bullet:
- Parece ser que al Supernova le hace tierna gracia tu falta de visión. Según sus propias palabras podría envolverte en oro, o eso entiendes. Por el rabillo del ojo puedes ver a una persona no autorizada, aunque personalmente yo te sugiero la ignores, pues no parece algo digno de preocupación. Sin embargo si decides hacerlo es cosa tuya, pero su cara no te suena, ni del lugar ni tampoco de los Wanteds, y si tus compañeros han dejado que pase por algo será. En fin, tú decides.
- Krauser:
- Te detienes un instante antes de subir al barco, y miras a tu espalda. El Almirante de Flota habla un momento con Karl, para acto seguido desaparecer y reaparecer a su lado. Flipante. En fin, el Almirante le dirige unas palabras a Kazuo, diciéndole que él en persona escoltará a la emperatriz. Qué honor, tener al Almirante de la Flota en su barco, ojalá te hubiera elegido a ti. Pero eres demasiado conocido, Contra-almirante, y muchos se lo esperarían de hacerlo. Ahora puedes esperar por Karl y contarle lo sucedido o despedirte de él y montar en el barco que la Marina te ha cedido, a ti y a la élite, para la ocasión.
- Minato Kazuo:
- Como una presa capturada, la titánica mujer sale del interior del cuartel, esposada por la espalda y custodiada por el mismísimo almirante de la flota. Sabe que si trata de escapar Kurokku la matará, igual que todos lo saben. Esta condena va a cumplirse. De repente, el hombre más poderoso de la Marina se dirige a ti.
-Yo iré en tu barco, capitán, tengo muchas cosas que hablar con mi predecesora.
Se adelanta a ti y se dirige hacia tu barco, sin decir nada más. Parece de pocas palabras cuando no da un discurso, aunque también puede deberse a que está enfadado con la emperatriz. Ahora que estás preparado, deberías seguir al Almirante, o podrías hablar con tus compañeros un instante, y pedirles consejo.
- Dave Taylor:
- Tienes mucha suerte de que el agua no cubra, porque si no ya estabas medio muerto. Parece que tu escena de relajación ha llegado a su fin, pues los gyojines salen de la poza sin darse cuenta de que estás detrás, y marchan hacia el pueblo. Como buen cazador, tu sentido del deber puede con tu necesidad de descanso, y sales detrás de ellos, poniéndote la camiseta estando aún empapado, por lo que ésta absorbe el agua, y te da una sensación de calor asfixiante mientras tratas de mantener el ritmo a los peces. Finalmente puedes observarlos cometer un crimen delante de todo el pueblo. Han matado, según escuchas murmurar, al alcalde. Deberías detenerlos, aunque también puedes limitarte a llamar a la marina o volver a tu barco y tratar de entrar a Loguetown de nuevo.
- Tahika Scarlet:
- Parece que has tenido suerte. Un hombre pustuloso, con más grasa que cerebro y medio calvo se ha visto atraído por ti, y no duda en preguntarte a dónde vas.
-Yo me dirijo a Loguetown- te dice-. Podrías venir… Ya sabes, compañía es igual a diversión…
Parece algo salido, justo lo que querías que te recogiera, aunque tal vez se piense lo que no es. Puedes montar a su barco y luego decirle qué es lo real, o puedes esperar al siguiente. Yo tampoco descartaría el robárselo, con tanta guerra seguro que nadie se da cuenta de quién eres.
- Takeshi Yamamoto:
- Exploras la ciudad, pero no reconoces a nadie, ningún wanted jugoso, nada de nada. Hasta que oyes la explosión. Te diriges a un punto alto de la ciudad y observas que uno de los barcos de Opprimere ha naufragado, pero los de la marina probablemente corran el mismo destino. El barco en que llegaste es un pequeño esquife plateado, perfecto para navegar uno solo y a altas velocidades. Si vas, te advierto que los piratas que te encuentres serán poderosos, no en vano son la flota de una Yonkou, pero la recompensa de uno solo de ellos te permitirá el retiro. ¿Qué eliges?¿Vas o te quedas?
- Kaín, El Brujo del Norte:
- -Mihasi Hayato- es la respuesta que recibes.
Al parecer hay un segundo Yonkou implicado en esto. Lo que no se puede creer es que el Kureji deje a sus compañeros beber sin límites, y menos en medio de una batalla. Algo raro debe de pasar. Podrías ayudar a los camareros, tirar a los piratas por la borda o llevarte a Loguetown algunos. Incluso secuestrar el Baratie y llevarlo a algún lugar. Seguro que sus recompensas sumadas sobrepasan los 1000 millones. También puedes pedir comida china para llevar y largarte. Que se las apañen solos.
- The Starus:
- Eres un poco temerario. Los tres rateros (los tres nivel 3), desenvainan sus armas, tirando al suelo cada objeto robado. Uno de ellos saca un garrote, otro su espada y el tercero un trabuco. Parecen listos y desafiantes, y el sonido de cristales rotos que proviene de las cajas caídas no le enturbia. Se lanzan a por ti, tratando de darte un golpe en la nuca con el garrote, rajarte de un lado a otro el pecho y lanzarte una andanada de perdigones. Estás en líos.
Garrotazo bestial [AB]+Corte de alfanje[AMF]+Trabucazo[AB]
- Alex Drachen:
- Tu peludo compañero decide que el camino que debéis seguir es hacia el sur. Allí está la ciudad. ¿Con qué motivo iban a volver? Tal vez hayan vuelto a liar a Farkas, o tal vez no. Si no lo sigues te arriesgas a que maten de nuevo, y si lo sigues es posible que huyan y no los logres encontrar. También podrías subirte a un árbol y examinar mejor la situación, pero la verdad es que es una apuesta aún más arriesgada. El bosque es denso y los árboles altos. Una caída podría ser fatal.
- Furukawa:
- El barco avanza, y tú cada vez más puedes observar cómo el fuego lo consume todo. A la marina y a los piratas. Opprimere y Piratas de Agua Dulce. Todo. Ni Aksubi ni el titán esperaban encontrar esta resistencia, seguramente, y no han sabido reaccionar. Ahora te queda decidir a ti si prefieres ayudar a los heridos o colarte en un barco pirata. Allí podrías encontrar una muerte horrible, o podrías encontrar grandes tesoros. También puedes dejar simplemente que el barco te lleve a Loguetown y quedarte ahí hasta la ejecución.
- Adam Windwalker:
- Te adentras en el bosque. Más que bosque se podría decir que es una jungla tropical, con loros y guacamayos, algún que otro tapir… Y pumas y serpientes. Seguramente sean venenosas, por los colores brillantes y el hecho de que haya matado a un pájaro de un solo mordisco. Parece un sitio peligroso. Sin embargo, al final de la espesura puedes ver algo que brilla con luz propia, y no es una salida, pues su brillo no es ni de lejos el del sol. Puedes ir a esa luz, explorar otras zonas más oscuras si así lo deseas o quedarte en el cuartel y esperar a que te cojan como carnaza.
- Alex Cooper, Derian Markov y Drake Lars:
- Las palabras de Alex han calmado a casi todos, pero ya ninguno se muestra hostil, las palabras de Derian consiguen que la mayoría de ellos marchen hacia la ciudad real, y la simple presencia del Lobo hace que ni uno se plantee atacaros. Sin embargo se escucha la fanfarria de trompetas mientras tanto, y un paje real aparece montado a lomos de un caballo blanco, acompañado de diez soldados. Mira durante un momento a la plebe, que se detiene, y da un largo discurso, que deja a la gente dubitativa, y una amenaza real se respira en el ambiente. Parece que la gente comienza a volverse hostil, aunque no sabe hacia quién. ¿Podréis convencerlos de que vosotros no sois el enemigo?
- Vongola Ryohei:
- Mala decisión. Has tratado de golpear a un Yonkou, aunque no lo sepas. Éste esquiva todos tus golpes con una facilidad pasmosa y aún le da tiempo a arrearte un puñetazo en el estómago. Finalmente, el emperador pirata, que reconoces como Namzung Aksubi ve algo que parece hacerle poca gracia. Te dice con una sonrisa que tienes agallas, y que te largues de su vista. Al darte la vuelta puedes verlo cortando la cabeza de una niña, y amenazar a un chico que acaba de matar a un compañero suyo. Parece que has tenido mucha suerte. Yo montaría en la moto y me largaría, aunque quizá tú prefieras establecer una relación comercial.
- Etsu Rui:
- Los restos humeantes del RLM se amontonan en la orilla, y tú pretendes llegar hasta allí. Estás en una isla sin ley y quieres ganarte un buen nombre a base de destruir al gobierno. Buena suerte. En el puerto hay algunos barcos, lo que te permitiría acercarte hasta allí, o también podrías ir hasta Loguetown. Seguro que allí hay rivales más blandos que un Yonkaikyo. Es tu decisión.
- Ugetsu Asari:
- Hacer tantos movimientos bruscos con tu arma te hace vomitar. No deberías moverte así, aún estás recuperándote. Casi te ahogas, y acabas desayunar. En fin, quieres llegar a Loguetown, y justo hay un barco evacuando civiles a esta isla. Si pudieras robarlo podrías ir hasta allí sin más contratiempo. O también podrías colarte como polizón. O desayunar de nuevo y reposar, que te vendría, repito, muy bien.
- Yato:
- Fuego. En la londananza, varios barcos ardiendo, y cañonazos perdidos. Uno alcanza el barco, y pasa justo a tu lado para romper la escotilla de un sonoro golpe y matar a varias personas. También herir unas cuantas. Una de ellas, el hombre que te informó. Pobre hombre. Al lado casi de la batalla naval, Loguetown respira tranquila. Parece ajena a lo que pasa solo a unas millas de distancia. Si te quedas en el barco podrías tener problemas, aunque a ver cómo logras marcharte de ahí. Tal vez en uno de los botes salvavidas…
- Kirito, Camus e Itami:
- Tus movimientos están siendo algo bruscos, Kirito, y pasan factura a tu hombro dolorido. Deberías ir con más calma a partir de ahora, pero dejemos de lado eso… Camus no ha movido el barco de su sitio, y él sigue en la cubierta, estoico, ignorando a Itami por algún motivo que no llega a comprender. Menos mal que llega Kirito, porque una tormenta bastante fea se avecinaba y podríais haberos buscado un lío sin un navegante experto. Ahora queda describiros la situación: Por un lado tu barco está cerca de Dressrosa, por lo que podríais hacer algo de saqueo y pillaje, pero no creo que llegaseis a tiempo para asistir a la ejecución y, te recuerdo, tienes un papel fundamental que el Gobierno espera de ti, aparte de tus intereses personales. Por el sur os llega una tormenta de verano con sabor a Nuevo Mundo, con huracán incluido. Si os las apañáis bien, podríais llegar mucho más rápido al East Blue, pero si os sale mal la jugada podríais acabar en el Mundo de Oz.
- Jack Silvers:
- Tras un rato entre zarzas, abriéndote paso por la jungla, encuentras el cuartel, y detectas tres presencias, aunque no eres capaz de distinguir si son hostiles o aliadas, en el subsuelo. El cuartel es, básicamente, un árbol hueco con una escalera de caracol en su interior, que lleva hasta una gran estancia. Tú esto lo sabes porque te lo comunicaron, pero en realidad no conoces la verdadera magnitud del sitio. La cuestión que se plantea ahora es bajar o no bajar, y eso sólo lo sabes tú.
- Takeru Shiromori:
- Entras en la ciudad por la zona sur, y entras al distrito sur. Pues tengo buenas y malas noticias para ti. La buena es que te has infiltrado con éxito entre la población. La mala es que están evacuando a la población, y un gigante está llevándolo a cabo. Parece que puede ser difícil dialogar con él, por lo que tal vez debieras ocultarte. Pero si te cogen… También deberías pensar una buena excusa. En fin, lo que quieras hacer es cosa tuya, yo me lavo las manos.
- Hiren:
- Encuentras el pueblecito, y te acercas a una taberna para comer a gusto, descansar un rato y escuchar algo de pasadas.
-Oye, ¿Has oído eso de los revolucionarios en Kumate?
Qué cosa más rara, ¿Qué demonios dicen? Revolucionarios en Kumate… Hasta ahí sólo fue enviado Jack Silvers, ¿Cómo iban a saber…? Hay un traidor entre vuestras filas, tienes que ir hasta Kumate a ayudar al Renegado. La pregunta es cómo conseguirás ir… Tal vez robando un barco… Había en el puerto uno de la marina muy jugoso, o un esquife rápido, aunque robar a un civil… Eso es más propio de piratas que del ejército del pueblo. Tú verás qué prefieres hacer, pero el Renegado necesita tu ayuda.
- Hyo Toranosuke:
- Tras saltar innecesariamente el muro de la prisión, pues la puerta estaba abierta (aunque buena idea, podría haber gente vigilando) llegas a un campo de hierba y árboles, seguramente destinado a que los marines ociosos practiquen deporte en lugar de emborracharse, aunque las numerosas botellas de cerveza y vinos varios que hay por el lugar indica todo lo contrario. No tienes ningún problema para entrar, pues no hay nadie en la puerta vigilando, sólo gente guardando la entrada que tú evitaste. Entras y en el interior encuentras a un marine tratando de conseguir favores a cambio de la liberación del encarcelado. No puedes ver quién es debido a los muros de piedra que separan a marine y pirata, pero te lo imaginas porque la reputación de Meneror Il Bianco le precede. No sabes nada del otro, así que deberás buscarlo. Y ándate con cuidado, corrupto o no, es Marine.
Ryusen Higure
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Había forzado un poco demás el hombro herido al crear esa ráfaga de viento pero necesitaba ganar el máximo tiempo posible pues tengo que reunirme con mi banda y luego dirigirme hacia Loguetown lo más rápido posible ya que el gobierno espera que los ayude durante una ejecución y mis intereses requieren que esté presente durante dicho evento ya que si sé jugar bien las cartas puedo aprovechar el caos que seguramente se desate durante la ejecución para mi propio beneficio y para alcanzar mi objetivo. El barco ya avanza a una buena velocidad hacia la isla anterior y en ese momento suena mi DDM el cual cojo y escucho a Camus decir Capitán, soy Camus, ya está todo listo en el barco, si tiene algo más que mandar, ahora es el momento. También quisiera saber cuanto va a tardar en volver, algunos nakamas se desesperan sin nada que hacer. A lo que respondo Camus, estoy llegando a la isla. Estate alerta por si alguien trata de colarse y en cuanto llegue zarpamos que no me gusta nada como está el clima. Cuelgo el DDM y lo guardo de vuelta en el bolsillo donde lo tenía.
El barco llega a donde quería y allí está el Explorador Rojo, el barco insignia de mi banda y el que me llevará hasta Loguetown antes de que empiece el espectáculo. Sin muchas complicaciones salto del barco prestado a mi propio barco y me coloco en el timón dispuesto a tomar ventaja de la tormenta que se aproxima. Desde el timón miro a mis dos tripulantes y les digo Preparaos que viene tormenta, aseguraos de no caer al agua y cumplir mis órdenes lo antes posible ya que en las tormentas el tiempo es oro. Camus, tú encárgate de asegurar las cuerdas de seguridad e Itami, tú comprueba las velas, este viaje va a ser movido. Tras dar las órdenes a mis tripulantes sujeto con fuerza el timón y dirijo el barco directo hacia la tormenta para desde allí tratar de llevarlo rápidamente hacia el East Blue, nuestro destino y el lugar donde causaremos los destrozos.
El barco llega a donde quería y allí está el Explorador Rojo, el barco insignia de mi banda y el que me llevará hasta Loguetown antes de que empiece el espectáculo. Sin muchas complicaciones salto del barco prestado a mi propio barco y me coloco en el timón dispuesto a tomar ventaja de la tormenta que se aproxima. Desde el timón miro a mis dos tripulantes y les digo Preparaos que viene tormenta, aseguraos de no caer al agua y cumplir mis órdenes lo antes posible ya que en las tormentas el tiempo es oro. Camus, tú encárgate de asegurar las cuerdas de seguridad e Itami, tú comprueba las velas, este viaje va a ser movido. Tras dar las órdenes a mis tripulantes sujeto con fuerza el timón y dirijo el barco directo hacia la tormenta para desde allí tratar de llevarlo rápidamente hacia el East Blue, nuestro destino y el lugar donde causaremos los destrozos.
AlexEmpanadilla
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Alex suspiró. ¿Qué ocurría ahora? ¿El rey enviaba a un emisario para que caldeara más el ambiente? Bueno, él mismo podía caldearlo más aún. Miró a Derian sobre él, a varios metros de altura. Si los aldeanos atacaban, seguramente el primero en sufrir el embate sería él mismo. Aunque no le pasaría nada, por supuesto. Sabía que si se atrevían a atacarlo, se volvería loco y tal vez los gaseara a todos, por lo que se apoyó en la puerta tras él y dijo con voz calmada:
- Parece que el rey no sabe velar por sus intereses si no es utilizando a la gente como si fueran marionetas. Envía mensajeros para espolear a los aldeanos contra sus enemigos para no tener que mancharse las manos. Me parece un comportamiento deleznable. -dijo esto con un tono lo suficientemente alto como para que la gente lo oyera, para luego subir el volumen hasta alcanzar el de un discurso-. ¡Oídme bien, gentes del condado de Markov! ¿Vais a dejar que el rey os emplee como simples peones en su lucha por el poder? ¿Creéis de verdad que no es su mandato irresponsable y egoísta el que ha llevado a este reino a su miseria actual? -señaló al mensajero-. ¡Ya no sabe cómo acabar con la gente que va en su contra y envía mensajeros para que el pueblo acabe con sus rivales! Es un gesto de desprecio hacia vosotros. La casa Markov no va a permitir este abuso -observó a Derian sobre él, y a los aldeanos ante él. Esperaba que aquellas palabras hicieran mella en la determinación de los pueblerinos. Ciertamente su tiempo con Derian le había dado, si no habilidad, un poco de léxico demagogo del cual podía sacar algún provecho si lo empleaba bien. Y al no ser el propio conde el que hablaba, tal vez aquella gente lo viera con mejores ojos-. Derian está aquí mismo, ante vosotros. Podéis verlo. ¿Dónde está el rey? ¿escuchando al pueblo? ¡No! Seguramente ahora esté en su castillo, contando las monedas que ha conseguido de los impuestos que vosotros con el sudor de vuestra frente os habéis esforzado en ganar.
Se empezó a elevar en el aire, sobre los pueblerinos, con la parte inferior del cuerpo convertida en una nube de cloro. Desde aquella posición parecía más intimidante, pese a su constitución delgada y fina. Esperaba causar buena impresión.
- Parece que el rey no sabe velar por sus intereses si no es utilizando a la gente como si fueran marionetas. Envía mensajeros para espolear a los aldeanos contra sus enemigos para no tener que mancharse las manos. Me parece un comportamiento deleznable. -dijo esto con un tono lo suficientemente alto como para que la gente lo oyera, para luego subir el volumen hasta alcanzar el de un discurso-. ¡Oídme bien, gentes del condado de Markov! ¿Vais a dejar que el rey os emplee como simples peones en su lucha por el poder? ¿Creéis de verdad que no es su mandato irresponsable y egoísta el que ha llevado a este reino a su miseria actual? -señaló al mensajero-. ¡Ya no sabe cómo acabar con la gente que va en su contra y envía mensajeros para que el pueblo acabe con sus rivales! Es un gesto de desprecio hacia vosotros. La casa Markov no va a permitir este abuso -observó a Derian sobre él, y a los aldeanos ante él. Esperaba que aquellas palabras hicieran mella en la determinación de los pueblerinos. Ciertamente su tiempo con Derian le había dado, si no habilidad, un poco de léxico demagogo del cual podía sacar algún provecho si lo empleaba bien. Y al no ser el propio conde el que hablaba, tal vez aquella gente lo viera con mejores ojos-. Derian está aquí mismo, ante vosotros. Podéis verlo. ¿Dónde está el rey? ¿escuchando al pueblo? ¡No! Seguramente ahora esté en su castillo, contando las monedas que ha conseguido de los impuestos que vosotros con el sudor de vuestra frente os habéis esforzado en ganar.
Se empezó a elevar en el aire, sobre los pueblerinos, con la parte inferior del cuerpo convertida en una nube de cloro. Desde aquella posición parecía más intimidante, pese a su constitución delgada y fina. Esperaba causar buena impresión.
Legim
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Estaba en clara desventaja numérica en aquel barco, estaba rodeado de marines por todos lados, marines que podría vencer en un periquete sin esforzarme mucho, e incluso hasta podría robar el barco para viajar en él... sin embargo había allí un gran problema, una vice-almirante. A penas había escuchado hablar de ella, pero con solo verla sabía que a pesar de no parecer gran cosa, oculta algo, si no fuese por ello, no se mostraría tan segura ante mi... y menos habría dicho esas humillantes palabras.
- ¿Qué eras amiga de mi padre?... Me da que eres una pequeña mentirosa... mi padre era hombre de pocos amigos, solo de los de su flota... y todos ellos están ahora muertos... como él. No es posible que fueses su amiga, además... tienes más o menos mi edad... por lo que tus palabras pierden todo el sentido de la verdad nada más salir de tus labios... sucia mentirosa.- Paré para tragar un poco de saliva apretando las empuñaduras de mis espadas y la miré fijamente con cara de pocos amigos.
- No hay honor en atacar a las espaldas de alguien, date la vuelta y enfréntate a mi, vas a acabar tan mal que podrás saludar a mi padre en el infierno si tan amiguita suya eras... - Dije cabreandome más por segundo y mentalizandome para el combate que se iba a avecinar ahora mismo. - Solo eres una cobarde que huye lejos de la batalla que tendrá lugar no muy lejos de aquí con toda esta panda de niños... jamás podrá derrotarme una persona tan cobarde como tú, y recuerda.... - Continué mientras ponía las katanas en forma de equis frente a mi cuerpo- nadie humilla al Capitán Legan Legim y vive para contarlo.
- ¿Qué eras amiga de mi padre?... Me da que eres una pequeña mentirosa... mi padre era hombre de pocos amigos, solo de los de su flota... y todos ellos están ahora muertos... como él. No es posible que fueses su amiga, además... tienes más o menos mi edad... por lo que tus palabras pierden todo el sentido de la verdad nada más salir de tus labios... sucia mentirosa.- Paré para tragar un poco de saliva apretando las empuñaduras de mis espadas y la miré fijamente con cara de pocos amigos.
- No hay honor en atacar a las espaldas de alguien, date la vuelta y enfréntate a mi, vas a acabar tan mal que podrás saludar a mi padre en el infierno si tan amiguita suya eras... - Dije cabreandome más por segundo y mentalizandome para el combate que se iba a avecinar ahora mismo. - Solo eres una cobarde que huye lejos de la batalla que tendrá lugar no muy lejos de aquí con toda esta panda de niños... jamás podrá derrotarme una persona tan cobarde como tú, y recuerda.... - Continué mientras ponía las katanas en forma de equis frente a mi cuerpo- nadie humilla al Capitán Legan Legim y vive para contarlo.
Joseph Leto
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El pelirrojo se queda extrañado de que su comentario burlón acerca de lo que cree que es la cabeza de una persona resulta ser acertado al ver que aquello de hecho es un globo rojo con coletas. El joven un poco molesto por haber hecho un chiste malo y que resulte ser cierto pincha el globo y empieza a pensar que está perdiendo el tiempo con todo eso, que lo mejor que puede hacer es ir hacia el barco y esperar allí a que aparezca alguno de los tripulantes de ese barco. Mientras duda sobre qué hacer ve a una ardilla lanzar un fruto al escote de una chica, pero no una cualquiera, sino Dark D. Rose, capitana de los Sons of Anarchy y actual Yonkaikyo por lo que el marine siente la necesidad de ayudarla por propio beneficio como contentar a sus superiores, luego ya cuando tenga un puesto más importante pues hará lo que quiera. El joven cabo ve a la muchacha seguir hacia delante y sin pensarlo mucho grita Muchacha, la de los globos gigantes. ¿Necesitas ayuda para quitar ese pequeño fruto de entre tus melones? Es que un pinchacito y te quedas más plana que una tabla de surf.
El joven cabo mientras grita eso a los cuatro vientos corre hacia la muchacha de roja melena esperando poder ayudarla en algo, si no es con el fruto con la búsqueda de su banda.
El joven cabo mientras grita eso a los cuatro vientos corre hacia la muchacha de roja melena esperando poder ayudarla en algo, si no es con el fruto con la búsqueda de su banda.
Kaito Kazuki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven cazador se mueve lentamente por las calles de la ciudad, nada, ni una cara conocida, la ciudad donde más piratas con algo de nombre debería de haber está carente de piratas, algo realmente extraño y desquiciador para el joven cazador que esperaba encontrar algún criminal jugoso en la ciudad pues es donde más cómodo combatiría, pues en el mar tiene su gran enemigo, el propio mar, que le convertiría en comida para los peces de caer al agua. En el camino escucha un enorme estruendo, como si algo hubiera explotado en las inmediaciones, por lo que poco tarda en moverse hacia una zona elevada, que casualmente es un edificio cercano al patíbulo donde se llevó la ejecución de Gol D. Roger, y donde seguramente se llevaría a cabo la ejecución de la Yonkou, desde aquella ubicación no tarda en encontrar el origen del anterior estruendo, una explosión que deja a una embarcación de la banda pirata Opprimere naufragando. Eso atraerá a la marina de seguro, pues la seguridad de la zona está aumentada debido al evento que se acerca y a la gran probabilidad de actuaciones por parte de los miembros de la tripulación, pues tratarán de salvar a su capitana. Pero volviendo a la situación actual, un navío de Opprimere naufragado, sus tripulantes deberían salir de allí para no morir, la marina se dirigiría allí para evitar que estos intervengan en la ejecución y que provoquen un caos en la ciudad. El cazador tendría que ir por mar a combatir en un lugar donde ser portador de akuma le aporta una desventaja fatal, no poder nadar, además de combatir seguramente agobiado por los marines que si matara alguno con alguna técnica que los afectara acabaría con su vida de cazador de recompensas.
|~Corre, ve a por su sangre, degollemos a todo el que se nos cruce.~| Suena una aguda voz en su cabeza, se trata de Yugo. |~Eso, mátalos a todos, deseo que la muerte los asedie y los porte junto a Hades~| Dice otra voz, esta más sombría y oscura, al mismo tiempo que ronca y grave, la de Kai. |~No lo hagas, la desventaja es demasiado arriesgada, busca la forma de emboscarlos.~| Dice una voz serena y tranquila perteneciente a G. |~Canta, así lograrás espantar las dudas.~| Dice una voz melodiosa y dulce, voz perteneciente a Jeff. Y como no aparece Frank. |~Considerando las variables...no he decidido nada~| Lo que luego se convierte en un griterío y mar de insultos y palabras malsonantes por parte de Kai y Yugo, respondidas con educación y serenidad por Jeff y G. El dolor de cabeza es tal que el joven cazador tiene que llevarse las manos a la cabeza. |~¡YA BASTA, CALLAOS YA QUE NO PUEDO PENSAR CON CLARIDAD!~| Grita el cazador de forma que todo el que estuviera a su alrededor podría haberlo escuchado, lo que podría llevar su oportunidad de emboscar a los piratas de Opprimere. Pero de pronto en el interior de Takeshi se produce una sacudida y se escucha un grito, más bien un berrido tirando a aullido, la bestia se despertó y guía a Takeshi a la aventura. Este vuelve rápidamente a puerto y se sube a la embarcación que le había llevado hasta aquella isla. Un esquife plateado, perfecto para el cazador. Este sube a la embarcación y pone rumbo al barco en llamas, a la aventura y esperando que la suerte lo acompañe. Poco tarda en llegar allí y salta de ese barco a la cubierta llameante del barco. |~Bueno, llega el señor de la fiesta, ¿quien se une?~| Dice con una sombría sonrisa en el rostro.
|~Corre, ve a por su sangre, degollemos a todo el que se nos cruce.~| Suena una aguda voz en su cabeza, se trata de Yugo. |~Eso, mátalos a todos, deseo que la muerte los asedie y los porte junto a Hades~| Dice otra voz, esta más sombría y oscura, al mismo tiempo que ronca y grave, la de Kai. |~No lo hagas, la desventaja es demasiado arriesgada, busca la forma de emboscarlos.~| Dice una voz serena y tranquila perteneciente a G. |~Canta, así lograrás espantar las dudas.~| Dice una voz melodiosa y dulce, voz perteneciente a Jeff. Y como no aparece Frank. |~Considerando las variables...no he decidido nada~| Lo que luego se convierte en un griterío y mar de insultos y palabras malsonantes por parte de Kai y Yugo, respondidas con educación y serenidad por Jeff y G. El dolor de cabeza es tal que el joven cazador tiene que llevarse las manos a la cabeza. |~¡YA BASTA, CALLAOS YA QUE NO PUEDO PENSAR CON CLARIDAD!~| Grita el cazador de forma que todo el que estuviera a su alrededor podría haberlo escuchado, lo que podría llevar su oportunidad de emboscar a los piratas de Opprimere. Pero de pronto en el interior de Takeshi se produce una sacudida y se escucha un grito, más bien un berrido tirando a aullido, la bestia se despertó y guía a Takeshi a la aventura. Este vuelve rápidamente a puerto y se sube a la embarcación que le había llevado hasta aquella isla. Un esquife plateado, perfecto para el cazador. Este sube a la embarcación y pone rumbo al barco en llamas, a la aventura y esperando que la suerte lo acompañe. Poco tarda en llegar allí y salta de ese barco a la cubierta llameante del barco. |~Bueno, llega el señor de la fiesta, ¿quien se une?~| Dice con una sombría sonrisa en el rostro.
Crimson
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Efectivamente, ese pequeño destello carmesí resultó ser su querida "Sweety" que rápidamente se adentró en el bosque y la perdió de vista. Pero no sólo la localizó a ella sino también a muchos otros los miembros de Sons Anarchy. Tres de ellos justo tras el bosque, por lo que seguramente se encontrarían con Rose dentro de poco y a otros dos cerca del encallado barco. Todos parecían estar bien, a pesar del estrepitoso choque de ayer.
En parte estaba decepcionado se esperaba algo más de emoción. Decidió descender hacia dónde se encontraban Ikaru, Sting y Hardo, para avisarles que delante de ellos estaba Rose. Así lo hizo. Bajando casi en picado se detuvo, posándose en el hombro de Ikaru, dejando tras de si las marcas de sus garras en la piel del pelo pincho. -Eh, tenéis a Rose bastante cerca, acaba de entrar en el bosque hace escasos momentos y casi seguro que viene en esta dirección, a no ser que se desvíe. Teniendo en cuenta que aquí sois dos logias y que el otro tiene el haki de observación no va a ser difícil que la encontréis o que deis señales de vuestra posición- dijo Crimson, todavía en forma de rapaz.- Justo en esa dirección, -continuó, señalando con el ala derecha- si tiráis directamente están los otros dos que faltan, al lado del barco.... ¿Quién coño se cargó mi barco?- vociferó mientras se llevaba esa misma ala a la cara en señal de decepción/desesperación- En fin... Ya tenéis toda la información que necesitáis. Yo me voy a algún local de la ciudad a consolarme por la dura pérdida... snif... snif...-concluyó entre fingidos sollozos. Blandió sus portentosas alas y se marchó, levantando el polvo tras su partida. El incorregible pelo de Ikaru quedó prácticamente igual con la ventolera.
Voló unos pocos minutos y llegó a la ciudad rápidamente, metiéndose por la ventana de un edificio, dentro de lo que parecía un burdel. Entró, y tras comprobar que nadie le veía colándose, buscó en su abrigo algo especial... -"Mono entallado en perfecto rojo como el de Deadpool, no esto no... Pantalones con belcro de stripper, quizás para luego... Condones extra grandes, estos no tardaré en usarlos..."- rió brevemente poniendo cara de autosuficiencia- "Ohhh... Aquí está... "-pensó al ver el cuero negro que asomaba de uno de sus bolsillos interiores. Lo sacó y se lo puso en la cabeza, dejando dos agujeros para poder observar con los ojos, otro situado en el centro, para la nariz y una cremallera a la altura de la boca.
Salió de la habitación y contempló como habías varias muchachas, algunas perseguidas por gordos babosos, recorriendo el pasillo con escasa ropa, algo de lo que no se iba a quejar. Vio un par de rubias y una mulata que le dejaran la boca abierta... -"Joder, los marines si que saben escoger qué les conviene más"- pensó mientras contemplaba sus esculturales cuerpos. -Entonces vio otra. Esa vez era pelirroja, y aunque físicamente era menos atractiva que las otras dos... seguía siendo pelirroja. -"¿Ahora a por cuál voy?"-
En parte estaba decepcionado se esperaba algo más de emoción. Decidió descender hacia dónde se encontraban Ikaru, Sting y Hardo, para avisarles que delante de ellos estaba Rose. Así lo hizo. Bajando casi en picado se detuvo, posándose en el hombro de Ikaru, dejando tras de si las marcas de sus garras en la piel del pelo pincho. -Eh, tenéis a Rose bastante cerca, acaba de entrar en el bosque hace escasos momentos y casi seguro que viene en esta dirección, a no ser que se desvíe. Teniendo en cuenta que aquí sois dos logias y que el otro tiene el haki de observación no va a ser difícil que la encontréis o que deis señales de vuestra posición- dijo Crimson, todavía en forma de rapaz.- Justo en esa dirección, -continuó, señalando con el ala derecha- si tiráis directamente están los otros dos que faltan, al lado del barco.... ¿Quién coño se cargó mi barco?- vociferó mientras se llevaba esa misma ala a la cara en señal de decepción/desesperación- En fin... Ya tenéis toda la información que necesitáis. Yo me voy a algún local de la ciudad a consolarme por la dura pérdida... snif... snif...-concluyó entre fingidos sollozos. Blandió sus portentosas alas y se marchó, levantando el polvo tras su partida. El incorregible pelo de Ikaru quedó prácticamente igual con la ventolera.
Voló unos pocos minutos y llegó a la ciudad rápidamente, metiéndose por la ventana de un edificio, dentro de lo que parecía un burdel. Entró, y tras comprobar que nadie le veía colándose, buscó en su abrigo algo especial... -"Mono entallado en perfecto rojo como el de Deadpool, no esto no... Pantalones con belcro de stripper, quizás para luego... Condones extra grandes, estos no tardaré en usarlos..."- rió brevemente poniendo cara de autosuficiencia- "Ohhh... Aquí está... "-pensó al ver el cuero negro que asomaba de uno de sus bolsillos interiores. Lo sacó y se lo puso en la cabeza, dejando dos agujeros para poder observar con los ojos, otro situado en el centro, para la nariz y una cremallera a la altura de la boca.
- Apariencia de la máscara:
Salió de la habitación y contempló como habías varias muchachas, algunas perseguidas por gordos babosos, recorriendo el pasillo con escasa ropa, algo de lo que no se iba a quejar. Vio un par de rubias y una mulata que le dejaran la boca abierta... -"Joder, los marines si que saben escoger qué les conviene más"- pensó mientras contemplaba sus esculturales cuerpos. -Entonces vio otra. Esa vez era pelirroja, y aunque físicamente era menos atractiva que las otras dos... seguía siendo pelirroja. -"¿Ahora a por cuál voy?"-
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Su compañero parece no percatarse de su presencia, pues no entabla ni la más mínima conversación con él, lo que hace que su sangre hierba, pero el joven de violácea cabellera mantiene la calma y respira profundamente. La verdad es que un enfrentamiento con aquél sujeto sería un error mortal por parte del joven pirata, su capitán tiene mucha confianza en ese hombre por lo que debe de ser un hombre fuerte y capaz de protegerse a sí mismo y de proteger a la tripulación. Poco tarda Camus en comunicarse con el capitán, al parecer él al igual que Itami está cansado de tanta calma y desea actividad y destrucción, algo que define perfectamente la actitud de Itami, deseoso de causar un caos y alboroto asombrosos. La respuesta del capitán Kirito es que está al caer, que se prepare todo y se rechace a todo el que trate de colarse en la embarcación, lo que es improbable, por no decir imposible, que ocurra. El joven Kiba espera tranquilo, aunque con cierto nerviosismo oculto, la llegada de su capitán, que seguramente daría indicaciones nada más poner un pie a bordo. Dicho y hecho, el joven capitán, nada más llegar, manda a Camus a controlar los amarres de seguridad y a Itami a comprobar las velas. |~En seguida, capitán.~| Responde el joven diligente conforme se pone en marcha comprobando una a una las velas de la embarcación. Poco tarda en recorrerla entera comprobando que todas las velas están en perfecto estado, y es conveniente que lo estén dado que se les avecina una tormenta, y en tormentas un buen estado de las velas, y del barco en general, y el tiempo son bienes muy apreciados que pueden costarte la vida o la salvación. |~Las velas están en orden y en perfecto estado, no hay problemas con ellas capitán.~| Informa el joven luchador al terminar su ronda de comprobación y posicionarse cerca del timón del barco, donde se encuentra Kirito.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
su compañero, y superior, Joseph, emprende carrera hacia un destino desconocido, pero aún así el joven Tora es capaz de escuchar un chiste malo, capaz de matar el humor de forma definitiva. Seguramente se encuentre perfectamente, pero por si acaso necesita apoyo el joven marine se acerca a observar la situación, se encuentran el joven cabo Leto, y un globo flotante con coletas, una cosa muy extraña y arbitraria, no se cree que sea algo interesante o peligroso. |~Menudo rival, una esfera de aire más débil que un castillo de naipes. Eso se pincha y rebienta como el sargento cuando te ve vestido...~| Dice una voz en la cabeza de Kaishi, algo extraño, ese comentario es demasiado arbitrario. Al mismo tiempo el joven Kaishi puede ver como una joven pelirroja corre hacia el bosque, como si escapara de algo. |~Menuda boba, huir de un globo, ni que fuera el apocalipsis.~| Suena nuevamente la misma voz en su cabeza, algo extraño sucede, no había ocurrido antes, no sabe que puede causar esas voces en su cabeza. Por lo pronto decide ayudar a su compañero y seguir a la joven dama de roja cabellera. |~Skoll, lobo de negras flamas, aparece, te convoco.~| Dice el joven Kaishi mientras su mano ennegrece y aparecen unas líneas rojas vivas en ella como si una brecha se abriera en ella. De pronto junto a él se materializa un enorme lobo de color negro, se trata de Skoll, uno de sus familiares. |~Ve junto a Leto, si ves que necesita ayuda apoyale, pero trata de no dañarle. Haz barbacoa de lo que le moleste.~| Dice el joven marine a esa inmensa criatura que se posiciona junto al cabo.
Al mismo tiempo el joven Kaishi emprende carrera tras la joven de cabellera carmesí, con intención de averiguar quien es y que es lo que la asusta. |~Oiga chica, ¿corre usted de un fantasma o te asusta la arena?~| Grita el joven a la muchacha sin temor a las represalias que pueda tomar la misma, lo que le interesa es alcanzarla y averiguar si puede serle de utilidad o no. |~Vamos, que ni la arena ni yo mordemos, bueno, la arena no lo sé, creo que ni dientes tiene, se le pudrieron todos con el tiempo.~| Añade gritando a pleno pulmón.
Al mismo tiempo el joven Kaishi emprende carrera tras la joven de cabellera carmesí, con intención de averiguar quien es y que es lo que la asusta. |~Oiga chica, ¿corre usted de un fantasma o te asusta la arena?~| Grita el joven a la muchacha sin temor a las represalias que pueda tomar la misma, lo que le interesa es alcanzarla y averiguar si puede serle de utilidad o no. |~Vamos, que ni la arena ni yo mordemos, bueno, la arena no lo sé, creo que ni dientes tiene, se le pudrieron todos con el tiempo.~| Añade gritando a pleno pulmón.
Tsang Yue
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Al ver quien la persona que está corriendo del barco en llamas el joven Etsu se detiene a pensar un momento, bien es cierto que atacar a la Yonkaikyo Dark D. Rose le daría un nombre impactante, pero las probabilidades de permanecer con vida tras ello son reducidas, no por la Yonkaikyo, sino por el conjunto de ella y su tripulación que seguramente la tratarían de vengar en caso de matarla. |~¿Qué debería hacer? ¿Ataco a la Yonkaikyo o me marcho a otro lugar donde poder crear caos por mi cuenta?~| Se pregunta en voz baja mientras camina hacia el puerto de aquella ciudad sin ley. El objeto de ir al puerto es lograr una embarcación que lo ayude a moverse tanto a la ubicación de Rose, como a otra isla, Loguetown, más concretamente pues es la isla más cercana a la que podría ir. Poco tarda en llegar al lugar y se detiene, tiene que tomar una decisión, y de pronto una sonrisa se dibuja en su rostro, al parecer ya sabe como tomar la decisión. |~Bueno, dispararé a ciegas, si la bala golpea un barco, viajaré a Loguetown, pero si golpea algún árbol o ser vivo, iré por la Yonkaikyo.~| Piensa el joven mientras desenfunda una de sus pistolas y cierra los ojos. Empieza a voltearse y de pronto dispara, justo en ese momento abre los ojos para descubrir el lugar de impacto del proyectil, y descubre que este ha golpeado en el casco de uno de los barcos que se encuentran atracados en el puerto.
|~Bueno, pues a Loguetown me manda la suerte, espero no equivocarme.~| Dice el joven en voz alta, dado que no hay ni un alma cerca de donde él se encuentra actualmente. Se dirige a un pequeño navío que hay amarrado en el inicio del embarcadero, busca el más pequeño pues al viajar solo le conviene una embarcación fácil de manejar por uno solo y que sea rápida, y esa es una característica de los barcos más pequeños, pero dado que no tiene conocimiento alguno de navegación espera que la suerte lo lleve a la isla sin demora ni problemas.
|~Bueno, pues a Loguetown me manda la suerte, espero no equivocarme.~| Dice el joven en voz alta, dado que no hay ni un alma cerca de donde él se encuentra actualmente. Se dirige a un pequeño navío que hay amarrado en el inicio del embarcadero, busca el más pequeño pues al viajar solo le conviene una embarcación fácil de manejar por uno solo y que sea rápida, y esa es una característica de los barcos más pequeños, pero dado que no tiene conocimiento alguno de navegación espera que la suerte lo lleve a la isla sin demora ni problemas.
Adam Windwalker
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Poco después de adentrarme en lo que parecía un bosque me di cuenta por la fauna y la vegetación presentes de que era mas bien de una jungla. No me gustaban mucho esos sitios, con tanta humedad y una vegetación tan densa, pero dentro de lo que cabía el espacio entre los árboles era lo suficientemente grande como para no ralentizar mi marcha. Parecía que abundaban bastantes especies depredadoras, sobretodo de serpientes, pero la verdad eso no me preocupaba demasiado, sabía que la mayoría de las serpientes de ese tipo atacan cuando se sienten amenazadas, bastaba con mirar donde pisaba. Tras unos minutos corriendo, o mas bien saltando de rama en rama cual ágil primate, pude divisar entre los árboles algo brillante, ¿El sol? no, a esa hora, en esa posición era imposible, tenía que ser otra cosa, pero ¿qué podía brillar con tal intensidad en medio de la selva?.
No quería adentrarme tanto en la espesura, pero la curiosidad era uno de mis puntos débiles, tenía que averiguar cual era la fuente de esa luz. No creía que me llevase mucho tiempo, pero tampoco pretendía entretenerme mucho, el barco hacia Logetown no tardaría mas de hora y pico en zarpar y si lo perdía no sabría cómo llegar hasta ahí. Poco a poco me acercaba y la intensidad de la luz se hacía más fuerte por momentos, aun así la densidad de vegetación me impedía ver con claridad de que se trataba. Esa luz me atraía como si me tratara de una polilla al fuego, cada vez faltaba menos y no sabía que me esperaba al otro lado, lo único que sabía era que no podía soportar el hecho de ignorarla, de todas formas eso no hizo que bajara la guardia, no sabía lo que había en ese lugar así que llevé una de mis manos a la funda derecha, lista para desenfundar en caso de amenaza.
Ya casi había llegado, faltaban unos pocos metros, pero cuando me situé a una distancia lo suficientemente buena como para distinguir su origen no tuve en cuenta una cosa, el contraste entre la oscuridad de la selva y la intensidad de esa luz me cegó durante unos instantes ¿Qué me encontraría al abrir los ojos?
Steve
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Al parecer al hombre le interesaba entre poco y nada, cosa normal con mi aspecto, vestido de presidiario y con mis ojos inyectados en sangre por la consumición de estupefacientes, a quien no le da grima hablar con un yonki ¿no? Pero podría hacer cosas muy interesantes, sino tuviera esas malditas esposas de kairoseki.
Al cabo de un rato llego el carcelero, que no debía ser el marine más leal a la ley de todos, pues sus palabras era la mejor manera de “Eh, ¡estoy aquí!, ¡sobórname!”. Suspire mientras los oía hablar y me fije mas en mi habitación, un cuartucho cerrado de mala muerte que por no tener no tenía ni retrete, penoso la verdad, pero al fijarme delante de los pies tenía una pequeña y extraña hebilla metálica y disimuladamente lo cogí aunque la conversación de aquellos dos continuaba, puede que pudiese abrir la puerta con esa hebilla usándola como ganzúa, pero teniendo kairoseki era una presa fácil, así que me quede con la hebilla en la mano e intente hablar con el hombre de pintas extrañas, que estaba seguro que había visto en alguna parte.
-Oye, es de mala educación ignorar a una persona de esa manera.-Le dije al hombre que estaba a mi lado con un tono calmado-No deberías hacerlo cuando este podría ser un aliado en cualquier otro momento, digo yo que es mejor contar con aliados a tener gente que te quisiera apuñalar por la espalda ¿no?-Intentaba conseguir un aliado, aunque sin decirlo claramente porque puede que el marine anduviese por ahí, para poder escapar de esa prisión, yo solo puede que no acabase con el guardia, pero con otra persona todo sería más fácil, inclusive el huir de prisión, aun así no estaba seguro de que me fuera a responder, por ende no descartaba de mi cabeza el poder con aquella hebilla si el hombre me ignoraba de nuevo.
Al cabo de un rato llego el carcelero, que no debía ser el marine más leal a la ley de todos, pues sus palabras era la mejor manera de “Eh, ¡estoy aquí!, ¡sobórname!”. Suspire mientras los oía hablar y me fije mas en mi habitación, un cuartucho cerrado de mala muerte que por no tener no tenía ni retrete, penoso la verdad, pero al fijarme delante de los pies tenía una pequeña y extraña hebilla metálica y disimuladamente lo cogí aunque la conversación de aquellos dos continuaba, puede que pudiese abrir la puerta con esa hebilla usándola como ganzúa, pero teniendo kairoseki era una presa fácil, así que me quede con la hebilla en la mano e intente hablar con el hombre de pintas extrañas, que estaba seguro que había visto en alguna parte.
-Oye, es de mala educación ignorar a una persona de esa manera.-Le dije al hombre que estaba a mi lado con un tono calmado-No deberías hacerlo cuando este podría ser un aliado en cualquier otro momento, digo yo que es mejor contar con aliados a tener gente que te quisiera apuñalar por la espalda ¿no?-Intentaba conseguir un aliado, aunque sin decirlo claramente porque puede que el marine anduviese por ahí, para poder escapar de esa prisión, yo solo puede que no acabase con el guardia, pero con otra persona todo sería más fácil, inclusive el huir de prisión, aun así no estaba seguro de que me fuera a responder, por ende no descartaba de mi cabeza el poder con aquella hebilla si el hombre me ignoraba de nuevo.
Flea
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Loguetown, mi ciudad, mi infancia, mi lugar. Ahí estaba yo, en mi isla natal, en la isla donde yo nací, donde yo entrené para fortalecerme y convertirme en lo que soy ahora. La situación: ella no llegó al One Piece, no es la Reina de Piratas, pero su recompensa de 1.150.000.000 Berries da mucho que hablar. En la plataforma donde un día ejecutaron a Gol D. Roger, estaban por liquidar a Katrina Belatona, la Ex-Almirante de la Flota, y ahora Yonkou. La pirata había sido atrapada y condenada a muerte, en aquel legendario lugar. ¿Nuestra misión? Causar la mayor cantidad de desorden, y que caiga mucha sangre, o por lo menos yo entendí así las palabras del Comandante Azumi Kento. Algunos piratas optaron por atacar distintos puntos del East Blue, así que teníamos que aprovecharnos de la situación y atacar los lugares restantes. En ese momento estaba cubierto de al parecer débiles pero muchos Marines, porque, ahora que piden dinero por mi cabeza, tengo que ser más cuidadoso, si no quiero terminar como ésta chica Katrina.
Antes de salir a lo loco, recordé mi primera, y hasta ahora única misión revolucionaria, donde el capitán de los Dealer Foxes, Leonel Racovich me enseñaba a ser cuidadoso y silencioso a la hora de atacar. Activé mis botas, que me dan un poco más de velocidad, y, apenas el Marine se dio vuelta, y dejó de ver hacia mi lado, me alejé lo más que pude. Obviamente, como soy muy tonto, tiré algunos bidones en los que estaba escondido, causando alteración en los Marines, pero yo ya estaba muy lejos cuando escuche uno o dos disparos hacia la nada, consiguiendo sólo tirar el vino al piso, debido a los agujeros que generaron las balas. Me golpeé a mí mismo en la frente dos o tres veces, y susurré:
- Que tonto eres, que tonto eres - hasta que se cruzó por mi camino un salón de recuerdos, lleno de peluches de todos los animales que se pueden encontrar en Loguetown. No pude evitar detenerme para entrar e intentar comprar uno, pero sin dinero no pude conseguir mi objetivo.
Salí cabizbajo del local, pero acordándome de mi misión original, que es causar descontrol. Decidí dejar eso para luego, y al primer callejón oscuro que vi, entré y me tire a descansar, sólo cinco minutitos, que todavía no pasaba nada. Total, la ejecución podía esperar, ya que lo más importante es la salud. No pude ni siquiera cerrar los ojos que ya había Marines cerca disparando a un civil, quien sabe por qué. Me levanté.
- No se puede descansar tranquilo que ya andan a los tiros estos corruptos de mierda - dije para mis adentros, y opté por ir a ver los puntos flacos de Loguetown. Tenía que ser muchísimo más cuidadoso que siempre, ya que un minúsculo paso en falso podría costarme la vida. Lion D. Karl, Dark D. Rose, Krauser y Takeshi Yamamoto eran algunas de las celebridades que iban a estar viendo la ejecución de la Yonkou Belatona. Yo era una hormiga al lado de todos esos monstruos, y de un posible enfrentamiento, no tendría nada que hacer. Pero, no hay que tenerles miedo, sino respeto, y ser muy pasivo y táctico, por sobre todas las cosas.
Decidí ir primero hacia el puerto, y había un solo barco, Marine, obviamente. Supuse que esa zona sería un gran problema para ellos, si dejaban un sólo buque, agarré un papel que estaba en el piso, desenvainé una de mis espadas, me corté la yema del dedo índice y escribí con la sangre que derramaba la leyenda "Puerto". Me guardé el papel en un bolsillo de mi chaleco rojo, y decidí quedarme allí un rato haber si podía sacar información, o quizá raptar a algún Marine para que me comente la situación. Sin embargo, lo único que llegué a ver fue una cabellera gris extraña, desenvainando sus espadas. Luego de ver aquella escena me dí cuenta que no tenía nada más que hacer, que la zona tal vez cambiaba de dueño, y que estaba a punto de haber una batalla, o por lo menos eso se veía desde la isla.
Cuando ya estaba a punto de irme a ver otro lugar para atacar, vi que un Marine, de apariencia débil y regordete, trepaba a la isla. Se lo veía asustado y muy pálido.
- ¿Qué ocurre en el barco? - le pregunté intentando no ser tan duro. Me comentó que el Capitán Legan Legim había arribado a su buque de guerra, y decidió tirarse al mar, para contárselo a alguien - ¡¿Legan Legim?! ¡¿ME ESTÁS DICIENDO QUE LEGAN LEGIM ESTÁ EN TU BARCO?! ¡ESTA DE NUESTRO LADO! ¡ESTA GUERRA ESTÁ GANADA! - no pude evitar gritar de la euforia y emoción. Otra vez me pegué en la frente, me llevé al Marine como rehén, lo llevé al callejón en el que había intentado dormir, le corté la lengua con una de mis espadas, le bebí la sangre que caía, y lo arrojé a un tacho de basura, para no levantar sospechas. Continué mi camino en busca de puntos accesibles para atacar. Esto se comenzaba a poner bueno.
- Y lo mejor es que recién empieza - dije, sonriendo, lamiendo la sangre que me había sobrado en los labios.
Antes de salir a lo loco, recordé mi primera, y hasta ahora única misión revolucionaria, donde el capitán de los Dealer Foxes, Leonel Racovich me enseñaba a ser cuidadoso y silencioso a la hora de atacar. Activé mis botas, que me dan un poco más de velocidad, y, apenas el Marine se dio vuelta, y dejó de ver hacia mi lado, me alejé lo más que pude. Obviamente, como soy muy tonto, tiré algunos bidones en los que estaba escondido, causando alteración en los Marines, pero yo ya estaba muy lejos cuando escuche uno o dos disparos hacia la nada, consiguiendo sólo tirar el vino al piso, debido a los agujeros que generaron las balas. Me golpeé a mí mismo en la frente dos o tres veces, y susurré:
- Que tonto eres, que tonto eres - hasta que se cruzó por mi camino un salón de recuerdos, lleno de peluches de todos los animales que se pueden encontrar en Loguetown. No pude evitar detenerme para entrar e intentar comprar uno, pero sin dinero no pude conseguir mi objetivo.
Salí cabizbajo del local, pero acordándome de mi misión original, que es causar descontrol. Decidí dejar eso para luego, y al primer callejón oscuro que vi, entré y me tire a descansar, sólo cinco minutitos, que todavía no pasaba nada. Total, la ejecución podía esperar, ya que lo más importante es la salud. No pude ni siquiera cerrar los ojos que ya había Marines cerca disparando a un civil, quien sabe por qué. Me levanté.
- No se puede descansar tranquilo que ya andan a los tiros estos corruptos de mierda - dije para mis adentros, y opté por ir a ver los puntos flacos de Loguetown. Tenía que ser muchísimo más cuidadoso que siempre, ya que un minúsculo paso en falso podría costarme la vida. Lion D. Karl, Dark D. Rose, Krauser y Takeshi Yamamoto eran algunas de las celebridades que iban a estar viendo la ejecución de la Yonkou Belatona. Yo era una hormiga al lado de todos esos monstruos, y de un posible enfrentamiento, no tendría nada que hacer. Pero, no hay que tenerles miedo, sino respeto, y ser muy pasivo y táctico, por sobre todas las cosas.
Decidí ir primero hacia el puerto, y había un solo barco, Marine, obviamente. Supuse que esa zona sería un gran problema para ellos, si dejaban un sólo buque, agarré un papel que estaba en el piso, desenvainé una de mis espadas, me corté la yema del dedo índice y escribí con la sangre que derramaba la leyenda "Puerto". Me guardé el papel en un bolsillo de mi chaleco rojo, y decidí quedarme allí un rato haber si podía sacar información, o quizá raptar a algún Marine para que me comente la situación. Sin embargo, lo único que llegué a ver fue una cabellera gris extraña, desenvainando sus espadas. Luego de ver aquella escena me dí cuenta que no tenía nada más que hacer, que la zona tal vez cambiaba de dueño, y que estaba a punto de haber una batalla, o por lo menos eso se veía desde la isla.
Cuando ya estaba a punto de irme a ver otro lugar para atacar, vi que un Marine, de apariencia débil y regordete, trepaba a la isla. Se lo veía asustado y muy pálido.
- ¿Qué ocurre en el barco? - le pregunté intentando no ser tan duro. Me comentó que el Capitán Legan Legim había arribado a su buque de guerra, y decidió tirarse al mar, para contárselo a alguien - ¡¿Legan Legim?! ¡¿ME ESTÁS DICIENDO QUE LEGAN LEGIM ESTÁ EN TU BARCO?! ¡ESTA DE NUESTRO LADO! ¡ESTA GUERRA ESTÁ GANADA! - no pude evitar gritar de la euforia y emoción. Otra vez me pegué en la frente, me llevé al Marine como rehén, lo llevé al callejón en el que había intentado dormir, le corté la lengua con una de mis espadas, le bebí la sangre que caía, y lo arrojé a un tacho de basura, para no levantar sospechas. Continué mi camino en busca de puntos accesibles para atacar. Esto se comenzaba a poner bueno.
- Y lo mejor es que recién empieza - dije, sonriendo, lamiendo la sangre que me había sobrado en los labios.
Parece que estos bravucones eran más valientes de lo que me esperaba, en North Blue un ratero de calle nunca se arriesgaba a luchar por una bolsa robada a un viejo, y por supuesto nunca la tirarían al suelo. Yo estaba acostumbrado a que huyeran como ratas que son. Pero la guerra y el caos hacen que la gente se arriesgue por conseguir algo con lo que puedan pasar hasta que acabe la crisis que se avecina. Los tres ladrones sacaron sus armas ¿Me había precipitado? Lo que es seguro es que tenía un gran problema. Una espada, un garrote y un trabuco, vaya y todo para mí. En ese momento tragué saliva y sentí unos sudores fríos. El miedo llegó cuando vi a dos acercarse blandiendo sus armas y, al tenerlos a un palmo, mi instinto fue agacharme, con la suerte de que sus ataques pasaron por encima de mí. Rodé a un lado, rápidamente me incorporé y salí corriendo, visto lo visto enfrentarme no era buena idea. Pero escuche un estruendo que nunca olvidaré. Siempre he escuchado que cuando te disparan sientes primero frío y luego dolor. Este no fue el caso, yo sentí un calor abrasador que se hundió en mi costado. Corrí como pude por una calle que se cruzaba, el dolor me ralentizaba mucho pero mis botas los nivelaban. A unos 10 metro vi otra calle perpendicular a esta. Mi única esperanza era seguir corriendo y despistarlos o que se cansaran de seguirme.
Era una mañana helada, la brisa marina me recorrió la espalda causándome escalofríos y finalmente un pequeño estornudo. Me había levantado sumamente temprano, pues la ocasión lo a meritaba. Al despertar en un camarote que se me asignó en un buque de la marina, acomodé mi barba postiza y retoqué el maquillaje de mi falsa cicatriz en el rostro, estaba en las filas enemigas y si descubrían que el longevo "Spence Vatch" no era más que un poco de maquillaje y un poco de actuación, mi vida estaría en serio peligro. Acabada esta preparación matutina, salí de dicha habitación para encontrarme con la ya mencionada ráfaga de viendo que incomodó mi mañana, apenas comenzaba a aclarar el cielo pero ya se veía multitud de soldados marines merodeando por las cubiertas de los buques, lo que no me extrañaba para nada, no todos los días se anuncia la ejecución de un Yonkou. El desastre era inminente y el gobierno movería todos sus piezas para lograr su cometido. En ese instante sentí curiosidad por ver la legendaria plataforma que albergaría el clímax de esta historia, pero no puedes hacer una estrategia si aun no han repartido los naipes, por lo que me limité a ahogar mis intriga y decidí que saldría a recorrer los buques que adornaban toda la costa hasta donde se alcanzaba divisar a simple vista.
Avisé al guardia que patrullaba la puerta de mi camarote que desocuparía el lugar, por lo que no era necesario que siguiera velando esa puerta, el asintió con la cabeza y fue en busca de nuevas ordenes, pobre iluso, no se imaginaba la gran carga de explosivos que había plantado en forma de naipes que escondí en varios rincones del lugar. abordé el barco de junto, con la escusa que necesitaba hablar con el capitán para discutir un asunto privado, y mientras esperaba que fueran en su búsqueda para que pudiera atenderme, descendí al interior de la nave como si estuviera inspeccionando o algo así, deslicé entonces por mi manga hasta mi mano un 5 de picas que contenía una filosa katana que había comprado tiempo atrás, y usando la habilidad especial que mi poder le daba a los naipes de esta pinta le dí ese mismo filo al naipe en cuestión, luego, sagaz pero discretamente me agaché como si fuera a atar el cordón de mi zapato, e hice una incisión justo en la rendija entre las tablas del piso, para luego caer solo uno de mis naipes hasta la base del navío, pero este no cualquier naipe, antes de salir de la base revolucionaria había preparado esta baraja de naipes que contenían potentes explosivos y una respectiva llama que activara su detonación, me tomó todo un día acabarla, pero sin duda serían cruciales durante el desarrollo de esta guerra, volví con celeridad y esperé al capitán el cual lógicamente me preguntó el asunto de mi interrupción, por suerte engañar es mi especialidad, así que no me tomó mucho pensar una buena escusa.
Se supone que usted tiene algo que decirme capitán, me dijeron que le habían entregado personalmente las las instrucciones de la posición que yo debería tomar durante el evento de hoy
sabía que no tendría idea de lo que hablaba pues solo yo y un par de altos mandos conocían esa información.
Su rostro lo dice todo, creo que me equivoque de buque, mil disculpas, creo que tanto ajetreo me ha confundido.
le dije semi-sonriendo, juntando las palmas e inclinándome para fingir vergüenza, luego me di un suave golpe en la cabeza y me alejé mirando de un lado a otro como si estuviera desorientado.
como es de imaginarse repetí el pequeño teatro durante toda la mañana pasando de un buque a otro, cambiando la historia y el supuesto motivo de mi visita para no levantar sospechas, pero siempre terminé llegando a la planta baja de cada buque para dejar caer una de las cargas explosivas que llevaba con migo. Aveces usando la escusa que me habían enviado en busca de un cadete de bajo rango cuyo nombre inventaba en el momento y luego anotaba en una libreta solo por si acaso, en otras ocasiones con la historia de que mi arma se había quedado sin pólvora para que me pudiesen regalar un poco de la suya, y así unas cuantas historias más, todas igualmente convincentes y efectivas para lograr mi cometido.
Hasta ahora todo marchaba viento en popa para este infiltrado y astuto revolucionario, pero el día recién comenzaba y el futuro era incierto aun hasta para el mejor de los apostadores.
Avisé al guardia que patrullaba la puerta de mi camarote que desocuparía el lugar, por lo que no era necesario que siguiera velando esa puerta, el asintió con la cabeza y fue en busca de nuevas ordenes, pobre iluso, no se imaginaba la gran carga de explosivos que había plantado en forma de naipes que escondí en varios rincones del lugar. abordé el barco de junto, con la escusa que necesitaba hablar con el capitán para discutir un asunto privado, y mientras esperaba que fueran en su búsqueda para que pudiera atenderme, descendí al interior de la nave como si estuviera inspeccionando o algo así, deslicé entonces por mi manga hasta mi mano un 5 de picas que contenía una filosa katana que había comprado tiempo atrás, y usando la habilidad especial que mi poder le daba a los naipes de esta pinta le dí ese mismo filo al naipe en cuestión, luego, sagaz pero discretamente me agaché como si fuera a atar el cordón de mi zapato, e hice una incisión justo en la rendija entre las tablas del piso, para luego caer solo uno de mis naipes hasta la base del navío, pero este no cualquier naipe, antes de salir de la base revolucionaria había preparado esta baraja de naipes que contenían potentes explosivos y una respectiva llama que activara su detonación, me tomó todo un día acabarla, pero sin duda serían cruciales durante el desarrollo de esta guerra, volví con celeridad y esperé al capitán el cual lógicamente me preguntó el asunto de mi interrupción, por suerte engañar es mi especialidad, así que no me tomó mucho pensar una buena escusa.
Se supone que usted tiene algo que decirme capitán, me dijeron que le habían entregado personalmente las las instrucciones de la posición que yo debería tomar durante el evento de hoy
sabía que no tendría idea de lo que hablaba pues solo yo y un par de altos mandos conocían esa información.
Su rostro lo dice todo, creo que me equivoque de buque, mil disculpas, creo que tanto ajetreo me ha confundido.
le dije semi-sonriendo, juntando las palmas e inclinándome para fingir vergüenza, luego me di un suave golpe en la cabeza y me alejé mirando de un lado a otro como si estuviera desorientado.
como es de imaginarse repetí el pequeño teatro durante toda la mañana pasando de un buque a otro, cambiando la historia y el supuesto motivo de mi visita para no levantar sospechas, pero siempre terminé llegando a la planta baja de cada buque para dejar caer una de las cargas explosivas que llevaba con migo. Aveces usando la escusa que me habían enviado en busca de un cadete de bajo rango cuyo nombre inventaba en el momento y luego anotaba en una libreta solo por si acaso, en otras ocasiones con la historia de que mi arma se había quedado sin pólvora para que me pudiesen regalar un poco de la suya, y así unas cuantas historias más, todas igualmente convincentes y efectivas para lograr mi cometido.
Hasta ahora todo marchaba viento en popa para este infiltrado y astuto revolucionario, pero el día recién comenzaba y el futuro era incierto aun hasta para el mejor de los apostadores.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La estrategia del albino da resultado, pues la mayoría de los rezagados y remolones salen del lugar corriendo como si no hubiera un mañana, sin embargo un hombre se queda y le planta cara, este porta una extraña guadaña completamente verde a excepción de la hoja. Sin temor a nada se dirige al joven agente diciéndole |~¿Te crees que por ser CP puedes hacer lo que quieras?~| Su voz es autoritaria y segura, como si no le temiese al joven agente que ya se encuentra como al principio, con el arma guardada en su espalda. |~No tengo por qué darte explicaciones de mis actos, simplemente cumplo las órdenes que se me han dado. Además, ese hombre tiene un brazo menos por atacarme, si me hubiera escuchado y se hubiera ido ahora estaría sin ninguna herida.~| Responde el agente mientras saca de su bolsillo un den den mushi con el cual se comunica con sus compañeror. |~Chicos, necesito apoyo en el puerto, hay sublevados que no siguen las órdenes, procedo a comunicarme con nuestros superiores.~| Dice por el aparato antes de colgar y comunicarse con otra persona. |~Señor, hay un sujeto que se niega a abandonar el puerto, además recrimina el proceder del gobierno.~| Dice por el aparato para guardarlo nada más terminar el comunicado.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven de larga cabellera logra infiltrarse mezclándose con la población civil de la zona, pero por desgracia dicha población está siendo evacuada, y lo peor de todo es que dicha evacuación la lleva a cabo un gigante, lo que reduce a casi nulas las posibilidades de dialogar con él la estancia en la isla. La mejor solución es ocultarse, pero donde, debe encontrar un lugar que le permita pasar inadvertido y que no sea frecuentado por los que evacúan, de ese modo podría permanecer en la isla aún con la población evacuada. Por ello el joven se descuelga de la multitud en un cruce de caminos colándose en el interior de una casa, por si le pillan debe tener una excusa planeada por lo que se pasa el tiempo pensando en como explicar su presencia allí y que no haya ido a la evacuación.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven Hyo está ya dentro de la base tras saltar y ve que es una zona cubierta de hierba y árboles, seguramente para que los marines sin nada que hacer practiquen deporte en lugar de hacer lo que de hecho hicieron según lo que ve el joven revolucionario, varias botellas de cerveza y vinos varios esparcidas por todo el campo, los superiores parecen no saber de eso. El joven leopardo se adentra con facilidad en la base ya que la única vigilancia se encuentra en la puerta que evitó al entrar, lo que es una suerte para el joven que tiene que cumplir con el trabajo más peligroso de toda su vida. En momentos como ese el tigre blanco recuerda el entrenamiento que le daba su padre y su papel en la guerra contra los cánidos y su mirada se transforma, pasa de tener una mirada seria a una mirada fía y oscura, como si no tuviera respeto por la vida ajena.
El joven Hyo aprovecha que sus pasos son silenciosos debido a las almohadillas de sus patas para adentrarse sin llamar la atención hasta que se encuentra con su objetivo, las celdas de la base. En ese momento el joven puede ver a un marine y escuchar cómo alguien le habla, alguien que reconoce solo por la fama que se ha hecho, Meneror Il Bianco. Seguramente el otro pirata que debe liberar anda cerca pero el problema será lidiar con el marine, que pese a parecer ser corrupto dada su conversación sigue siendo marine y el joven ya ostenta una pequeña recompensa por su cabeza. Si hubiese unos huecos en el techo podría aprovecharme de ellos para acercarme a las celdas y tratar de liberarlos sin tener que enfrentar al marine. Pero como no lo veo plausible tengo que pensar en una forma de conseguir mi objetivo, aunque tenga que deshacerme de alguna de mis armas. El joven felino se queda pensativo durante un tiempo mientras observa la escena pero como no ve nada que le indique que vaya a resultar sencillo decide arriesgarse y salir descaradamente a la visión de los demás.
El felino da unos cuatro pasos decididos y se queda a una distancia prudente del marine y en un lugar desde el cual volver a resguardarse detrás de la pared resulta sencillo para decir ¿Habría alguna manera de convencerte de liberar a esos dos sujetos? No es nada personal pero tengo que conseguir liberarlos, o al menos intentarlo. Si hubiese alguna forma me encantaría poder llegar a un acuerdo-nya. La voz del joven Toranosuke sonaba tranquila y firme como si no temiera las consecuencias de lo que dice o no fuera consciente de ellas. En todo caso actúa con normalidad y espera que su plan salga bien.
El joven Hyo aprovecha que sus pasos son silenciosos debido a las almohadillas de sus patas para adentrarse sin llamar la atención hasta que se encuentra con su objetivo, las celdas de la base. En ese momento el joven puede ver a un marine y escuchar cómo alguien le habla, alguien que reconoce solo por la fama que se ha hecho, Meneror Il Bianco. Seguramente el otro pirata que debe liberar anda cerca pero el problema será lidiar con el marine, que pese a parecer ser corrupto dada su conversación sigue siendo marine y el joven ya ostenta una pequeña recompensa por su cabeza. Si hubiese unos huecos en el techo podría aprovecharme de ellos para acercarme a las celdas y tratar de liberarlos sin tener que enfrentar al marine. Pero como no lo veo plausible tengo que pensar en una forma de conseguir mi objetivo, aunque tenga que deshacerme de alguna de mis armas. El joven felino se queda pensativo durante un tiempo mientras observa la escena pero como no ve nada que le indique que vaya a resultar sencillo decide arriesgarse y salir descaradamente a la visión de los demás.
El felino da unos cuatro pasos decididos y se queda a una distancia prudente del marine y en un lugar desde el cual volver a resguardarse detrás de la pared resulta sencillo para decir ¿Habría alguna manera de convencerte de liberar a esos dos sujetos? No es nada personal pero tengo que conseguir liberarlos, o al menos intentarlo. Si hubiese alguna forma me encantaría poder llegar a un acuerdo-nya. La voz del joven Toranosuke sonaba tranquila y firme como si no temiera las consecuencias de lo que dice o no fuera consciente de ellas. En todo caso actúa con normalidad y espera que su plan salga bien.
Ikaru
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No tarde demasiado en entrar en lo que sería lo exteriores de ese "amigable" bosque. Los arboles eran frondosos pero dejaban paso a la iluminación solar por lo que se podía ver perfectamente y se sentía un calorcillo que en verdad era muy agradable. Fui corriendo a la máxima velocidad que pude para adentrarme más y más en el bosque para así encontrar a mis camaradas... Si es que se encontraban allí claro. Pero la verdad es que si que iba bastante más lento teniendo que cargar con Hardo en el hombro. No sé por que no estaba despierto y eso que incluso le día alguno que otro golpe leve para que se despertara del sueño, pero no había manera, parecía que lo habían dormido con una clase de Hechizo... O a lo mejor el golpe fue tan fuerte que tuvo un derrame cerebral...No en realidad eso era imposible lo habría notado mucho antes que para algo yo era médico. Realmente poco había avanzado en ese frondoso e inmenso bosque, seguía sintiéndome que estaba solamente en un extremo y todo lo demás estuviese lejísimos, una sensación bastante extraña. Me pare un pequeño momento para recobrar algo de aire cuando justamente me cruce con una persona de nuestra banda ¡Al fin! gracias al cielo había elegido bien el bosque y en "poco" tiempo me había encontrado con alguien. Era Sting, un chico que había entrado no hace mucho en la banda y la verdad es que yo no había tenido mucho contacto con él en antigua ocasiones pero ya tener a una cara más o menos conocida me tranquilizaba un poco. Deje a Hardo en el suelo delicadamente y pude notar como empezaba a despertarse el Cabrito... Como me enterara yo de que se había hecho el dormido solamente para que lo llevara a cuestas alguien no iba a tener marionetas por un buen tiempo... Bueno, en ese momento mire a Sting un segundo y comencé a preguntarle y a hablarle por si había visto a alguien más.
-Uffff... Al fin una cara conocida... Bueno Sting, ¿Has visto a alguien más de la banda por el bosque? Yo en la Playa no he visto a nadie más que a este payasete y me ha hecho llevarlo a cuestas... aunque si te digo la verdad no mire en el barco destruido que ahora que lo pienso no se ni por que esta así la verdad... No recuerdo nada de lo que ha pasado ayer Pero no tengo ninguna herida por golpes ni nada... ¿Tú tienes alguna herida o algo? es por si necesitas alguna cosilla médica jajajaj...bueno...
No me dejaron continuar. Del cielo comenzó a descender una gran Ave que cada vez se veía más y más grande hasta que me di cuenta de que no era un Ave cualquiera si no que sería si o si un usuario de Akuma no mi Zoan y para ser más exacto una buena Ave rapaz. Cada vez estaba más cerca y como no tenia un objetivo bastante claro que no podía ser otro que yo. El "animal" persona o lo que fuese fue directo a posarse en mi Hombro para frenarse lo que hizo que todas sus garras se clavasen en mi hombro y solté una pequeña muesca de dolor tras un "hijo de puta" que puede que estuviese algo fuera de lugar pero realmente ahora como que me daba un poco igual ya que me había hecho un poco de daño el cabron. Entonces el pajarraco comenzó a hablar. Y la verdad que al oír el nombre que decía le preste bastante atención a todas sus palabras. Parecía que había visto a Rose también en el bosque, muy cerca de nosotros y por lo tanto podríamos ir a buscarla... Bien entonces ya solo nos faltaban 3 personas más y ya estaríamos todos juntos y podríamos investigar que coño paso con el barco. Tras darnos las indicaciones de donde estaba Nuestra Querida pelirroja, también nos dijo que en la playa se encontraban los otros dos compañeros... Lo que no me cuadraba es que yo no los viese cuando estuve tumbado en la playa... Pero bueno supongo que estarían dentro del barco y como no fui a buscarlos no los encontré. Entonces el capullo que ya me había hecho bastante daño en verdad volvió a alzar el vuelo dejando tras de sí una buena ola de viento que hizo que me despeinara aún más de lo que ya estaba... Solamente me salio gritar del alma
¡Imbecil! ¡Mira como me has dejado el pelo! Aggg... Bueno ahora tendríamos que ir a por los demás... ya se, Sting, tu ve al Barco a por esos dos y yo voy a por Rose, nos encontramos de nuevo aquí, donde esta el payaso descansando. Vamos a por ellos.
Entonces comencé a correr en la dirección que me habían dicho para a si encontrar a la pelirroja en este bosque. No tarde mucho en encontrar ese resplandor rojizo por el cual se la podía distinguir a bastantes leguas de camino. En cuanto ya estuve al lado de ella comencé a gritar su nombre, Rose, en verdad es tan bonito.
-Uffff... Al fin una cara conocida... Bueno Sting, ¿Has visto a alguien más de la banda por el bosque? Yo en la Playa no he visto a nadie más que a este payasete y me ha hecho llevarlo a cuestas... aunque si te digo la verdad no mire en el barco destruido que ahora que lo pienso no se ni por que esta así la verdad... No recuerdo nada de lo que ha pasado ayer Pero no tengo ninguna herida por golpes ni nada... ¿Tú tienes alguna herida o algo? es por si necesitas alguna cosilla médica jajajaj...bueno...
No me dejaron continuar. Del cielo comenzó a descender una gran Ave que cada vez se veía más y más grande hasta que me di cuenta de que no era un Ave cualquiera si no que sería si o si un usuario de Akuma no mi Zoan y para ser más exacto una buena Ave rapaz. Cada vez estaba más cerca y como no tenia un objetivo bastante claro que no podía ser otro que yo. El "animal" persona o lo que fuese fue directo a posarse en mi Hombro para frenarse lo que hizo que todas sus garras se clavasen en mi hombro y solté una pequeña muesca de dolor tras un "hijo de puta" que puede que estuviese algo fuera de lugar pero realmente ahora como que me daba un poco igual ya que me había hecho un poco de daño el cabron. Entonces el pajarraco comenzó a hablar. Y la verdad que al oír el nombre que decía le preste bastante atención a todas sus palabras. Parecía que había visto a Rose también en el bosque, muy cerca de nosotros y por lo tanto podríamos ir a buscarla... Bien entonces ya solo nos faltaban 3 personas más y ya estaríamos todos juntos y podríamos investigar que coño paso con el barco. Tras darnos las indicaciones de donde estaba Nuestra Querida pelirroja, también nos dijo que en la playa se encontraban los otros dos compañeros... Lo que no me cuadraba es que yo no los viese cuando estuve tumbado en la playa... Pero bueno supongo que estarían dentro del barco y como no fui a buscarlos no los encontré. Entonces el capullo que ya me había hecho bastante daño en verdad volvió a alzar el vuelo dejando tras de sí una buena ola de viento que hizo que me despeinara aún más de lo que ya estaba... Solamente me salio gritar del alma
¡Imbecil! ¡Mira como me has dejado el pelo! Aggg... Bueno ahora tendríamos que ir a por los demás... ya se, Sting, tu ve al Barco a por esos dos y yo voy a por Rose, nos encontramos de nuevo aquí, donde esta el payaso descansando. Vamos a por ellos.
Entonces comencé a correr en la dirección que me habían dicho para a si encontrar a la pelirroja en este bosque. No tarde mucho en encontrar ese resplandor rojizo por el cual se la podía distinguir a bastantes leguas de camino. En cuanto ya estuve al lado de ella comencé a gritar su nombre, Rose, en verdad es tan bonito.
Qiang Jing
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven ciudadano se mueve demasiado y acaba echando la pota, manchando a los que se encuentran delante de vomitona, algo que parece no agradarles. La isla está siendo evacuada y el barco en el que evacuan a la gente le vendría muy bien al joven ciudadano para llegar a Loguetown, que es su objetivo, pero también le conviene desayunar algo más. Por lo que opta por lo más lógico, robar comida y comerla en el barco. Ágilmente se cuela en una taberna arrablando con todo lo que pilla, pan, pasta, mantequilla, sake, café. Un desayuno bastante extraño la verdad, pero es el que le gusta a este espadachín. Tras robar lo mencionado se une a la multitud y se dirige al barco de evacuación, pero su intención es llegar sin llamar la atención y robar el barco una vez llegue, algo muy sencillo para alguien con su poder. Poco tarda en llegar junto a un mundanal de gente al barco y subir al mismo, pero en un despiste de los evacuadores se descuelga del grupo y se dirige a la sala del timón, donde entra en forma de gas azul como el mar, bloqueando la vista de todo el que esté dentro y materializando únicamente su mano los corta con una de sus espadas cortas y los esconde en un pequeño armario que hay allí.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.